Calabozo para dos
De: Javier Casino
Un libro pantagruélico y desquiciante, así al menos ha sido concebido, para que veamos como ciertas relaciones de pareja, pueden llegar a ser excesivas, obsesivas; y el amor puede convertirse en locura cuando se convierte en enfermedad compulsiva sin posible medicación.
El humorista "Javier Casino" ha creado para esta historia un
-Alter ego- al que le traspasa todos sus geniales pensamientos sobre las relaciones hombre-mujer, para que nos cuente en forma de monologo tipo club de la comedia, sus desventuras con sus relaciones de pareja.
25 capítulos en los que destenillarse de risa, sonreír y desesperar; pues las situaciones no pueden ser más caóticas y absurdas, como si el protagonista: un inmaduro patológico, no supiera dar una dirección definida a su existencia y naufragara constantemente en mares de insensatez y se empeñara en relaciones complicadas de definir.
"Javier Fraude" es el personaje al que me refiero, un cuarentón que parece no encontrar su lugar en la vida. Cantante de medio pelo que:
"Da conciertos antimultitudinarios con afán de lucro por su parte, y poco afán de lucrarlo por parte del público"
Y mira por donde una de sus más adictivas admiradoras es una muchacha de 20 años imponentes, de medidas espectaculares, melena larga y morena y ojos color aceituna, inteligente, bella... y muy loca de amor por sus huesitos.
"Utopía" que así no se llama, pero a la que "Javier" rebautiza de esta forma como homenaje a "Joaquín Sabina", pues parece describirla en una de sus canciones de pura poesía canalla.
https://www.youtube.com/watch?v=iAdu4IZHUkg
Y el asunto es que "Javier" tiene un trauma con una abuela difunta que le repetía de niño que jamás sería amado por ninguna mujer; y él, muy terco se empecina en creer tal premonición. A la vez se obceca en despeñarse en cada relación que empieza, terminando de forma desastrosa por su parte.
Nos cuenta de sus primeras novias, de sus primeras relaciones con las féminas hasta llegar a un matrimonio que se rompe a los cinco años por infidelidad, distancias e incompatibilidad de caracteres y de oficios. Ella mujer de éxito y él un pelagatos. Ambos poco fiables en uniones duraderas.
"La conocí y le juré que moriría por ella, lo que nunca prometí es cumplir una cadena perpetua a su lado."
Bueno, el caso es que ahora el protagonista se haya sumido en un divorcio y los quebraderos de cabeza que conllevan los trámites. Tendrá que batirse el cobre con la abogada de su ex-mujer. "Maika Bela" es su nombre, pero a la que el denominará como "Maquiavela" de forma cariñosa por sus retorcidas intenciones.
"Rebeca" es la suya, y está más que harta de sacarle de apuros y ver como su cliente se empeña en pasar de todo y dilapidar sus pocos bienes y su vida, a la vez que en tirarle los tejos. Mujeriego irresoluto.
El tema es que la relación con "Utopía" ha conducido a la pareja a un calabozo de Valencia donde pasarán 24 horas acompañados por delincuentes y policías; desde la celda "Javier" reflexionará sobre el amor y el infierno-paraíso en el que le tiene sumido su nueva pareja. Una mujer desenfrenada y pasional que le engaña, le encela, le abandona, le transporta a las nubes en sus relaciones carnales; celosa, caprichosa, y cambiante como la luna. Algo desmedido como la energía nuclear desatada e irrefrenable.
"Los hay quienes prefieren libros. Yo prefiero su alma. Releer constantemente la misma página y ver como mutan las frases cada nueva lectura."
La prosa del relato es fluida, como suele ser habitual si se trata de libros de humor, el lenguaje no se atiene a los formalismos convencionales y es fresco, desenfado y actual, aunque muy correcto a la hora de refrenarse en tacos, palabrotas, exabruptos y reniegos, que alguno hay por necesidad de guión, pero sin abuso.
De paso nos dejará por el camino alguna humorada como esta:
"No tengo duda de que existen los divorcios amistosos, como tampoco la tengo de que existen los marcianos, pero ninguna de las dos cosas las he visto con mis propios ojos."
La historia está narrada siempre en primera persona y de forma coloquial, desgrana los sucesos que acaecieron en un pasado reciente y en un presente inmediato. Exactamente como lo describí al principio: Somos interlocutores de un monologo sin lugar a replica. Bueno sí, la de corresponder con risas por las ocurrencias de este individuo que en cuestiones de amores verdea en exceso.
Para el que quiera pasar un buen rato sin complicarse excesivamente en comprensión lectora, este es el libro adecuado. ¿Que los hay mejores? sin duda alguna. Pero: ¡A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo suyo!
"Creo que muerto hay esperanza, encerrado solo muros."
De: Javier Casino
Un libro pantagruélico y desquiciante, así al menos ha sido concebido, para que veamos como ciertas relaciones de pareja, pueden llegar a ser excesivas, obsesivas; y el amor puede convertirse en locura cuando se convierte en enfermedad compulsiva sin posible medicación.
El humorista "Javier Casino" ha creado para esta historia un
-Alter ego- al que le traspasa todos sus geniales pensamientos sobre las relaciones hombre-mujer, para que nos cuente en forma de monologo tipo club de la comedia, sus desventuras con sus relaciones de pareja.
25 capítulos en los que destenillarse de risa, sonreír y desesperar; pues las situaciones no pueden ser más caóticas y absurdas, como si el protagonista: un inmaduro patológico, no supiera dar una dirección definida a su existencia y naufragara constantemente en mares de insensatez y se empeñara en relaciones complicadas de definir.
"Javier Fraude" es el personaje al que me refiero, un cuarentón que parece no encontrar su lugar en la vida. Cantante de medio pelo que:
"Da conciertos antimultitudinarios con afán de lucro por su parte, y poco afán de lucrarlo por parte del público"
Y mira por donde una de sus más adictivas admiradoras es una muchacha de 20 años imponentes, de medidas espectaculares, melena larga y morena y ojos color aceituna, inteligente, bella... y muy loca de amor por sus huesitos.
"Utopía" que así no se llama, pero a la que "Javier" rebautiza de esta forma como homenaje a "Joaquín Sabina", pues parece describirla en una de sus canciones de pura poesía canalla.
https://www.youtube.com/watch?v=iAdu4IZHUkg
Y el asunto es que "Javier" tiene un trauma con una abuela difunta que le repetía de niño que jamás sería amado por ninguna mujer; y él, muy terco se empecina en creer tal premonición. A la vez se obceca en despeñarse en cada relación que empieza, terminando de forma desastrosa por su parte.
Nos cuenta de sus primeras novias, de sus primeras relaciones con las féminas hasta llegar a un matrimonio que se rompe a los cinco años por infidelidad, distancias e incompatibilidad de caracteres y de oficios. Ella mujer de éxito y él un pelagatos. Ambos poco fiables en uniones duraderas.
"La conocí y le juré que moriría por ella, lo que nunca prometí es cumplir una cadena perpetua a su lado."
Bueno, el caso es que ahora el protagonista se haya sumido en un divorcio y los quebraderos de cabeza que conllevan los trámites. Tendrá que batirse el cobre con la abogada de su ex-mujer. "Maika Bela" es su nombre, pero a la que el denominará como "Maquiavela" de forma cariñosa por sus retorcidas intenciones.
"Rebeca" es la suya, y está más que harta de sacarle de apuros y ver como su cliente se empeña en pasar de todo y dilapidar sus pocos bienes y su vida, a la vez que en tirarle los tejos. Mujeriego irresoluto.
El tema es que la relación con "Utopía" ha conducido a la pareja a un calabozo de Valencia donde pasarán 24 horas acompañados por delincuentes y policías; desde la celda "Javier" reflexionará sobre el amor y el infierno-paraíso en el que le tiene sumido su nueva pareja. Una mujer desenfrenada y pasional que le engaña, le encela, le abandona, le transporta a las nubes en sus relaciones carnales; celosa, caprichosa, y cambiante como la luna. Algo desmedido como la energía nuclear desatada e irrefrenable.
"Los hay quienes prefieren libros. Yo prefiero su alma. Releer constantemente la misma página y ver como mutan las frases cada nueva lectura."
La prosa del relato es fluida, como suele ser habitual si se trata de libros de humor, el lenguaje no se atiene a los formalismos convencionales y es fresco, desenfado y actual, aunque muy correcto a la hora de refrenarse en tacos, palabrotas, exabruptos y reniegos, que alguno hay por necesidad de guión, pero sin abuso.
De paso nos dejará por el camino alguna humorada como esta:
"No tengo duda de que existen los divorcios amistosos, como tampoco la tengo de que existen los marcianos, pero ninguna de las dos cosas las he visto con mis propios ojos."
La historia está narrada siempre en primera persona y de forma coloquial, desgrana los sucesos que acaecieron en un pasado reciente y en un presente inmediato. Exactamente como lo describí al principio: Somos interlocutores de un monologo sin lugar a replica. Bueno sí, la de corresponder con risas por las ocurrencias de este individuo que en cuestiones de amores verdea en exceso.
Para el que quiera pasar un buen rato sin complicarse excesivamente en comprensión lectora, este es el libro adecuado. ¿Que los hay mejores? sin duda alguna. Pero: ¡A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo suyo!
"Creo que muerto hay esperanza, encerrado solo muros."