domingo, 31 de enero de 2016

Co. Menta






Es delicioso terminar el mes entregando un premio especial. Especial para la persona que tuvo la idea de crearlo:
Joseme españoles del blog: Viajes y fotos y el grupito que la secundó en su iniciativa: Chari BR7- Marigem Saldelapuro, Inma Cabezas, y un servidor.que se encargo del diseño personalizado.

A nosotros cuatro nos fue concedido el privilegio de ser los primeros nominados y también convertirnos en la génesis de las entregas.

¡Gracias por ello, joseme españoles! (Emerencia)

Cada día estamos más locos al meternos en estos berenjenales que tanto nos gustan. Al final entre todos, conseguiremos hacer sombra, a todos esos premios extranjeros (Que están muy bien) pero que eclipsan la esencia de lo nuestro, de lo propio, de los que escribimos en español. 

Por ello y porque os tenemos un cariño infinito estuvimos dos semanas pergeñando esta mención ¡No a los Blogs! ¡Cuidadín! sino a los comentaristas de los mismos. Los más dicharacheros, los que dejan huella cuando entran a leernos, los que comparten nuestras publicaciones con una generosidad fuera de dudas; incluso a los que aportan con lo escrito como comentario, contenido adicional con sus enseñanzas, su prosa poética y sus interesantes reflexiones y puntos de vista.

A todos ellos está dedicado este premio que es, reconocimiento a su dedicación en tiempo y palabras, en cariño e interés en lo escrito.
Por tanto paso a poner el significado de dicha mención y las condiciones para hacer entrega de dicho premio, de aquí en adelante.

Según la ideóloga del premio:
El nombre CO.MENTA lo he querido dividir en dos palabras 
porque realmente CO
lleva implícito: compañía, compañeros, comunidad, colectivo, 
confianza.

MENTA referido a la frescura del comentario, un aire fresco que motiva a seguir con otras publicaciones, un dulce alimento de musas que tanto mimamos los creadores de contenidos.

El micrófono con la pluma son señales identificativas de la 
comunicación hablada y escrita. 


Las BASES de participación con este premio son:

El autor debe valorar el contenido del mensaje que se premie, 
sus palabras y corrección del lenguaje y su contenido en cuanto a originalidad, aporte, enseñanza u otros valores apreciativos. También la frecuencia con la que esa persona participa en su blog.

Cuando recibas el premio, lo primero es agradecer a quién te lo entregó, y luego debes pensar en otra persona para nominar y compartirlo. Tienes todo el tiempo que quieras, si lo compartes darás también una alegría.se nominará sólo a dos personas cada vez, para evitar esas cadenas interminables que originan otros premios.

*Los que tenéis blog, una sola imagen del premio ya reconoce vuestra participación.
 Si eres premiado varias veces con el tiempo solo tienes que nombrar lo blogs que te han nominado por tus comentarios y modificar este dato al pie de la imagen.


*¿Cómo lo hago visible en la red? La haces pública la nominación del premio a toda la red social con la que cuentes: círculos, seguidores y demás. Hay diferentes formas:



o   Si no tienes blog, incluyes el premio en tu perfil de g+, en una publicación especificando el comentario que has hecho y donde lo has hecho (nombre de la publicación y el autor/blog que te ha nominado) con un enlace para que otra gente lo lea y comparta.

o   Si tienes blog, incluyes el premio en él con la publicación del blog que has comentado y nombre del autor/blog que te ha nominado (no hace falta fecha). Por ejemplo, en el gadget de blogger de “Imagen” puedes incluirlo todo en pie de foto y un enlace al a la publicación del blog que te ha nominado.





Ahora viene la parte más difícil y es la de nombrar a mis elegidos entre muchos. Confío como tantas veces en volver a recibirlo y entonces ampliar esa lista de personas merecedoras de dicho premio.

Pero por lo pronto nombro a:  ¡TACHÁN!


 Por comentar poniendo todo el cariño que pone y compartir todas las entradas en el mundo google+


 Por ser la dulzura encarnada,tanto en sus palabras como en la forma de expresarlas.

¡Enhorabuena y felicidades!

***********

 Este blog les debe a ambas mucho del ánimo, que impulsa a su autor a seguir adelante, viento en popa y a toda vela.

Que sepáis todos los que me leéis y comentáis, que tarde o temprano lo iréis teniendo en vuestras vitrinas según la medida en que lo pueda seguir otogando. No os olvidaré a ninguno. Sobre todo a los que empezasteis siendo mis mejores comentaristas que un bloguero quisiera tener.

Abrazos para todos.


Nota: Para copiar el logo del premio. acceder a Google y escribir: Premio Co. Menta y os aparecerá la imagen que podréis copiar.

viernes, 29 de enero de 2016

Al son del mar



Fotógrafo autor:José C


Baten con furia mis aguas en tu costa
y  no me escuchas.
Vientos violentos sacuden tus rocas
y tú me ignoras.

Soy la pasión y el arrebato inmenso,
que urge y suplica tu amor
con gaviota y tormenta.
No me rehuyas.

Que son tus playas las que añoro
y las calas tranquilas,
donde encuentra reposo
mi continuo afán de enamorado.

De espuma blanca quiero cubrirte,
y con blanca sal saciar tu cuerpo.
Calmarte las ansias con mis suspiros,
nacidos en la inmensidad de lo profundo.

Que soy amante mar y me desvelo,
por acariciar tu piel dorada de suave arena.
Regalarte con coral para adornarte,
y arrullarte tras el ocaso con mis sirenas.

Tierra altiva, visionaria de mi horizonte,
no me rechaces.
Déjame asomarme tan solo a tus orillas,
y contarte como viajero mis aventuras.

Que eres altiva mujer siempre a la espera,
y yo fiel amante que va y regresa
con la firmada condena de no abrazarte
ni poseerte.

Permíteme al menos ser explorador de tus sentidos,
y tocar con mis olas tus secretos parajes
llenos de luz de faro, y de silencios,
en las noches azules y adormecidas.



Derechos de autor: Francisco Moroz



Agradezco desde aquí a la comunidad literaria: 
Edupsique: Narrativas multiformes el premio otorgado por esta publicación. Os invito a visitarla, encontrareis bonitas historias de buenos escritores.



jueves, 28 de enero de 2016

Hombres buenos

Hombres buenos









De: Arturo Pérez Reverte









"Una verdad, una fe, una generación de hombres pasa, se olvida, ya no cuenta. Excepto para aquellos pocos, tal vez, que creyeron esa verdad, profesaron esa fe o amaron a esos hombres."  (Joseph Conrad)

Con este libro me vuelvo a encontrar con el “Reverte” que me gusta, y sus maneras de escribir historia novelada.

Una de las primeras cosas que me pregunté nada más terminar su lectura fue: ¿Cómo de un suceso tan escueto, se puede escribir una novela de casi 600 páginas? Ahí radica el secreto de este escritor, que cuando se pone a investigar sobre algo, saca curiosidades a luz, desconocidas por la mayoría de lectores.
La labor documental en este caso ha sido exhaustiva de tal manera, que hasta visitaba plano en mano los lugares donde posiblemente se desarrollaron las escenas y los momentos referentes de esta historia. Planos del siglo XVIII; toda una labor que le llevó a visitar librerías de antiguo y mover esas relaciones que él tiene por el mundo literario y editorial.

La historia es simple en apariencia:
España está sumida al igual que otras muchas naciones, en el oscurantismo que lidera la religión con su brazo censor y ejecutor representado por la santa inquisición y los absolutismos reales sufridos por el pueblo llano.

" Para hacer felices a los pueblos hay que ilustrarlos"

En Francia empiezan a resurgir movimientos que se rebelan contra la ignorancia y el servilismo; gracias a geómetras, filósofos, científicos y matemáticos, físicos, y libre pensadores que se reúnen para fraguar lo que será la primera revolución cultural en forma de libro: La primera enciclopedia que se imprime en tierras galas y que figurará como obra prohibida por  aquellos a los que interesa que no haya cambios en sus status quo.

Pero para los ilustrados españoles esta oportunidad no debe ser desperdiciada y con el permiso real de Carlos III , y la venia de los inquisitoriales y sin que sirva de precedente, autoriza a la academia de la lengua la adquisición de los 28 volúmenes que componen tan enjundiosa obra.

Para ello los académicos elegirán a dos hombres buenos y juiciosos. Personas honestas e íntegras donde las haya, y los enviarán a París donde deberán contactar con la embajada española y su representante el "Conde de Aranda" para que este les facilite los medios para conseguir la primera edición de la Encyclopédie. Editada por “Diderot”, “D´Alembert” y “Le Breton” que:

“A pesar de sus imperfecciones, resulta la más brillante realización moderna del intelecto humano: una compilación monumental de los más avanzados conocimientos en materia de filosofía, ciencia, arte y todas las otras disciplinas conocidas y por conocer”

Naturalmente no todos están de acuerdo con que en el suelo patrio entren  ideas de reforma, conceptos nuevos, luces que iluminen la oscuridad de la ignorancia; que promuevan movimientos en el ostracismo cultural y acabe con el catetismo, el analfabetismo y la incultura.

Por ello algunos no se lo pondrán fácil a estos dos personajes a los que seguiremos en viaje accidentado, sufriendo las penalidades insalvables  del camino y otras que se tercian de forma aparente.

Y llegando a la ciudad de las luces, veremos, que no todo es siempre como lo pintan, que entre tanta luz hay sombra y entre el lujo también anida la podredumbre y la miseria. Ciertas leyes permisivas bajo cuerda, y libertades calculadas y vigiladas estrechamente.

Paris Siglo XVIII

Con estos mimbres “Pérez Reverte” nos presentará a sus personajes muy bien pintados y descritos, nos hará partícipes de sus conversaciones. Las que mantienen entre ellos y con los componentes de círculos ilustrados de París.

Los diálogos no tienen desperdicio y nosotros mismos nos sorprenderemos de que ciertas cosas no cambiarán nunca, sin que haya una revolución por medio.

Con su estilo irónico, crítico y en muchas ocasiones ácido que le caracteriza, puesto como herramienta en boca de sus personajes, "Reverte" crea el estímulo suficiente en el lector para que este no despegue los ojos del libro ni su atención del argumento.
A esto, añadidle esa forma tan peculiar que tiene de escribir este autor: Muy clara, sin mojigaterías ni rodeos. Lenguaje, claro y conciso, y para bordarlo, de época, como se hablaba por aquel final de siglo, siglo que tantos “quebraderos de cabeza” ocasionaría a los franceses y tanto miedo por tierras españolas. 

Conoceremos de esta forma a dos hombres buenos que fueron auténticos en todos los sentidos.
Eran el bibliotecario Don “Hemógenes  Molina” un destacado profesor y traductor de los clásicos, y el brigadier retirado de la real armada Don “Pedro Zárate” creador de un diccionario de términos navales, al que conoceremos como “El almirante”.

Ellos dos, con sus características particulares y su forma de ver la vida con sus pensamientos e ideales desarrollados durante el viaje y su estancia en Paris; su bagaje cultural y sentimientos personales, me han traído a la memoria, a esos otros dos salidos de la pluma ingeniosa de “Cervantes” si, los mismos. Un “Don Quijote” y un “Sancho” decimononosNo sé si el autor ha querido jugar con el símil, pero si no es así, por lo menos trasmite  ciertos parecidos y paralelismos entre ambos cuatro personajes sin nombrarles.

" Nadie puede ser sabio sin haber leído por lo menos una hora al día, sin tener biblioteca por modesta que sea, sin maestros a los que respetar, sin ser lo bastante humilde para formular preguntas y atender con provecho las respuestas..."

En la contra, esto es, entre los que pondrán impedimentos a la consecución de la misión y “palos en las ruedas” conoceremos la figura del típico buscavidas de taberna y sicario a sueldo, malandrín con redaños y bellaco portador de navaja de siete muelles. “Pascual Raposo”; que contratado por otros dos más cultos, pero menos nobles y con el colmillo más retorcido llamados “Sánchez Terrón” y “Manuel higueruela” pondrán la antítesis y el contrapunto. Ambos individuos conforman un par de cuidado, académicos igual que los enviados, pero con muy mala baba y mucha hipocresía y cinismo.

En Paris nos daremos de bruces con otra figura que caracteriza la picaresca. El abate”Brias” que de lo  primero tiene poco y de provocador revolucionario, inconformista, aprovechado y oportunista, mucho. También escribe panfletos incendiarios en una gacetilla.

“Mi patria está allí donde consigo un trozo de pan. Y papel y pluma y tintero, a ser posible…y aire para respirar. Libertad.”

De la mano de estos tres carismáticos personajes nos pasearemos por los más selectos salones de tertulianos tan de moda como el de “Margot Dancenis” una atrayente mujer española afincada en Francia. 
Así mismo daremos una vuelta por los suburbios y callejuelas apestosas donde se viven las realidades diarias y se forjan las guillotinas que reinarían a posteriori.

El autor ha cuidado los escenarios sin demasiadas descripciones, entre otras cosas por estar desaparecidos y no quedar constancia de ellos, pero con pocas palabras y utilizando referencias de otros autores en cuyas obras los reflejaron; nos sitúa convenientemente creando el ambiente y los elementos para que lo podamos visualizarlos sin excesos descriptivos.

Creo con sinceridad que estamos ante una novela que no dejará indiferente a quién la lea, es más, aprenderemos sobre la Real Academia de la Lengua Española, nuestra familiar “R.A.E”   algo más que el simple lema: "Pule, limpia y da esplendor."

" Que la lengua española, además de noble, hermosa y culta, sea ilustrada y sea sabia. Sea filósofa."

Apreciaremos la labor de los académicos de antes y los de ahora  para mantener nuestro idioma, actualizado y vivo.


Y al final, cuando cerréis el libro, quizás, sólo quizás, os preguntéis lo que yo: ¿Dónde quedó la nobleza de esos caballeros cuya palabra era ley, sus actos honorables y sus ideales elevados?

" Qué triste. Los españoles seguimos siendo los primeros enemigos de nosotros mismos. Empeñados en apagar las luces allí donde las vemos brillar."


Paseo del prado Siglo XVIII




miércoles, 27 de enero de 2016

Mirar al cielo




Pero nunca, sin saber por qué, dejarán de mirar hacia arriba.

Quizá porque el azul les atrapa, o porque saben que no todo lo que llueve es agua ni purifica.

Conocen su historia, y saben que un día el terror invadió su ciudad cubriendo ese mismo cielo de oscuridad y ceniza.

Todavía pesa en la memoria colectiva el recuerdo de aquella jornada en que “Enola Gay” voló sobre la población;  eclipsando el sol, cubriendo con un hongo gigantesco, toda la muerte que sembró la terrorífica explosión que barrió a la población.




Derechos de autor: Francisco Moroz

domingo, 24 de enero de 2016

El Retrato



Carmen Pinedo desde su blog, nos propuso a sus lectores un reto que consistía en escribir un relato partiendo de un cuadro de los muchos que nos ofrecía en su casa. Casas son, por dentro, habitaciones vacías de presencia, o llenas de ausencias.
Este fue mi elegido: Isla Deer del  pintor: Phillip Koch







Nos instalamos en una preciosa casa con vistas al mar; nos gustaba caminar descalzos por la arena de la playa y contemplar juntos los ocasos y los amaneceres, siempre de la mano, felices del regalo que nos había concedido la vida al poder conocernos.

Éramos dos jóvenes artistas que nos enamoramos pintando en una vieja escuela de arte. Yo sentía debilidad por los paisajes y él por el retrato. Se convirtió en un gran artista que llegó a exponer obteniendo buenas críticas. Un gran retratista que reflejaba al detalle a sus modelos.

Yo me convertí en su musa, la que salía reflejada en la mayoría de sus cuadros al óleo.

El tiempo pasaba por nosotros como sobre todas las cosas, pero el amor parecía ser eterno, quedándose a nuestro lado. 
Yo le seguía admirando mientras posaba para él, y él, sólo tenía ojos para mí. 

Aquella mañana se levantó temprano para aprovechar esas primeras luces doradas que parecen emerger del horizonte al amanecer. Yo, como tantas veces hasta ahora, me senté en la butaca de madera blanca frente a la puerta para hacerle de modelo.

Los primeros esbozos de su pintura iban tomando formas conocidas y hoy, ya imprimía los colores más delicados de su paleta; los azules, los anaranjados, los violeta. Mientras  rozaba la tela con sus pinceles, posaba dulcemente sus ojos sobre mi cuerpo y me acariciaba con la mirada.

No hablábamos, no hacía falta, hacía tiempo que con sólo los ojos nos decíamos todo: lo que nos amábamos, lo que nos añorábamos y lo que nos dolíamos del tiempo que no estábamos juntos.

Su pintura era el vínculo que nos mantenía unidos, el medio por el cual volvíamos a estar en comunión.

Hace años que aparentemente no aparecen personajes en sus lienzos, únicamente yo me veo plasmada en ellos, con esa sensibilidad que le caracteriza y ese toque nostálgico que le acompaña desde que yo fallecí. 




    Derechos de autor: Francisco Moroz

sábado, 23 de enero de 2016

Bucle



Un sonido retumbó mientras dormía. Eran las campanadas de un reloj las que lo despertaron.

Abrió los ojos y se quedó escuchando. Había sido tan sólo un mal sueño.
Salió de la cama, y es entonces cuando se sintió caer al vacío; su cama estaba en lo más alto del campanario de una iglesia. Mientras gritaba de espanto, se precipitaba sin remedio hacia el adoquinado de la calle. 

Presintiendo su muerte inminente cerró los ojos antes del impacto, pero este no se produjo. Justo en el momento en que su cuerpo iba a tocar el suelo, pegó un brinco sobre la cama y despertó, a la vez que  sonaban las campanadas de su reloj de pared, que marcaba con cadencia armoniosa la correspondiente hora de la noche.

Suspiró aliviado, todo había sido una infame pesadilla.  
Fue en el instante en que se dispuso a salir de la cama, cuando fue consciente de que esta, estaba suspendida en lo más alto del campanario de una iglesia. 

Y mientras caía volvió a cerrar los ojos, quizás por última vez.


                                                                                 Derechos de autor: Francisco Moroz

jueves, 21 de enero de 2016

En la mitad de la vida



En el ínterin de la existencia,
donde la lucidez te asombra y la verdad  asusta.
Te encuentras expuesto en tu desnudez,
 a la realidad,
al espanto de tu nadería.

Cuando razonas con el corazón, 
no siendo este
ni músculo ni sangre,
sino esencia de tu entraña desgarrada.
Es entonces,
 cuando sollozas y te tiembla el pulso,
 y te arrinconas.

Sabiendo con certeza absoluta
 que la felicidad es quimera,
producida por los sueños y el deseo de los hombres.
Robado,
 el arrebatado sentir y sus impulsos,
en ecléctico pacto 
con el tiempo adjudicado fugazmente.

 Sientes, desazón al no estar donde quisieras,
la incertidumbre palmea tu espalda,
tu cuenco ahora rebosa de amargura.
  El alma se rompe en mil pedazos de impotencia,
pues ya no luchas ni contra ti ni contra nadie.
Te falta resolución,
ganas, y fuerza.

Y por dudar,
 y por temor a equivocarte,
vas derribando tus convicciones como naipes.
Te escondes tras la niebla, 
te secas como hoja, 
te esfumas como aire.

 Se acaba el tiempo, 
se te escurre entre los dedos,
se apaga el brillo de tu estrella.
 Pasas las horas iguales,
mudas y sordas, tristes y quietas.
te saliste a la cuneta.

 Donde nada te llama ni a esforzarte
 ni a llenarlas de alegría.
Lo que anduviste, lo que hiciste y lo que amaste,
 todo perdido
en un mar de incertidumbre,
con severo desarraigo.

Y ahora te hayas en un cruce del camino,
en un mal momento; 
que pasará como pasa todo en esta vida.
como la estación del año en que te encuentras,
abandonaste tu casa,
dejando puertas abiertas,
y ventanas sin postigos.

Sólo quedarán las obras
  no el esfuerzo ni el motivo.
Ni los jirones dejados durante todo el trayecto.
nada de lo que ganaste
y sí el amor que pusiste
durante el largo camino.

Nada es en vano.
 Todo deja algo de poso,
 que se imbuye en la memoria,
que da sabor, que adereza
igual que especia en el vino.

Tendrás que aprender doliendo
 de los fallos cometidos, 
mientras dure y mientras bregues 
por la vida fatigosa,
con las piedras del destino.

 Donde hay ciertos tramos rectos
y vericuetos oscuros.
que siendo honesto confiesas ,
no fueron enderezados
ni tampoco corregidos.

En la mitad del tiempo consumido
 que te fue asignado
caminas, reflexionas, y versas.
por el hecho de llegar a donde llegaste,
eres peregrino, trovador y sabio,
que sigue tras de su gesta.


Derechos de autor: Francisco Moroz




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