– ¿Dónde vas tierna niña tan temprano,
deambulando por estos parajes con inciertos pasos? Pareces escapada
de un sueño.
– Soy pastora de esas de rabel y caramillo
que apacienta a sus blancas ovejas. Conduciéndolas por frescas veredas a prados
jugosos, donde danzan las Hadas al lado de fuentes de cristalinas aguas, en las
que Náyades de pura belleza contemplan su reflejo en claras noches de luna.
– ¿Podemos mantener tú y yo un idílico
debate sobre lo que representa la justicia? ¿O sobre las artes excelsas del
buen gobierno y los derechos constitucionales?
– No debiera, pues soy doncella casta y
virgen. Advertida estoy por mis próceres tutores de que no entretenga mis pasos
en banal conversación con desconocidos, ni en cuitas casquivanas sin enjundia;
no sea que mi virtud y peculio se vean comprometidos.
– Pierde cuidado querida, soy honesto y
honrado político. No es mi intención causarte perjuicio, ni mentirte, ni
robarte, ni abusar de tu inocencia. Más te aviso de algunas fieras alimañas que
aguardan en las esquinas disfrazadas de corderos.
En ese momento suena un zumbido cual de
abeja, y la joven saca del bolsillo de los ajustados jeans un móvil que se
acerca a la oreja.
– ¡Dime! ¡Sí! Voy “pá allá, “quesque”
estoy “entretenía” con un “Pesaó”. Lo despacho ya “mesmo” y en un “Pis
pas” sigo laburando ¡Vale! ¡Chao!
– ¡Ah! Eres una chica del
montón como la Pepi y la Lucy del Almodovar. Te expresabas tan barrocamente que
por el hablar te tomé por otra.
– Es conveniente que así sea, pues ensayo
mi dialéctica para presentarme a un casting de “Gran Hermano”, donde los
participantes se comunican con refinada lengua, haciendo a la par, gala de educación, buenos modos y donosura.
–Eso me suena a irónico sarcasmo.
– No menos que los que escucho yo cuando
hay sesión parlamentaria.
– Pues nada chica, si no quieres rollo
conmigo me voy.
En realidad no soy mandatario, Soy preboste de un banco y tengo pasta y preferentes.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Relato presentado en la comunidad de: Relatos compulsivos.