domingo, 31 de agosto de 2014

La verdad sobre el caso Harry Quebert

La verdad sobre el caso
Harry Quebert

De : Joël Dicker

Tenía muchas ganas a esta novela después de oír tan buenas críticas y haber leído en otros blogs muy buenas referencias al respecto.

Y efectivamente, coincido plenamente en las apreciaciones de los críticos como la de los bloguer.


Se trata de una novela muy bien construida en base a un argumento sólido que mantiene al lector interesado en la trama de la historia hasta el final, sin perder el ritmo a lo largo de todo el libro, que leeríamos de un tirón si no tuviéramos otras cosas que hacer. 


"Algunos querrán hacerle creer que los libros tienen relación con las palabras, pero es falso. Se trata de una relación con la gente."


Estamos ante un thriller que nos es narrado en tres periodos de tiempo diferentes: 1.975, año en que empiezan a acontecer hechos relevantes que nos conducirán a la trama principal de esta historia. 1.998, año en que "Harry Quebert" conoce a "Marcus Goldman". El primero como profesor de una universidad de Massachusett y el segundo como alumno de la misma, en busca de su vocación como escritor. 2.008, tiempo actual en el que se desarrolla toda la investigación en torno al caso y los sucesos acaecidos en el 75. 

Los personajes que irán apareciendo están bien definidos y enmarcados en el contexto narrativo, estos irán desgranando sus propias historias a la vez que darán luz a las sombras que rodean el misterio; no quedarán cabos sueltos al finalizar el libro, y giros inesperados no dejarán de proporcionarnos sorpresas. El autor jugara con la expectación del lector creando paréntesis en la narración presente, para retroceder de manera un tanto aleatoria a otra época, en donde se nos describirán sucesos que nos ayudarán a comprender esas pequeñas lagunas que se irán formando según vayamos avanzando en la lectura.


Como curiosidad os adelanto que es de esas novelas de misterio en el que haremos nuestras propias cábalas sobre el posible asesino y en el 95%  de probabilidades no acertaremos.



El protagonismo es compartido entre los dos personajes nombrados:

"Marcus Goldman" un escritor joven de 28 años que se ha creado un cierto renombre con la publicación de un libro muy bien acogido por crítica y publico, de tal manera que le es demandado un nuevo título de forma inminente y esto origina una presión personal que le ocasiona una crisis estresante a la que los escritores denominan: "página en blanco", esto es: una falta de inspiración a la hora de fraguar una nueva obra.

"Marcus" recurrirá a su mentor y maestro: "Harry Quebert" que vive retirado en "Aurora" una pequeña localidad situada en "New hampshire" en Estados Unidos.

"Harry" es un escritor de renombrada solidez que triunfó con el libro al que se consideró su obra maestra: -Los orígenes del mal-

Lo iremos descubriendo como tutor y guía de "Marcus" a lo largo del inicio de los distintos capítulos en los que le da consejos y pautas, para iniciarle como escritor, también relacionados con el deporte del boxeo y que podrían aplicarse igualmente a la vida.


"Importante no es la caída, porque la caída es inevitable, lo importante es saber levantarse."


"La libertad es un combate continuo del que somos poco conscientes."


También aporta una máxima con la que también el lector se siente identificado.


"Un buen libro, Marcus, es el libro que uno se arrepiente de terminar." (Tanto de escribirlo como de leerlo)


Todo se complica cuando en el jardín de Goose Cove la casa en la que habita "Harry", al ser realizados unos trabajos de jardinería se encuentra el cadáver de una muchacha de 15 años llamada "Nola Kellergan" que desapareció  el 30 de Agosto de 1.975. La última vez que fue vista, corría por el bosque, ensangrentada y huyendo de un hombre, y lo más grave es que "Harry" tuvo una relación sentimental con ella hasta su desaparición.


"Harry Quebert" es detenido de forma inmediata y sometido al juicio de la opinión pública, perdiendo la aureola de escritor estrella. "Marcus" viendo que su mejor amigo se hunde en la miseria del escarnio de los que fueron sus admiradores, decide emprender por su cuenta una investigación paralela a la que lleva a cabo la policía. El,  junto al sargento " Perry Gahalowood" que no da un penique por la inocencia del afamado escritor, tratarán por todos los medios de esclarecer ciertos episodios que parecen ser recordados con cuentagotas por los vecinos de la población de -Aurora- según se van entrevistando con cada uno de ellos

Se irán descubriendo historias de pasión, odio, envidias, miedo y remordimientos; todo ello como piezas de un rompecabezas que se resiste a ser conformado para mostrarnos la verdad en toda su crudeza.



El pasado parece perseguir a los habitantes del pequeño pueblo, todos tienen algo que ocultar o que olvidar, que callar y decir, pero nadie quiere destapar su culpa, el secreto se guarda celosamente bajo la capa de esos 33 años que se solapan desde la llamada de "Deborah Cooper" al servicio de emergencias y el descubrimiento del cuerpo de la pequeña "Nola".


"Todo el mundo tiene demonios. La cuestión es simplemente saber hasta que punto esos demonios son tolerables."


"Huyas donde huyas, tus problemas se meten en tu maleta y te siguen a cualquier parte."


"Marcus" entre tanto, parece recobrar la inspiración perdida, y ello le empuja a escribir el libro cuyo título tenemos entre las manos, dando un giro importante a su vida, actuando como un auténtico luchador.


Muchos son los motivos por los que esta novela se convierte en atractiva, y todos ellos irán surgiendo conforme vayamos avanzando entre sus páginas. Al igual que lo han hecho muchos otros antes que yo : os la recomiendo sabiendo de antemano que no os dejará indiferente su lectura.


No me gustaría finalizar la reseña sin dejaros el último de los consejos que nos aporta "Harry Quebert" de boca de "Marcus":


"Un día Harry me dijo: Dale sentido a tu vida. Hay dos cosas que dan sentido a la vida: los libros y el amor......."




miércoles, 27 de agosto de 2014

...Y no seréis juzgados


En cursos de auto-ayuda que se imparten en todo el mundo con una frecuencia cada vez mayor a causa de nuestras debilidades y obcecación mental,  causadas por ritmos de vida infernales y recortes de tiempo que nos impiden el análisis y la valoración personal. En estos cursos digo, y entre uno de los muchos ejercicios que se le plantean al asistente, se encuentra el de confeccionar una lista con sus virtudes y sus defectos;
algo así como un examen de conciencia íntimo y personal en los que descubrir los tesoros de los que somos portadores como personas, y los lastres que arrastramos con abnegación de mártires inconscientes.

Entre otros muchos atributos podemos ser: generosos, constantes, tolerantes, tímidos, capciosos, irónicos, cínicos, holgazanes, simpáticos, razonables, dialogantes, egoístas, tiernos, amables, trabajadores, huraños, confiados, desconfiados, retorcidos, educados, cariñosos........y más, y más, y muchiiiisimo más.

Una lista interminable con miles de términos con los que intentamos descubrirnos, re-descubrirnos o desenterrarnos entre tanto escombro, mostrarnos al público y calificarnos a modo de auto-evaluación de forma razonable para nuestra autoestima; y es que tenemos tanta necesidad de conocernos, pero tanto miedo a descubrirnos...


¡Pues bien! una de las palabritas más usadas, más escritas y más sufridas en nuestras propias carnes y en las ajenas es el de "Críticones".


La crítica  siempre viene de la mano del pre-juicio, tan dolorosos ambos.

En esa lista tendría que ocupar el puesto "Number one" y siempre dentro del "Top Ten" de adjetivos calificativos del ser humano.

Viene a ser algo así como el deporte oficial de todas las naciones donde habita el género humano o sea: todas, todas.

No se libra ni el "Tato", y este debe ser alguien universal cuando nos representa a todos.

¡Cuidado! ¿Primero es el uno o la otra ? ¿ El huevo o la gallina ?

personalmente no sabría deciros pues son primos hermanos. ¡Menuda familia!
Y llegados aquí: "Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra".

Primero una pequeña definición:


Juicio, Prejuicio. A diferencia del juicio, el prejuicio representa una opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable y que no surge como fruto de la experiencia presente sino de juicios previos, acerca de algo que se conoce mal. 

Cierto es, todos nos precipitamos a emitir preguntas previas ante el desconocido, el forastero, el que entra en nuestra vida sin credenciales ni carta de presentación en la boca: ¿ Quién es ?
¿ A qué viene ? ¿ Qué busca ? ¿ Qué quiere ?

Entra al escenario la desconfianza y el miedo a lo que ignoramos, nos sentimos agredidos en cuanto nuestro espacio de seguridad es violado; algo así como el espacio aéreo, o las fronteras de los países; también el ser humano las tiene, no os quepa ninguna duda, se denomina distancia de seguridad, y en cada individuo es diferente y según a que cultura pertenezca ese individuo será más larga o más corta.


A partir de aquí nuestra tolerancia o generosidad  juegan el papel decisivo para empezar el juego de la aceptación y la

comunicación, si es lo contrario lo que prevalece empezamos a omitir los juicios apresurados contra, y digo contra porque pocas veces son a favor, el objetivo humano, diana de nuestros dardos, casi siempre con veneno para hacerlos más letales, provocando
rechazo y marginación.

Es sabido que un juicio puede ser justo o injusto cuando se ejerce sobre un individuo, por una acción realizada por él, y mediando testigos directos que puedan opinar objetivamente sobre dicha actuación y valorarla como buena o mala, según el criterio de las leyes o la lógica de convivencia de la sociedad en la que está involucrado;

juicios basados en hechos y pruebas tangibles, no en murmuraciones, comentarios y marujeos de patio de vecinos.

Pues entonces. ¿Porqué somos tan dados a realizarlo nosotros tan gratuitamente, sin pruebas suficientes ni datos, ni conocimiento? ¿Lo que vulgarmente se define como:

 -sin ton ni son- ? ¿ Simple debilidad impresa en los genes de la raza ? ¿Por malicia ?

Personalmente una de las razones que yo he encontrado con más frecuencia es la envidia, otra señorita hermanada con la crítica que dicen pinta en verde como la esperanza, aunque esta última no sea pariente...¡menos mal!


Cuando envidiamos a alguien por algo, lo más frecuente, no es que intentemos superarlo o igualarlo deportivamente con esfuerzo y sacrificio, ¡no! lo mejor es ponerlo a nuestra altura cortándole las piernas y mejor aún derribándole; y entonces 

¿Que mejores armas a nuestro servicio que la crítica y el  
pre-juicio ? siempre ejercido ante los demás, los que creemos que nos van a secundar y aplaudir por nuestro buen criterio, cómplices al fin y al cabo de nuestras malas artes discriminatorias.

Otra de las razones descubiertas, es la de pretender destacar, realzar nuestro Ego ante los demás a costa del otro, denostando a la víctima y despreciando sus virtudes, algo así como señalar al leñador el árbol que queremos que derribe y después subirnos encima del tronco caído para sentirnos más grandes. Ya lo ilustró el fabulista Esopo con el cuentecito de la zorra y las uvas. El desprecio, el escupitajo y el " apartheid "


Esto lo hacemos nosotros como individuos, y como colectivo los gobiernos, los países, las naciones Algo tan extendido como el cáncer y tan dañino y mortal como él.


Todos extendemos el dedo acusador que señala, que enjuicia, prejuzga y condena, con precipitación desmesurada cuando hay intereses que así lo requieren y todo por frustración o amargura, otra aparente razón que mandó a muchos herejes a la hoguera, a millones de judíos a las cámaras de gas, y a innumerables seres humanos a la esclavitud.


Ninguno estamos libres de esta culpa, es contagiosa, pero es curable si ponemos voluntad y buena fe.


Los criterios para conseguirlo son básicos:

Gestionar nuestras emociones e impulsos instintivos, intentar el acercamiento y el diálogo previo que nos permita conocer a las personas, naturalmente conocernos a nosotros mismos y ejercitarnos en el contacto positivo que conduce al entendimiento, y sobre todo comprensión antes de emitir juicios apresurados intentando meternos en los zapatos y vestir la piel de aquel al que pretendemos pre-juzgar, apartar y discriminar. 

Ser conscientes que la ignorancia es muy culpable de todo.

Observar las causas, el porqué de las acciones y actuaciones y analizarlas con racionalidad y la mano puesta en el corazón.

Y por último, evitar a toda costa el prejuicio aunque solo sea por no hacer el ridículo y quedar como auténticos bobos, o el tener que arrepentirnos cuando no haya retorno en el mal infligido.


A modo ilustrativo os dejo esta historia que circula por Internet.


Una muchacha esperaba en un aeropuerto la hora de embarque de su vuelo.

Como el tiempo se le hacía largo compró una revista y un paquete de galletas, se sentó y empezó a leer.
Un hombre se sentó un asiento más allá de donde se encontraba ella.
La muchacha abrió el paquete de galletas y cogió una,seguidamente observó con sorpresa como el hombre cogía otra.
Se sintió irritada y aunque no dijo nada pensó en lo descarado de la actitud de aquel hombre y en su atrevimiento. Cada vez que ella cogía una galleta el hombre hacía lo mismo.
La chica se enfadaba cada vez más, pero no quería armar un escándalo.Cuando sólo quedaba una galleta en el paquete el hombre la cogió,la dividió por la mitad y le ofreció una parte a la muchacha.
¡Menuda frescura la de aquél tipo! pensó de nuevo.
Totalmente irritada cogió sus cosas y se fue hacia la fila de embarque.
Más tarde cuando se sentó en el asiento del avión abrió su bolso y con gran sorpresa y tribulación se encontró con su paquete de galletas intacto.
No comprendía como se había podido olvidar que guardó sus galletas en el bolso.
El hombre sin embargo compartió lo suyo sin ningún problema,sin explicaciones de ningún tipo....Era tarde para pedir excusas.

                Hay cuatro cosas imposibles de recuperar:

                  Una piedra… después de haberla tirado
                  Una palabra… después de haberla dicho
                  Una ocasión… después de haberla perdido
                  El tiempo… cuando ya ha pasado



miércoles, 20 de agosto de 2014

Circo Máximo

Circo Máximo

De : Santiago Posteguillo

¡Lo ha conseguido de nuevo!

escribir más de mil páginas en las que mantiene al lector expectante.

Se trata de la segunda parte de la que será su trilogía referente a la figura del emperador "Trajano" el emblemático Cesar hispano, el primero no nacido en la península itálica y que por esa causa, tuvo que demostrar a los senadores y al pueblo de Roma su valor como militar y estratega, así como sus actitudes como buen gobernante.


"Es un error generalizado reclamar dinero a aquellos que están por debajo incrementando impuestos, cuando no se ha dado ejemplo de austeridad."


En esta segunda parte nos veremos imbuidos en las guerras de la Dacia (Actual Rumanía) cuya empresa ya figuraba en los planes de Cesar, al que veintitrés puñaladas le impidieron llevarlos a cabo.

Esta historia empezará a narrarse 145 años después de los Idus de Marzo.


Emperador Trajano


Que decir tiene que el primero de los libros:
 -Los Asesinos del emperador-  ya referido en este blog, así como su anterior trilogía sobre "Escipión el Africano", pusieron el listón muy alto en lo referente a la novela histórica, pero eso no es problema para "Santiago Posteguillo", pues demuestra con su buena y fluida  prosa, que la historia novelada y bien escrita puede ser fascinante y a la par que entretenida, didáctica. 

La historia en este caso estará hilada como trama de tela de araña, y serán varios de sus personajes los que a través de sus epopeyas personales, nos muestren sus pensamientos y devenires, todos ligados al argumento principal que como ya he dicho está concebido de tal manera, que todas convergen en el núcleo principal: la figura del emperador romano que consiguió

expandir las fronteras del imperio a límites que no se conocerían posteriormente.

De esta manera al comienzo del libro conoceremos a una figura destacada en toda la novela. Se trata de "Plinio el joven", ya convertido en senador y abogado de reconocido prestigio, que tendrá que hacerse cargo, a petición de su buen amigo el patricio "Menenio" y su mujer "Cecilia" de la defensa de su hija "Menenia", una joven sacerdotisa del culto a Vesta acusada de 

-crimen incesti- esto es: haber perdido su virginidad con un amigo de la infancia convertido en famoso auriga del circo máximo.
Este crimen es castigado con el enterramiento en vida y el Pontífice  Máximum el que tendrá que decidir su culpabilidad o inocencia.

"Lo conveniente y lo justo con frecuencia están en conflicto."



Circo Máximo
Este es el primero de los frentes abiertos por el autor, el segundo gira en torno al Circo Máximo y las carreras disputadas por "Celer", un reconocido auriga que corre con su cuadriga en el equipo de los rojos, declarándose vencedor absoluto en todas las carreras y despertando el odio y las envidias de los contrarios y el apoyo de sus seguidores incondicionales y la afición a los que hace ganar mucho oro.

Estas celebraciones también son convenientes políticamente pues como dice el propio emperador a uno de los espectadores:  


"El pueblo de cuando en cuando, necesita gritar y prefiero que lo hagan a los caballos. De hecho me preocupa más cuando la plebe calla."


El tercero de los frentes naturalmente lo encontraremos en la preparación de las dos guerras de la Dacia por parte de

"Trajano", secundado por su mejor amigo y hombre de confianza "Longino", ambos junto con los tribunos "Lucio Quieto" y "Nigrino" más los senadores: "Celso", "Palma", "Frontino", y el propio "Plinio" tendrán que aunar fuerzas junto con "Trajano" para solventar las intrigas que se están fraguando dentro de palacio y del senado, donde se siembran dudas y se murmura sobre la debilidad del nuevo jerarca.

"Quien defiende lo correcto y la verdad siempre termina teniendo más enemigos que nadie."


Por un lado "Adriano" protegido del emperador, y casado con la sobrina de este. "Vibia Sabina", crea problemas por causa de su relación un poco forzada con su mujer y un tema oculto que se irá descubriendo a lo largo de la novela.


Por otro lado senadores adeptos al antiguo régimen de terror que impuso "Domiciano", os remito de nuevo a -Los Asesinos del Emperador- intentarán desprestigiar a un Cesar al que consideran intruso, con idea de derrocarlo a pesar del apoyo del pueblo romano, que en yuxtaposición a los anteriores tienen a su Cesar como un dirigente justo y equilibrado.


Entre los conspiradores conoceremos al principal instigador: Un político con ansía de liderazgo y razones ocultas como para desear la condena de "Celer" y "Menenia" llamado "Pompeyo Colega", y a sus cómplices con toga senatorial "Salvio Liberal" y "Casio Frontón". 


Llegamos de esta forma al cuarto de los frentes de esta novela.

La construcción de un puente sobre el Danubio por orden de "Trajano" en un plazo muy limitado de tiempo, un río ancho y caudaloso de rápidas aguas, que hace de frontera natural entre el imperio y los pueblos bárbaros. Los Dacios, Roxolanos y Sármatas.
Esta obra se convertirá en todo un desafío de ingeniería, siéndole encargada al arquitecto imperial "Apolodoro de Damasco", junto a él descubriremos ingenios utilizados por los romanos para construir auténticas maravillas que siguen asombrando al mundo; en el caso de este puente y por desgracia, no es así, pues no quedan más que vestigios de unos cuantos pilares en pie muy deteriorados.
Tornillo de Arquímedes


Leeremos sobre el tornillo de "Arquímedes" utilizado en las minas de Hispania y denominado allí como: Caracol egipcio. Conoceremos el tratado de "Vitruvio" referente a ingeniería romana y sus efectivas máquinas: Siphones, Trochleae (Poleas), Pentapastones (Poleas combinadas), Súculas (Torno horizontal), Maius Tympanum (ruedas para mover grúas) y las famosas Machinae tractoriae. Se nos escapará alguna sonrisa cuando veamos al refinado y un tanto aprensivo "Apolodoro" bregar contra un recio legado de la VII legión Claudia  y veterano de frontera curtido en mil batallas llamado "Tercio Juliano", al que le será adjudicada la onerosa labor de proteger y colaborar con tan picajoso intruso.

Y por último el quinto frente abierto por el escritor, la parte opuesta a "Trajano" y a Roma. El pueblo Dacio a cuyo mando se encuentra "Decébalo" que dirige a una aglutinada confederación de pueblos bárbaros anteriormente vencedores en batallas como la de Tapae y que opondrán una férrea resistencia al imperio invasor haciéndose fuertes en sus inexpugnables nidos de águilas como el de Sarmizegetusa, colgados en lo alto de montañas flanqueadas por desfiladeros y bosques donde es factible tender cruentas emboscadas.


Personajes como "Dochia" la hermana del líder, "Vezinas" un pileatus violento y servil, un noble guerrero llamado "Diegis" junto con un romano traidor, resentido y corrupto con sed de venganza llamado "Mario Prisco". Estos serán los que trazarán la narrativa desde el otro lado del Danubio. 


Como os estaréis dando cuenta a estas alturas, el lector se enfrenta a la continuación de una gran historia novelada, con todos los ingredientes de un elaborado bestseller.


"Posteguillo" nos volverá a involucrar con sus personajes dentro de la vida cotidiana del pueblo romano: asistiremos a carreras mortales de cuadrigas donde los aurigas o vencen o mueren en la mayoría de los casos; donde los caballos de "Celer" adquieren protagonismo propio. "Niger", "Orynx", "Raptore" y "Tigris" nos harán vibrar con su inteligencia y velocidad.

Aprenderemos que son las Carceres la Spina, la Linea Alba,
los Armentarii, los Sparsores, los Conditores y los Aurigatores.

Y como no podía ser de otra forma asistiremos a la rivalidad del equipo de los rojos con "Celer" a la cabeza y los azules con el temido y provocador "Aculeo".


Estamos igualmente invitados al juicio de la vestal "Menenia", con las intervenciones parciales e interesadas del Rex Sacrorum y el Flamen Dialis y las brillantes argumentaciones de "Plinio". 


Entre tanto iremos descubriendo a personajes conocidos que ya aparecieron en el primer libro, quizá esta vez con menor protagonismo, pero sí como parte necesaria de la trama: "Marcio" el ex-gladiador y "Alana" la guerrera sármata, el tenebroso "Carpophurus" el bestiario del anfiteatro Flavio y

"Juan", el discípulo de Cristo que pasa como estrella fugaz a través de los renglones de algún capítulo, cediendo el testigo a otros personajes que forman parte de lo que por entonces todavía era considerada secta, guiño que nos hace el escritor para señalarnos que en la tercera parte de esta obra el grupo emergente de los cristianos, tendrán un papel algo más relevante en esta historia donde "Trajano" es el indiscutible protagonista... Eso sí :

"Abrumado por las finanzas, las fronteras y los bárbaros."


En una situación poco envidiable:


"Desde que soy emperador tengo mucho más poder y he ganado una guerra, pero soy infinitamente más infeliz."


Todo esta preparado pues, para que estas 1.118 páginas corran ante nuestros ojos como cuadrigas desbocadas por el - Circo Máximo - el autor les añadirá otras 30 entre glosario de términos Latinos y términos Dacios, ilustraciones, mapas y la amplia bibliografía que este escritor suele utilizar para sus bien documentados trabajos.


Como dije en cabecera: "Posteguillo" ¡ Lo volvió a conseguir !

    

En la sección de Vídeos os dejo uno sobre el puente construido por "Apolodoro".

miércoles, 13 de agosto de 2014

Enfermos de soledad







Es irremediable que de vez en cuando nos invada una pena provocada por un desengaño, o que una desilusión sea la causante de un cataclismo interior que nos deja abatidos y perplejos durante un lapso pequeño o grande de tiempo; de tal forma que busquemos refugio en lo más oculto de nosotros mismos, alejados de lo que nos produjo el dolor del alma, quedando aislados y distantes de los demás.
Otras nos retiramos con voluntad propia de hacerlo, para apartarnos del mundanal ruido que nos describía el poeta*. Alejarnos del maremágnum de la vida rápida y estresante en la que nos hallamos involucrados de "motu propio" o por obligación ineludible. 
Requerimos el silencio y una bajada en el ritmo de nuestro corazón acelerado, nuestros pensamientos dispersos y nuestros pasos perdidos.

Buscamos en ambas ocasiones reconstruirnos interiormente. 
En la primera para organizar de nuevo nuestros muros y torres de defensa para sentirnos de nuevo fuertes ante los enemigos encarnizados de la felicidad. 
En la segunda por evasión, como forma de huida hacía adelante, exploramos el retiro y el descanso para cargar las baterías y poder seguir funcionando cuando corresponda de nuevo apretar el acelerador existencial y remar corriente arriba.

Estas dos soledades pueden ser aceptables, reconocidas y a la vez deseadas y necesarias para nuestro equilibrio psicológico, físico y emocional, con lo cual es importante asumirlas como lo que son en su utilidad y aprovecharlas al máximo hasta los posos.

Pero hay otra que no se debería aceptar: la del abandono
Esas soledades en las que sumimos a nuestros semejantes de forma voluntaria, o por simple ignorancia de las circunstancias, o pura impotencia al no saber reaccionar ante el desafío.

Leí una historia corta, ya hace tiempo y no se en donde:

Trataba de un hombre que visitaba un hospital para acompañar a su padre enfermo y que llegando le comunicaron que su progenitor se hallaba sumido en agonía y que requería a su lado a su único hijo; con lo cual el hombre corrió a su lado, dedicándole las  últimas horas, agarrado a su mano, hablándole con dulzura y diciéndole cuanto le amaba.

Cuando salió de la habitación lo hacía con una gran sonrisa, y este detalle llamó poderosamente la atención de las enfermeras, de tal manera que una de ellas se acercó preguntándole si su padre y él habían estado muy unidos, pues su compañía había contribuido a que el anciano muriera feliz y en paz.

El hombre contestó a la sorprendida enfermera, que no conocía a ese paciente, que este le confundió, y que él al ver la necesidad que tenía el moribundo de sentir la presencia de su propio hijo, y no estando este presente, lo sustituyó complacido por no consentir que el anciano muriese en soledad: la mayor de las derrotas.

Y esa es la realidad de muchas residencias de mayores, la de muchos hospitales. Donde por necesidad, comodidad o desinterés, viven alejados de nosotros los que más demandan la compañía de sus seres más queridos; por los que trabajaron, se sacrificaron y a los que dedicaron sus mejores momentos.

Esos tristes y desvalidos viejos que imploran atención, unas migajas de cariño y el ser escuchados con paciencia mirándoles a los ojos. 
Habitual se hace verlos en los bancos de los parques donde pasean como invisibles transeúntes, ocupando bancos al sol, calentando sus huesos, y con sólo sus recuerdos y sus palomas cerca de ellos. 

Esos serán los lugares en los que se nos recluirá cuando no tengamos nada que aportar, cuando cansados de vivir nos apartemos poquito a poco para no ser molestos a los que piden paso con fuerza y brío de juventud, y en un rincón de nuestras almas ir muriendo de la peor de las enfermedades la soledad no deseada... la del olvido.

Por eso, aportemos nuestro grano de arena, es el momento de hacerlo con generosidad desbordante con los que demandan un poco de nuestro tiempo para sentirse acompañados, útiles y necesarios.

Oírles, hablarles, y sobre todo saber trasmitirles lo importantes que son todavía para nosotros;
sin saberlo nos estaremos haciendo mutua compañía en esta tierra a veces tan fría y desangelada, no solo para los que coleccionan muchos años en su existencia.


* Fray Luis de León

¡Que descansada vida!
la de aquel que huye del mundanal ruido,
y sigue la escondida senda,
por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido. 


sábado, 9 de agosto de 2014

La Dama número 13

La Dama número 13

De: José Carlos Somoza


De terror, terror ¡no! todo hay que decirlo para evitar alguna decepción, algo de horror sí, al igual que suspense. Eso es lo que encontraremos durante la lectura de este libro escrito con mucha propiedad y una trama argumental sólida, cargada de tan buena dosis de creatividad, que se convierte en una de esas novelas que enganchan de principio a  fin y se leen de corrido, sin ningún tipo de inconveniencia lingüística ni de comprensión.


"Somoza" ha sabido volcar de forma cruenta, mucha dosis de imaginación y realismo descriptivo, para narrar en tercera persona una historia convincente, basada en la leyenda de las trece damas, actualizándola y basandola en una pesadilla inquietante que se repite de forma macabra en las noches del protagonista.


Y este este no es más que un profesor de literatura en paro llamado:"Salomón Rulfo" que ha perdido a su pareja, "Beatriz". A ambos les unía el amor y la poesía. Por motivo de la falta de sueño y las inquietantes pesadillas, "Rulfo" acude a un médico de familia apellidado "Ballesteros" que vive su propio trauma: el de haber perdido igualmente a su esposa en un accidente de tráfico y de cuya muerte se siente responsable.
Esta relación médico paciente va trascendiendo cuando los dos se confiesan y se implican de manera gradual en lo que parece ser una maldición.

"Todas las muertes son vulgares....lo romántico es seguir vivos."


"Las tragedias siempre son jóvenes."


La pesadilla de "Rulfo" es macabra y consiste en visionar el asesinato de tres mujeres en una casa situada en un complejo residencial descrita con detalle fotográfico, al igual que la imagen de un acuario que aparece de forma clara y que llama poderosamente su atención.Todo es confuso, y las cosas se complican cuando "Rulfo" intenta profundizar sobre el significado de sus visiones oníricas, ¿Qué es lo que hay detrás de toda esta obsesión?


Aparece entre tanto "Raquel" una muchacha extranjera sin papeles, de anatomía espectacular y gran sensualidad, pero sin pizca de autoestima, sometida a un proxeneta que la explota y la humilla... Ella soporta todo, porque tiene algo valioso que proteger a costa de su silencio y sus continuas humillaciones.


                                                     .


 "Salomón" se sentirá atraído de forma irresistible por la mujer, de forma que intentará ayudarla desde su debilidad e impotencia ante los sucesos que empiezan a desencadenarse. Ambos se enfrentarán al mal en su estado puro desde el instante en que descubren la casa que aparece en los sueños, y dentro a la mujer asesinada que se llamaba "Lidia Garetti"cuyo espectro parece conducir su atención al acuario, y hacia una figurilla con una filacteria y un nombre:"Akelos", grabado en la parte posterior de la misma.


"César Sauceda" y "Susana Blasco". El primero un antiguo profesor de "Salomón" y la segunda su antigua amante aparecen en escena,pues "Salomon" los requiere, ellos ayudarán igualmente aportando información sobre unas damas siempre presentes en el imaginario literario, que parecen ser el centro de toda la maldad originada entorno a los protagonistas.


Y es que estas, son las  musas que inspiraron a poetas como "Homero","Virgilio","Petrarca","Elliot ", "Cernuda" o "Borges"; también parecen ser las brujas de la edad media que cabalgaban en escobas, o las despiadadas Gorgonas griegas, la Dama del lago de tradición artúrica o la "Lilith"de tradición hebrea.

"Cesar" narrará una historia curiosa ocurrida a su abuelo que le traerá a la memoria un libro, regalo un profesor austriaco al que conoció, llamado "Hebert Rauschen" que después desapareció sin dejar rastro. 

Se trata del libro titulado: -Los poetas y sus damas- y es que la poesía es un arma de doble filo, inocua  tratada con
superficialidad  y peligrosa cuando se conocen ciertos versos recitados como conjuros y maldiciones desencadenantes; capaces de torturar, dominar y matar a los hombres.



 Dentro de este universo imaginario cuajado de situaciones pantagruelicas y desazonadoras, es donde tendrán que moverse los protagonistas de la narración. Los escenarios parecen a simple vista cercanos: ciudades y entornos conocidos, calles de Madrid, Barcelona o Toledo, pero la mayoría de los sucesos parecen desarrollarse con extrema lentitud como recreándose el autor en los momentos más "Gore", los alejados de toda lógica, creándonos sensaciones confusas al hacernos dudar si nos encontramos dentro de las pesadillas de "Salomón" o viviendo una realidad psicológicamente terrorífica.


"La vida puede saciarse de placer, pero siempre está hambrienta de dolor."


Un  libro con una historia bastante curiosa, donde el escritor como trasfondo, nos deja entrever los poderes reales de la palabra: poderes de seducción y convicción, de convocatoria y caos. No es en vano, ya en ciertos libros sagrados se nos recuerda que en un principio fue el verbo y el poder creativo o destructivo del mismo.


"Un verso puede crearnos y otro destruirnos."


Escrito con una prosa asequible y fácil que nos irá conduciendo a través de un argumento difícil de asimilar con una mente ordenada y lógica; será mejor que gravitemos sobre los personajes de forma objetiva y sin prejuzgarlos en demasía, pues las sorpresas nos esperan agazapadas a vuelta de hoja, haciendo poco predecible el final a causa de desencadenantes inesperados.

El clima general es opresivo, el suspense está garantizado, nada es probable, con lo cual las horas de lectura inquietante e inquisitiva están garantizadas.


Dejaos acompañar por las doce damas con nombre de brujas: "Baccularia", "Fascinaría", "Herberia", "Maliarda", "Lamia", "Maleficiae", "Veneficiae", "Maga", "Incantárix", "Strix", "Akelos" y "Saga". ¿ y la número 13 ? esa mejor no nombrarla, pues su nombre puede tener el poder de destruir a todas. 

"En el dolor dioses y hombres son iguales."



                                               

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