viernes, 13 de febrero de 2015

Cierto es





Esta vez no se trata propiamente de una reflexión al puro estilo de lo que se entiende por ella.

Quisiera que me permitieseis hacer una excepción, tratándose del día que es: 13 de Febrero. ¡Si! no me equivoqué, hoy es 13 aunque alguno-a leáis la entrada en 14.


La razón es, que ese día conocí a la mujer que me enamoró definitivamente y para siempre. Alguien especial, como no dudo que sean todas las mujeres y todos los hombres que saben enamorar. Seres especiales que con su forma de ser no arrastran solo nuestras miradas a su paso sino también nuestros corazones.


No hay muchos de esos seres, ¿O sí ? 

Yo al menos, celebro todos los días el haber coincidido en mi camino con una de esas personas tan especiales.

Esta especie de poema mal hilado pero bien sentido, fue para ella en su momento. Y hoy, os lo dedico a todos-as los que con vuestro brillo sabéis iluminar no solo el día dedicado al amor, también el resto de los 364 días restantes que se le suman.


¡Feliz Amor a todos!




Cierto es que me enamoro de cada mirada

que trasmite ternura,
de la calidez de una lágrima
y del gesto cómplice,
que te anima a seguir confiando
en las personas que lo llevan.

Cierto que soy un buscador de la belleza,

de esa escondida.
De la que no se muestra
sino profundizas en los sentimientos
que la adornan.

Y soy amante de lo sincero,

y de lo humilde, de lo pequeño.
De los detalles y los momentos
que son la esencia,
que hacen sereno.
El sabor de la vida, la felicidad profunda,
el amor verdadero.

Y cierto es que le arrebato al reloj su minutero,

para hacer eterno el día
realizar cualquier deseo,
siendo sencillos mis sueños
y pequeños mis anhelos de la vida:

Fundir tu cuerpo en el mio

como el bronce con el fuego.
Contemplar amaneceres
reflejados en tu pelo.
Acariciar tus mejillas
sintiendo seda en mis dedos.

Que me enamoran tus ojos,

el temblor de tus pupilas.
¡Como gusto de tu asombro!
cuando te robo los besos
y te bebo las sonrisas.

Y francamente me dejo

lo mejor de mis caricias perdidas sobre tu piel.
Reír, llorar a tu lado,
considero un buen regalo,
que no es poco cuando es algo
y lo es todo si eres tú.

Me esconderé entre tus brazos,

como niño en tu regazo.
Hecho de luz y de miel,
de retama y de verano.

Y cierto que me enamoro

de la mujer que a su modo,
lo deja y lo entrega todo
al que la sabe querer.

Sabed que la vida es corta,

que nunca te da de sobra, y que te quita más bien.
Por lo cual he decidido,
escoger lo más querido 
para el breve viaje hacer:

Su amor y Su compañía,

melancólico placer.
abrazos en plena noche,
y los días de alegría que ambos podamos tejer.
Que nunca nos falte amor,
y el dolor que siempre sobre.

                                                                    (Poemario ciego)






miércoles, 11 de febrero de 2015

Romeo y Julieta


Romeo y Julieta





De: William Shakespeare







     

                           "Llamadme oportunista si queréis.
                                       ¡ Os lo consiento! 
                          Por tratarse del mes del que se trata.
                       No podría pues de otra manera hacerse, 
                   ni esta escrita tragedia de amor ser reseñada."  

Siempre me pareció una farsa lo de adjudicar una fecha en particular para sentimiento tan hermoso, siendo auténtico este y verdadero, y más cuando detrás se adivina la mano que controla, los movimientos comerciales y económicos que instauran tales eventos, para lucro de grandes empresas y marcas comerciales.

Dicho esto-  Que si no reviento - quiero añadirme a la celebración continuada e interminable en el tiempo: del Amor con mayúsculas.

Cierto es, que gracias al repetitivo aviso de: ¡El mes del amor! Me dio por releer una obra clásica donde las haya, llena de compleja trama aunque no lo parezca. Preñada de juicios morales, verdades como templos, de grandes ideas, valores e imágenes, que juntas, hilan con oro una auténtica joya de la literatura inglesa y universal.

fue escrita en cinco actos con diversas formas poéticas: versos y sonetos, con profusión de metáforas.
Se publicó alrededor de los años 1591-1597 en eso los entendidos no se ponen de acuerdo. 

El propio autor escribía esta frase:

"El destino es el que baraja las cartas pero nosotros somos los que las jugamos."

Y esta obra tan conocida, tan leída, tan representada y cantada, va de eso: de destino. 
Para ser más exactos el de un hombre y una mujer unidos por un amor imposible igual que sus respectivas familias separadas por un odio acérrimo. Se vuelve a comprobar una vez más el antagonismo y a la vez la cercanía de dos sentimientos puros y mortales. 



En Verona es donde el escritor escenifica su historia, una ciudad que conserva todavía sus entornos medievales, que ha sabido explotar turísticamente la leyenda de los dos amantes más conocidos, si omitimos a los de Teruel, cuya historia os invito a leer en  -El blog de Juan Carlos-  que por cierto se me adelantó con esa otra leyenda de amor imposible.

En esta localidad italiana es donde viven dos familias enfrentadas por rencillas políticas: Los Capuleto a los cuales pertenece la doncella "Julieta" y los Montesco cuyo hijo "Romeo" cae perdidamente enamorado de la primera en una fiesta familiar, donde se infiltra con la intención de encontrarse con "Rosalina" prima de "Julieta" y será de esta otra de la que se prenda locamente cuando la escucha en lo que se conoce como: La escena del balcón; es entonces cuando se juran amor eterno y deciden casarse en secreto secundados por fray "Lorenzo"

Se trata de una tragedia, por el simple hecho de que la misma existencia lo es cuando hablamos de muerte, violencia y fanatismo ideológico y lucha de clases. de envidia y de pasiones desatadas.
En esta obra todo bascula como péndulo de un extremo a otro. En un momento un gracejo o humorada y al otro un duelo a muerte o una declaración admonitoria. Chanza irónica o juicioso consejo.

El propio amor apasionado, otro con tintes homosexuales no correspondidos, erotismo, deseo, venganza, anhelos, placer, sufrimiento. 

Es tragedia porque el sueño querido y perseguido está a punto de materializarse y de pronto se convierte en humo y en pesadilla. Un relámpago que se enciende repentinamente, que ilumina un paisaje deslumbrante, pero que se apaga con luz efímera de muerte arrebatadora.

Cuántas veces los hombres son felices al borde de la muerte. Quienes los vigilan lo llaman el último relámpago. ¿Puedo yo llamar a esto (que siento) relámpago?

"Shakespeare" bebió de las fuentes de "Jenofonte" y "Ovidio" que ya relataron con otros personajes, tragedias parecidas en tiempos antiguos pero con la misma pasión desenfrenada, correspondida pero imposible de realizar a causa de terceros en discordia.

¿ Dices que es tierno el amor ? Es demasiado duro, áspero y violento, y pincha como el espino."

El sufrimiento está ligado al dolor y este al amor. El que ama sufre y se desespera, por miedo a no ser correspondido, a ser rechazado, a no ser amado con la intensidad que el ama; es ello lo que nos conduce a la agitación y al frenesí de nuestros sentimientos encontrados, que luchan entre si y nos roban el descanso y la capacidad de reflexión y muy al contrario, nos precipitan a la hora de tomar decisiones convirtiéndolas en imprudentes acciones impulsivas con resultados caóticos.

El fruto no maduro que es arrancado del árbol y nos sabe amargo a causa de nuestra impaciencia, de nuestro frenesí rayano en la lujuria. 



Esta obra, quizá por el argumento delicioso o el tópico de que todo lo romántico es dulce y rodeado de ternura, ha llevado a confusión a muchos lectores. 
La imagen distorsionada que tenemos de estos dos amantes es falsa. Sirva como detalle que los actores utilizados por el dramaturgo para representar a la quinceañera "Julieta" eran todos varones jóvenes; el cine y el teatro tienen mucha culpa de que la obra escrita, pierda ese realce amargo y crudo que realmente posee, cuando en realidad dentro del relato acechan otras enseñanzas con más enjundia.

Hay personajes bruscos y hasta soeces como "Mercucio" ese amigo de "Romeo" que habla del amor en unos términos vulgares limitándolo al sexo y al placer. Las reconvenciones moralizadoras del fraile "Lorenzo" pierden fuelle cuando las vemos escenificadas, pues en la historia escrita ponen la nota juiciosa y preventiva a tanta pasión desbocada que se prevé terminará en duelo si no se la pone freno.

Somos observadores igualmente del despotismo de los padres de "Julieta" empeñados en casarla con el conde "Paris" hombre al que no ama, y encima apoyados por su nodriza cercana, fiel confidente de la niña enamorada que sin embargo no la comprende en su desdicha. Las burlas de los sirvientes cuando se refieren a las mujeres y así durante toda la obra. El afán de un "Teobaldo" vengador de virtudes, justiciero por razones pueriles que se juega la vida de la forma más tonta.

Se vilipendia el amor, se le empequeñece y desvirtúa. Los dos amantes actúan con precipitación como adolescentes que son, poniendo pasión y poco juicio en su relación.

" El amor de los jóvenes no habita en el corazón sino en los ojos."

Todo termina como termina, en el oscuro y siniestro mausoleo donde reina la muerte moradora llamada con engaños, pero al fin triunfadora, como siempre.
Pero el lector quedará con otra imagen prendida en su retina la del balcón presidido por la luna, la pasión que perdura ante la desilusión, la encendida declaración de amor de dos enamorados que se entregan a la vida ante que a la muerte fría.

De ahí el drama, de ahí el éxito que tuvo esta obra de arte de "Shakespeare" entre los románticos, fuente de inspiración  para autores del XVIII.

Todo un homenaje a las emociones, a los momentos, a la pasión, a la intensa e insistente manía que tienen los amantes de seguir enamorándonos.

¡Oh, soy un tonto afortunado!

Recomiendo la volváis a leer, personalmente me salió un poco la vena poética al escribir la reseña. El Amor es lo que tiene.

"¡Brindo por Romeo y por Julieta ! Salud a vosotros por la paz eterna."


lunes, 9 de febrero de 2015

El Druida celtibero

El Druida celtíbero


De: Ignacio Merino



Después del intenso y pasado Enero en que la protagonista era la novela policíaca y negra, cambio de palo y os propongo este título de histórica.





El argumento se desarrolla durante el último tercio del siglo III.
Los cartagineses se han empeñado en instalarse en la península que los fenicios llamaron Spania los griegos Hespería y en ese siglo era denominada por muchos la celtiberia; y al frente de todos "Almikar" de la familia de los Bárcidas. Este quiere conseguir a fuerza de espada, la plata que esconden las entrañas de esta fértil tierra, plata que servirá para pagar a la incipiente Roma los tributos pertinentes por la derrota sufrida en la primera de las guerras púnicas por Cartago.

Pero los oriundos celtas se resisten a sus intenciones, todos siguen a un guerrero carismático llamado "Istolacio" que consigue coaligar a todos los pueblos dispersos bajo un mismo mando y con un propósito común: expulsar al invasor cartaginés.


"La libertad es algo sagrado, es lo que nos da la dignidad como seres humanos."


Entre ellos están "Giscón" y "Asio" dos muchachos procedentes de Tiermes, localidad habitada por los celtíberos Arévacos los tenidos como los más aguerridos y bravos de todos los pueblos celtas.


Se trata de dos hermanos y "Giscón" el mayor de ellos, se ofrece como devoto soldurio de "Istolacio" prometiéndole seguirlo en la victoria o en la derrota, asumiendo si es necesario su propia auto inmolación. 
Cuando el líder celta cae a manos de un despiadado"Almikar" y es ajusticiado de forma innoble, "Giscón" cumple su promesa.

Aquí empieza la aventura de "Asio" que es testigo de una batalla cruenta y de unas muertes innecesarias, un chaval que madura pronto y por fuerza de las circunstancias, al ser nombrado soldurio por "Indortas". 


Este, es otro reconocido caudillo juramentado, que intenta de nuevo plantar cara al enemigo común con un ejercito cuatro veces superior en número al del general "Almikar". Gentes venidas de las ciudades confederadas de Tiermes, Numantia, Clunia, Segontia, y Segóbriga.



"Asio"solo es el vástago que le nació a su madre "Lea" después de cinco años de la muerte de su esposo, el general "Artalos".

Su padre un mercader griego llamado "Aristaco de Samos" un hombre liberal y culto, que la conquistó con su sonrisa sincera y su alegría, que entró como brisa en el ánimo marchito de su madre. "Aristaco" solo se ponía melancólico cuando hablaba de su lejana tierra natal.

"Asio" enamorado de la vida y de su mejor amigo "Artalos"; un sencillo pastor que corresponde a su amor y que fue quien le enseñó a no perder el tiempo con las cosas en las que uno no cree.


" A mí no me gusta combatir, prefiero la vida a entregarme a la destrucción... Yo también detesto el culto a la guerra."


Su muy amada madre referencia de sus actos y gran consejera, le dará la consigna que decidirá el cambio de rumbo en su vida:

" Escucha a tu corazón y nunca te doblegues a quienes quieran imponerte sus dictados... Que tu conciencia esté en paz y la vida no sea jamás una carga para ti."


El protagonista pues, seguirá los dictados de su corazón y se alejará de Tiermes, despreciado por los suyos. Comenzará de esta manera un viaje iniciatico en su conversión gradual bajo la mano y las indicaciones del Druida "Prótalo"; en el guía espiritual más respetado de los celtíberos.

Un camino arduo para llegar a la consecución de un objetivo:
encontrar el destino que la vida le tiene reservado. Sus convicciones la mejor de las armas para llevar a cabo sus sueños.

"Los principios son lo que nos obligan a modelar la conducta para que los demás sientan respeto por nosotros y no desprecio."


Hasta aquí el argumento general por el que va a discurrir la historia en la que los personajes principales son tres o cuatro fundamentalmente; muchos otros parecen solo figurantes de relleno para engordar un poco la trama, que por si sola es un poco floja.

Siento decir que esta novela histórica aún con trasfondo y personajes auténticos, carece de esa acción y ritmo que esperamos de una época presumiblemente convulsa a causa de las continuas revueltas y sublevaciones. Todo pasa como por encima, se nos describen someramente las pocas acciones bélicas o estratégicas llevadas a cabo por ambos bandos.

Por otro lado los guerreros turdetanos, vacceos, vetones, arévacos, lusos etc... nos son descritos como gente de paz abocada a la guerra. Nada más alejado de la realidad, cuando al menos se sabe que eran belicosos y que como afición se dedicaban a las incursiones por las tierras de sus vecinos en continuas     escaramuzas.


"Los hombres no sabéis vivir la vida. Os gusta más destruirla."


Cierto es, que el autor ya nos pone en antecedentes al avisarnos de la dificultad de encontrar documentación sobre esta época prerromana, ya que estos pueblos peninsulares al igual que los que habitaron la Galia, Eire, Britania o Caledonia no dejaron escritos ni canciones. Apenas conocemos su cultura por lo que fue trasmitido de generación en generación de forma oral o por medio de simbología rúnica o tradiciones heredadas.




Dicho lo cual, es disculpable las licencias que pueda tomarse el escritor al narrar hechos que no sabemos si ocurrieron de esta manera o de otra muy diferente.

La forma narrativa se centra demasiado en el punto de vista de los oriundos peninsulares enfrentados a "Almikar" y más tarde contra su hijo "Asdrubal", aunque con el segundo de forma efímera, algo así como de buenos contra malos, sin términos medios como tratados, negociaciones y asimilación de culturas.


En general las descripciones y la ambientación nos la podemos imaginar aunque no se abunde en ellas, pero la novela se sustenta más en los razonamientos y pensamientos de los personajes, en su visión personal preñadas de pensamientos filosóficos de paz y amor, frente a una sociedad violenta y guerrera por necesidad; no encaja esta época precisamente como paradigma de estos valores.


" El tiempo sólo está en nuestras cabezas y es el corazón quién marca las distancias."


La prosa se utiliza con acierto para narrar la historia, que es fácil

de leer. Los diálogos sin muchas pretensiones ni circunloquios ni elaboración verbal, algo escasos y generalizados pero en muchos casos profundos.

Resalto algo a mi entender prescindible en esta obra dado su carácter: el empeño del autor de incluirnos mucha escena amorosa con mucha descripción erótica y sensual.
Honestamente creo que fue en este punto cuando aflojé el ritmo y el interés por esta historia que en general; le cuesta arrancar y coger fuelle, y que cuando empieza a tener algo de interés se nos rebaja de nuevo, manteniendo solo la inercia de los acontecimientos que pasan de una forma breve y sin
consecuencias notables ni dignas de referencia.

Opino que "Ignacio Merino" como buen filósofo y psicólogo ha querido trasmitir con su obra mensajes subliminales positivos, pero que no consiguen encajar en una historia que en algún instante podríamos presuponer épica y con abundante acción. 

En la literatura todo es válido, es lo que la hace grande, gustosa y variada, pero en este caso al lector de novela histórica lo dejará bastante descolocado.


"La dignidad se encuentra en la verdad, en ser sincero consigo mismo y no hacer daño a los demás."

Como valores de esta novela leída: los abundantes pensamientos y frases con contenido espiritual y trascendental de los cuales, os he dejado unos cuantos salpicando esta sinopsis de un libro que se deja leer, pero que no es de los que dejan huella imborrable, aun dejando alguna enseñanza notable.





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