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martes, 1 de noviembre de 2016

Lazos rotos






–Papá ¿por qué llora mamá?

–está triste mi niña

– ¿La hicieron daño?

– ¡No! pequeña, es porque no estamos a su lado.

– ¿Y por qué se fue entonces tan lejos si quería estar con nosotros?

–No fue ella la que se marchó, fuimos nosotros los que la dejamos sola.

– ¡Pues volvamos para que sonría otra vez!

–Es imposible, el vínculo se rompió.

– ¿Qué es un vínculo?

– Esas emociones y sentimientos que nos unen a los unos con los otros mientras permanecemos juntos.

– ¿Y quién rompió ese vínculo papá?

– ¿Te acuerdas de la excursión que hicimos en verano?

– ¡Sí!

- Pues fue ese conductor que venía en dirección contraria por la carretera hija mía.




Derechos de autor: Francisco Moroz

viernes, 28 de octubre de 2016

Grafitero



Foto propia: Grafiti pintado en lugar habilitado para ello en mi localidad.


Si hubiera llegado a saber el éxito que iban a alcanzar mis realistas trazados en techos y paredes, los habría firmado con mi nombre o mi Nick  de batalla, para que quedara constancia de la identidad del creador y así, figurar en la galería de genios ilustres de la pintura universal.

Si hubiera sabido que se pagaba para poder admirarlos, y que se reproducirían en libros de arte, camisetas, jarras y llaveros; hubiera registrado mi marca y hubiera pedido derechos de autor.

Pero los grafiteros de antaño éramos tan ingenuos y tan inocentes, que plasmábamos con entusiasmo y en cualquier sitio nuestros bosquejos. 

Y yo en Altamira no fui una excepción. ¡Pintura rupestre la llaman ahora!


Derechos de autor: Francisco Moroz.

martes, 25 de octubre de 2016

La única




Al otro lado de la ventana la oscuridad es absoluta, las farolas están apagadas y el silencio es infinito.

Me he asomado una vez más para confirmar que así es y quedarme tranquila. 
No conozco otra realidad desde que salí del sótano hace ya quince años. 

Solo tengo vagos recuerdos en mi memoria de palabras entrecortadas oídas a un hombre y una mujer asustados, y aquellos trozos de periódicos en los que me enseñaron a leer, en los que se escribía sobre un virus letal que se extendía rápidamente entre la población.

El pueblo me pertenece desde entonces, creo que soy la única que lo habita.



Derechos de autor: Francisco Moroz

lunes, 24 de octubre de 2016

Cuenta cuentos





El carillón del salón de baile de Bestia empieza a tañer la primera de las doce campanadas de la medianoche.

Mientras bajo las escaleras del palacio pierdo uno de mis zapatos de cristal, y justo cuando se deja oír el reverbero de la última, suena el despertador de la mesilla y se rompe mi encantamiento de Bella durmiente.

Me despierto bruscamente incorporándome en la cama de uno de los tres Osos, y mientras me levanto, escucho la voz de mi compañero peludo que dice a mi espalda:

 – ¿ A dónde vas Caperucita?

Y  es entonces cuando me acuerdo que ayer dejé solos a los siete Enanitos por ir a buscar a Hansel y Gretel . 
Salgo pitando de la casa de los tres Cerditos  ¡Llego tarde al té de las cinco con Alicia y el Sombrerero! 
¡Tendré que mentir como Pinocho, cuando me pida explicaciones Rapunzel!



Derechos de autor: Francisco Moroz

miércoles, 19 de octubre de 2016

Cosas de chicas




Cuando se prendieron las cortinas de la cocina, mis cuatro amigas y yo estábamos hablando de hombres y de relaciones sentimentales.

Echamos mano rápidamente y de forma instintiva a las cervezas que estábamos tomando para apagar las llamas.

Cuando se nos pasó el susto inicial todas nos quedamos mirando como bobas a Mari Pili con caras de interrogación, pues todavía tenía el mechero con el que las había incendiado aferrado en su mano.

Por toda respuesta se encogió de hombros añadiendo:

-–Siempre he deseado tener un novio bombero.


Derechos de autor: Francisco Moroz

martes, 11 de octubre de 2016

Nada que celebrar




Poco antes de que los domingos fueran amargos en Calais se festejaban.
El lugar donde el estrecho se hace muy ancho y pasar al otro lado es todo el futuro de algunos.

15 muertos esta vez, mañana quizá más.

Murieron no solo los cuerpos de aquellos que quisieron vivir; también las ilusiones fraguadas durante el largo camino del éxodo, sin privilegios de pueblo elegido ni tierra prometida.

Acarrearon en sus espaldas: incertidumbre, miedo, soledad y abandono. Portaron miradas esperanzadas y alguna feliz utopía que se diluyeron como sal, al llegar a las fronteras.

El séptimo día era de celebración en Calais, antes de que amargaran los recuerdos.



Derechos de autor: Francisco Moroz

viernes, 7 de octubre de 2016

Instinto básico





Lo observo sobre la mesa, frío, inerte, envuelto en sí mismo, indefenso.
Agarro un cuchillo y con gestos de sacerdotisa, inicio el ritual con el que consumaré uno de los pocos placeres que me son concedidos de disfrutar en la vida, sin temor a padecer efectos secundarios.

Realizo dos cortes perfectos sobre él, en sus extremos, con precisión de cirujana y a continuación otro que lo raja de parte a parte.
cojo con mis dedos un pedazo de carne jugosa y blanquecina y lo degusto voraz, con ansia animal.

Lo único que me desagrada del melón son las pepitas.



Derechos de autor: Francisco Moroz


lunes, 3 de octubre de 2016

Sabor a libertad



Da placer ver a esos pajarillos que juegan en el jardín, moviendo sus alas nerviosamente y mirando con desconfianza a los lados, adelantando sus cuerpecitos para volver atrás de nuevo en continuos brincos mientras buscan el alimento, se rebozan en la arena o se cortejan.

¡Ojala! Pudiera acercarme y jugar con ellos, implicarme en sus frágiles vidas y participar de su inocencia.
¡Ojala! Se confiaran a mi presencia y tener la oportunidad de regalarme con un tierno bocado de vez en cuando.

¡Qué le voy a hacer! Un gato tiene más hambre que principios.



Derechos de autor: Francisco Moroz

martes, 27 de septiembre de 2016

Dulces artesanales


Y le manchaba los dedos de harina al entregarle el paquete envuelto con papel de estraza. La miraba con ternura después de darle un pellizquito en la mejilla. 
La despedía con un abrazo junto a la puerta de casa siempre que marchaba a la escuela.

Con el  paso del tiempo se convirtió en pastelera y hoy, mientras sus manos amasan, piensa en su madre. En sus sabrosos bollos azucarados que le horneaba para el recreo.

Su sueño como artesana, era confeccionar lo más dulce y sabroso que ella probó de niña…  Pero no lo lograba. Y es que no consigue mezclar los besos, con el amor  y la harina.



Derechos de autor: Francisco Moroz

martes, 20 de septiembre de 2016

Grafito



El lápiz con el que ella, cada mañana, se lo dibujaba en un papel, era el mismo con el que su madre se lo dibujaba cuando era niña.

Toda una tradición familiar la de pintar corazones de grafito a los hijos. Siempre con un ¡Te quiero! adentro, que lo decía todo.




Derechos de autor: Francisco Moroz

martes, 13 de septiembre de 2016

Tolerancia cero





Despotricar contra los vecinos no era la solución ante los problemas de convivencia que sufría. Él no se consideraba una persona conflictiva como para que todos lo rechazaran.

Un mes de julio, a las tres de la madrugada, cuando todos dormían, tomó una decisión que le cambiaría la vida: incendió el bloque donde habitaba, acabó con sus conflictos y los molestos inquilinos.

Hoy en la celda de tres por cuatro que ocupa con otro recluso, recuerda el pasado, y reniega de su perra suerte: Le ha tocado el compañero más difícil con el que mantener una armoniosa relación.



Derechos de autor: Francisco Moroz


miércoles, 13 de julio de 2016

Micro aniversarios






Lo único que no celebraría jamás sería el aniversario de una relación que nunca comenzó.

                                                                                                                   *******     

Cuando lo felicitó por su 50 aniversario de bodas, él la miró con indiferencia preguntándose quién era ella.

                                                                                                                    *******         

Hoy era el 68 aniversario de su promoción en la facultad. Y le extrañó que cada vez asistieran menos compañeros al evento.







Derechos de autor: Francisco Moroz


jueves, 30 de junio de 2016

Okupas



Como si de una plaga venenosa se tratara, llegaron sin avisar, sin llamar a la puerta del apartamento.

Se instalaron cómodamente en el sofá mientras veíamos nuestros programas favoritos, en la silla junto a la mesa, e incluso se atrevían a acostarse en la cama, entre los dos, para separarnos.

Al principio eran soportables como novedad, pero después se hicieron insufribles y dolorosos, y más cuando estábamos con nuestros amigos o marchábamos al trabajo.

Ya me lo advirtió mi madre que los celos no eran buenos consejeros. Ahora tocará desalojarlos de nuestras vidas.



Derechos de autor: Francisco Moroz


lunes, 20 de junio de 2016

Tiempo de cambio




Cuelgan de las cuerdas de la del quinto, como si nada hubiera pasado en realidad.

Un guiño en el ascensor, una provocadora sonrisa, un galanteo, una cita en su piso, unos escarceos en la cama, la entrada de un hombre enfurecido en el cuarto, un cuchillo inesperado, y unas sábanas llenas de sangre.

Después de deshacernos del cadáver hicimos la colada y hoy cuelgan blancas como la nieve en las cuerdas del tendedero de mi nueva, peligrosa y apasionada compañera que ha cambiado de amante.


derechos de autor: Francisco Moroz


lunes, 13 de junio de 2016

La gran prueba



Las mañanas, si no llueve, las emplearemos para el entrenamiento en carrera y perseverancia. Tienes que estar preparada para competir contra la mejor, sacando partido de todas tus ventajas físicas y mentales con respecto a tu opositora.

Me congratula el que me hayas elegido como entrenador personal. Si te entregas en cuerpo y alma ¡ganarás! estoy casi seguro.

Harás historia con tu proeza, quedando reflejada en los anales de los relatos épicos con un titular que podría parecerse a este: La gran carrera que ganó la tortuga a una liebre.


Derechos de autor: Francisco Moroz


martes, 7 de junio de 2016

El final




Aquel día de verano de 1945 Berlín era una ruina. Esqueletos de edificios, y soldados de varias nacionalidades paseando por sus calles desechas, conformaban el paisaje de una ciudad fantasma.

Habíamos ganado la guerra a costa de la pérdida de muchas vidas.
Stalin se anunciaba como el salvador, los vencedores se repartían los barrios; la puerta de Brandenburgo ennegrecida por el humo era testigo de una liberación ficticia.

Otra guerra más fría que la anterior encarcelaría a los ciudadanos detrás de un muro de hormigón, cerca de un telón de acero…

...Por fin regresé. Mi ciudad era escombro, mi casa no existía, mi familia y amigos habían muerto

Ese verano todo terminó: la guerra, y mi vida.


Derechos de autor: Francisco Moroz


domingo, 29 de mayo de 2016

Primer aniversario



Se acercaba la fecha en la que ambos se conocieron por primera vez.

Él no la había olvidado; se preguntaba si ella se acordaría de este aniversario tan especial. Si al menos le llamaría para felicitarle por aquel encuentro en el pasado que tantos recuerdos le traían a la cabeza... 

Por ejemplo, el de aquella primera vez en la que se encontraron que fue la última.



Derechos de autor: Francisco Moroz 


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