Miedo no era la palabra adecuada para definir lo que sentía en estos momentos. terror más bien era la correcta.
Y es que desde que había llegado a la estancia donde me hallaba encerrado, no había dejado de temblar. ahora era peor con ese sudor frío que me recorría la espalda helándome la espina dorsal.
Estaba sumido en un caos mental de confusión, no reaccionaba ante los estímulos, como paralizado ante la visión de esos hombres grises y anodinos que nos miraban desde arriba, controlando hasta los mínimos movimientos que pudiéramos realizar.
Y es que no estaba yo solo en la habitación cerrada, otros tantos como yo, de distintos sexos pero aparentemente de la misma edad, estaban en las mismas condiciones de reclusión. Codo con codo sin poder mirarnos ni dirigirnos la palabra.
No era comprensible lo que tenía delante, un gran enigma a resolver, como el planteado por las esfinges a los caminantes insensatos que pretendían pasar junto a ellas. Tributo necesario era el adivinar sus preguntas para que franqueasen el paso. Si no eras capaz de resolverlas, caías fulminado por un rayo diluyéndote en el olvido de las cenizas.
¡Dios mío! Gemía mentalmente ¿Cómo he llegado a esto? ¡Ayúdame! ¡Inspírame! ¡Échame un cable!
El sacrificio de mi inmolado tiempo libre dedicado al estudio junto a mi mente preclara, marcarían la diferencia entre la libertad o el fracaso.
La respuesta a tanta angustia se encontraba dentro de mí desde el principio: La tortura acabaría en el instante en que saliera del aula, una vez terminada la prueba de selectividad.
Derechos de autor: Francisco Moroz
jajaja, en un principio estaba absolutamente convencida que se trataba de una distopía, pero cuál ha sido mi sorpresa, al apreciar el verdadero significado del relato, en su sorpresivo final. Te felicito, Francisco, me has hecho soltar una gran carcajada resultante, al tiempo que he disfrutado de la lectura, de la incertidumbre y de las conjeturas, hasta que por fin, se desveló el misterio: eran los exámenes de selectividad, ni más ni menos ;-)
ResponderEliminarMaravilloso sentido del humor, y de la narrativa
Un abrazo, amigo
¿Verdad que no hace falta irse muy lejos para sentir ese terror cerval?
EliminarMe alegra te haya agradado el pequeño relato.
Un beso Marisa.
Magnífico Francisco :) Y muchos pasarán por ello dentro de muy poco...
ResponderEliminarUn abrazo
Efectivamente Ana. Quizá por eso me pareció adecuado subir este relato, para dar susto y a la vez quitar hierro al asunto.
EliminarUn abrazo y un placer tenerte por aquí.
Quién hubiera dicho que hablabas de la Selectividad!! Te has "quedado" con todos nosotros jajajaja.
ResponderEliminarQué atrás quedó para mí esa temida prueba en la que parecía te jugabas la vida entera, qué angustiosas horas hasta saber el resultado. Si algo no echo de menos de la juventud son cosas como ésas :P
Buen texto, Francisco. Original y sorprendente :)
Un beso y feliz comienzo de semana!!
Parece mentira ,pero somos grandes supervivientes. Ahora mirado todo con retrospección nos damos cuenta de los malos tragos pasados, y que nada parece ser tan grave... Creo que ni la muerte cuando llegue dará tanto susto como se dice.
EliminarBesos mañaneros.
Oooh, qué final¡¡ He comenzado a leer y he sentido tu relato en mi persona..
ResponderEliminarUn abrazo amigo
Desarrollo, nudo y desenlace. Todo resumido para no cansar al lector y a la vez causare cierto desasosiego.
EliminarSi lo he conseguido contigo, ha merecido la pena y lo considero bien realizado.
A si que gracias por haber temblado un poquito.
Besos Suni
He sentido el terror, claro
ResponderEliminarJajajaja, buenísimo Francisco! Estás leyendo tan agustiada y al final... jaja. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Como me alegra. Yo me he divertido mucho imaginando mientras escribía, a ese-a joven enfrentándose a tan dura prueba.
EliminarNos acordaremos de ellos mañana.
Un besos Flora.
Yo que veía al protagonista en una especie de celda de la novela "1984" (Orson Welles) y mira por donde resulta que todavía es peor la !!SELECTIVIDAD!! Ja, ja, ja.
ResponderEliminarUn relato muy ajustado a la realidad.
Es lo que tiene la imaginación, que se monta unas películas de cuidado por su cuenta.
EliminarMe alegra que te guste, para mi es una satisfacción.
Un abrazo y espero verte por aquí más de una vez
abrazos
Magnifíco relato mi querido Francisco, a medida que leía, me sentía con un misterio que aumentaba a cada palabra tuya,; bueno al final me tranquilicé.. menos mal que es solo acerca de selectividad...woww..!!
ResponderEliminarJajaja. ¡Susto!
EliminarPara miedo el que tienen nuestros muchachos hoy haciendo esta prueba que les dará acceso a la universidad y a su futuro y esto si que es para ponerse a temblar.
Gracias amiga por comentar.