Mostrando entradas con la etiqueta RELATO corto. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta RELATO corto. Mostrar todas las entradas

sábado, 11 de mayo de 2024

Residencia de ancianos. Buenos tiempos

 

 

 Esta carta de amor lleva escrita desde ayer para que la recibas hoy. Te la entregará Perpetua, que es de mi total confianza y sabrá guardar nuestro secreto eternamente.

Quiero que sepas que te amo como siempre pero más que nunca y te lo digo ya, y de esta manera, pues mañana podría ser tarde para hacerlo y luego no quisiera tener que arrepentirme.

Apenas nos conocemos, nuestra relación es muy reciente, pero los sentimientos son tan volubles que enseguida y prontamente se olvidan. Declaramos un amor incondicional para después olvidarnos de esa pasión desenfrenada que motivó un cúmulo de promesas que jamás se cumplirán.

Próximamente me pasaré por el módulo donde se encuentra tu habitación, pues tengo un pálpito que no me deja vivir de pura intranquilidad y ahora que puedo quisiera comprobar en persona si esta atracción que siento por ti es correspondida. Pues anteriormente ya tuve algún fracaso amoroso y no me gustaría cometer los mismos errores que los provocaron.

Todavía no hemos tenido ocasión de interactuar, pero es cuestión de tiempo que el fervor fluya entre nosotros.

Mi obsesión es el tiempo, pues siempre nos faltará para amarnos lo suficiente. Es un bien escaso que se nos escurre entre los dedos. Que nunca se gana ni se recupera.

Si lees esta epístola con atención, advertirás los adverbios desparramados a lo largo del texto, que indican esa pequeña fijación que tengo con Chronos.

Perennemente tuyo si el tiempo que nos queda lo permite y nos acompaña.

 

  Derechos de autor: Francisco Moroz




 

 


lunes, 6 de noviembre de 2023

Carta para Arturo


 

 

 

Estimado Arturo.

  La presente es para recordarte el asunto que tenemos pendiente desde hace más de cincuenta y cuatro años.

  Creo que va siendo hora de solucionarlo con naturalidad, para que después no haya mal entendidos entre nosotros, no sea que me presente de improviso y te violente con mi presencia, causándote molestias por pillarte en mal momento; pues te encuentres atareado con algún tema referente a tu trabajo de escritor, enfrascado en narrativas, tramas, nudos y desenlaces.

  Sabes que el plazo acordado oportunamente fue harto generoso. Pero no sé si por desidia, pereza o necesidad del guion, la cosa se nos ha alargado un poquito. No es posible más dilación al respecto.

 Yo también estoy supeditada a la misma regla que nos rige a todos. El tiempo no es algo que sobre, y yo menos que nadie, puedo permitirme el lujo de obviar este punto.

 Por tanto y dando por supuesto, que como buen lector leerás esta epístola en cuanto la recibas, te indico de antemano que me pasaré por tu ciudad para recogerte, el diecinueve de abril de este mismo año; digamos que a las dieciocho horas con treinta y siete minutos.

 Es evidente, que tu incomparecencia será tomada como una falta de respeto para conmigo y las normas establecidas.                                              Que las consecuencias serían nefastas, obligándome a tomar medidas drásticas.

 

Sin más, me despido con un fuerte abrazo que espero darte próximamente de manera íntima y personal.

 

Siempre tuya, pero compartida:     

                                             La muerte.

 

Derechos de autor: Francisco Moroz
 
 

 


LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...