Que seremos cuando no podamos ser:
los dioses todo poderosos,
magnánimos, justos y protectores. Omnipresentes en todo momento de necesidad.
Los héroes valientes y aguerridos,
victoriosos en cada batalla emprendida contra vuestro sufrimiento.
Que seremos cuando no alcancemos a ser:
los maestros eficientes, educadores, sabios de toda materia divina y humana, los que ponen fin a vuestras dudas y preguntas interminables repletas de porqués.
Los eruditos que os descubren los misterios de la vida inabarcable.
Que seremos cuando no sepamos ser :
Reyes magos que hacen
aparecer regalos cumpliendo vuestros anhelados deseos, payasos de caras pintadas que os hacen reír, aventureros de película, capitanes intrépidos de fragatas piratas que siempre encuentran el tesoro, los amigos insustituibles.
Médicos y enfermeros que curan heridas y mitigan vuestro dolor. Cuenta cuentos de mil y una noche de insomnio. Guardianes de vuestros miedos e incertidumbres.
Médicos y enfermeros que curan heridas y mitigan vuestro dolor. Cuenta cuentos de mil y una noche de insomnio. Guardianes de vuestros miedos e incertidumbres.
Los que están siempre,
llegan a tiempo y lo pueden todo.
Que seremos pues.
Cuando crezcáis y sepáis de
nuestras debilidades, injusticias y violencias. De nuestras limitaciones y ausencias injustificadas, de nuestros silencios cabizbajos y hoscos. De nuestros enfados,discusiones, gritos y regaños.
Cuando abráis los ojos a
la vida y esta os enseñe de la cobardía, de la derrota y las huidas cotidianas a la desesperación.
Os hable de la muerte
y de la perdida inevitable de lo humano.
Os cuente de la cantidad de ídolos con pies de barro a los que adoramos y del tirano dinero que nos gobierna y esclaviza . Cuando perdáis la inocencia, os golpee el destino y os haga sangrar la injusticia.
Os cuente de la cantidad de ídolos con pies de barro a los que adoramos y del tirano dinero que nos gobierna y esclaviza . Cuando perdáis la inocencia, os golpee el destino y os haga sangrar la injusticia.
Cuando maduréis como jóvenes y entendáis de nuestra
cortedad e ignorancia en muchas materias, de lo mucho que nos
falta por aprender y lo poco que podemos enseñaros ya. Y sepáis de las asignaturas que tenemos pendientes en nuestro curso vital.
¿ Cuántos suspensos nos pondréis entonces ?
¿ Cuántos suspensos nos pondréis entonces ?
Descubriréis nuestros trucos baratos y estratagemas sin imaginación.
Los engaños para
salirnos con la nuestra y por la tangente para escapar de la obligación que nos subyuga.
Cuando os deis cuenta de lo aburridos y
rutinarios que podemos llegar a ser, de nuestras evasiones por puertas falsas.
¡ Que poca admiración os causaremos !
¡ Que poca admiración os causaremos !
Sabréis de las excusas para no enfrentarnos a la realidad... y aprenderéis que nuestra historia es
una más de las que se oyen y no ciertamente la más original ni la más interesante; y que ahora amigos tenéis muchos de vuestra edad, bastante más divertidos que nosotros, que permanentemente arrastramos preocupaciones adornadas con ojeras y cansancio rancio.
Entonces quedaremos ante vuestros ojos como lo que somos.
Sin parapetos donde ocultarnos, ni ropajes historiados con los que vestirnos. Desnudos, con nuestras
verdades y mentiras, con todas las miserias o
virtudes al descubierto.
Seremos lo autentico y lo falso. Lo cierto y cotidiano. Lo que es y
lo que hay.
Veracidad cruda y dura
lo que hay.
Veracidad cruda y dura
A partir de ese momento únicamente prevalecerá lo que
hicimos con responsabilidad, dijimos en conciencia y os enseñamos con dedicación y entrega.
Quedarán: los juegos
compartidos, los cuentos de duermevela, el sacrificio altruista y las lágrimas vertidas.
Desvelos infinitos, a veces desgarrados.
Desvelos infinitos, a veces desgarrados.
Ante todo quedarán ese montón de besos,
abrazos y sonrisas sin medida; la sinceridad de los
sentimientos y también la gratuidad del amor infinito recibido por vosotros.
Por tanto al final, solo tal vez, nos reste hacernos pequeños como niños, como los que fuisteis, y dejarnos hacer.
Complacernos en lo que venga y no esperar agradecimiento ni compensación, pues bastante satisfacción tuvimos mientras os vimos crecer, y ser, lo que queríais que fuésemos. Nos hicisteis grandes, enormes ante vuestros ojos infantiles.
Ahora nuestro sueño se basa en seguir estando para cuando nos necesitéis.
Complacernos en lo que venga y no esperar agradecimiento ni compensación, pues bastante satisfacción tuvimos mientras os vimos crecer, y ser, lo que queríais que fuésemos. Nos hicisteis grandes, enormes ante vuestros ojos infantiles.
Ahora nuestro sueño se basa en seguir estando para cuando nos necesitéis.
Pues ser padres es lo que tiene. Se aprende con los años y lo aprendido no se olvida jamás.
Una vocación a jornada completa con dedicación plena; sin limitación de tiempo, sin periodo de caducidad, que va añadiendo valor y sentido a lo vivido, duplicando lo compartido y restando al dolor su protagonismo infame.
Es ser todo gracias a los hijos.
Y no ser nada, cuando te faltan.
" Solamente dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: Uno las raíces el otro, las alas."
(Hodding Carter)
" Solamente dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: Uno las raíces el otro, las alas."
(Hodding Carter)