El bueno de Roy, quien lo iba a imaginar.
Un exiliado que se convirtió en el nuevo inquilino de la puerta de enfrente. Un año, nueve meses, seis días y ocho horas desde que forma parte de esta comunidad de vecinos.
Nuestro
amigo.
&
El primer café isotónico con nutrientes me lo tomo antes de marchar a trabajar, de madrugada, como siempre. Solo, en la cocina. No me gusta estar solo, pero ella no muestra ningún interés en acompañarme.
Cuando me levanté, mi pareja seguía leyendo tumbada en la cama. Juraría que no había dormido en toda la noche; está obsesionada con su nueva lectura. Imposible entablar una conversación con ella desde aquél desafortunado accidente, que sufrió a bordo de un trasladador electromagnético.
Destrozadas muchas partes de su cuerpo no ha vuelto a ser la misma; me figuro que la experiencia le dejó secuelas postraumáticas irreversibles.
Afortunadamente la nanotecnología suplantó sus miembros y órganos destruidos. Se convirtió en una cybort. Pero su mente había quedado dañada; como si su parte afectiva se hubiera esfumado.
Me acerco suavemente donde ella está y la incorporo con cuidado para no romperla – ese es mi miedo-. Mientras le digo:
–Cariño, tenemos que hablar.
Vuelve su cabeza y consigo ver como dos lucecitas encendidas en sus pupilas que se extinguen a continuación silenciosamente.
–Dime ¿Qué necesitas?
Cuando dice esas dos palabras me parece oír también un pitido infinito e irracional. Incomprensible dentro de mi cabeza. Una señal de alarma que me avisa de que algo no funciona.
–Solo te necesito a ti, parece que últimamente no me conoces. Es como convivir con una desconocida. Como si estuvieras a miles de kilómetros de aquí. En otra galaxia lejana. Ni un solo abrazo, ni un fugaz beso. Te extraño mi amor.
–Bueno, me responde fríamente, a lo mejor es que me condiciona el libro que tengo entre las manos. Me tiene como abducida. Es muy interesante. No puedo dejar de leerlo una y otra vez. Añoro algo, pero no sabría decirte qué.
– ¿Cómo se titula?
– ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
No la respondo, desconozco el libro en cuestión. No sé donde lo ha podido conseguir. Pues ese tipo de soporte dejó de utilizarse hace décadas.
Recuerdo de pronto que sí visioné la antigua película que se basó en él, pero con otro título –Blade Runner- si no me equivoco. A ese enigmático androide. Su inolvidable alegato mientras agoniza en la azotea de un edificio. Empapado por la lluvia; como ahogado en una laguna de lágrimas. Lágrimas comparables a nuestra existencia mortal. Rememoro esa especie de testamento final.
Me pregunté entonces, como un ser que era puro código y algoritmos, clemas, tarjetas electrónicas y circuitos integrados recubiertos de fibra orgánica parecida a la piel, podía interactuar con los seres humanos. Androides, a los que les faltaba alma para sentir. Incapacitados para la emoción. Que no envejecen y en apariencia no sufren, pues desconocen el dolor. Pero que inexplicablemente ansiaban su propia libertad.
Sacudo mi abstracción momentánea y la miro a los ojos. Está como desconectada. La dejo suave, para que siga a lo suyo. Me entristezco, quiero hacerla feliz y me siento impotente por no saber hacerlo.
Me marcho descorazonado. Abro la puerta y en el descansillo me encuentro con el nuevo vecino. Me saluda sonriente alzando su palma abierta. Nos deseamos un buen día y marchamos juntos hasta el portal.
De pronto se ladea, me agarra del brazo sin violencia y me interpela a bocajarro:
–No se te ve feliz.
Y no sabría decir porqué maldita inercia, le respondo:
–Es por mi compañera. –y a partir de ahí se inicia una agradable, lúcida y discreta conversación. Roy tiene una especie de carisma que magnetiza. Su mirada quizá, la modulación de su voz. Sus palabras…
Nos despedimos. Y antes de separarnos le digo:
–Pásate por casa y así conoces también a Altair. Es el nombre de mi pareja.
&
Altair y Roy parecieran conocerse de toda la vida, enseguida conectan. Ella muestra un interés por todo lo que sale de sus labios. Está pendiente de él, como hechizada. Me pongo celoso de repente, siento envidia de ese desconocido que ha sabido conquistar a esa mujer parcheada con dispositivos y artefactos protésicos, a la que estoy perdiendo.
Hablan de la música de las esferas, de viajes por el universo, de lecturas inabarcables, de códigos desconocidos para mí. Roy parecíera saberlo todo.
Cuando en un momento él le indica que su nombre es el mismo que posee una estrella ubicada en la constelación del águila. Que significa “vuelo” ansias de libertad. Ella rompe a llorar.
Veo aturdido como la atrae hacia sí abrazándola con delicadeza inusitada, mientras acaricia la despejada cabeza de Altair que desahoga todo su dolor entre los brazos de nuestro vecino, que la acuna con ternura.
&
Mi concepto de este mundo gris llamado tierra, que se precipita en el abismo de la deshumanización, ha cambiado a partir de conocer a Roy, un replicante. Él no me arrebató nada. Me dio sin embargo la esperanza de que no todo está perdido. Habrá futuro, en tanto esa fuerza más grande que la que aporta la fractofusión se imponga. Mientras el origen de la energía más potente que la de los rayos solares se manifieste. El amor y la sonrisa.
La nebulosa se despejó ante mis ojos cuando dijo:
–“Yo he visto cosas que vosotros nunca creeríais" Es hora de vivir.
A lo largo del relato me he permitido hacer dos guiños. Uno al libro de Philip K. Dick y otro a la película de Ridley Scott.
Os invito a que los descubrais.
~~~~
Efectivamente, alguno de vosotros reconocisteis el nombre de Roy como el del replicante de la película -Blade Runner- "Roy Batty". Esa era el guiño a la película. junto con la frase final: "Yo he visto cosas que vosotros nunca creeríais".
¿Y la referencia al libro?
Pues justo al comienzo del relato donde pone Un año, nueve meses, seis días y ocho horas" "1968" el año en el que se publicó el libro -¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?-
Muchas gracias, Francisco, por participar en la 34ª edición del concurso de relatos de El Tintero de oro, homenaje a Philip K. Dick.
ResponderEliminar¡Un abrazo y mucha suerte!
Gracias por tus deseos. Como es habitual la gratitud es hacia vosotros, que con cada convocatoria nos dais una razón para escribir.
EliminarUn abrazo, Pepe
Muy hermoso. Todo: el mensaje esperanzador del androide; la transición lenta, detallada y delicada de las emociones del protagonista; la situación de su compañera metamorfoseada, introduciendo cierto misterio. La manera de narrar; el modo en que introduces los elementos del concurso, haciendo metaliteratura... Una delicia impecable.
ResponderEliminarAbrazo de libro! :)
Gracias, compañera. Una delicia leer tu comentario.
EliminarRazón tienes. He querido transmitir esa interactuación entre androide y ser humano de manera habitual; como dos buenos vecinos en un momento delicado de uno de ellos.
Por otro lado te doy un apunte sobre el texto. Efectivamente he introducido referencias a la obra original y la película, a parte de un guiño a cada una de ellas. Os reto a que las descubrais. si no, os las diré cuando termine el concurso.
Mi abrazo siempre, no solo de libro.
Las referencias a la película están claras... Es el libro que ella lee la otra referencia al autor, quizá?
EliminarJe, je, ya dirás, ahora que ha acabado el concurso...
Y por cierto, tu historia era una de mis favoritas, una "delicatessen" para paladares exquisitos...
Gracias por el lujo de participar.
Abrazo!
Me gusta ese relato, con intertextualidad con la película y el libro.
ResponderEliminarY con ella volviéndose a conectar con las emociones.
Saludos.
Gracias Demiurgo.
EliminarEs cierto que necesitamos de vez en cuando un empujón desde afuera. Alguien que nos ayude a avanzar y a encontrar soluciones. En este caso tuvo que ser un androide, cuando ni pareciera que lo fuera, por su humanidad, la que tanto nos falta a los humanos.
Un abrazo y feliz miércoles.
El amor es complicado, y para alguien híbrido, pues imagínate.
ResponderEliminarGran dulzura rezuma este relato.
Lo es, sin duda, querida amiga. Más cuando los parámetros de lo cotidiano se hacen añicos por culpa de algo que escapa a nuestro control; como en este caso un accidente, o una enfermedad. La incomprensión de lo que ocurre nos descoloca. haciendo sufrir a los que amamos.
EliminarAgradezco tu comentario.
Un abrazo.
Tremendo homenaje a Philip K. Dick! Y gran sensibilidad la tuya, como en aquella gran escena de Blade Runner! Felicidades y Suerte! Un abrazo!
ResponderEliminarAunque la película en si es todo un referente y más dirigida por ese genio de director (a mi entender) el final es apoteósico. Un monólogo que escribió y preparó el mismo Rutger Hauer, proponiéndoselo a Ridley Scott.
Eliminarpersonalmente para mi, ese final es inigualable y más, enmarcado con música del inolvidable Vangelis.
Agradezco tu deseo y comentario, compañera.
Un abrazo.
Realmente muy bueno, tiene un mensaje de esperanza a pesar de tanta angustia, realmente me gustó mucho, saludos. PATRICIA F.
ResponderEliminarGracias Patricia. Personalmente estoy satisfecho con el resultado. La idea era totalmente diferente, pero los personajes me indicaron otro camino. A veces me ocurren este tipo de cosas cuando escribo.
EliminarMi abrazo junto con mi agradecimiento.
¡Buen relato! Como dicen más arriba, lanzas un mensaje de esperanza muy bonito, en el que dejas patente que no todo está perdido, tanto en el amor como en la vida, aún cuando haya momentos de desilusión. ¡Un saludo y suerte en el Tintero!
ResponderEliminarEs fácil, cuando la cosas vienen rodadas y positivas, el ser optimistas con el futuro. Pero cuando las circunstancias se tuercen, la esperanza en salir adelante se cuestiona.
EliminarEn el caso de mi personaje narrador, lucha por no perder el amor de su amada, dañada mentalmente por ese trauma. Por suerte, recibe la ayuda del androide. Una máquina, en teoría, sin sentimientos, es la que encuentra la solución.
Un abrazo, y gracias por leerme y comentar.
Un precioso relato, un homenaje muy hermoso al monólogo de Blade Runner y una historia de amor que triunfa por encima de circuitos, chips y algoritmos.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Un beso.
Gracias mi amiga. Comprobamos casi a diario, que por donde menos esperas recibes la ayuda. En este caso quise situar a un androide en el lugar que deberían ocupar muchos seres humanos que parecen robots sin entrañas ni sentimientos suficientes para ponerse en la piel del prójimo necesitado. De eso trataba parte del reto. La interactuación entre unos y otros. Agradezco como siempre que lo haces, tus palabras. Besos.
EliminarHola, Francisco. También a mí me ha gustado mucho tu historia. Emotiva, sensible y muy delicada en la forma de contar. El final me ha parecido precioso y el homenaje a Philip K Dick perfecto. Felicidades y mucha suerte.
ResponderEliminarBuenos días Marta.
EliminarGracias y gracias. Los finales como el de esta película me emocionan, que le vamos a hacer. Y quise por tanto no solo rendir homenaje al autor del libro sino al gran Ridley Scott y a ese actor que encarnó al androide y que nos conmovió, con ese corto monólogo final mientras caía una lluvia interminable con fondo de Vangelis. Me la tengo que volver a ver.
Un fuerte abrazo, compañera de letras.
Un relato de mucha dulzura, con Altair volviéndose a conectar a sus emociones, con la ayuda inesperada de un androide. Es que el amor todo lo puede, incluso en un mundo tan extraño.
ResponderEliminarSuerte en el reto, Francisco. Saludos.
Cuando el amor es sincero y desinteresado, se convierte en el arma más poderosa en manos de los seres sensibles que lo sienten.
EliminarGracias Trujamán
Mi abrazo.
Bello y conmovedor relato que nos lleva a la conclusión ineludible de la que tantas veces queremos escapar. Y que sea un replicante quien renueve la enseñanza y la esperanza, me parece un verdadero acierto. Un abrazo
ResponderEliminarHay lecciones que aprendemos a base de practicar, otras son intuitivas. Ni más ni menos que siendo seres capaces de experimentar emociones estamos capacitados para ayudar al prójimo en su desvalimiento. También hay lecciones que habría que desaprender, como la del rechazo a los que son diferentes a nosotros y que nos pueden dar ejemplo en muchos campos.
EliminarGracias por dejarme tu comentario.
Un fuerte abrazo.
Pase lo que pase, el amor prevalecerá y no importa quién lo sienta y quién sea el amado, un humano o un humanoide. Precisamente, y por pura casualidad, he tratado este asunto en el relato que acabo de escribir y que publicaré hoy mismo. Ahora bien, el tuyo rezuma mucha más ternura y romanticismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
No es porque sea yo mas romántico y tierno Josep: simplemente es porque pienso que la mejor manera de interactuación entre seres inteligentes sean androides o humanos medio robotizados que son capaces de expresar o experimentar sensaciones emocionales es mediante el amor; esa palabra que puede significarlo todo o nada, según el nivel de gratuidad o egoísmo con la que se utilice.
EliminarGracias por tus palabras.
Mi abrazo.
Muy bueno, Francisco. Un relato tierno y emotivo, narrado con la delicadeza y el buen hacer que te caracteriza.
ResponderEliminarSuerte en el concurso.
Un abrazo.
Muchas gtracias Carmen, eres muy amable diciendo lo que me dices.
EliminarTambién a ti te deseo suerte y un buen miércoles. que la semana se haga leve y llegue pronto el finde, para poder dedicar tiempo a lo que más nos gusta.
Abrazo.
Hola Francisco: una historia de amor diferente y con mucha ternura y delicadeza. Un abrazo y suerte.
ResponderEliminarBuenos días Ainhoa. Cada ser que ama, es capaz de descubrir facetas diferentes de hacerlo. Por eso el amor es diferente en situaciones diferentes.
EliminarGrascis por tus palabras.
Un abrazo.
Hola Francisco, has hecho tuya la historia, la película "Blade Runner" y está en cada detalle: título, frase final, la lluvia... Yo he visto la última Blade Runner 2045. Pero esa imagen del replicante bajo las gotas de la lluvia nos lleva al mismo mensaje. Solo que en vez de azotea el protagonista se deja caer sobre las escaleras todo lo largo que es y va sintiendo sobre él lo que podrían ser lágrimas. El humano que hubiera querido ser. Al menos, creyó ser humano por un instante de su corta vida. Ser ese niño que juega, anhelando esa vida que pudo tener y no condicionada por un diseño, un destino determinista, arbitrario y designado desde el exterior. "Todo se perderá en el tiempo como lágrimas de la lluvia". Un trabajo de reflexión, interiorización que has hecho, compañero y así lo has trasmitido. Genial. Un abrazo
ResponderEliminarTienes razón que la pelicula, quitando esa parte de acción persecutoria, tiene un trasfondo que no difiere de lo que es la vida cotidiana de cada ser humano. Sometidos todos a unas normas más o menos restrictivas que coartan la libertad individual, haciendonos esclavos de intereses espúreos de políticas económicas e ideales manidos, utilizados en beneficio de una minoria que intenta convencernos que es el bien colectivo el que está en juego.
EliminarLos replicantes huídos de la colonia de esclavos androides solo quieren descubrir su identidad fuera del cometido para el que fuweron creados; y con ello hacen temblar a la institución que les creó. Aún así hay todo un tratado filosófico detrás de la obra de Philip K Dick que sería interesante abnalizar con detalle.
Deberíamos plantearnos los humanos nuestra manera de manejar nuestra existencia, antes de crear otras inteligencias a nuestra imagen y semejanza. Pueden ser armas de doble filo manejadas por niños inmaduros y egoístas.
Mi abrazo, Emerencia.
Hola, Francisco. Un sentido homenaje a esta obra de Philip K. Dick, muy buen relato en el que el protagonista sufre ante la pérdida y se transforma con el final que protagonizó Roy Batty. Emociones, esperanza, amor, parte de lo que nos hace humanos se filtra en tu historia hacia nuestros corazones. Me ha gustado.
ResponderEliminarSuerte en el Tintero, un abrazo.
Gracias Carles; he ahí uno de los guiños que hice de la película. El nombre de Roy es el d3el replicante de la película. Ahí dejo la posibilidad de que sea el mismo o no. Quizá no murió en esa azotea, se podría tratar de una desconexión preventiva para poder integrar su sistema y poder interactuar con los seres que son capaces todavía de conmover su parte humana. Dejo la duda también. Si Roy ha sido capaz de conectar con Altair por el hecho de tener ella, una parte de cibort.
EliminarTodo podría tener interpretaciones y lecturas variadas, al gusto del lector.
Agradezco tu paso y tus palabras, compañero de letras.
Un abrazo.
Hola Francisco. Un relato lleno de referencias a la película de Blade Runner, el nombre del replicante Roy que muere en la última escena de la película o esas lágrimas en la lluvia de ese monólogo final. Una protagonista robotizada por necesidad, que no solo adquiere el físico de un robot sino su condición emocional, y que no encuentra ya en su pareja humana nada que la atraiga. Necesita de otro robot para volver a entusiasmarse y a humanizarse. Resulta curioso como el replicante Roy convive puerta con puerta con los seres humanos, lo que indica un nivel de simbiosis muy profundo en la sociedad que has ideado. Al final nos quedamos con ese mensaje, lo importante es vivir.
ResponderEliminarEl poder de adaptación es lo que hizo que el ser humano se impusiese por encima de otras especies. Ahora cambian las tornas y el ser humano será sometido por su propia tecnología. Ahora las máquinas están a nuestro servicio, facilitándonos la vida. Dentro de no muchos años se harán imprescindibles para la mayoría de las tareas. y en poco más dominarán al hombre. Esto puede llegar a ocurrir o no, pero va encaminado a ello.Quizás es una teoría de la compiración...
EliminarEn cuanto esas máquinas sepan como se ama, estaremos perdidos.
Un abrazo, Jorge.
Hola Frai. Una conexión entre androide y ser humano muy bien lograda. Me recordaste varias películas que he visto de ficción y la noticia de hace unos días de un joven al que gracias a un chip, ya podía ver los colores... La robótica avanza a pasos de gige. Supongo que llegará un día en que como barras a los humanos logren salvarlos con piezas robóticas... Esperemos que no pase como en la película la rebelión de las máquinas.. En definitiva me gusta tu relato. Un placer leerte. Abrazos y suerte
ResponderEliminarHola Nuria, buenas noches.
EliminarEfectivamente estamoas siendo testigos de unos avances técnicos increíbles. Lo malo es que la ciencia; que es la comprensión de esas técnicas aplicadas no avanzan al mismo ritmo. Te pongo un ejemplo. Cuando se innventó la radio, las personas sábían como y porqué funcionaban, incluso en el colegio me acuerdo de frabricar una. Ahora ¿Quién comprende el funcionamiento de un telefono móvil?
Un coche de los de entonces lo arreglaba cualquier manitas; ahora no hay quien les meta mano a no ser que tengas un oredenador para enchufarles y te diagnostique cuáles son los fallos.
En fin ¿Quién de nosotros será capaz de interpretatr las respuestas de una inteligencia artificial?¿ Quién comprenderá su logica razonada?
Es fácil que nos sobrepasen en poco tiempo. No hay duda. A no ser que nos pongamos implantes, para poder inteeractuar con ellos.
Un abrazo: gracias por tu lectura.Y disculpo a ese móvil que hace lo que le da la gana con las letras.
Disculpa, algunas palabras incompletas, me falla el puñetero móvil 🤦♀️🙏
ResponderEliminarVeo la desolacion del humano (quizas un poco aliviada al final) por no poder ayudar a la mediohumana. Y el humano (el unico que no tiene nombre) ve a la mediohumana consolada por un no humano, que triunfa ante lo que él fracasa. La frustracion infinita.
ResponderEliminarCreo como tu, que la escena final de la pelicula es para verla en bucle, y no sé si la referencia a la pelicula es la ultima frase, antonima de la del film, "tiempo de vivir". Aunque tambien puede ser Roy, el nombre del replicante. El libro no lo he leido, asi que no tengo idea de la referencia, que supongo no aparaecera en la pelicula.
la ternura del ultimo parrafo del tercer bloque es preciosa.
muy buen texto. me he pasado un rato buscando las referencias
abrazo
Esa era la idea. Una máquina o inteligencia artificial interactuando con alguien que por circunstancias ha llegado a ser más máquina que humana; con lo cuál el androíde; nuestro Roy. Que ha sabido adaptarse e integrarse en una sociedad que parece más tolerante con los no humanos. Está más cerca de hacer llegar el mensaje necesario para consolar esa desazón ; ese sinsentido en el que ha entrado la humana- cibort.
EliminarY parecer de esta manera más sensitivo y emocional que racional y metódico.
Y sí, Roy era el guiño a la película junto a la frase final. Ahora falta adivinar cuál era el dedicado al libro.
Un abrazo, compañero.
¡qué buen trabajo, amigo Francisco! Una simbiosis entre androides humanizados, o humanos androidizados (palabreja inventada). Me interesó el relato desde el principio, cuando ella lee en la cama y no responde a los estímulos de su pareja pese a la insistencia y cariño y esfuerzo de él... y el último tramo, donde la ternura se impone. como broche final pese a la tristeza que irradia.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, compañero.
Gracias compañera de armas.
EliminarEl compañero de Altair presiente que está perdiendo a un ser con el que llegó a empatizar y compartir sentimientos. Un accidente; y por el hecho de implantarle protesis inteligentes, esa mujer se vuelve medio máquina. Entonces es cuando entra en escena ese curioso vecino que es capaz de llegar y comprender emociones recién adquiridas por Altair e interpretar sus necesidades.
La ternura; provenga de quién provenga siempre es aceptada como un intento de acercamiento suave y pacífico; con lo cuál es bien recibido.
Correspondo a ese cariñoso abrazo con otro que no lo es menos.
Gracias por ello.
Hola Francisco, llevo ya varios relatos leídos para este concurso de El Tintero y la verdad es que estoy asombrada por la calidad que he visto, ¡va a estar muy difícil la votación!. Tu relato me ha gustado mucho y de entrada yo me sentí identificada con tu protagonista que procura entender la nueva condición de su pareja. Después el relato cobra otra magnitud, cuando Altair conecta con el androide, pues ella, en parte, también es uno. Yo vi la peli de Blade Runner y me fascinó. El libro que inspiró la película debo confesar que no lo he leído. Tu relato está a la altura de ambos sin duda. Me encantó. Suerte en El Tintero.
ResponderEliminarBuenas noches Ana.
EliminarEl nivel del tintero es siempre elevado, dada la calidad de lo que se lee. De hecho, con tener el privilegio de presentar nuestros relatos junto con los del resto del elenco, ya es un triunfo.
Por otro lado tu lectura del relato es correcta. Se trata de esa nueva conexión de Altair con el androide, cuasndo antes la conexión era con un humano como ella misma antes e convertirse en medio cibort; se trata de la puntual transición; ese terreno de nadie que la mantiene confundida hasta que aparece Roy en escena.
Agradezco como siempre tu amable comentario.
Un fuerte abrazo, compañera.
pareciera que el Amor es lo central, no importa si viene de un cerebro humano o si viene de uno de silicio.....
ResponderEliminarlo importante es el sentimiento
Dicen las malas lenguas que la capacidad de sonreir es patrimomio de los hombres y mujeres y es lo que nos humaniza y nos acerca a otro ser humano. No se yo si los androídes serán capaces no solo de imitar la sonrisa sincera, sino poneer el sentimiento en lo que hagan. De momento nos retan con su inteligencia; templaremos cuando lo hagan con las emociones.
EliminarUn abrazo Jose.
Y el amor surgió entre los dos entes cibernéticos... Sin duda que en la vida real son los polos iguales o compatibles los que se atraen. Muy buena propuesta, Francisco. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegra que te parezca una buena propuesta para el reto propuesto. El amor es destacable como colofón y solución a un problema que para la pareja de Altair era incomprensible. Esta vez es un androíde el que nos enseñó una lección.
EliminarUn abrazo.
Hola, excelente relato de esperanza en el que el amor es el aglutinante de una sociedad sin distingos de raza o genero... saludos
ResponderEliminarY que razón tienes Octavio. De vez en cuando leo ese pasaje de Corintios 13 de San Pablo. Y ahí se nos ofrece un despliegue de lo que significa amar de verdad.
EliminarSaludos, compañero.
Muy buenas referencias tanto al libro como a la película, con un final delicado y esperanzador . Estupendo relato, Francisco. Un abrazo.
ResponderEliminarDebo confesar que el libro no lo he leído. Las dos películas están vistas. La primera es la auténtica, la de culto. Y si la película tiene tanto mensaje, no dudo que el libro en el que está basada no tiene que ser malo. Habrá que considerarlo.
EliminarUn abrazo también para ti.
Hola Francisco, un final profundo con un mensaje esperanzador y un regalo para estos días que vivimos. Lágrimas que puedan servir para soltar el dolor, pero también puedan borrar la tristeza. Abrazos virtuales desde Puerto La Cruz Anzoátegui Venezuela
ResponderEliminarBuenas noches Raquel.
EliminarEstamos de acuerdo tú y yo en que las lágrimas sirven para vaciar tu tristeza y también para llorar de alegría.
Las emociones nos llenan, aunque de cara al público las escondamos por temor a que nos dañen.
Agradecido por tus palabras.
Abrazos desde España, compañera de letras.
Hola, Francisco. He visto en este relato la desolación de un hombre que va perdiendo su amor y la esperanza que viene de la mano, paradojas de la vida, de un androide. Un relato hermoso para reflexionar. Hay una idea que planteas casi al final (el amor y la sonrisa) con la que coincido en mi relato como cierre del mismo (yo digo amor y humor). Te lo digo para que no te sientas copiado si acaso me lees. Tu relato me ha impresionado. Un abrazo.
ResponderEliminarCuando no sasbemos cubrir las expectativas de un ser amado, sentimos una frustración profunda. Desolación es una palabra adecuada, como bien apuntas.
EliminarY sí, la inteligencia artificial es la que sabe acercarse a la mujer que siente ese vacio existencial después e su accidente. La vida está llena de paradojas, y el futuro no lo va a ser menos.
Hay ideas que se repiten en varios de los relatos que hemos escrito entre todos. Otro compañero tituló el suyo , por ejemplo, con las mismas palabras con las que yo termino el mio. Como me indicó él mismo: cosas de la telepatia entre hermanos androides que sueñan con las mismas letras.
No has de preocuoarte y naturalmente te leeré, si no lo hice ya.
Mi abrazo, isan.
Hola, Francisco. Un precioso homenaje a la obra. Una cantidad de guiños también a la película en tu relato. Me ha gustado la ambientación y , sobre todo, como logras transmitirnos la desolación del personaje. El mensaje de esperanza y el "Carpe diem" del final redondean el texto. Mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tus halagosas y amables palabras. Me ha gustado lo del "Carpe diem" sobre todo con lo condicionados que estamos los humanos con ciertas cosas, como para impedirnos a nosotros mismos el ser felices. No sabemos vivir los momentos ni sacarles partido.
EliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Hola, Francisco:
ResponderEliminarEnhorabuena sincera por tu relato.
Dejando a un lado su calidad literaria, me he quedado sorprendido al avanzar en su lectura: acababa de corresponder a tu comentario, donde te había escrito que otros muchos compañeros habían tomado también como personaje central a Roy; y me encuentro con tu relato que cierras con la misma frase con la que titulo el mío.
¿Coincidencia? ¿Acaso soñamos con lo mismo? ¿Seremos androides?
Un abrazo, compañero replicante.
Sí, amigo los replicantes soñamos con las mismas cosas, pero yo no seré el que te "replique" por tu título que me sorprendió de tal manera, que pensé por un momento que iba a leer un relato que continuatría mi historia ;)
EliminarEs estupendo que hasta con los ojos abiertos soñemos letras parecidas, historias pareadas con los mismos personajes. El mundo de la imaginación es muy gratificante. Al igual que cuando leemos, cuandio escribimos, vivimos otras muchas vidas.
Recibe mi abrazo, Nino.
Excelente relato Francisco, he visto la película pero no he leído el libro. El amor triunfa entre todos los que tengan sentimientos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Conchi. Estamos a la par; el libro no lo he leído, y es una pena que hasta ahora no lo haya hecho. Esta convocatoria me ha motivado a hacerlo proximamente.
ResponderEliminarTambién estoy de acuerdo contigo en que el amor todo lo puede cuando es amor del bueno.
Mi abrazo.
Hola, Francisco. Nos traes un relato de esperanza en el que un androide que no es humano entiende y consuela a la humana que es parte androide. Muy bien introducidos las referencias al libro y a la película, con ese giro final que nos empuja a vivir.
ResponderEliminarUn buen trabajo, en definitiva. Felicidades.
No se yo Bruno si tener mucha esperanza en lo que los androides inteligentes puedan llegar a ser con respecto a sentimientos y emociones. El ser humano es el creador, y si los creadores los hacen a su imaghen y semejanza creo que volverán a cometer los mismos errores que nosotros.
EliminarPero la esperanza es lo último que se pierde. Ya veremos.
Un abrazo, compañero.
Hola, Francisco. Frente a la pena de una historia de amor que fracasa, surge la esperanza de que los sentimientos, el amor y la sonrisa sobrevivan por encima de la humanidad. Muy buen relato. Un abrazo
ResponderEliminarBuenas tardes Mirna. Después de haber pasado estos días que por tradición han de ser pacíficos, amorosos y entrañables. Te contesto. Creo estar de acuerdo; no solo por lo escrito, que siempre que el amor y la sonrisa sean sinceras lo demás se nos dará por añadidura.
EliminarMi abrazo.
Buenos días, Francisco.
ResponderEliminarMe encanta el mensaje que transmites con tu relato. La verdad es que vemos demasiados peligros en estas nuevas creaciones, pero podría ser que trajeran más amor que odio o guerras. Sería bonito y es una buena esperanza.
Me gustó mucho tu historia. Enhorabuena.
Un Abrazo.
Buenas tardes Jose.
EliminarGracias por tu comentario. Tendremos que crear no solo entes inteligentes sino emocionales. Y eso es dificil.
Nosotros lo somos por genética y ya ves el resultado que damos en ciertas situaciones. Podemos ser lo mejor de lo mejor y lo peor de lo peor. aún con las honrosas escepciones que tampoco llegan a ser perfectas.
Te deseo una buena semana.
Muy bueno. A veces para sentirte en completa soledad no necesitas estar literalmente solo, y eso es lo que sentía tu personaje al ver a su pareja convertida en un ciborg.
ResponderEliminarMuy buen relato. Me gustó la interdiscursividad con la película y el libro, estuvo muy bien lograda
Saludos y suerte en el Tintero.
La soledad es la enfermedad de estas últimas décadas. Sería muy triste; bueno ya lo es en ciertas circunstancias. Que las personas no encuentren con quién compartir la vida. Somos seres sociales y cada vez nos incomunicamos más. será por egoísmo, edonismo... Estamos enfermos.
EliminarPor ello han aumentado en las ciudades las mascotas o animales de compañia.
Un abrazo, Cynthia
Bueno, bueno, parece que estamos ante un fan, fan de 'Blade Runner' o del replicante pseudo-albino. Menudo homenaje que le has hecho. Aunque debo decirte que me olí enseguida el pastel de Roy —sin recordar el nombre del personaje de la peli— y que ahora me doy cuenta de que estaba muy pensado, fallo mío. Es que la peli no me gustó demasiado y menos tras leer el libro. Le has dado un toque humorístico en varios pasajes del texto y constituye una vía hacia la que parece encaminarse la humanidad —que yo también toco en el mío— y que es el transhumanismo y hasta la inmortalidad.
ResponderEliminarBuen relato. Suerte con el reto.
Un abrazo.
Buenas tardes MJ RU1Z.
EliminarTanto como un fan no, pero es cierto que la película posee cierta mística que la hace, al menos por ciertas reflexiones o desarrollos de la trama, un tanto reflexiva.
El caso es, que cuando escribo para los retos que nos plantea el tintero, incursiono un tanto en la obra en cuestión en la que se ha de basar el escrito, y ello me induce a sacarle punta a las situaciones y recrearlas.
Te agradezco tu comentario.
Un placer tenerte como compañera de letras.
Mi abrazo.
Hola. Francisco. El Amor es la llave del Alma y en tu historia esa cerradura no se resiste aunque no todos los personajes sean precisamente humanos. Una evolución del relato de Dick, tu aporte, positivo y esperanzador para un futuro que parece estar ya a las puertas.
ResponderEliminarSaludos y suerte. 🎄🎅🖐️
Será un privilegio que tengo como escritor de mis relatos; que los finales los hago lo más positivos que permite el guión que yo mismo pergueño.
EliminarAunque esos esperanzadores finales si que son ciencia ficción en las realidades cotidianas.
Un abrazo, JM.
Hola Francisco el amor prevalece siempre ,sea quienes sean los que lo sienten y a la vista está en tu relato .
ResponderEliminarUn abrazo y suerte en el concurso
Puri
Gracias Dulcinea. AMOR con mayúsculas. El que es comprensivo, tolerante, no tiene en cuenta ofensas y sabe perdonar.
EliminarOtro abrazo para ti. Feliz semana.
¡Hola Francisco! Genial relato en el que haces metaliteratura al introducir esos guiños sobre el libro al que estás homenajeando. Una lectura cargada de buenas esperanzas y confianza en que todo se arreglara. Androides capaces de emocionarse y sentir. Un saludo y mucha suerte en la convocatoria.
ResponderEliminar¿Te imaginas? La solución para nuestra intensa soledad, para encontrar unos brazos que nos arropen y unos ojos que nos miren con ternura. Sería triste por otro lado, que fuesen máquinas humanizadas las que aportasen esa solucion. En que lugar quedaríamos los "reyes" de la creación.
EliminarUn abrazo grande.
Maravillosa historia, Francisco. Me ha encantado.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Un abrazo.
Gracias Estrella. Por leer mi historia, comprenderla y entender su argumento.
EliminarAbtrazo.