Relato presentado al concurso de micro cuentos " Micro terror V"
Despierto
sobresaltado con unos ruidos que proceden de la planta baja, donde tengo el
taller.
Me levanto
despacio invadido por una desazón que me impulsa a hacer lo contrario; pero
algo en mi interior me dice que debo descubrir de qué se trata.
Los sonidos
se repiten, como gañidos de gato amortiguados por las gruesas paredes de la
vivienda. Soy consciente que no tengo mascotas y vivo solo.
Salgo al pasillo
sin encender la luz para no alertar al posible intruso, y bajo las escaleras
lentamente para que la vieja madera de los escalones no emita sus característicos
crujidos.
Una vez
abajo me quedo quieto esperando a oír el sonido que me despertó y ubicar su
procedencia.
Suena de
nuevo, como un lamento, un lloriqueo que me recuerda el ulular del viento en
las contraventanas; pero estas siempre están cerradas.
Me dirijo al
cuarto donde trabajo y abro despacio.
Al encender
la luz repentinamente doy un respingo y emito un grito que sorprende a
mi víctima.
Ahora recuerdo
que la dejé colgada del techo con un gancho, suspendida boca abajo, para seguir
trabajando con ella.
Respiro más
tranquilo y mientras agarro una radial, vuelvo a oír sus quejidos sofocados.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Código de registro: 1604277331592
Todo el mundo tiene miedo a algo.
ResponderEliminarBuen relato, compañero, describes como nadie la angustia del protagonista, la forma en que vence su miedo. Y el final es bestial.
Un saludo.
todos tememos a algo o a alguien, es indefectible que así sea, el gen del miedo es congénito.
EliminarAgradezco tu comentario compañero.
Un abrazo.
A pesar de considerarlo macabro, me ha hecho gracia lo de que (ÉL) es consciente de que vive solo y no tiene mascotas...¡menos mal!
ResponderEliminarTerroríficamente bueno, ¡besos!
si te ha parecido macabro me basta, es solo literatura, y a pesar de meter miedito es todo inventado. ja,ja.
EliminarPor cierto, las mascotas dan sustos tremendos; en las películas salen gatos en los momentos de mayor tensión.
Besos guapa.
El suspense a partir del ruido y la desazón que impulsa al protagonista a bajar esas escaleras, aunque en principio no quisiera hacerlo, pero que luego nos dejas evidente que no es un individuo normal y corriente, sino todo un despiadado descuartizador de "víctimas" ... ¡Uffff tremenda escena final!
ResponderEliminarMe ha gustado también mucho tu microcuento, Francisco, de modo que te deseo mucha suerte con el concurso.
¡Un abrazo y feliz miércoles!
el terror de lo cotidiano a veces es mucho más terrorífico que los que nos preparan en el cine a base de efectos especiales.
EliminarQuise imprimirle un carácter cotidiano: el ruido, el ulular del viento, los escalones que pueden crujir y la puerta que se abre... Todo cotidiano menos el final sorpresa.
Todo un gusto tu paso y tus palabras.
Un abrazo.
Muy bueno, si señor. Me encantaría ser así de despistado. En fin, ¿a quién se le ocurre olvidarse de alguién a quien estás torturando? Mucha sangre fría... ¡Suerte en el concurso! Saludos!
ResponderEliminar¡Ya ves! que los carniceros psicópatas también tienen su puntito de amedrentados. Son personas ¿Normales?
Eliminar¡En fin! lo dejamos en que también tienen miedo de vez en cuando.
Besos y gracias por quedarte entre las personas interesantes del blog.
Das el toque siniestro con tu avatar.
Saludos Artza
Es bueno porque tiene una chispa de humor interesantísima.
ResponderEliminarUn abrazo
En mi humor soy muy selecto, me gusta el inesperado, el que salta tras unos renglones de miedo y libera las tensiones acumuladas.
EliminarUn abrazo amigo.
¿Cómo para quedar a tomar un café contigo? Vamos que luego no te acuerdas y acabas colgada en el sótano a la espera de que llegues con la radial. Me encantó ese miedo/despiste del protagonista mezclada con la sangre fría que muestra al final.
ResponderEliminarSuerte y un beso grande.
La radial la utilizo para cortar plaqueta y gres.
EliminarNo creo que corras peligro si quedas a tomar café conmigo, bueno a lo mejor te aburro con mi conversación, pero a parte de eso estás segura que no acabarás colgada, y menos por mi (sentido totalmente metafórico) je,je.
Besos relatores.
Muy bueno... Todo el rato pensando, no bajes, no mires, no te muevas ...jajaj tremendo final!! Un abrazo ;)
ResponderEliminar¡Ahí. ahí! jugando con el despiste para que leas y te confíes, y así terminar "colgada"....del relato.
EliminarTodo un placer verte Elena.
Besos
Menudo final. No me lo esperaba. Muy bueno.
ResponderEliminarUn besillo.
En eso consiste, si lo sabes desde el principio, no pegas el respingo de sorpresa por lo inesperado. Soy cruel y premeditado en mis escritos.
EliminarBesos María.
Un micro que de terror olvidadizo se refiere.Cuenta con mi voto. Un abrazo
ResponderEliminarja,ja Mamen, así de incondicional eres tú. ¡Tremenda! y directa.
EliminarPues ya te doy las gracias por ese voto amigo Un besos guapetona.
Coooño,Francisco, la matanza de Texas en el cuarto trastero. Un final cojonudo. Abrazos
ResponderEliminarEse comienzo en tu comentario ya me lo ha dicho todo: ¡Te ha gustado! eso me basta compañero
EliminarUn abrazo de oso Fernando.
Buenísimo, Francisco. Ese final es terrorífico, pero el miedo del sujeto, escondiendo lo que esconde, lo humaniza y lo pone en su sitio. Me ha parecido bestial. ¿Es para algún concurso? Porque si no lo ganas, me gustaría saber quien ha superado este relato (o mejor, con qué lo ha superado). Averronchada, pero feliz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un asesino humanizado, me recuerda a uno de Colombia que ha matado a más de 200 niños después de violarlos y descuartizarlos(Así de duro) Lo atraparon , lo entrevistaron, y a una de las preguntas de que si sentía arrepentimiento contestó que no, que él era un ser normal, como cualquier otro y que como tal tenía fallos como los cometidos y que ¿Dios? le perdonaría aunque los hombres no quisieran hacerlo.
EliminarLoco, irónico y con una desfachatez tremenda. Eso es lo que da realmente miedo.Esa aparente humanidad de los locos de atar.
Es para el Círculo de escritores. que lo sepas.
Besos amiga mía
No te creía capaz de semejante truculencia y crueldad, Francisco. Voy a tener que revisar mi opinión sobre tu obra, pero eso será cuando me reponga del escalofrío que me has provocado...
ResponderEliminar¡Muy bueno, me ha encantado! Mucha suerte en el concurso :)
Un beso y feliz tarde!!
Soy más terrorífico escribiendo sobre pasión, romance y erotismo. Ahí si que te iban a entrar temblores, pues no tengo imaginación para ese tipo de relatos, será que tampoco los frecuento (Salvo los de Malena) naturalmente.
EliminarBesos Julia.
Suspense desde el principio, para terminar en un final que da escalofríos solo de imaginar la continuación.
ResponderEliminarMuy bueno, Francisco. Suerte en el concurso.
¡Un abrazo!
Quizás lo mejor será dejar la escena donde acabó sin darle más vueltas a la imaginación desbordada.Sería mucho morbo
EliminarUn abrazo Mila y gracias por dejar tus palabras.
Una retorcida solución para el posible insomnio del protagonista jeje. Se descubre finalmente que de asustadizo tiene poco el psicópata, en todo caso de olvidadizo, pero esos sonidos procedentes del taller le ayudan a recordar jeje. ¡Un saludo y suerte para el concurso!
ResponderEliminarLa solución es más bien radi...cal La verdad es que cuando uno se levanta repentinamente tras un sueño profundo, lo hace atontado del todo, y olvida hasta lo inolvidable.
EliminarUn abrazo compañero y gracias por tu opinión.
uf bueno no lo siguiente, espero que te vaya bien en el concurso, porque desde luego esta pero que muy bien escrito y con una buena dosis de suspense y miedo. un abrazo. TERE.
ResponderEliminarPues me alegra haber conseguido tu miedo.
EliminarTe agradezco tus deseos de suerte. Suerte son mis lectores que me siguen y comentan como tú.
Un beso Tere
Hasta los monstruos temen. Me ha encantado el miedo que demuestra este sádico al temer encontrarse con algo terrorífico. Felizmente sólo era su víctima de tortura. ¡Qué alivio!:D. Buenisimo Francisco!
ResponderEliminarHola Mendiel. Los monstruos temen más que las mariposas, y estas parecen frágiles.
Eliminar¡Fíjate! el susto que llevaba en el cuerpo cuando baja las escaleras con temor a hacer ruido y como respira aliviado cuando recuerda de lo que se trata.
Me gusta que te pases de vez en vez a dejarme tus perlas.
Un abrazo.
¡¡Hola!! Me ha gustado mucho, genial, no esperaba ese final y me gusta mucho tu narrativa. Me quedo por aquí a curiosear, mucha mucha suerte en el concurso. ¡Besos!
ResponderEliminarMe alegro haber captado tu atención; uno tiene que utilizar métodos expeditivos para hacer seguidores, ja,ja.
EliminarRecibe un besos, y espero verte más a menudo, si no tendré que agarrar de nuevo las radial.
Con algunas reminiscencias de "El silencio de los corderos", me has dejado helada, Francisco. Muy bien logrado el clima, la caracterización del personaje, y el cierre, que resulta tan inesperado como duro y contundente. También hallo una pizca de ironía y humor, muy bien trabajado e integrado, por cierto. ¡Todo esto en la brevedad de un micro! Felicitaciones por tu buen hacer y mucha suerte, compañero ;)!
ResponderEliminarUn beso.
Fer
Todo lo que dejas como comentario es cierto. Lo referente a la película de: El silencio de los corderos no se me había pasado por la cabeza, pero podría ser un Anibal con radial en mano, troceando jugosos pedazos de carne para la cena.
EliminarMe alegro que te haya gustado el relato y hayas sentido igualmente esa desazón al abrir la puerta.
Un beso fuerte para ti compañera.
Muy bueno, Francisco. ¡Un gran giro inesperado!
ResponderEliminarSaludos.
¡Gracias! compañero Rivolta.
EliminarLos giros de ese tipo son lo mio.
Saludos
Conforta un poco saber que hasta los monstruos son capaces de sentir miedo.
ResponderEliminarBuena vuelta de tuerca, Francisco.
A la víctima colgada de los pies, también le reconfortaría mucho aunque no le sirviera para nada. ja,ja.
EliminarLas tuercas las aprieto para que no se me caigan los tornillos (humor del malo)
Besos.....¡Ya queda menos para dártelos en directo!
Asesino con mala memoria pero no con mala conciencia. El asustador asustado. Hubiera podido morir de un infarto se hubiera hecho justicia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con mala memoria y mala leche. El infarto hubiera sido justicia poética, pero entonces la víctima hubiera tenido que esperar la muerte por inanición o aburrimiento.
Eliminar¡Mejor así! a no ser que aparezcan los Geos.
Un abrazo Josep.
Pues conociendo como escribes, me parece todo un halago de tu parte las palabras que me dedicas.
ResponderEliminarDejo que me envidies pues.
Un placer tenerte por aquí, lo sabes.
Un abrazo.
Uffff ufffff uffff.... Esta noche creo que no podré dormir bien. Ya no es solo por el propio miedo que da el texto, sino por la sensación de angustia tan bien expresada con pocas palabras lo que me hará pasar muy mala noche. Muy buen relato y mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarSiento romper tu armonía y provocar tu insomnio, pero por otro lado me congratula haber conseguido esa sensación angustiosa.
EliminarUn abrazo y agradecido de tu paso por aquí.
Me ha gustado mucho Francisco! La situación del personaje mientras baja al taller, y el sorprendente final, que da un giro completo al argumento. Suerte con el concurso! ; )
ResponderEliminarEn mi opinión el giro inesperado en una historia es la mitad de la misma.
EliminarEl crear una expectación sobre algo contado y que al final no sea.
Un a brazo compañero.
Iba a comentar algo sobre el relato, pero viejo, tu blog se resiste a que lo lea con tranquilidad. Entiendo que quieras proteger tus textos, pero desactivar las teclas de navegación ha sido una mala jugada para mi, que solo quiero leer, cada que intentaba bajar el renglón, me sale un molesto cuadro de texto y me bota del blog.
ResponderEliminarTermino con un consejo: lo único que debes desactivar es la selección de texto, así no hay nada que compiar ni con Ctrl + C ni con ningún método, pues actualmente, para copiar tus textos, además de la voluntad, solo hace falta seleccionar el texto deseado y arrastrarlo hacia el documento/página de desrtino.
Saludos amigo, me gustaría volver luego que no sea una lata tratar de leer tranquilo sin usar el mouse.
P.D. Por 'compiar', me refiero a "copiar", por si no ha quedado claro mi dialecto.
EliminarSaludos Axl. A tu comentario te digo que no he desactivado teclas de navegación y que efectivamente instalé una aplicación para estorbar la copia de texto de forma fácil. ya sé que los hay con mucho ingenio para hacerlo pero los textos están a su vez protegidos con derechos de autor y se avisa de ello; con lo cual si alguno quisiese publicarlos sin permisos adecuados se vería en apuros.
EliminarQuizás tuviste problemas porque me hallaba cambiando algo el diseño de la página mientras intentabas comentar. ruego pruebes de nuevo y me lo comuniques si sigues teniendo problemas.
Agradezco mucho tus palabras y tu visita.
Un abrazo.
Todavía lanza una ventanilla con el mensaje 'blog protegido' cada vez que intento bajar con la flecha, pero acabo de ver que se puede marcar "prevenir desde la creación de ventanillas adicionales" lo cual desactiva eso.
EliminarPor cierto, tu relato es escalofriante.
Qué bueno y macabro Francisco, :O
ResponderEliminarOlvidar una obra a medio acabar, espeluznante.
Me ha gustado ese recordatorio de que nadie a parte de él habita en la casa, eso hace muchísimo más terrorífico el desenlace.
Besos.
Me alegro el haber podido recorrer tu espina dorsal a modo de escalofrío. Vuélvete e vez en cuando no sea que me encuentre a tu espalda. Je,je,je.
EliminarBesos