Sin poder superar su muerte lloraba desconsoladamente.
Lo que más le fastidiaba era lo tonto del accidente. Toda una contrariedad por culpa de un descuido absurdo. Justo cuando empezaba a ser feliz junto a ella, de haberse prometido momentos de placer sin límites.
Lo cierto era, que no se trataba de una muerte en sí misma. Más bien de un reventón inusitado a causa de su fogosidad. Y las lágrimas no eran por ella, ni por lo que significaba; más bien por el dinero invertido en ese artículo de importación, tan erótico y sensual, que le había costado un ojo de la cara y le había durado tan poco.
Ja ja, ja. A estos juguetes sexuales hay que seguirles la trazabilidad. Sería made in China.
ResponderEliminarEstos chinos cada vez fabrican productos de mayor calidad. esta sería made in India.
Eliminarsaludos
Pensaba en una consola o una tableta, pero la pérdida accidental de una muñeca hinchable es un drama doméstico sin parangón. ¿En qué contenedor tendrá que echarla?, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vete tu a saber donde hay que tirarla. Nueva en residuos plásticos. Muy usada quizá habría que depositarla en la de residuos orgánicos.
EliminarUn abrazo.
Bueno, quizás tu prota, después de la experiencia vivida, aprenda que hay que tratar a las féminas (aunque sean de goma y pensadas para un único fin) con delicadeza.
ResponderEliminarUn beso.
Los hay brutos de nacimiento, y esos no aprenden a tratar a nadie con respeto. Todos los seres humanos lo merecen, hombres y mujeres. Y "animales" de bellota los hay de ambos géneros.
EliminarUn beso.
Ja, ja. Pues yo aún no sé si se trata de una muñeca hinchable o de una moto.
ResponderEliminarUn beso.
En este caso una moto da otro tipo de satisfacciones más emocionales que físicas. Y para reventar una máquina has de darle mucha caña.
EliminarY normalmente son made y Japan.
Besos
Me dejaste pensando!!!!!
ResponderEliminarEspero que en clave de humor y en positivo.
EliminarUn saludo.