martes, 5 de mayo de 2015

El último pensamiento


Relato presentado a: "Fraseletreando"




Mi existencia había trascurrido muy rápido desde que empecé a escuchar esas voces en el interior de mi cabeza y a sentirlas en mi corazón.
Cuando estaba recién convertida en mujer, todos mis proyectos, ilusiones, e inquietudes, tomaron un rumbo inesperado. Nada de lo que acontecía era lo previsto por una simple y desconocida campesina de una pequeña aldea francesa; en un mundo y en un siglo donde nosotras las féminas eramos menos que nada, por no decir que: simples instrumentos de los hombres.


Todo se precipitó de golpe: las decisiones que tuve que tomar en un breve intervalo de tiempo, los conflictos internos conmigo misma y la lucha contra los adversarios. Tuve que abandonar a mi familia y servir a un rey que después me traicionó. Pasé de ser una pequeña desconocida a llegar a convertirme en lo que soy ahora. Probablemente sin merecerlo ni quererlo. 

Pienso en estos momentos. Llegado mi final de manera no deseada. Que mi vida, al contrario que otras, no carecerá de sentido.
Defendí unos ideales al igual que mi concepto de dignidad como persona. Demostré la fortaleza y el coraje que solo una mujer puede abanderar. La fuerza de mi corazón y mi fe me ayudaron a ello y mantuve mi honor a salvo. Sin mácula mis principios.

Sigo siendo tan solo una muchacha. Pero una mujer poderosa que dirigió en la batalla a ejércitos. Me convertí en emblema de una nación que revindicaba y guerreaba por su libertad...


Pero llegó la infame ingratitud, como llega siempre tras la envidia de los poderosos. Y fui juzgada y condenada falsamente como hereje. Los mismos que me ensalzaron, me humillaron y me dieron la espalda entregándome al enemigo.

Ahora me hallo en la plaza de Ruan, en lo alto de una pira donde moriré abrasada, pero presiento que mi historia no acabará aquí y trascenderá a lo largo de los siglos venideros.

Si mi destino no fuera este, hubiera sido una más en el olvido. Polvo con el polvo.
De esta forma seré ceniza y rescoldo, y este, encenderá otras hogueras en torno a las que otras generaciones me recordarán como: La Doncella de Orleans.
Solo por ello merecerá la pena morir de esta manera ignominiosa pues: 

Es mejor quemarse que apagarse lentamente en una existencia gris, estéril y vacía.


#fraseletreando  


Derechos de autor: Francisco Moroz

lunes, 4 de mayo de 2015

Premio FT




¡A mi es que estas entradas me encanta hacerlas! 
Me refiero a la de los agradecimientos por la concesión de estos premios, sencillamente por recordar que son los amigos que hay detrás los que se acuerdan de mí y de este rincón de
"libros abrazadores" y ahora también de relatos, poesía y reflexión.

Todo se engrandece con el tiempo, y resulta que este mes ya serán dos años los que cumpliré junto a este blog que también lo es vuestro.


Desde la plantilla base hasta las fotos, han ido cambiado. El formato, los contenidos las historias y la maquetación, pero ¡No todo! Los seguidores que empezaron conmigo ahí siguen y los que se fueron añadiendo al grupo de "Gente Maravillosa" han ido aportando valor y realce a este espacio literario al que, entre todos habéis ido colocando en su espacio blogosférico particular.


Por tanto y por quién lo recibo: Juan Carlos del blog:

Universo Mágico y por el momento en el que lo hago: a puntito de celebración del segundo aniversario. Pues lo recibo como regalo más que como premio, y quedo muy agradecido como bien nacido que soy.

Se trata del premio FT que no tengo ni idea quién lo inventó, quién lo diseño ni con que fin, ni con qué motivo se otorga. 

¡Y mira que he indagado por la red ! 

Tampoco encuentro por ningún lado las condiciones para recibirlo ni para concederlo... Haber si esto de los premios se está convirtiendo en una tradición sin "ton ni son" y en puro vicio.(Broma)


La carátula que encontré tampoco es de calidad suficiente como para colgarla en un blog y que luzca adecuadamente, con lo cual improviso sobre la marcha, y a no ser que me corrija alguien, haré de mi capa un sayo y tiro "pá alante" como Don Quijote contra los molinos. Y que me aspen si me equivoco.

Lo único que encuentro referente a esas menciones tiene que ver con la música y nuevas voces. No creo que yo tenga nada que ver con ello, salvo que alguien me haya escuchado en la ducha ¡Espero que no! ¡Dios nos libre!


Por eso improviso y rebautizo FT como: Fotografía y Texto y remozo el logo y le doy calidad para que los elegidos presuman... Si alguien tiene los derechos de autor que me lo haga saber y vamos a medias ( Es broma también ).


Y pongo como única condición que cada cual nombre a los 10 blogs amigos que más le gusten, interesen, enamoren. A los más fieles a los más solidarios, hermosos, trabajados, elaborados y aquí poner más cosas. ¡que por mi, Vale!


Yo concedo este premio a los  primeros diez comentaristas de las entradas que hice tan malamente y dejando mucho que desear. Todos ellos con blogs propios, pues antes comentaron otros sin ellos, con lo cual me es imposible concedérselo, pero son igualmente recordados y queridos. Unos siguen entrando, otros para mi desdicha no.


Espero que todos los que sois ahora queráis acompañarme como al protagonista de esa película de amistad: ¡Hasta el infinito y mucho más allá! y, si es pasando por el universo mágico de Juan Carlos, pues miel sobre hojuelas.

Os doy las gracias y os nombro por orden de aparición:

Las eternas palabras

Liberty café

Desde mi ventanilla

Donde habitan los libros

Carmen y amigos

De tinta en vena

El pájaro verde

Todos mis libros

Lo que leo lo cuento

Leyendo es gerundio


                                 Enhorabuena a todos.

sábado, 2 de mayo de 2015

Miedo a la oscuridad





Desde pequeña era verdadero terror lo que sentía cuando mi madre, me cubría con el cobertor y después de besarme y desearme las buenas noches apagaba la luz. Todo mi cuarto quedaba sumido en la tiniebla más absoluta y atroz y yo creía morir.

Mis ojos veían seres agazapados en las esquinas y me imaginaba criaturas acechantes debajo de la cama y metidas en el armario. Asesinos esperando el momento idóneo para atacarme e infligirme sufrimientos inusitados antes de acabar con mi vida.


Todo ese pavor y desasosiego se acababa cuando alertada por mi llanto o mis gritos, mi madre acudía a mi para consolarme y disipar mis miedos, haciéndome ver que todo eran sueños e imaginaciones mías. Rodeándome con su abrazo y propiciando mi sueño tranquilo.


Esta noche no iba a ser una excepción. Estaba desesperada desde que había oído ese, casi inapreciable sonido que podía haber sido originado por cualquier cosa: el aire en la ventana, un animalillo nocturno, el crujir de una viga, o la dilatación de la estructura de la casa, una tubería...¡Cualquier cosa!¡Ese era el problema! que podía ser cualquier cosa; y yo estaba temblorosa a la expectativa, con mi oído atento cual radar de la NASA para detectar alguna consecución o repetición de ese ruido percibido.


Lo volví a escuchar, quedo, como contenido, para no alertarme, pero eso me creó todavía más ansiedad y sudores fríos. 

¡Dios mio! hoy podía ser la noche definitiva en la que mis terrores nocturnos fueran verosímiles y yo tuviera razón. Alguien me acechaba hacía años y ¡hoy, justo hoy! ese alguien quizá consiguiera su propósito de perpetrar su aberrante delito sobre mi persona.

Me encogí debajo del edredón que imaginaba blindado y resistente ante cualquier agresión exterior; falso presupuesto naturalmente, pero consolador.

Ese sonido se repitió pero de manera diferente, un crujido en la tarima de madera del suelo, como pasos disimulados y cautelosos que parecían provenir del largo pasillo. 

Sudaba, tiritaba a la vez a causa de un frío interno que me recordaba a pasadas gripes y temidos exámenes de fin de curso. 

¡Si! Eran pasos lo que percibía ¡Seguro que lo eran! y cada vez más cercanos. En mi cabeza ya oía gritar a la pequeña niña, conformando las dos únicas sílabas que me daban cierto alivio y me salvaban de la sensación de desamparo: ¡Mamá!

¡Justo entonces! oí el esperado sonido chirriante de la puerta mal aceitada de mi habitación, abriéndose despacio, creando esa tensión de película de mansiones habitadas por espíritus y casas fantasmales. Cubículos donde los secuestradores encerraban a sus víctimas; poniéndole para más I.N.R.I, la música de la escena más conocida de Psicosis.


Los pasos mullidos de animal cazador se acercaban a mi cama, como el de los lobos ante las presas acorraladas; mi sangre estaba a punto de verterse, estaba a unos segundos de dejar de existir. Noté su aliento en mi cara cuando se apoyó en el colchón de la cama y oí sus palabras antes de poner fin a mi vida...


Iba a gritar, era lo último y lo único que podía hacer para crear un paréntesis, una reflexión antes de mi inminente final.


...Escuché sus palabras balbucientes, casi susurradas muy cerca de mi oreja: ¡Mamá, tengo miedo!¿Me puedo acostar contigo?

Entonces se hizo la luz en mi confundido cerebro y recordé que trascurridos algunos años, ahora la madre era yo, y mi niña acudía a mí, como yo recurría en el pasado a mi Mamá, cuando el miedo me paralizaba y necesitaba su seguridad. 

Y es que todos necesitamos una madre que nos proteja siempre, de nuestros días más oscuros.


Dedicado con mi más rendida admiración a mi madre y a todas las buenas madres, en los que su día, debería ser eterno como su inacabable Amor.




  Derechos de autor: Francisco Moroz

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