Nunca me gustaron las controversias y si la
comprensión que proporciona el estudio de lo acontecido. Me apabulla la opinión
de aquellos que subiéndose en el caballo de batalla de la razón absoluta y
personal, omiten los libros de historia y el saber de los entendidos en la
materia. Embisten lanza en ristre contra todo aquel que haga oposición a sus
propios criterios tantas veces sin base ni fundamento. Construidos con lo leído
en prensa sensacionalista y oído en informaciones proporcionadas por orates “revuelve
masas enfervorizadas” con consignas que en este siglo no tienen el mismo
significado, ni el sentido que pudieran tener en el XV o el XVII.
Fijaos que introducción para escribir sobre el
origen de la fiesta celebrada el 12 de octubre. Y es que con esto del día de la
hispanidad hay mucho debate y “Rifi, rafe” entre los de un lado del océano y
los del otro. A lo mejor conociendo la historia se disolverían un tanto algunas
animadversiones y malentendidos.
En 1492 llega Cristóbal Colón a la isla
Guanahaní situada en el archipiélago de
las Bahamas, pensando que se encontraba donde no estaba, en la India. Sin
saberlo pues, habían descubierto nuevas tierras y establecido contacto entre
dos continentes muy diferenciados entre sí en muchos sentidos.
A partir de aquí, la conquista por medio de la
espada, la religión, la colonización y la lucha contra los oriundos de aquellas
tierras. Razones que esgrimen muchos de los que habitan actualmente ese
continente y que en suma, nosotros no podemos negar ni olvidar.
Pero que
alguien nombre un reino, civilización, imperio o estado del signo que sea, que
no haya basado su dominio o expansión sin estas premisas. Lo que sí parecen
olvidar todos aquellos que comparan una colonización con un genocidio, es la
forma tan diferente de conquista que llevaron y llevan a cabo Ingleses,
holandeses, Portugueses, Italianos, Alemanes, Americanos, Belgas a lo largo de la historia… Curioso como
estos países echaron en su momento toda la carga sobre las espaldas de los
españoles, disfrazando y excusando sus
propias tropelías en ningún caso justificadas.
También y para ser equitativos no solo habría
que valorar lo que se arrebató, esquilmó o explotó en esas tierras; deberíamos
analizar y valorar en su justa medida las aportaciones que España introdujo en
América que no son pocas, como la trasmisión de su cultura y la mezcla étnica;
algo que por ejemplo los ingleses no supieron ni quisieron hacer.
Pero lo que nos interesa es: ¿Por qué este día
es el elegido como el día de la hispanidad?
Esta idea la puso en marcha el escritor
Ramiro de Maeztu. Y la primera vez que se celebró fue en 1935, aunque hasta 1958
no se regularizó como tal.
Actualmente la celebración está contemplada por
una ley promulgada en 1987 en la que se omite el término “Día de la
Hispanidad” y se incluye el de “Fiesta
Nacional” simbolizando la construcción
del estado a partir de una realidad cultural, política y lingüística con
proyección a otros países fuera de los límites europeos.
Se celebra igualmente la festividad de Nuestra
señora del Pilar , recordando con ello esa aparición mariana a Santiago apóstol
que tuvo lugar a orillas del Ebro, que impulsó la evangelización,
cristianización y unificación así mismo, de todos los pueblos hispanos. Naturalmente
en este punto prima más la leyenda que la realidad y en muchos casos se echa
mano de la fe más que de la razón.
En la antigua Cesaraugusta romana, Saraqusta musulmana y Zaragoza
actual, se edificó el primer templo mariano, allí donde en la actualidad la
basílica contempla las aguas que riegan la ciudad. La virgen del Pilar no asume
solamente el patronazgo de España, también el de Aragón y el de la guardia
civil.
Fue el Papa Pío VII el que fijó el 12 de
octubre como fiesta dedicada a la virgen del Pilar sustituyendo la constituida
el día 15 dedicada a la asunción de María.Es una fiesta que fue declarada de interés
turístico en 1965 por su valor cultural que conserva tradiciones populares.
Muchos pueblos visitaron las costas de Hispania:
celtas, fenicios, cartagineses, romanos, godos, árabes. Todos ellos
conquistaron, explotaron recursos, sometieron, e incluso esclavizaron. Pero
todos, también, sin excepción dejaron la impronta y la interrelación cultural
necesaria, para que los españoles llegáramos a ser lo que somos como nación con
personalidad propia. Después nos tocó a nosotros arribar a otro continente
donde a pesar de todas las acciones incorrectas se crearon vínculos que no
hemos de olvidar. Queramos o no, hay pueblos que están hermanados desde
entonces a pesar de los vociferantes oráculos que siempre intervienen para
crear animadversión y equívocos, quedándose siempre con la parte negativa del
pasado y no mirando hacia adelante con la vista puesta en el futuro.
Que este día sirva para recordar lo que todos
tenemos en común. Lo que nos une a personas de diferentes continentes, culturas, etnias, creencias,
ideologías y colores diferentes. En la variedad está el gusto y la auténtica riqueza de los pueblos.
Eso es lo que realmente nos hace grandes como nación global.