La fastidiosa mosquita con su lengua
veloz por fin ha sucumbido.
Tras cuatro largos años de soportarla,
hemos decidido terminar con los problemas que ocasionaba a la comunidad de
propietarios.
Yo me ofrecí voluntario para
ejecutarla, por ser uno de los inquilinos más afectados a causa de sus molestos hábitos.
Ha muerto como por accidente. De un
manotazo, por impacto, tras caer escaleras abajo.
Esta vecina injuriosa y cotilla ha
dejado de ser un problema para todos.
Un mal bicho del que ya no tendremos que preocuparnos.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Hola, Francisco.
ResponderEliminarMuy graciosa tu mosca! En pocas palabras lo dices todo. De eso se trata ¿no?
Qué suerte que en mi comunidad no haya vecinas así...Jeje
Un abrazo
Muy bueno, de hecho he tenido que volverlo a leer y sí, con este final cuadra el principio. Eso es porque lo has escrito muy bien :) :) :)
ResponderEliminarGenial micro, Francisco. Nada descartable. Todo a la mano, bien clarito.
ResponderEliminarPor degracia, hay muchas mosquitas muertas por todas partes y, para más desgracia, no todas son tan fáciles de exterminar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo malo de las mosquitas muertas es que a veces están muy vivas y son muy dañinas. Lo mejor, una solución drástica, manotazo y mosca finalmente muerta de verdad.
ResponderEliminarMuy bueno el relato.
Un beso.
Siempre hay que celebrar que accidentes oportunos se lleven a mosquitas y mosquitos, a los que siempre hay que desear que se lleven tanta paz como descanso dejan. Buen micro, Francisco. Un abrazo!
ResponderEliminarQué hay de nuevo, Francisco! Vengo como una mosca también jajajaj
ResponderEliminar¡Hala, así, de un manotazo certero! Desde luego las comunidades de vecinos siempre generan problemillas (ji, ji...)
ResponderEliminarUn abrazo
Por favor, mándame el número de teléfono de tu protagonista para que se pase por mi comunidad de vecinos y nos ayude a liquidar un par de moscas de esas.
ResponderEliminarUn beso.
Lo de las comunidades de vecinos da para muchos relatos, esas mosquitas muertas son terroríficas aunque la de esa comunidad se ha quedado callada.
ResponderEliminarEres muy habilidoso en este tipo de relatos que no son lo que parecen y son muy complicados, felicidades amigo.
Besos
Que buen micro Francisco. Las mosquitas como esas hay que erradicarlas de las vecindades y de los trabajos. Las hay que muerden mas que pinchan. Un abrazo.
ResponderEliminarSí, mucho más efectivo que el insecticida, sobre todo cuando la mosquita mide lo mismo que tú. :)
ResponderEliminarSimpático e ingenioso. Barvo!
Ay si en las comunidades nos tomáramos la justicia por nuestra mano... Medio vecindario a la cárcel. Un abrazo.
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