Unos buñuelos de viento son unas bolas de masa elaborada con harina de trigo, manteca y huevos, que se fríen en aceite caliente.
A mi abuela le salían de maravilla. Me enseñó a prepararlos cuando era pequeña. Yo siempre trasteando en la cocina con los ingredientes, mientras me indicaba con detalle los pasos a seguir para confeccionarlos.
El primer día que me
dejó hacerlos a mi sola, fue también el último que los hice. Y es que me falta paciencia; principal condición para elaborarlos.
Recuerdo con detalle el momento en el empecé a aborrecer todo lo relacionado con la cocina. Fue justo en el que metí las manos en el aceite hirviendo para ver si los buñuelos estaban en su punto.
De los muchos requerimientos para cocinar destacaría la de ser meticuloso y prudente. Si no se respetan esas dos reglas puede suceder cualquier desaguisado. Esa cocinera novata aprendió la lección de una forma muy expeditiva, para desgracia suya, je, je.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola, Francisco! Sin duda, se olvidó de lo más esencial: la cocina es un arte, pero no exento de peligros. Un estupendo micro en el que de alguna forma contrastas el saber tradicional, basado en la paciencia y el buen tino, con la forma de ser actual, que parece quererlo todo y quererlo ya. Un abrazo y, creo que ya se puede, ¡Feliz Navidad!
ResponderEliminarAy, por dios, he hecho buñuelos a menudo por Todos los Santos y solo pensar en meter la mano en el aceite me salen ampollas. Un relato genial y esta vez no tenía ni idea de por dónde ibas a salir, pero estaba claro que por algún sitio sorprendente.
ResponderEliminarUn beso.
Es una ocurrencia que no se debe hacer en la cocina, si en la literatura que para ese se puede inventar. Un abrazo.
ResponderEliminarErrores de principiantes que nos marcan de por vida, como caerse de la bicicleta al primer y único intento...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Comprensible el aborrecimiento, pero errar es de humanos.
ResponderEliminarUn saludo y feliz Navidad.
Es que a quien se le ocurre madre mía, no me extraña
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, pues bueno el primer error es el último en esos escenarios , saludos cordiales Francisco
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