jueves, 23 de abril de 2015

Café y libro


Todos los que estamos relacionados con el mundo de las letras por un motivo u otro, celebramos un cumpleaños más, junto a nuestros amigos los libros. 
Editores y editoriales, autores y escritores, bibliófilos y lectores. Incluso nosotros los blogueros, que somos compendio de alguna de estas cosas, emprenderemos alguna acción representativa para homenajearlos. 
Cada uno lo celebrará a su modo: Unos saldrán a dar una vuelta parando en alguna librería y adquiriendo algún ejemplar de su gusto, otros simplemente leerán, otros visitarán alguna de las ferias que se montan entorno al acontecimiento o asistirán a alguna charla conmemorativa literaria. Incluso los habrá que por las Ramblas barcelonesas paseen con orgullo su libro y su rosa.

Yo personalmente os dejo esta reflexión y después me tomaré un buen café junto a un buen libro.

Os deseo a todos un día lleno de emociones
¡Feliz día del Libro!
y que esta historia no acabe nunca.






Muchos de nosotros somos testigos de primera mano de la cantidad de blogs literarios que relacionan el café con los libros.
Yo me he preguntado muchas veces sobre esa comunión que parece existir entre unos y otros. En apariencia ninguna ¿Verdad? Pero... estas son mis conclusiones. 

El café se comparte con los amigos alargando una comida en sobremesa agradable, con diálogos y conversaciones variadas sobre diferentes temas.

Los libros son amigos incondicionales que comparten sabias palabras escritas y agradables historias. ¿Qué mejor sobremesa pues, que con ellos?

El café debe de ser, intenso, aromático y sabroso como un libro.

Se puede servir de multitud de formas: con leche, cortado, sólo, doble, manchado, con nata, con licor, con azúcar o sin ella, con chocolate. los hay con denominación: Capuchino, Latte, Vienés, Americano, Árabe, Caribeño o Hawaiano, Irlandés Amaretto o Machiato. Un libro también puede presumir de variedad y género.
Los hay densos y ligeros, sabrosos, largos y cortos. Intensos, dulces y amargos. Algunos de ellos tan fuertes que te saltan las lágrimas. unos muy calientes y otros que te dejan frío.


El café de calidad te deja ese retrogusto en el paladar que te permite recordar ese placer después de haberlo terminado. Justo, justo como una buena obra literaria con argumento bien trazado y escrito, la cual traerás una y otra vez a la memoria para disfrutar de aquél deleite que te proporcionó, incluso repetirás releyendo para disfrutarlo de nuevo y sacar nuevas texturas y sabores.

El oscuro liquido contiene ingredientes naturales excitantes, la famosa cafeína que propicia el alejar el sueño y mantenernos despiertos, atentos y concentrados. Lo mismo una buena historia que mantiene nuestros sentidos alertas y nuestra mente excitada, cuantos libros quitan el sueño y cuántos nos han alargado la vigilia si es que nos los hemos llevado a la cama como cumplidos amantes.


Me fijo en las múltiples ventajas que reportan tanto el café como los libros. Son curiosas y reseñables.
A saber:

Café:  Aumenta la memoria.

           Previene la depresión.
           Revoluciona el metabolismo.
           Reduce el riesgo de diabetes.
           Aumenta la resistencia.
           Ayuda contra la enfermedad del Parkinson.
           Impide la gota.
           Es un antioxidante.
           Previene el cáncer.

Libro: Mejora tu memoria.

           Previene el aburrimiento y entretiene.
           Revoluciona las neuronas cerebrales.
           Reduce el riesgo de la ignorancia.
           Aumenta el vocabulario y la concentración.
           Ayuda contra la enfermedad del Alzheimer.
           Impide las malas conversaciones.
           Te desarrolla emocionalmente.
           Reduce el estrés.
           previene el cáncer de la incultura.

Todo son ventajas como veréis, aunque siempre sin excesos, pues el café te puede fastidiar el sistema nervioso y muchos libros te pueden conducir a la locura de Don Quijote, sobre todo los mal escritos, los intrascendentales y los insustanciales... Pero el riesgo es menor en estos casos, y los efectos secundarios menos notables.


por eso queridos lectores estamos de enhorabuena. invitar a una persona querida a un café con tertulia o regalarle un buen libro, es prácticamente una garantía de éxito en nuestras relaciones sociales, sentimentales y amistosas. Por ello:

Son de mi gusto esas librerías que te permiten degustar un café, mientras saboreas un buen libro, es un acierto que atrae a clientes y los hace fieles amigos, contertulios y unas muy felices personas.

En la próxima cita pediré: café con libro.





Derechos reservados de autor. Francisco Moroz

¡Menudo día para los libros!

           


                                Día del libro, 23 de abril




Todos nos hemos preguntado alguna vez como empezó 

todo, me refiero a la celebración y la elección del día 

para tal evento



¡Pues bien! aquí os lo aclaro un poquito:

El Origen del día del libro se remonta a 1926. El 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes y Shakespeare. También en un 23 de abril nacieron – o murieron – otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural.
La idea original de la celebración del Día del Libro partió de Cataluña, del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés, proponiéndola a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona en 1923 y aprobada por el rey Alfonso XIII de España en 1926. El 7 de Octubre de 1926 fue el primer Día del Libro, poco después, en 1930, se instaura definitivamente la fecha del 23 de abril como Día del Libro, donde este día coincide con Sant Jordi ( San Jorge) patrón de Alemania, Aragón, Bulgaria, Cataluña, Etiopía, Georgia, Grecia, Inglaterra, Líbano, Lituania, Países Bajos, Portugal, Eslovenia y México, y es tradicional que los enamorados y personas queridas se intercambien una rosa y un libro.

Fuente: 23 de abril día del libro

domingo, 19 de abril de 2015

Y las montañas hablaron


Y las montañas hablaron


De. Khaled Hosseini  










"Más allá de cualquier idea de buenas o malas obras se extiende un campo. Nos encontraremos allí."

                          (Jalaluddin Rumi)



Llegué a este autor y título por recomendación familiar de fiar, y ha llegado a ser todo un descubrimiento. El único error cometido quizá haya sido no empezar con los dos primeros libros de "Khaled Hosseini":- Cometas en el cielo- y - mil soles esplendidos-, que según opinión de diferentes foros al igual que en críticas literarias los consideran mejores que este que os presento hoy.


Pero "a lo hecho pecho" que dicen los sabios del lugar, es más no me arrepiento, eso sí, hago el propósito de leer los otros dos en cuanto pueda, para comparar. No obstante este me pareció francamente bueno.


Las gentes de Afganistán son las protagonistas absolutas de esta novela de historias entrelazadas en un denso tapiz de emociones y sentimientos.

Varias generaciones de un clan familiar pasaran ante nuestros ojos con su variedad cromática personal. Sus deseos y anhelos, los recuerdos vivenciales enmarcados por los últimos 58 años de la historia de este país convulsionado por la guerra y los extremismos religioso-políticos. Por la pobreza, la violencia, el miedo.



Todo empieza en 1952, la noche antes de que un humilde campesino emprenda un viaje desde su mísera aldea a la ciudad de Kabul en compañía de sus dos hijos huérfanos de madre.

"Sabur" es el padre que esa misma noche les relata un triste cuento a los pequeños: la historia de "Baba Ayud" los que escuchan son "Abdulá" de diez años que es el cuidador de su hermanita "Pari" que será cedida a un matrimonio adinerado que no puede tener hijos. Naturalmente los niños permanecen ajenos a esta circunstancia que los apartará a uno del otro cambiando sus vidas y convirtiéndolas en anhelo de búsqueda y de reencuentro.

" Nada bueno es gratis, ni siquiera el amor. Uno paga por todo, y si eres pobre tu moneda es el sufrimiento."


Se puede decir que desde este momento asistimos a un cambio   continuo de historias como en forma de ondas concéntricas que nos mostrarán a diversos personajes muy humanos, con sus respectivas circunstancias vitales que los hará comprensibles en sus actitudes y actuaciones con respecto a sus semejantes; un crisol de emociones dentro de un entorno dramático.


El ritmo y los tiempos narrativos están tratados con suma maestría, de otra forma los cambios temporales, de personajes y de relatos ocasionaría nuestra perdida inevitable entre tanto cruce de historias eso sí, todas relacionadas con los miembros de una misma familia que a su vez interactuan con terceros, provocando algo así como un "Efecto mariposa" que a lo largo del tiempo producen tanto situaciones como resultados inesperados.


El relato es un itinerario continuo de añoranzas y recuerdos. De irremediables pérdidas, de nobles anhelos. Secuencias de relatos, cuentos y vivencias que nos llevarán al encuentro y al conocimiento de unos personajes bien descritos y desarrollados, a los que el tiempo y las vicisitudes van forjando como supervivientes en un país cuya tragedia aún no ha terminado.




"Parwana" la madrastra, "Masuma" su hermana, "Markos" cirujano voluntario en Afganistán, "Amra Ademovic" una enfermera con vocación, "Nila" y "Suleimán Wahdati" los padres adoptivos de "Pari". "Timur" y "Nahil" dos hermanos cada cual más diferente en sus principios."Adel" y "Gholam" dos amigos con status antagónico pero unidos por la pureza de la niñez.


Viajaremos de la mano de muchos de ellos. Desde la pequeña aldea llamada Shadbagh donde comienza nuestro viaje, pasando por Kabul. Iremos transitando por Grecia, París y hasta visitaremos San Francisco. Todo a lo largo de 50 años en los que seremos testigos privilegiados del proceso de un país muy castigado no sólo por las inclemencias climáticas, si no también por los extremismos religiosos y fanáticos de los yihadistas y los señores de la guerra. Sabremos que el mundo estás lleno de gentes no muy diferentes a nosotros, que luchan por encontrar su lugar en el mundo y la porción de felicidad que les es arrebatada.


Para mi gusto personal "Nabi" 
se convierte en el protagonista primordial de este libro pues, aunque todos los que aparecen aportan al argumento elementos suficientes para hacerlo creíble; este en concreto y a través de una carta es capaz de trasmitirnos emociones de tal forma, que sentimos empatía absoluta por su persona. Se convierte así mismo

involuntariamente en un narrador de parte de la historia que concierne a uno de los miembros principales de la familia, a la que seguiremos la pista hasta el final de la novela.



" Es importante conocer tus raíces. saber dónde empezaste el camino como persona. Si no lo sabes, tu vida se vuelve un poco irreal."


En definitiva el autor basa su novela en un hecho que en su momento era práctica extendida: la de que los Pastunes, labradores miserables que habitaban tierras estériles, tuvieran que ceder o vender a alguno de sus hijos para poder sobrevivir y a su vez darles a estos una oportunidad de salir adelante.


Un relato que por lo tanto no va a resultarnos superficial ni vacuo; más bien lo encontraremos preñado con una carga de emociones muy sentidas donde el amor, el miedo, la soledad, la amistad no nos serán ajenos aunque lo experimenten gentes con otra cultura y otras creencias que por otro lado, nos parecen tan lejanas y diferentes.


" Si la cultura es una casa, la lengua es la llave de la puerta principal, la que te permite acceder a todas las habitaciones."


Este libro dicen que decepciona al que leyó los dos primeros. Terminada la sinopsis de este, creo haber acertado al haber empezado con él. 

Me ha gustado por lo que me ha hecho sentir. Con lo cual los otros dos los considero un valor seguro en mis próximas lecturas.

Así mismo he encontrado muchas citas y frases para meditar y reflexionar; la cultura oriental es fecunda en sabias palabras.


"Es de mal gusto pegar tus buenas obras en un tablón de anuncios. Lo correcto es hacerlas sin armar revuelo, con dignidad. la generosidad es algo más que firmar cheques en público."


Mi padre decía que todas las buenas cosas de la vida son frágiles y se quiebran con facilidad."




Creo con sinceridad que su lectura os merecerá la pena     



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