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martes, 4 de octubre de 2016

Insultos y reniegos- 4- Puños para mangas





Cuenta una historia tan antigua tan antigua, que ni “La Maricastaña” esa había nacido todavía; que Dios terminó su creación y reunió a todos los animales incluido al hombre. Les preguntó si estaban conformes con su propio aspecto o si querían añadir o quitar algo que pensaran que faltaba o sobraba en su anatomía.

Todos sin excepción le dieron al creador su beneplácito, salvo, naturalmente el hombre, que se veía como un ser indefenso con respecto a los demás.
Por lo cual se dirigió a Dios de la siguiente manera:

-Señor veo que tú diste a todos los animales armas con las que defenderse de los peligros, herramientas con las que poder sobrevivir: Cuernos, garras y colmillos. Fuertes musculaturas y dientes afilados. Cascos, pezuñas y largas patas. A mí sin embargo no me has concedido ninguna de ellas. –A lo que Dios contestó:

-Criatura, veo que no aprecias lo que yo puse en ti como arma poderosa que sirve tanto para atacar como para defenderse del oponente.

-¿A qué te refieres Señor?

-A tu lengua, que mal usada puede ser mortal de necesidad. Más venenosa que el aguijón de un escorpión. Que puede herir como garra de tigre y embestir como cientos de cuernos de búfalo. Es afilada como los dientes del tiburón y el cocodrilo, más larga que Abril y Mayo o un día sin pan.
(Esto es de cosecha propia pues el pan y los meses del año fueron invenciones posteriores a la leyenda)

Con lo cual hijo mío, te pido sensatez en su uso, pues se trata de un arma de doble filo y puedes herirte y herir a otros sin querer.
El hombre no se quedó conforme y le dijo a Dios:

-Si es así, dame un instrumento para evitar este inconveniente, con el cual poder controlar y dirigir este instrumento mortífero. Dios a punto de perder la paciencia le contestó:

-Hombre. Te di el cerebro para eso, y la capacidad de discernimiento para lo otro. Al pequeño e insignificante ser le pareció poco e insistió.

-¿Y me podrías incluir en el pack, una compañera ideal que satisfaga mis deseos, sea bella, tierna, inteligente, sensual, que me dedique sus atenciones, me mantenga y me admire?

A lo que Dios frunciendo el ceño, con acritud poniendo fin al discurso y al incordio llamado hombre respondió:

-“Vete a hacer puñetas” 

Que venía a significar algo así como: "Quedas expulsado del paraíso"


Naturalmente esta expresión no la dijo Dios como podéis imaginar, la pronunció el hombre con esa lengua afilada que le entró en el lote, y que tanto progreso y bienestar nos ha otorgado a todos a lo largo de los siglos. ¿¿¿¿????

Se trata de una frase que decimos para alejar a las moscas cojoneras, esas que molestan tanto y se vuelven tan cansinas y pegajosas que ni haciendo molinetes con los brazos podemos espantar. Este tipo de moscas son de género " Sapiens " en teoría. 

Generalmente se trata de congéneres obtusos que entran a engrosar las filas de esos estúpidos a los que me refería en una entrada anterior.

Los burros y las vacas tienen el rabo para hacerlo, nosotros la lengua que puede ser tan larga o más que el referido rabo.

Pero ¿Qué es una puñeta?

Os respondo: Una puñeta es una especie de puntilla afiligranada, que se colocan en las bocamangas de las togas de los miembros de la judicatura; estas mangas son largas por lo general y hacen que en una postura natural caigan sobre los puños del individuo.

Su confección requería una inversión cuantiosa de horas y dedicación. Con lo cual la razón de mandar a alguien a confeccionar puñetas, significaba quitárselo de encima por un largo periodo de tiempo. Si a esto le añadimos que se confeccionaban normalmente en conventos apartados del mundanal ruido, o cárceles donde sus moradores eran de los de larga estancia…

Su significado quedaría pues como algo así: “Vete lejos y por mucho tiempo, y déjame tranquilo. Pero ciertamente con una mayor contundencia fonética.

Mi abuela también decía (En un aparte) y con mucha elegancia, a las visitas pesadas cuando estas se iban después de dar la tabarra:

¡Hala! “Marchad con tanta paz como descanso dejáis” 
y cuando se cerraba la puerta remarcaba a viva voz: "Es más el descanso que el sentimiento"

Mi abuela era muy familiar y toda una señora. Pero es que ciertas visitas eran como para no recibirlas.

y lo de " Tener pelos en la lengua" no iba con ella.


Derechos de autor: Francisco Moroz

jueves, 29 de septiembre de 2016

El juego de las sillas






Los hay que están a favor y los hay que están en contra, pero el problema es el que es, y opiniones variadas hay muchas y enfrentadas.

Me refiero a esa moda que parece que se está haciendo virulenta en este país de pandereta y Jauja. Que consiste en ampararse en la constitución y su artículo nº47 en el que quiero recordar que se proclama el derecho de todo ciudadano a tener una vivienda digna, para asaltar pisos y locales cerrados o deshabitados por sus legítimos inquilinos. Incluso los ausentados por vacaciones.

El movimiento se denomina “okupa” y los individuos, familias, o agrupaciones supuestamente culturales; toman posesión de las casas y sientan sus reales después de reventar puertas o cambiar cerraduras.

Todos estos colectivos o individuos ponen cara de estupor cuando los propietarios legítimos quieren recuperar lo que les pertenece por ley y derecho, y muchos, de seguro sueltan esa frase tan conocida, y tan usada por los usurpadores infantiles de sillones paternos:

“Quién se fue a Sevilla perdió su silla”

Con esta frase se intenta disuadir al que reclama el puesto usurpado, que lo fue a causa de su ausencia y que por esa peregrina razón, pierde los privilegios adquiridos de posesión. Remarcándolo incluso con un: ¡No haberte ido!

Debo aclarar que según el instituto Cervantes la frase correcta sería:

“Quién se fue de Sevilla perdió su silla”

Como viene siendo habitual en estos casos la frase se originó a causa de unos hechos históricos, y es que si Rubén Blade cantaba aquello de: La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.
Yo digo que la historia te las da aún más gordas.

Ocurrió en el siglo XV cuando un Trastámara llamado Enrique IV gobernaba Castilla.
Y el suceso fue el originado por dos obispos que para mayor I.N.R.I eran tío y sobrino, en un pleito que creó polémica sonada.

Los dos se llamaban Alonso y se apellidaban Fonseca y para diferenciarlos a parte de por las arrugas de la edad se les conocía como el viejo y el mozo.

Corría el año del Señor de 1460 cuando fue nombrado arzobispo de la sede de Santiago de Compostela el joven Alonso. Pero dadas las revueltas continuadas que se daban en el reino gallego y la inestabilidad política del entorno, el sobrino pidió ayuda a su tío que era el titular de la sede sevillana, para que le allanara de obstáculos el camino.

Mientras El viejo Fonseca acudía a Galicia, el mozo se quedaba en Sevilla cuidando el sillón de su tío y ejerciendo las funciones de este en su ausencia.

Ni que decir tiene que se acostumbró de tal manera al clima y a la buena vida que le proporcionaba el cargo; que cuando el tío acudió, después de solventar los asuntos del sobrino en Santiago de Compostela, el mozo no quería abandonar la sede episcopal de Sevilla.

Y es que no es comparable el ambiente de la capital Hispalense: sus finos, sus romerías, y su solecito. Al gris y lluvioso clima y la mohína tristeza de las gentes de la Finis Terra que por otro lado no sabes si van o si vienen.

El rey y hasta el mismísimo Papa tuvieron que tomar cartas en el asunto para que el joven Alonso despegara su culo del asiento y se fuera a donde realmente le correspondía: “A tomar por ese mismo C…” a tierras gallegas.

Antes hubo de ahorcarse a algunos partidarios del mozo que en su obstinación por defender la causa, perdieron la vida tontamente sin ganar nada a cambio. Lo malo en defender causas perdidas. 

El pueblo que lo copia todo aunque parece que no se entera de nada, y que está pendiente de las gazmoñadas de los poderosos; hizo jocosa la frase con respecto al suceso, y la trasmitió de generación a generación hasta nuestros días.

Ahora enlazo con lo primero que comenté en el escrito con respecto a los que usurpan viviendas ajenas. Un problema que parece no tener solución, pues ni los organismos oficiales se ponen de acuerdo, ni la policía parece tener libertad de actuación para proceder a los desalojos, pues los jueces no encuentran leyes suficientes para que prevalezca la justicia y el derecho. lo dicen los abuelos: 
¡Tanto estudiar, tanto estudiar, para ponerse una toga y no poder actuar!

Yo, he hallado la solución al respecto, de la mano del mismo refranero popular tan cuajado de sabías propuestas. Y es que esta manida frase originó otras como:

“Quién se fue de Sevilla perdió su silla y quién se fue a Morón perdió su sillón” o “Quién se fue a Sevilla perdió su silla y quién se fue a Jerez la perdió otra vez”

Pero hay una en la que encontramos la solución al problema referido que reza:

“Quién se fue de Sevilla perdió su silla; quien se fue y volvió a garrotazos se la quitó”.


Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios.



Derechos de autor: Francisco Moroz

viernes, 23 de septiembre de 2016

Insultos y reniegos- 3 - Homo Stupidus




Una simple palabra puede llegar a convertirse en compendio de otras muchas, proporcionándonos una economía lingüística sin parangón.
El lenguaje es rico en términos para calificar, designar y nombrar a alguien o algo, dando de esta manera un abanico casi infinito de variedades tonales en cuanto a sonidos contundentes a la hora de ofender, o una meliflua manera de designar de forma insultante sin parecer hacerlo.

Es el caso de la palabra “Estúpido” que como no podía ser de otro modo pertenece a la etimología latina.
Proviene del término: “Stupidus” cuyo significado en sí no es agraviante ni ofensivo, pues no significa otra cosa más que: aturdido a causa de un golpe, quedando el individuo semi-inconsciente y desorientado a causa de ello.

Añadiendo el sufijo “Ez” obtenemos el vocablo para definir la cualidad. Con lo cual daríamos pie a que el protagonista de la película Forrest Gump dijese su famosa frase: “Estúpido es el que hace estupideces” pero con la palabra "Tonto" que es lo mismo.

Estúpido se convirtió en insulto una vez que se comprobó que no solo los que recibían un golpe en la cabeza realizaban y decían cosas sin sentido y desacertadas y del todo faltas de inteligencia; por lo cual se empezó a designar como estúpidos a todos aquellos que reunían condiciones suficientes para serlo por méritos propios como a los: Tontos, Lerdos, ilógicos, inconscientes, idiotas, simples, majaderos, bobos, atolondrados, ignorantes, zopencos, pasmados, empanados, alelados, cretinos imbéciles e idiotas...

¿Comprendéis ahora lo de la economía en palabras?

Todos aquellos nominados lo son por su cerrazón y cabezonería, su incapacidad para comprender, y su nulidad para dialogar y razonar con coherencia y lógica con otros seres humanos sin afán de hacer prevalecer sus opiniones y certezas por sus santos C_____s. Sin esgrimir a cambio argumentos suficientes, y sin saber hacerlo sin gritos ni violencia. Aquellos a los que llamamos cariñosamente: "Descerebrados".

Por lo general son seres que se comportan de forma primaria, siendo peligrosos en grado sumo, pues ya lo dijo Pérez Reverte: “Causan más daño los estúpidos que los malvados” y es que los primeros no son capaces de abrir sus entendederas cuando algo se les explica por activa y por pasiva y aún así, tienen empeño en salirse con la suya a topetazos, imponiendo su voluntad de forma visceral e irracional; A pesar de caer quien caiga. Con tal de imponer criterios con pies de barro, son capaces de hacer daño al prójimo e incluso a ellos mismos, sin conseguir por otro lado, beneficio alguno.

Un tal: Carlo María Cipolla (Vaya con el apellido) señaló en un tratado realizado por él mismo, la certeza de que existían cuatro clases de personas en el mundo, a saber: El común de los mortales, Los inteligentes, los desgraciados, y los malvados… ¡Menuda conclusión!

Deberíamos aclarar que una torpeza puntual no puede considerarse una estupidez, un fallo lo tiene cualquiera y nadie está libre de errar por descuido e incluso por negligencia o despiste ocasional. Pero cuando ese error es continuo y repetitivo y el individuo que lo comete no aprende del mismo; entonces es, cuando el estúpido y su estupidez se hacen evidentes.

“No hay burro que tropiece en la misma piedra dos veces salvo el ser humano"
Apunto con respecto a esa piedra y los tropiezos que ocasiona a los estúpidos, que las terceras elecciones al gobierno de este país están en puertas.

La estupidez es tan extensa que se han escrito libros sobre ella. Fernando Savater tiene escrito ni más ni menos que todo un ensayo. A su vez muchos eruditos, pensadores, autores, músicos, filósofos…dejaron para la posteridad algunas frases lapidarias. 
Os dejo algunas de esas perlas como colofón final.

“Nunca discutas con un estúpido, te hará descender a su nivel y ahí te vencerá por experiencia” (Mark Twain)

“Haría falta un doble sol para alumbrar el fondo de la estupidez humana” (Jean Paul Sartre)

“Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano” ( Wolfgang Von Goethe)

“Solo conozco dos cosas infinitas: El universo y la estupidez humana. Y no estoy tan seguro de la primera (Albert Einstein)

“Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que solo le hace falta abrir la boca para demostrarlo” (Séneca)

La última la encontré rulando por internet y nos pone a todos en evidencia:

" Si el tiempo pone a cada uno en su sitio, en el sitio de los estúpidos tiene que que haber un ambiente increíble"


Tendría que aclarar que la estupidez puede ser subjetiva, pues lo que para unos es un despropósito, para otros es un acierto. (Triste consuelo)


Derechos de autor: Francisco Moroz

lunes, 19 de septiembre de 2016

Asedios son refranes...




Cuantas madres no habrán dicho a sus hijos más de una y dos veces esa manida frase de: “Llevaos como hermanos” y con esta, intentar poner paz entre ellos. Pero seguro que ni esas madres ni sus hijos pensaban en esa otra frase dentro del refranero popular y que es considerada de las primeras en engrosar dicho compendio proverbial.

Me refiero a esa que reza rimando:

“No se conquistó Zamora en una hora”

Y es que esta se originó gracias a una pendencia entre hermanos llamados Urraca Fernández, y Sancho II de Castilla.

Ella gobernaba en la ciudad de Zamora por derecho propio, adquirido por ser esta la herencia recibida de su padre Fernando I de Castilla. Su hermano al que que le pareció poco lo heredado por su parte, quiso añadirle la urbe, considerando su magnífica situación estratégica junto al Duero, por ser cruce y lugar de paso de muchos caminos; y en un apartado no menos interesante, por ser la depositaria de los valores épicos de la Numancia que habitaron las tribus Arévacas de tan triste recuerdo para Roma y sus legiones humilladas.

A Zamora la llamaban: “La bien cercada” quiero imaginar que por sus fuertes murallas que permitieron su salvaguarda tras siete meses de asedio ininterrumpido.

Sancho II no solo no ganó la ciudad, sino que perdió la vida en el intento a causa de la traición de Bellido Dolfos que tras ganar la confianza del rey lo asesinó con su propia espada. Esto ocurría en el año del señor de 1072. Para unos Bellido fue traidor y para otros héroe, ya que asesinando al rey salvaguardó de perecer a muchos más hombres. Se cuenta que fue perseguido por el paladín del rey asesinado, pero en vano, pues aún consiguiendo herir a su caballo, Dolfos, tuvo tiempo para penetrar en la ciudad por una puerta llamada actualmente "La de la traición" que todavía se puede visitar, realzando con ello la leyenda.

Ahí es donde enlazaríamos con el Cid Campeador, el referido paladín del rey difunto, y con la iglesia de Santa Gadea donde nuestro épico, legendario, guerrero, mercenario, hizo jurar a AlfonsoVI el no haber sido el instigador de la muerte de su hermano (Los hermanos del Medievo se llevaban a matar) ganando por despecho del monarca, y de esta manera, un destierro en toda regla que se convirtió en romance proclamado por trovadores, leído por miles de estudiantes con mayor o menor gloria.

Con lo cual esta frase es incierta, pues el cerco de Zamora solo quedó en eso: en cerco y asedio, y los propósitos de conquista en agua de borrajas.

En la obra de Fernando de Rojas. La Celestina, se la encasqueta a un Calisto impaciente por conquistar el corazón de la Melibea en un ¡Pis, pás! diciéndole:

  “Refrán viejo es, «quien menos procura, alcanza más bien». Pero yo te haré procurando conseguir lo que siendo negligente no habrías. Consuélate, señor, que en una hora no se ganó Zamora, pero no por eso desconfiaron los combatientes”.

También aparecerá por primera vez escrita en el diario de Madrid edición del 1807. Con ella se avisaba a los lectores, que los cometidos complicados y de suma importancia no son logros a conseguir en poco tiempo, más bien requerían un esfuerzo extraordinario y paciente, que podía, aun así, concluir en fracaso.

Termino escribiendo aquello que mi abuela me repetía cada vez que soltaba sus sentencias a modo de Séneca filosófica:

¡Cómo trabajan los refranes mi hijito !


derechos de autor. Francisco Moroz

sábado, 10 de septiembre de 2016

Mambrú se fue a la guerra


John Churchill( Duque de Marlborouhg )

Hace  unos meses en un programa de radio, volví a escuchar esa tonadilla infantil  que me recordó a mi infancia, la titulada: “Mambrú se fue a la guerra” esa misma que los de mi generación escuchábamos cada dos por tres a maestras que como ejercicio musical nos enseñaban en la escuela infantil.
https://www.youtube.com/watch?v=VkspFpYvJrs

En más ocasiones tuve oportunidad de oírla: en los parques mientras las niñas jugaban a la rayuela y a la comba y ¡Cómo no! en esas selecciones musicales que todos teníamos en cintas y vinilos… ¡Qué tiempos!
Yo mismo se la canté a mis hijos cuando fueron niños pequeños a los que había que entretener fingiendo hacer la instrucción con palos de escoba. Cierto que eran otros tiempos y otras canciones.
Pero el caso que gracias a ese programa de radio mi curiosidad se vio sometida a la presión de indagar sobre sus orígenes y esto que os escribo hoy, es el resultado de las investigaciones realizadas. Es como si hubiera abierto la primera de las muñecas matrioskas rusas en las que de forma sucesiva salían otras. Sorpresa tras sorpresa. ¡Ya veréis!

Nos trasladamos en la máquina del tiempo al siglo XVIII  cuando España andaba sumida en la guerra de sucesión por culpa de un capricho del “hechizado” Carlos II que quiso que su sucesor fuese un Borbón en vez de un Austria.
Media Europa se vio involucrada en la guerra defendiendo los intereses de uno o de otro bando, y los ingleses ¡Cómo no! Se inmiscuyeron a favor de los Austrias y en contra de los franceses a los que infligieron mucho daño en algunas batallas.

Entre los oficiales británicos destacados en dichas batallas estaba un tal John Churchill que era duque de Marlborough y que adquirió protagonismo sobre todo en una de ellas: la de Malplaquet en 1709. Esta batalla fue ganada por los franceses pero de forma “Pirrica” pues el ejército inglés perdió 11.000 hombres frente a los 25.000 franceses que murieron en ella.

Aquí es donde empieza la historia de nuestra canción que fue compuesta por las tropas francesas para burlarse de ese oficial que tanto daño causaba y que presumiblemente había muerto en batalla junto con otros muchos oficiales. Se empezó a cantar en los vivacs y fuegos de campamento con el título: : "Malbrough s'en va-t-en guerre”. Y la ironía el destino fue que en realidad este personaje no murió en esta batalla ni en ninguna otra.
Una canción de guerra por tanto, en la que de forma irónica y satírica se contaba la defunción de este caballero en el frente. 
Cuando pasó a España se cambió el apellido “Marlborough” que resultaba difícil de pronunciar por el de “Mambrú” mucho más asequible a nuestra lengua.
Lo más curioso es que dicha canción fue tomada por Beethoven en su Wellington´s Victory Opus 91, para celebrar la derrota de las tropas napoleónicas en la batalla de Vitoria (España) como instrumento para realzar a Wellington y vilipendiar a Napoleón.
Os dejo este enlace y aproximadamente en el minuto 2:32 os llevareis una sorpresa.
https://www.youtube.com/watch?v=-NQ55Qp78mo

Ahora dos curiosidades más:

El apellido “Marlborough” os suena a marca de tabaco ¿A que sí?
Pues lo es, porque la casa Philips Morris abrió su primera tienda en Londres, en una calle llamada: Great Marlborough street en el Soho, llamada así en honor del duque que como os conté anteriormente, no murió en la guerra, sino de una apoplejía.
Segunda curiosidad es el apellido de dicho personaje que nos sonará al del primer ministro británico Winston Churchill , y no en vano, pues John Marlborough era su tío abuelo. Y al nieto tuvieron a bien llamarle, curiosamente, como otra conocida marca de tabaco.

Y nosotros los españolitos sin saber a quién nos referíamos en la canción, y encima preocupados, pues también desconocíamos si el tal Mambrú volvió de la guerra en pascua o por la trinidad.
Por cierto ¿No os suena la melodía a la de: Por ser un muchacho excelente?



¡Qué curiosa es la historia!


Derechos de autor. Francisco Moroz


domingo, 4 de septiembre de 2016

Me pareció ver un lindo gatito (3) y final.



Empiezo esta vez, y ya termino con los mininos, haciendo referencia a un personaje carismático llamado Juan XXIII. Papa de la iglesia católica que nos dejó una memorable frase:

“No compliques las cosas sencillas y simplifica las cosas complicadas”

Y es que hay personas y personajes que se empeñan en complicar la vida de los demás, y otros que se la complican ellos solitos sin ayuda de nadie. Triste forma de ser, que demuestra la infinitud de la estupidez humana.

¿Qué tienen que ver los gatos esta vez?

Pues casi nada, porque en vez de gato podría haber sido una hiena, un león, un borrico, una jirafa, o una gacela piamontesca si es que estas existiesen ¡ Que va a ser que no! Pero todos tienen en común el tener cuatro patas y un rabo para espantar a las moscas ¡No más!

Pero vino el listo de turno y dijo: ¿Cómo expresaremos la idea de aquel que se empeña en complicar las explicaciones, las teorías y las síntesis, con el afán de acabar llevando razón; y de paso acabar con la paciencia del sufrido interlocutor que le escucha pacientemente?

Pues digamos simplemente: 

“Buscarle cinco pies al gato”

¡Sí! cinco, y no tres, que es como estamos acostumbrados a escuchárselo a nuestras madres, tutores, profesores y sabios del lugar. 
Sumamos pies que no restamos; que los hay que, con tal de salirse con la suya y hacer que prevalezcan sus criterios añaden la cola como pata, al igual que el “espabilaó “que nombraba al pulpo como animal de compañía. ¡Claro! que iguanas, camaleones, cerdos vietnamitas y boas constrictoras ya lo son en muchos hogares. 

¿De qué nos extrañamos pues?

Lo de los tres pies fue gracias a Cervantes que con su consabido ingenio y sentido del humor la incluyó de esta manera en su magna obra, poniéndola en boca de Don Quijote para referirse a la búsqueda de pesadumbre y enojo por parte de algunos pendejos.

Por otro lado ¿Qué sentido tendría buscarle tres patas a un animal que tiene cuatro? Siempre encontraremos tres; pero entendiendo el significado que se nos quiere comunicar con la frase, es comprensible que haya individuos que por hacer prevalecer sus sofismas y entelequias quieran contar otros apéndices del animal como patas, sumando cinco en este caso, o seis, según nos pongamos de quisquillosos.Traigo aquí a colación a un famoso negro "whasero". Ya me entendéis mejor ¿A que sí?

Un tal Gonzalo Correas en sus refranes y frases proverbiales que publicó en 1627, lo dejo escrito de la manera correcta, antes que Cervantes la liase parda, popularizando la otra. Esto viene a demostrar por otro lado, lo mucho que se lee a Cervantes.

Termino con una pequeña curiosidad:

Los franceses buscan los cinco pies al carnero y no al gato.
Y los chinos lo que buscan es al gato al perro y a cualquier bicho que se menee sin tener en cuenta la cantidad de patas que posea. No le hacen ascos a nada.

Pero recordad esto cuando se os pasen malas ideas para con estos animalillos: Son más listos que el hambre, y cuando han sido escaldados en alguna ocasión; huyen del agua fría y del caldo caliente y saben defenderse como gatos que son, panza arriba.


Lo dicho: hay gente que lo complica todo. Et certains d'entre eux sont Français.

¡Hasta la próxima entrada fuera de contexto!



Derechos de autor: Francisco Moroz

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