La
casa ha comenzado a llenarse de hormigas desde que el inquilino desapareció.
Me
alertó el que dejará de ingresar el alquiler en mi cuenta corriente.
Ha
dejado atrás perchas con ropa usada, productos de limpieza e higiene personal,
un par de zapatillas bajo la cama y una maleta vacía.
Le prohibí
hacer reformas y aún así, veo restos de argamasa y ladrillo en una de las
habitaciones. Justo donde va a parar, la interminable hilera de himenópteros
que campan por sus respetos saliendo por el balcón con lo que parecen ser ¿Trocitos
de carne?
¡Me
va a oír este individuo cuando me lo eche a la cara!
Derechos de autor: Francisco Moroz
Ay, Franciscoooo!!! Qué negro te estás volviendo aunque esta vez me había imaginado el final. Creo que yo ya soy muy negra.
ResponderEliminarMe ha encantado porque tiene de todo: humor, intriga, estructura... Muy bueno.
Un beso.
Bueno se lo que te gusta el género y me dije: ¿Porqué no escribir algo que le guste a Rosa?
Eliminar¡En fin no fue así! pero me alegra que haya sido de tu gusto, eso siempre me complace.
Besos
Excelente. Completito, como dice Rosa.
ResponderEliminarBeba te quedo muy agradecido por venir el comentario de quien viene.
EliminarTodo un lujo profesora.
Un abrazo.
Wow, Javier, fantástico. Es redondo, perfecto. Caray, amigo, cada vez disfruto más leyéndote.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Me alegra mucho Juan Carlos. Me sube el color carmesí cuando decís esas cosas, no por la timidez sino por ese ego escabroso y mal-medido que se agazapa dentro de uno.
EliminarUn abrazo.
Francisco muy bueno. Un abrazo. TERE.
ResponderEliminarGracias Teresa, se bienvenida después de tus vacaciones. Tiempo sin verte en el que se te echaba de menos.
EliminarOtro abrazo para ti
Vaya inquilino maleducado. Morirse y dejarlo todo lleno de bichos. ¡Qué desconsiderado!
ResponderEliminarEstupendo micro.
Besos.
No sabemos si se murió o lo "Murieron" de manera premeditada Je,je. El caso es, que el muerto se lleva siempre las culpas de todo. Creo que la casera se llevará un buen susto cuando siga el rastro de esas hormiguitas.
EliminarUn beso amiga.
Ayyyyy que horror Francisco tal y como dice Rosa, muy muy negro, hormigas, carne, ohhh pobre inquilino.
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana
Un poco gore imaginarlo sí. pero no me digas que da cierto morbo el ir descubriendo el trajín de las laboriosas obreras acarreando carne para la despensa.
EliminarUn beso.
Vaya, menudo inquiino, que morro que tiene. Jejeje. Muy bueno. Volvemos a las 100.
ResponderEliminarUn besillo.
Aunque no llegué a presentarlo no pude resistirme a escribirlo utilizando ese comienzo. Si es que no haya nada como el que te tienten con propuestas.
EliminarNos vemos en las cien palabras.
Un beso.
Ese individuo, o lo que quede de él, será totalmente insolvente para hacer frente a cualquier tipo de reparación económica, jajaja
ResponderEliminarDel mismo modo que por el humo se sabe dónde está el fuego, por las hormigas hallarás los restos de tu inquilino.
Un abrazo.
Eso pienso yo, que la casera se va a llevar tres cosas: Un susto, una decepción y un impago por los daños ocasionados a saber tú por quién.
EliminarUn abrazo y gracias como siempre por dejar tu comentario Josep.
Ohhh, no sé si compadecerme del propietario o de las hormigas.
ResponderEliminar¡Qué rico manjar! jeje
Muy bueno, buenísimo.
Un besazo.
O de la casera, que se va a quedar sin cobrar esos daños y perjuicios ocasionados. El inquilino es el que se lleva la peor parte. La mejor la que se llevan las hormigas(Las mejores partes del inquilino) Y el que se va de rositas es el presunto asesino que ha dejado todo patas arriba y un cadáver emparedado.
EliminarBesos Irene.
Pues muchas gracias compañero Julio.
ResponderEliminarSaludos y saludes también para vos.