miércoles, 15 de marzo de 2017

Un libro titulado: Resiliencia





El libro que he elegido para aliviar la espera en el hospital se titula: “Resiliencia. El arte de superar un trauma”. No es la temática científica que más me gusta, pero no tengo más remedio que prepararme para lo peor de lo que preveo, tiene todos los visos de ocurrir en breve.

Mi cliente va a morir dada la gravedad de sus lesiones, y yo preparo mi estado anímico para el fatal desenlace.

En su día levanté con mucho sacrificio un pequeño negocio que iba viento en popa y que me daba lo necesario para llevar una vida holgada. Pero la crisis se lo llevó todo al garete, por causa de las reformas económicas, ajustes, recortes, impuestos, y demás zarandajas. Que por obra y gracia de los prebostes políticos de turno, y sus grandes y entusiastas ideas pergeñadas a golpe de tarjetas black, en clubes de alterne y restaurantes de lujo; me habían dejado en la ruina a mí, y a las familias de aquellos operarios que tenía contratados.

Lo perdí todo menos la dignidad, y como la justicia no trabaja al mismo ritmo para todos ni con los mismos resultados; decidí buscarme la vida de nuevo.

El drama se empezó a fraguar por entonces, cuando con esfuerzo y tesón conseguí superar las pruebas de acceso a la plaza de chófer de servicios preferentes.
Cuando me proponía algo lo lograba. También conseguí salir indemne del aparatoso accidente de coche del que sin embargo mi usuario resultó gravemente herido.

Las autoridades investigaron el suceso, dada la importancia del cargo que ocupaba en el ministerio de hacienda mi susodicho pasajero, y me exculparon de toda responsabilidad. Al vehículo le habían fallado los frenos, el airbag y el cinturón trasero. 
Un cúmulo fatal de coincidencias.

Y ahora estoy aquí, sentado en una de las sillas de plástico del hospital, esperando los resultados de la operación con cara de aparente preocupación, leyendo este libro; empapándome de conocimientos sobre cómo superar una pérdida irremediable.


El saber nunca ocupó lugar. Por eso también estudié mecánica y sistemas de seguridad del automóvil, y algo de psicología para que no detecten la gran mentira.




Derechos de autor: Francisco Moroz

lunes, 13 de marzo de 2017

Verde verdad




“El malvado Luthor había puesto kriptonita en la bodega”.

Por eso los vinos estaban envenenados y el sospechoso había tenido que romper las botellas, y reventar a hachazos las barricas con la intención de salvaguardar la vida de su admirado Súperman.

Esta es la declaración del vándalo friki al que hemos detenido destrozando los vinos de autor, y los gran reserva que el conde Luthor tenía en los sótanos de su mansión.

Esto de ser policía te depara sorpresas inusitadas y te pone en contacto con dementes de este tipo. Lo que no comprendo es la procedencia de esa fluorescencia espectral de color verde que emana de las paredes.



Derechos de autor: Francisco Moroz


LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...