Desde que empezaron a oírse los rumores de que el fin estaba cerca, todo el mundo se preparó para el acontecimiento que nos sorprendería por lo inaudito. Y mientras desarrollábamos nuestras labores cotidianas, nos manteníamos expectantes y pendientes del telediario y la prensa a la espera de nuevas noticias que nos anunciaran novedades al respecto.
Pasaron algunos años más y el final no llegaba. Bueno, ni el fin ni el principio ni nada que se le pareciera, de tal forma que la tensión acumulada por la larga prorroga se fue relajando, ya nadie se inmutaba cuando alguien volvía a repetir: ¡El fin está cerca!¡Estad preparados! La desgana cundía entre los ciudadanos y nos parecía estar oyendo ese famoso cuento que escuchábamos de niños referido a un tal Pedro y el lobo.
Era curioso ver a políticos, empresarios y banqueros tan tranquilos todos ellos con la noticia, tan relajados y seguros de si mismos ¡Creo que algo traman los que silban y miran para otro lado! Cuando muy al contrario los ciudadanos de a pie estábamos estresados y con los nervios a flor de piel por ese acontecimiento que se nos anunciaba repetidamente de forma insistente y hasta cansina y que de repente se diluía y relegaba al olvido, como si nada hubiera pasado. ni nadie hubiera dicho nada.
Con este continuo "Correveydile" las gentes sencillas y de bien. Humildes trabajadores, funcionarios y autónomos, parados y amas de casa con ancianos y niños dependientes de ellas; ya no prestaban atención y seguían cada cual a lo suyo, mientras los de siempre iban a por lo de los demás. Algo habitual por otro lado en una sociedad tan injusta en cuanto a repartos de riquezas y obligaciones. (No las el estado)
Pero hoy nuevamente, una vez más se vuelve a oír por las calles y en los puestos de trabajo, en los super del barrio y en los foros de Internet eso de que es inminente el final y nos va a pillar a todos desprevenidos por vacuos e irresponsables que dicen que somos.¡Que es que nos lo están avisando con tiempo! Y nosotros haciendo oídos sordos. ¡Jopetas! Que somos la pera embotellada y la leche de irresponsables y dejados.
Yo ¡De verdad! Creedme y perdonadme, incluso juzgadme como intrascendente y banal si queréis, colgándome un San Benito inquisitorial. Todo esto me sigue sonando a leyenda urbana como la de los ovnis avistados en Alpedrete o las apariciones de la mujer de la curva. y la existencia de los pañales del niño Jesús y la sangre roja de las alcaparras.
Creo que son invenciones de los manipuladores. Como el tema del fútbol y Eurovisión para mantenernos distraídos, con miedo y pendientes de cosas intrascendentales. Cortinas de humo para despistarnos y jugar mientras tanto a dirigir naciones a lo tonto y a lo loco, como Chaplin en la película: El gran dictador. Para poder seguir dándonoslas con queso como a los ratones coloraós.
De veras que no me creo nada. Aunque presupongo que al igual que el fin de los tiempos, la muerte y el recaudador de impuestos llegará también algún día de estos, el final de la crisis. Quizá justo cuando ya nos dé todo igual y estemos de siesta.
¡Bendito País de indignados indolentes!
Ahora con las elecciones volvemos a ver los mágicos brotes verdes y de nuevo nos dirán que el final de todos los problemas sociales se vislumbra en el horizonte.
Aquí incluyo un esbozo de sonrisa irónica de incredulidad.
Hola Francisco,
ResponderEliminarAcertado relato. Me gusta tu frase "Bendito país de indignados indolentes", cuanta razón tienes. Seguimos aguantando y esperando, ya no sé si el fin del mundo o el fin de la crisis o del chanchullo o de los que roban con corbata, de los que nunca padecen ni tienen miedo de que los echen a la calle...y miramos, escuchamos y nada hacemos.
Indolentes, un país de quejicas que no se mueven, que no dicen basta y seguimos escuchando nuevas mentiras y promesas que traen las elecciones y a nadie se le exige que luego lo cumpla.El fin de la crisis...¿para quién? ¿para los más ricos que son mucho más ricos ahora?¿para los políticos que nada han hecho? ¿para quién?
Y sí, nos distraen como bien dices y nos dejamos, eso es lo más triste.
Excelente crítica.
Un saludo de fin de semana.
¡Si señora! con tus palabras has redondeado la reflexión.Quejicas ¡Si! al menos con humor nos tragamos los malos ratos que nos hacen pasar estos impresentable que se hacen llamar representantes de los ciudadanos.
EliminarUn beso Conxita.
Perfecta reflexión en una jornada de eso, de reflexión. Curioso cuando en este país podemos presumir de algunas cosas pero de reflexionar precisamente.....no. Coincido contigo, nos gusta mucho quejarnos pero luego nos quedamos de brazos cruzados y esperamos que la cosa se arregle sola o que lo hagan otros. En fin, yo soy positiva y creo que algunos sí que nos movemos y no nos dejamos manipular y por estos lares hay muchos así; que leamos mucho puede que tenga mucho que ver.
ResponderEliminarUn abrazo, Francisco.
Todos nos quejamos, pocos nos movemos, muchos esperamos, nadie se revela... Un país de jauja para los que mandan y sobre todo para los que manipulan.
Eliminar¡Es tan difícil ponerse de acuerdo!
Tristemente así es desde siempre. como dijo un autor reconocido: A este país le faltó revolución como la francesa y mucha guillotina.
No se si hasta ese extremo,...aunque con algunos...
Gracias por pasarte y dejar tu comentario amiga.
Tu reflexión sobre esta crisis "inventada" es certera. El poder de algunos nos ha llevado a gran parte de nosotr@s, l@s trabajadores de a pie a sufrir esos vaivenes que, en muchos a casos, ha llevado al desastre entornos familiares y profesionales y el miedo atenaza a muchas personas por verse amenazadas con la pérdida de su trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo amigo Francisco
Esas son las palabras: Crisis inventada. Toda sociedad sufre altibajos que promueven un cambio de era, de tendencias y de estructura que duran un periodo determinado de tiempo. Lo inexplicable de esta que padecemos ahora, es que parece ser solo a nivel económico, lo demás parece no cambiar y por otro lado sería tan necesario que lo hiciera...
EliminarUn gran abrazo Suni
Quejarse es gratis, cómodo, motivo de comentario en las tertulias y hasta un deporte nacional (o eso dicen en el caso de España) pero ay amigo! hacer algo al respecto de los motivos de queja es bien distinto. Pasar a la acción requiere energía, esfuerzo, compromiso, tiempo, motivación y un alto grado de coherencia. Si no llegamos, tendremos lo que nos merecemos, osea renovados motivos de queja...
ResponderEliminarGenial el calificativo de "indignados indolentes" y cómodos, añadiría yo, que al respecto tengo muchos ejemplos para ilustrar el concepto :(
Buena reflexión, es sano y hasta necesario plantearse cosas "serias" de vez en cuando incluso aquí :P
Un beso, Francisco, y feliz comienzo de semana!!!
Gracias por completar con tus palabras aquello que yo no alcanzo a explicar.
Eliminar¡Genial contar contigo!
Un beso
Muy buena reflexión, y justa indignación ante la indolencia de los gobernantes y aspirantes a serlo. Es cierto que quejarse, tal y como van las cosas, parece no servir de mucho, espero que de tanto que va el agua al cántaro....esperemos. Y es cierto, no basta con ello, Ni las revoluciones han servido de gran cosa. Un gran revolución, se me sale la vena anarquista jeje.
ResponderEliminarAbrazo.
Las revoluciones son difíciles sin violencia, tristemente los que se oponen al cambio se oponen con la fuerza y no precisamente de los argumentos.
Eliminar¿El tiempo pondrá a cada cual en su sitio?¡Puffff! difícil respuesta.
Gracias Alejandra por verter tu reflexión.
Un beso
Muy buena entrada, reflexiva y de denuncia de esta crisis que no es nuestra. Como muy bien dices la han provocado los mismos que manipulan con imágenes benefactoras como la de los bretes verdes...¡Cuanta imaginación para poder saquearnos más y más a los trabajadores, autónomos, parados!...Me gusta mucho tu sentido crítico, real como la vida misma y cercano, porque al fin y al cabo lo estamos pagando una inmensa mayoría.
ResponderEliminarExcelente post.
Un abrazo y feliz inicio de semana!!
Gracias Marisa.
EliminarLa lucha empieza con la reflexión. Sobre que es lo que queremos cambiar, porqué y que es lo que vamos a poner en lugar de lo que tenemos....No nos vaya a ocurrir como en -Rebelión en la granja-
Gracias como siempre por tu compañía y tus opiniones.