Se
levanta temprano sin hacer mucho ruido, se asea y se dirige a la cocina para
desayunar. Mientras lo hace, coloca encima de la mesa los tazones, las
cucharillas y las servilletas de su marido y sus dos hijos. Las magdalenas que
compró ayer; porque hoy es domingo. El
cacao junto al café y el azúcar. Después se acerca a las habitaciones y muy quedito besa en la frente con ternura a cada uno de los miembros de su familia para no
despertarlos.
En
la entrada y antes de salir, se pone el disfraz que visten las héroes
verdaderos en estos días tan extraños que vivimos. Los guantes, la mascarilla y
la ropa de trabajo de una cadena de alimentación. Se pone en el pecho una chapita
con su nombre y cierra la puerta pensando que un día más luchará a brazo
partido contra el villano que se coló amenazante y peligroso por la puerta
falsa.
Sus
labios dibujan una sonrisa mientras baja en el ascensor, al pensar que forma
parte de un equipo que con su servicio salva vidas a base de horas y dedicación
frente al público.
A
las ocho de la tarde desde el balcón cuando suenen los aplausos, todos pensaremos
en los médicos, enfermeras y auxiliares. bomberos,unidades de emergencia, policías y farmacéuticos ¿Pero
cuántos recordarán a los basureros, transportistas, repartidores y funcionarios de correos. Voluntarios
de cáritas, cruz roja y servicios sociales. Taxistas, reponedores de supermercado, cajeros y dependientes?
Todos ellos se lo merecen igualmente. También
están al pié del cañón, con el gesto amable de los que luchan en primera línea
de combate a pesar del agotamiento, el dolor, la angustia y en algunas
ocasiones, la pérdida.
Esperemos
que la sociedad una vez que pasen estos tiempos tan insólitos, siga valorando como
se merecen a sus auténticos campeones a pesar de no jugar la liga, ni subir a
ninguna tribuna ni escenario o salir en programas de tele basura.
Derechos de autor: Francisco Moroz
La verdad es que tienes toda la razón del mundo, y hay otros que también están en primera linea, como tu relato, las cajeras, re ponedores y demás de los supermercados, pero no solo eso, los que trabajan como mi marido en el Departamento de Logística de un cadena de Alimentación, que te puedo asegurar que van de cabeza, y mi marido va con un estres uf, y encima el es enfermo de riesgo o sea doble estres, en fin, yo cada vez que aplaudo a las ocho de la tarde no solo me acuerdo de los sanitarios que lo están dando todo, si no también de todos esos otros héroes que también están ahí y que nadie se acuerda.
ResponderEliminarUn abrazo y mucho ánimo con este confinamiento
A cada uno lo que le corresponde en cuanto se refiere a sacrificio, esfuerzo y dedicación. Son tiempos difíciles como para valorar lo que cada uno hace, en lo que estamos de acuerdo que mientras muchos permanecemos en casa que es lo acordado otros están en primera linea solucionando la logística. Después están los listos que se lo pasan todo por el forro.
EliminarFeliz semana. Un abrazo.
Precioso homenaje a todos los que nos hacen la vida más fácil en estos días.
ResponderEliminarPor cierto, maravilloso tu libro.
Besos enormes.
Muchas gracias por las dos apreciaciones Mariola. Se nota que eres amiga.
EliminarBienvenida a mi espacio literario. Espero que dure mucho tu mejora y estés más presente por tu blog.
Un beso.
Es verdad que no conviene olvidar a nadie. También a aquellos que teletrabajando permiten que otros podamos ver pelis o que los supermercados funcionen. Si algo está demostrando esta terrible pandemia es que no hay profesión inútil. Es más cuando algo falla todo el sistema se desequilibra y cae.
ResponderEliminarUn abrazo y buena salud ante todo, Javier
Será lo que venga después lo más costoso de sobrellevar, pues habrá mucha gente que habrá perdido sus trabajos.
EliminarLo del teletrabajo no se yo si es una pantomima que desarrollan algunas empresas para que los empleados cubran el expediente.
Un abrazo Juan Carlos y cuidate.
Esperemos que esto no quede en el olvido.
ResponderEliminarSAludos
Ya te digo Manuela que esto pasara al olvido como tantas otras cosas. Esta pandemia va a cambiar todo nuestro concepto de sociedad mediterránea.
EliminarUn abrazo.
Toda la razón del mundo en lo que dices. Esos que han seguido trabajando cada día de esta cuarentena acudiendo a sus puestos de trabajo son héroes por derecho propio, aunque no sean famosos ni ganen millones de euros al mes. Y, creo que sí somos muchos los que pensamos en esos otros colectivos que tú mencionas, cuando aplaudimos a las ocho de la tarde. Quiero pensar que de esto sacaremos algo bueno y son precisamente las muestras espontáneas de solidaridad. Me quedo con ello.
ResponderEliminarUn abrazo y cuídate.
Muchos veremos con otros ojos a esas personas que antes de todo este desastre estaban desarrollando sus labores en muchos casos anodinas y poco valoradas. Ahora es cuando se está demostrando que ser barrendero o reponedor es más necesario que ser banquero y político o futbolista. Cualquier función es importante y más las que se hacen por el bien de la comunidad.
EliminarUn abrazo.
Yo, es que con los años he ido perdiendo la fe en la especie humana.
ResponderEliminarNo sé si solo es en nuetro país o es extensible a todo el mundo mundial, pero creo (y se ha visto en más de una ocasión) que la memoria histórica es muy breve entre los ciudadanos. Solo quienes hayan sufrido en primera persona o muy de cerca esta pesadilla guardarán el recuerdo para siempre y puede ser que sus vidas, o forma de pensar, también hayan cambiado. El resto se olvidará y a otra cosa mariposa.
Siento ser pesimista, pero los que ahora aplauden, dentro de un tiempo (meses, años) volverán al redil y mirarán a todos estos profesionales que han arriesgado tanto, con la misma indiferencia de antes. Estos "héroes" de ahora serán como Clark Kent después de haberse quitado el vestido de Superman. Nadie reparará en ellos.
Ojalá me equivoque.
Un abrazo.
Incluso me atrevo a decir por la certeza que me respalda de hechos probados, que los hay que siguen siendo desagradecidos y además exigentes con aquellos que están arriesgando su integridad para darles un servicio que en esos casos particulares no se merecen. Al igual que esos que tanto abogaban por la sanidad privada y ahora se benefician de la pública. Es el cuento de siempre Josep, Somos de una especie que no se porqué razón adquirió supremacía sobre otras dado el grado de estupidez genética que nos conforma y la forma peculiar en que lo demostramos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Cierto que hay muchos héroes, a la fuerza, pero no por ello menos válidos, de los que casi nadie se acuerda. Esperemos que cuando esto termine, tanto los heroes más evidentes como los más inadvertidos sigan gozando del favor del público y no tengan que aguantar tanta impertinencia, tanta mala educación y tanta falta de respeto como es frecuente.
ResponderEliminarUn relato hermoso, sencillo y necesario.
Un beso.
Me conformo con que la sociedad española al menos adquiera más sentido común y sepa valorar lo que tiene y quién se lo proporciona. Con solo eso ya ganaríamos mucho todos.
EliminarUn beso, amiga.
Pienso que tienen una profesión arriesgada por la cercanía a tanta gente que va a comprar, cada uno "protegido" a su manera. Hay mucho comprador inconsciente. Un abrazo.
ResponderEliminarTambién los que responsablemente nos quedamos en casa tenemos el mérito correspondiente, por hacer lo que nos toca a pesar de ser lo más seguro aunque no siempre lo más cómodo.
EliminarUn abrazo también para ti.
Un sentido y cálido homenaje al personal sanitario, tantos trabajadores y funcionarios que se juegan la vida en primera línea de combate, como bien expresas para que el resto de ciudadanos podamos sobrevivir dignamente.
ResponderEliminarMe sumo también a tu estupendo mensaje y confío que la sociedad se de cuenta de estos valores humanos que nunca deberían de olvidarse, aunque la televisión se encargue de taparnos los ojos.
Un beso, amigo Javier y a cuidarse mucho.
Creo que en general esta sociedad nuestra se está comportando solidariamente, unos más que otros como es acostumbrado en esta patria picaresca en la que siempre estarán los que se saltan las reglas del juego y los que hacen trampas para salir beneficiados a costa del prójimo. Pero en general ahí estamos la mayoría silenciosa que solo hace ruido para batir palmas pensando en los que están dando la cara por todos.
EliminarUn abrazo, amiga Estrella.
Me sumo a este homenaje que tantos héroes: Médicos , enfermeras, auxiliares, trabajadores de supermercados, farmacias, repartidores, trabajadores de limpieza, policías, militares y muchos más que me dejo que están trabajando mientras otros estamos en casa para que todo funcione, arriesgando sus vidas. Confío que algo cambie después de esta experiencia, para bien. Para valorar y poder reforzar a esos trabajadores que hoy están demostrando que trabaja para salvar vidas. Un abrazo.
ResponderEliminarMe temo como algunos que comentaron anteriormente que pasado el diluvio volveremos a las andadas olvidando el servicio prestado por todos aquellos que desempeñan oficios básicos para que una sociedad funcione.
EliminarPero tendremos esperanza al menos en que ciertos conceptos de percepción cambien para mejor.
Un abrazo y feliz semana.
Aquel mundo subyacente dentro de esta tragedia, tantos héroes desconocidos , todos los de primera línea los de segunda línea , todos luchan para que esta humanidad entienda, que aún soñamos con mejores días. Saludos un abrazo.
ResponderEliminarSomo soñadores utópicos en un mundo que pega palos a diestro y siniestro devolviendonos a la dureza de la realidad más cruda. No por ello dejaremos de soñar y componer poemas a todo aquello que lo merezca, pues hay belleza y generosidad a pesar de todo ante tanto desvarío.
EliminarUn abrazo Pablo.
Me sumo a tu homenaje Francisco a estos héroes con frecuencia olvidados aunque hay iniciativas de alguna empresa alimentaria que ya ha dicho que subirá el sueldo a sus empleados, es una manera de agradecer el esfuerzo que están haciendo sus empleados, bien por ellos. Otros en cambio se aprovechan para aumentar sus beneficios.
ResponderEliminarUn abrazo y mucha salud
Héroe es una palabra que nos hace visualizar a los luchadores vestidos de forma aparentosa, bien armados con espadas, armas futuristas o con superpoderes que los hace diferentes ante la lucha contra el villano. Personalmente para mi un héroe es el que realiza su trabajo, el que sea, con sentido de la responsabilidad y sabiendo que gracias a eso puede funcionar adecuadamente el sistema que siendo más bueno o más malo, o más o menos acertado convivimos y nos sustentamos todos. Y en los peores momentos como en el que vivimos se hace más patente su importancia.
EliminarBuena semana Conxita. Un abrazo.
Eso me sospecho Julio, que volveremos a las andadas. Ya te aseguro que yo no seré de esos pues nunca aplaudí la intrascendencia de los figurones que no aportan nada a la mejora de esta sociedad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes razón que sin esos héroes nosotros, los que podemos trabajar desde casa, no podríamos confinarnos y tener asegurados los servicios mínimos. También es cierto que los que trabajan en el hospital, centros de salud o residencias de ancianos son los que más cerca están de las balas (léase virus) y donde más probabilidad hay de ser contagiado, pero quienes van a sus puestos de trabajo para que el país con colapse, también están en riesgo, qué duda cabe.
ResponderEliminarQue conste que en mi barrio de vez en cuando se gritan vivas para otro tipo de sectores que no es el sanitario (nos venimos arriba con mucha facilidad).
Un besote.
Bienaventurados las personas con buena voluntad, aquellos que trabajan por la paz y el bienestar de los demás y aquellos que con su labor hacen las cosas más fáciles para los que no tenemos más remedio que quedarnos confinados, que no cocinados en nuestro propio jugo, sin poder salir ni a pasear al perro por carecer de él.
ResponderEliminarEncantado de verte de nuevo, muy abandonado me tienes.
Un beso.