sábado, 11 de mayo de 2024

Residencia de ancianos. Buenos tiempos

 

 

 Esta carta de amor lleva escrita desde ayer para que la recibas hoy. Te la entregará Perpetua, que es de mi total confianza y sabrá guardar nuestro secreto eternamente.

Quiero que sepas que te amo como siempre pero más que nunca y te lo digo ya, y de esta manera, pues mañana podría ser tarde para hacerlo y luego no quisiera tener que arrepentirme.

Apenas nos conocemos, nuestra relación es muy reciente, pero los sentimientos son tan volubles que enseguida y prontamente se olvidan. Declaramos un amor incondicional para después olvidarnos de esa pasión desenfrenada que motivó un cúmulo de promesas que jamás se cumplirán.

Próximamente me pasaré por el módulo donde se encuentra tu habitación, pues tengo un pálpito que no me deja vivir de pura intranquilidad y ahora que puedo quisiera comprobar en persona si esta atracción que siento por ti es correspondida. Pues anteriormente ya tuve algún fracaso amoroso y no me gustaría cometer los mismos errores que los provocaron.

Todavía no hemos tenido ocasión de interactuar, pero es cuestión de tiempo que el fervor fluya entre nosotros.

Mi obsesión es el tiempo, pues siempre nos faltará para amarnos lo suficiente. Es un bien escaso que se nos escurre entre los dedos. Que nunca se gana ni se recupera.

Si lees esta epístola con atención, advertirás los adverbios desparramados a lo largo del texto, que indican esa pequeña fijación que tengo con Chronos.

Perennemente tuyo si el tiempo que nos queda lo permite y nos acompaña.

 

  Derechos de autor: Francisco Moroz




 

 


LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...