Como
un enjambre después de recibir la pedrada de un niño, fue la manera en como se
dispersaron los fragmentos de metralla tras la explosión del artefacto colocado
dentro de un extintor situado en la pared de un conocido centro comercial.
El
balance ha sido de cinco muertos y trece heridos. De momento ningún grupo terrorista
ha reivindicado el atentado. La policía baraja diversas hipótesis siguiendo las
posibles pistas que pudieran haber dejado los autores en el lugar del suceso…
El individuo apaga la televisión y suspira
satisfecho por lo que oye.
Quizá
ahora la dirección tenga en cuenta su demanda con respecto a la seguridad y los riesgos laborales de su puesto de trabajo, y le conceda ese plus en la nómina que solicitó hace unos meses.
De momento disfrutará de unas semanas de vacaciones por reformas en el hipermercado donde desempeña sus labores de cajero.
De momento disfrutará de unas semanas de vacaciones por reformas en el hipermercado donde desempeña sus labores de cajero.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Asombra descubrir hasta dónde puede llegar alguno por lograr sus objetivos. Alegrarse de la desgracia ajena... ¡Ufff!
ResponderEliminarEs un tanto exagerado este micro, pero es cierto que a algunos no parece importarles mucho la integridad de nadie con tal de conseguir sus propósitos, aunque estos sean descabellados.
EliminarEl mundo está muy loco, pues está habitado por humanos.
Un abrazo, Rebeca.
Qué sangre fría. hay quien con tal de conseguir sus objetivos, no escatima en los medios. Medios que son muy drásticos y no tienen disculpa, pero tampoco debemos olvidar la otra parte que se esconde en tu relato y en la cabeza perturbada de algún demente y es que hay empresas que no invierten lo que deberían en seguridad y bioenestar de sus trabajadores y usuarios.
ResponderEliminarMuy buen relato, Francisco.
Un beso.
Creo sinceramente que como reza el dicho: "Esas arenas de ayer, tren estos lodos"
EliminarY es que los abusos que se están cometiendo de continuo contra trabajadores, por parte de empresas y empresarios sin escrúpulos tendrán que tener una respuesta no muy positiva por parte de los perjudicados. Aunque hay una ley que se debe cumplir, esta no es respetada por los que deberían dar ejemplo.
Por ello, aunque la situación que describo parece descabellada... Aunque ahora que lo pienso en Estados Unidos matan por menos.
Un beso, Rosa.
Fe de erratas: escribí "tren" en vez de "traen"
EliminarCorto e impactante, como es habitual en tus relatos. Siempre he creido que el fin no justifica los medios, pero ya se ve que no todo el mundo piensa igual. Allá cada uno con su conciencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay medios que no estarán nunca justificados, pero no me digas que no entran ganas de arremeter en caliente contra todos aquellos que no tienen escrúpulos a la hora de abusas del prójimo. Y es que como se dice: "Hay que ser buenos pero no tontos"
EliminarY la conciencia, como bien indicas, es la que nos dictará nuestras acciones.
Un abrazo de vuelta Josep.
Desde luego esta claro que deben siempre ser atendidas las quejas y reivindicaciones laborales pero llegar a ese extremo, madre mía, en fin me parece que habiendo muertos por medio mas que conseguir sus propósitos laborales mas bien va a conseguir dar con sus huesos en la cárcel y es que no siempre el fin justifica los medios.
ResponderEliminarMuy buen relato como siempre.
Un abrazo.
Lo peor de todo lo que escribes, es que el protagonista de la historia después de enterarse que hubo muertos y heridos, no se arrepiente, muy al contrario, se felicita por su genialidad de su acto terrorista.
EliminarPero ya te digo que locos como este hay infinidad, sueltos entre nosotros.
Un beso Teresa.
El fin no justifica los medios y por muy motivadas que estuvieran sus quejas la manera de conseguirlas las desvirtúa, por desgracia las medidas de protección no siempre se toman en cuenta por parte de las empresas y tampoco por los propios trabajadores pero los clientes no tenían ninguna culpa.
ResponderEliminarBesos
Los accidentes laborales se producen muchas veces por negligencias por parte de los operarios, pero no me cabe la menor duda de que ciertas empresas invierten lo mínimo en medidas de seguridad.
EliminarAunque no creo que como dices, sea la mejor forma de reivindicar, a base de violentas determinaciones que perjudican a inocentes ajenos al problema.
Besos
Me has recordado a los brigadistas forestales que provocan incendios para ver lo peligroso que es no cuidar los bosques.
ResponderEliminarDesde luego algunos tienen una idea muy retorcida de reivindicar.
Besos.
¡Si señora! buena memoria la tuya. Ahí lo pagaron los árboles e indirectamente todos aquellos que disfrutamos de un patrimonio que lo es de todos.
EliminarA estos los ponía a plantar árboles como condena resolutoria de gratis, para que no les faltara el trabajo, ya que les gusta tanto.
Besos.
Como siempre un buen relato. Pero hay que estar loco de remate para provocar unas muertes inocentes por un fin. Un abrazo.
ResponderEliminarQue se lo digan a esos terroristas que incluso no les importa auto inmolarse con tal de salir en las noticias por llevarse a unos cuantos por delante.
EliminarAbrazos.
Me recuerdar una época en mi barrio en que había muchas ruedas pinchadas cada mañana y se sospechaba de un taller cercano. Un abrazo.
ResponderEliminarTambién es verdad, en el nuestro eran los espejos retrovisores, pero creo que en este caso era una pandilla de malnacidos que disfrutaban haciendo el mal. De esos los hay a patadas.
EliminarGracias por pasarte por aquí.
Un abrazo.
Claro, es el problema, el perjuicio a los inocentes. Pero a veces ( no es el caso) le entran a uno las ganas de tomarse la justicia por su mano. Y es que la justicia legítima es a veces muy tibia para lo que se merecen algunos.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti, Julio.