Casi
se me olvida que te amo
por
culpa de este ritmo que arrastramos,
a
causa del ruido que amontona,
nuestras voces que se pierden en tumulto.
Culpables las rutinas repetidas,
las ciento de consignas infringidas,
también el arrebato perentorio,
la falta de tiempo y nuestras prisas.
Y es cierto que me emociono,
si
te veo enamorada,
llenando
mis sentidos de deseos,
pretendiendo
atraparme cada día.
Son tus lazos de romántica alegría,
entretejes
el amor como hilandera.
Y con
arte y pasión de curandera
desinfectas las heridas de mis miedos.
los
que tengo al no saber corresponderte,
y al
no poder compensar tu dulce esmero.
Miedo a ser poco de lo mucho que mereces,
y no merecer lo que me das con tanto celo.
Y
sabes bien que la entrega es el anhelo
completar
junto a ti nuestro proyecto,
que
una vida no me basta para amarte ,
cuando
encima se me escurre entre los dedos.
Te
prometo no cansarme de mirarte,
conquistarte
con detalles y requiebros,
estar
junto al calor de tu regazo,
y pegarme con mis labios a tus besos.
Y
quererte cada día,
como si fuera el final de nuestra historia,
como si no hubiera lugar para otro encuentro,
en este frágil mundo que habitamos.
Casi
se me olvida que te amo,
a
causa de esta vida que lastima
y
pienso y me pregunto ¿Qué pretendo?.
Estúpido
de mi, si no te guardo.
No quiero arrepentirme de perderte,
lo mejor que me ha ocurrido está en mis manos,
y por eso te lo digo con mis letras,
más tarde esto lo haré con mis abrazos.
Derechos de autor: Francisco Moroz