Tardaría
en encontrar la llave que necesitaba, pero no lo consideraba tarea imposible.
No
sería tan difícil como buscar una aguja en un pajar, una lágrima en la inmensidad
del océano, el santo grial o la pluma de un ángel.
Era
solo cuestión de empeño, tesón, ganas, esfuerzo, insistencia, paciencia, comprensión,
sacrificio, detalle, dialogo, cariño, ternura, delicadeza, dedicación, afán,
vigor, valentía, ímpetu, provocación, interés, vehemencia. Mucha voluntad,
desvelos, ahínco, tenacidad y laboriosidad.
En
cuanto la hallara, podría acceder al corazón de aquella mujer caprichosa,
hacerla suya y vivir toda la vida junto a ella… Aunque bien pensado, casi que
le resultaría menos penoso buscar un blanco unicornio.
Derechos de autor: Francisco Moroz