Esta carta de amor lleva escrita desde ayer para que la recibas hoy. Te la entregará Perpetua, que es de mi total confianza y sabrá guardar nuestro secreto eternamente.
Quiero que sepas que te amo como siempre pero más que nunca y te lo digo ya, y de esta manera, pues mañana podría ser tarde para hacerlo y luego no quisiera tener que arrepentirme.
Apenas nos conocemos, nuestra relación es muy reciente, pero los sentimientos son tan volubles que enseguida y prontamente se olvidan. Declaramos un amor incondicional para después olvidarnos de esa pasión desenfrenada que motivó un cúmulo de promesas que jamás se cumplirán.
Próximamente me pasaré por el módulo donde se encuentra tu habitación, pues tengo un pálpito que no me deja vivir de pura intranquilidad y ahora que puedo quisiera comprobar en persona si esta atracción que siento por ti es correspondida. Pues anteriormente ya tuve algún fracaso amoroso y no me gustaría cometer los mismos errores que los provocaron.
Todavía no hemos tenido ocasión de interactuar, pero es cuestión de tiempo que el fervor fluya entre nosotros.
Mi obsesión es el tiempo, pues siempre nos faltará para amarnos lo suficiente. Es un bien escaso que se nos escurre entre los dedos. Que nunca se gana ni se recupera.
Si lees esta epístola con atención, advertirás los
adverbios desparramados a lo largo del texto, que indican esa pequeña fijación
que tengo con Chronos.
Perennemente tuyo si el tiempo que nos queda lo permite y nos acompaña.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Espero que se conozcan y que, por qué no, puedan ir juntos a la discoteca El Desguace. La edad es solo una cifra.
ResponderEliminarLa edad como el tiempo, es solo un concepto que tenemos los humanos para medir nuestro paso por la vida.
EliminarMi abrazo.
El tiempo siempre es un bien escaso, pero a ciertas edades lo es más aún y veo que tus personajes están ya en es en ese momento en que cada segundo cuenta... y descuenta. Bonito relato, aunque el narrador, para no haber interactuado con la (o el) destinataria de la carta, está muy lanzado.
ResponderEliminarUn beso.
Cuando entramos en la fase de descuento del tiempo que nos ha sido asignado, mucha prisa es poca para intentar apurar las oportunidades que aún nos puedan quedar para disfrutar de una vida finita.
EliminarPor eso el protagonista se lanza a una nueva relación amorosa a "tumba abierta"
Besos, Rosa.
El tiempo se esfuma en nuestras manos. Espero que el tiempo esté del lado del protagonista. Un abrazo
ResponderEliminarAún puede ser tiempo de vino y rosas para nuestro amigo anciano, si es que ella le corresponde.
EliminarOtro abrazo para ti, Nuria.
Efectivamente, al darle una segunda leída a tu relato me he dado cuenta la de adverbios de tiempo que contiene, contantemente durante todo el relato! Je, je! Incluso el nombre propio de uno de los personajes, "Perpetua", también sugiere el paso de tiempo! Je, je! Muy bueno! Un abrazote Francisco!
ResponderEliminar¡Si señora! Captaste la esencia del relato. Dejé pistas al respecto para que al lector le fuese más fácil descubrir esos pequeños guiños que sembré en la pequeña historia de amor en el ocaso.
EliminarEres buena lectora Marifelita.
Un abrazo.
Estupendo, Francisco. Un micro lleno de guiños al paso del tiempo y un personaje que quiere vivir con toda la intensidad posible su presente. Muy buena historia.
ResponderEliminarCon intensidad es como se ha de vivir, precisamente para aprovechar el corto tiempo de nuestro paso por el mundo. Gracias por haber dedicado un poco del tuyo a leerme.
EliminarBesos
Hola, Javier.
ResponderEliminarEl amor en el lugar donde el tiempo se acorta rápidamente y, aún así, transpira tierno, dulce y duradero. De esos bonitos que cuando los ves no puedes más que sonreír de lo que te conmueven.
Un beso.
Dichosos los ojos que te leen. Nos hemos de poner las pilas ambos, para ponernos al día despues de tantos tiempos de ausencia.
EliminarEl amor para toda la vida es una especie en extinción, por mi lado tengo suerte de disfrutarlo, y lo haré mientras dure.
Besos, guapa.
Ay, el tiempo. Querríamos apresarlo. Enlatar momentos. Que pena cuando vemos que nuestros seres queridos se acercan a su meta. Una suerte morir enamorado.
ResponderEliminarNosotros mismos nos vamos acercando a esa meta irremisiblemente, pero si la vida es plena, el tiempo habrá sido bien aprovechado. Lo más importante es acabar tus días habiendo amado y habiendo sido amado ¿No te parece?
EliminarAbrazo.
Muy buen micro, el nuevo amor con el tiempo escaso que quizá les queda o que quizá sea mucho, quién puede saberlo, el tiempo es caprichoso, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
El amor es eterno aunque nosotros no tengamos tiempo para demostrarlo. Y me refiero al AMOR con mayúsculas.
EliminarLos hay terriblemente enamoradizos de la vida, a los que el tiempo les supone tan solo, un pequeño limite a sus anhelos.
Un abrazo.
que triste.... uno siempre esta buscando el amor, y seguiras intentandolo, una y otra vez.... hasta que por fin se cumpla, hasta que la muerte los separe.
ResponderEliminarPero cuando encuentras ese amor hay que cuidarlo, pues será único e irrepetible. Seremos afortunados de gozarlo hasta el fin de nuestro tiempo.
EliminarAbrazo.
Hola, Francisco, como dicen, hay tiempo para todo, hasta para enamorarse en la vejez, lo malo es que en esta etapa sabemos que el final está muy cerca, bueno por cuestión de edad claro, pues la muerte está bien cerca de todos oliendonos el cuello constantemente, solo que no la percibimos.
ResponderEliminarBuen lugar escogiste para hablar del tiempo, aquí se hace cuesta abajo todo, y el tiempo es casi una utopía. Un abrazo.
En una residencia de ancianos el tiempo es un bien escaso y valioso. La verdad es, que el concepto tiempo es tan maleable y confuso. A unos les sobra tiempo, a otros les falta. Unos lo dejan pasar y a otros se les escapa de los dedos...
ResponderEliminarQue el nuestro, esté bien aprovechado en amar y ser generosos.
Besos.
Hola, Francisco, no es bueno perder tiempo cuando los sentimientos son tan volubles, mucho menos cuando se ama a alguien y se quiere compartir el resto del tiempo que queda con esa persona. Y aunque se crea que queda poco... siempre merecerá la pena declarar amor y saber si es correspondido. Tu protagonista es decidido, y sabe muy bien lo que quiere, además siente que cada momento cuenta. Un relato muy bien descrito, y que nos pone en el lugar de la última etapa del camino, en la cual aún se sabe amar pues el amor no tiene edad.
ResponderEliminarUn abrazo.!
Nunca sabremos cuando estamos al límite de nuestro tiempo. Llegada la vejez presentimos que se acerca un final, pero no a ciencia cierta cuanto queda para llegar a él. Aunque sí deberíamos aprovechar cada día como si fuera el último.
EliminarMi abrazo.
Cuando el inexorablemente el tiempo se escapa hay que aprovechar cada segundo.
ResponderEliminarAbrazos.
Asi es, eso de ver pasar el tiempo tiene sus riesgos añadidos.
EliminarAbrazo.
Hola Francisco. Cuanto menos tiempo nos queda, más cosas queremos hacer antes de que llegue nuestra hora. Pero a menos tiempo, más disfrute de las pequeñas cosas de la vida, creo yo, como es el caso de estas dos personas que no tienen tiempo, nunca mejor dicho, para desperdiciarlo en vanas presentaciones. Un abrazo.
ResponderEliminarEfectivamente vemos pasar la existencia como si nada tuviera que ver con nosotros, y es la vida la que se nos va cvon cada respiración. Las cosas importantes que hacer en esta vida pasan por: Amar, leer y soñar. Que como decía el gran Jorge Luis Borges, no admiten el imperativo. A nadie se le debe forzar a ser feliz. Pero que desperdicio de vida.
EliminarUn abrazo.
Afirmaria sin miedo a equivocarme que al protagonista le han quedado por decir muchas cosas a lo largo de su vida, y cuando quiso hacerlo ya era tarde.
ResponderEliminarNo paramos de aprender invluso de viejos.
Abrazooo
E incluso de viejos dejamos pasar las oportunidades a pesar de venir aprendidos del pasado. No somos demasiado sabios.
EliminarAbrazo correspondido.
Ingenioso y con arte. Proverbial después de proadverbial. Un gusto leerlo. Saludo.
ResponderEliminarGracias Fernando. Adverbial no cabe duda que es el texto, pues hay unos cuantos agazapados. Ingenioso solo el hildalgo Don Quijote. Nosotros hacemos lo que podemos.
EliminarAgradecido por tu comentario.
Abrazos compañero.
Me encanta que la historia se desarrolle en una residencia de ancianos. Sé que se dan unas historias de amor ahí dignas de llevarlas al cine. El tiempo es cruel, por un tiempo somos ajenos a su paso y de repente, perdemos la inocencia, nos damos cuenta que cada vez nos quedan menos páginas en el libro de la vida. El tiempo acabará ganándonos pero todavía podemos hacerlo enojar, jajaja. Saludos.
ResponderEliminarEso de hacer enojar al tiempo está pero que muy bien, ya quer este no se detiene para darnos oportunidades de rectificar, regozar y ser felices. Pero bueno, tampoco está de más que pase cuando la vida se vuelve dura y golpeadora.
EliminarAbrazos sin tiempo.
Si el tiempo corre durante nuestra vida, lo hace más velozmente cuando llega el declive de esta, así que hay que aprovecharlo al máximo. No dejar para mañana lo que se pueda hacer hoy.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es una pendiente que nos precipita sin frenada posible. Cuando toca, toca y no hay remisión.
Eliminar"Carpe Diem"
Abrazo
Beautiful blog
ResponderEliminarThank you very much
EliminarSi no se han conocido nunca, puede salir bien o mal, pero bueno. Que no pierda más el tiempo y lea la carta 👍
ResponderEliminarEl que hace lo de siempre obtiene lo de siempre. El que arriesga, al menos vive la aventura, y quién sabe lo que le deparará ese futuro limitado por el tiempo. Que por otro lado puede llegar a ser intenso cuando la pasión y el amor nos encienden.
EliminarAbrazo.
En un texto así, el nombre Perpetua no es para nada, creo yo, una casualidad inocente. ¡Bien logrado, Francisco!
ResponderEliminarVa un abrazo.
Nada es casual Julio. Lo de Perpétua es uno más de los guiños textuañes que me he permitido.
EliminarGratitud y abrazo.
Cuanto menos tiempo nos queda más sabemos del amor y de su disfrute minuto a minuto. Precioso micro, lleno de ternura y verdadero año. Un abrazo
ResponderEliminarCiertamente es como dices Juana. A amar se aprende amando a pesar de fracasos y errores. Y al final cuando nos queda poco por vivir, aprecias lo auténtico y verdadero.
EliminarOtro abrazo para tí.
Cronos y Kairos.... buena tecnica para unir el pasado y el presente... con LETRAS escritas a la buena usansa
ResponderEliminarCronos nos da la cantidad de tiempo y Kairós la calidad del mismo. Lo mejor es la unión de los dos dioses para conjugar las dos medidas.
EliminarLa buena usanza en las letras necesita todavía mucha práctica depuradora, pulidora y perfiladora.
Te agradezco el comentario.
Abrazo.
Has hecho un excelente ejercicio de adverbios y de términos relacionados con el tiempo. Da cierta ansiedad leerlo.
ResponderEliminarMe alegro de volverte a leer por aquí.
Un abrazo
Gracias Maite.
EliminarCuando el tiempo disponible para decir o hacer algo, es escueto y limitado, hablamos deprisa y actuamos deprisa con riesgo de trabarnos en lengua, pies y manos. Por eso el antiguo dicho de un rey: "Vísteme despacio que tengo prisa"
También yo os echaba de menos.
Mi abrazo.
Hola Francisco una historia con un final abierto y espero un futuro halagueño. Bien escrito. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Ainhoa. Creo que el protagonista es muy lanzado, y por poco que sepa desplegar sus artes y buen hacer, conquistará el corazón de la compañera de residencia.
ResponderEliminartengamos fe en ello, como lectores que somos.
Un fuerte abrazo.
El amor en un momento de la vida en que cada segundo es un bien muy preciado. Muy buen relato, Francisco, un abrazo!!
ResponderEliminarGracias Lola. A cualquier edad cada minuto cuenta, pero es cierto que de jóvenes, somos menos conscientes.
EliminarUn abrazo.
So beautiful.
ResponderEliminarwww.rsrue.blogspot.com
Muchas gracias. Un saludo.
EliminarEspero que Khronos les de el tiempo suficiente para vivir un gran amor.
ResponderEliminarAbrazos.
En eso estamos todos, ansiando tiempo para vivir con dignidad.
EliminarUn beso.
Francisco, el tiempo sea poco o mucho hay que vivirlo con intensidad, dando lo mejor de uno.
ResponderEliminarDicen que no importa la cantidad sino la calidad del tiempo que vivimos.
Me encanto tu blog por el contenido
Abrazos y besos
Muy agradecido por tu visita y por quedarte. Me alegra que te haya gustado lo que has leído por aquí.
ResponderEliminarAbrazos y besos también para ti.
Francisco, te deseo un precioso día, lleno de amor y felicidad.
ResponderEliminarAbrazos y besitos
Muchas gracias amiga. feliz verano.
EliminarAbrazos
Paso a saludar, espero que esté todo bien contigo, sobre todo en el ámbito de la escritura.
ResponderEliminarVa un abrazo, Francisco, y que la inspiración te encuentre cuando estés escribiendo.
Va un abrazo.
Buenas tardes David.
ResponderEliminarComo verás, poca actividad por la web. Está la cosa como para echar cohetes, pero todo bien salvo la falta de tiempo y la inspiración.
Gracias por pasarte e interesarte, eso dice mucho de ti.
Un abrazo
Todo acabó. Las manecillas del reloj siguieron su camino. Fin. -Obra de teatro en tres actos-
ResponderEliminarGracias por su atento comentario.
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