Los hay que están a favor y los hay que están en contra, pero el problema es el
que es, y opiniones variadas hay muchas y enfrentadas.
Me refiero a esa moda
que parece que se está haciendo virulenta en este país de pandereta y Jauja. Que
consiste en ampararse en la constitución y su artículo nº47 en el que quiero
recordar que se proclama el derecho de todo ciudadano a tener una vivienda digna,
para asaltar pisos y locales cerrados o deshabitados por sus legítimos
inquilinos. Incluso los ausentados por vacaciones.
El movimiento se
denomina “okupa” y los individuos, familias, o agrupaciones supuestamente
culturales; toman posesión de las casas y sientan sus reales después de
reventar puertas o cambiar cerraduras.
Todos estos colectivos
o individuos ponen cara de estupor cuando los propietarios legítimos quieren recuperar lo
que les pertenece por ley y derecho, y muchos, de seguro sueltan esa frase tan conocida,
y tan usada por los usurpadores infantiles de sillones paternos:
“Quién se fue a Sevilla
perdió su silla”
Con esta frase se
intenta disuadir al que reclama el puesto usurpado, que lo fue a causa de su
ausencia y que por esa peregrina razón, pierde los privilegios adquiridos de
posesión. Remarcándolo incluso con un: ¡No haberte ido!
Debo aclarar que según
el instituto Cervantes la frase correcta sería:
“Quién se fue de
Sevilla perdió su silla”
Como viene siendo
habitual en estos casos la frase se originó a causa de unos hechos históricos,
y es que si Rubén Blade cantaba aquello de: La vida te da sorpresas, sorpresas
te da la vida.
Yo digo que la historia
te las da aún más gordas.
Ocurrió en el siglo XV
cuando un Trastámara llamado Enrique IV gobernaba Castilla.
Y el suceso fue el originado por dos obispos que para mayor I.N.R.I eran tío y sobrino, en un pleito que creó polémica sonada.
Los dos se llamaban
Alonso y se apellidaban Fonseca y para diferenciarlos a parte de por las
arrugas de la edad se les conocía como el viejo y el mozo.
Corría el año del Señor de 1460 cuando fue nombrado arzobispo de la sede de Santiago de Compostela el joven Alonso. Pero dadas las revueltas continuadas que se daban en el reino gallego y la inestabilidad política del entorno, el sobrino pidió ayuda a su tío que era el titular de la sede sevillana, para que le allanara de obstáculos el camino.
Mientras El viejo
Fonseca acudía a Galicia, el mozo se quedaba en Sevilla cuidando el sillón de
su tío y ejerciendo las funciones de este en su ausencia.
Ni que decir tiene que
se acostumbró de tal manera al clima y a la buena vida que le proporcionaba el
cargo; que cuando el tío acudió, después de solventar los asuntos del sobrino
en Santiago de Compostela, el mozo no quería abandonar la sede episcopal de
Sevilla.
Y es que no es
comparable el ambiente de la capital Hispalense: sus finos, sus romerías, y su
solecito. Al gris y lluvioso clima y la mohína tristeza de las gentes de la
Finis Terra que por otro lado no sabes si van o si vienen.
El rey y hasta el
mismísimo Papa tuvieron que tomar cartas en el asunto para que el joven Alonso
despegara su culo del asiento y se fuera a donde realmente le correspondía: “A
tomar por ese mismo C…” a tierras gallegas.
Antes hubo de ahorcarse
a algunos partidarios del mozo que en su obstinación por defender la causa, perdieron la
vida tontamente sin ganar nada a cambio. Lo malo en defender causas perdidas.
El pueblo que lo copia
todo aunque parece que no se entera de nada, y que está pendiente de las
gazmoñadas de los poderosos; hizo jocosa la frase con respecto al suceso, y la
trasmitió de generación a generación hasta nuestros días.
Ahora enlazo con lo primero
que comenté en el escrito con respecto a los que usurpan viviendas ajenas. Un
problema que parece no tener solución, pues ni los organismos oficiales se
ponen de acuerdo, ni la policía parece tener libertad de actuación para proceder a los desalojos, pues los
jueces no encuentran leyes suficientes para que prevalezca la justicia y el
derecho. lo dicen los abuelos:
¡Tanto estudiar, tanto estudiar, para ponerse una toga y no poder actuar!
¡Tanto estudiar, tanto estudiar, para ponerse una toga y no poder actuar!
Yo, he hallado la
solución al respecto, de la mano del mismo refranero popular tan cuajado de
sabías propuestas. Y es que esta manida frase originó otras como:
“Quién se fue de
Sevilla perdió su silla y quién se fue a Morón perdió su sillón” o “Quién se
fue a Sevilla perdió su silla y quién se fue a Jerez la perdió otra vez”
Pero hay una en la que
encontramos la solución al problema referido que reza:
“Quién se fue de
Sevilla perdió su silla; quien se fue y volvió a garrotazos se la quitó”.
Al Cesar lo que es del
Cesar y a Dios lo que es de Dios.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Yo también soy partidaria de repartir algún garrotazo que otro para recuperar lo que es de uno.
ResponderEliminarLo que no puedo entender es que la ley ampare al okupa; siempre y cuando el dueño del inmueble no sea un banco, claro, porque los desalojos por impago de letras hipotecarias están a la orden del día. En cambio si un jeta se mete en la casa de otro individuo "particular" entonces ya no sale de allí ni con agua caliente. No lo entiendo.
Lo dicho, yo empezaría a repartir garrotazos.
Aprendo mucho contigo cuando te sales de contexto.
Besos.
La ley la hacen los poderosos a su antojo y medida. Después se escandalizan cuando la justicia es tomada por algunos y aplicada "in situ" y sin demora a los que se la saltan.
EliminarA los cara duras hay que corresponderlos con su propio método.
Los refranes populares tienen solución para todo.
Besos
La mejor solución es la que leí hace meses en un relato: esperar a que se ausenten los usurpadores, llamar a un cerrajero, ponerles sus cosas en un descampado a varios kilómetros, y tomar posesión de la vivienda. La misma dificultad que tenía para echarlos el propietario (se supone) tendrá el usurpador. Aunque seguro que lo intenta.
ResponderEliminarMuy buena entrada, Francisco, por la parte histórica y por la legal.
Un beso.
El caso Rosa es que una vez que ocupan la vivienda, siempre hay alguien vigilando la propiedad arrebatada para que no se la quiten a ellos.
EliminarEsto de la justicia es delirante, al ver como ampara al delincuente y al sin vergüenza.
Lo que no hagas tú, no lo hará nadie por ti.
Besos
Una buena entrada de saber lo que significan las frases y por qué. Eso de que un okupa tenga mas derechos que el propietário no está bien. Imaginarme que yo tenga una casa de veraneo y cuando vaya a pasar mis vacaciones me la encuentre que está ocupada.No puede la ley amparar a quien la okupa. Otra cosa es ocupar alguna propiedad que está echándose a perder por que su propietario no la cuide o la tenga abandonada.
ResponderEliminarComo verás a lo largo de la historia ha habido usurpadores que arrebatan lo que no es suyo. da mismo que se trate del clero o la realeza, no se cortan ni un poco. Lo malo es que siempre pagamos la gente llana, los que menos favorecidos por la fortuna.
EliminarY la justicia solo funciona cuando esos inmuebles ocupados pertenecen a los ricos o a los bancos como decía Kirke en el comentario de arriba.
Besos Mamen.-
Interesantes ambas partes del relato, la referida a la actual con algunos que juegan a usurpar en nombre de no se sabe qué y cosas de este país de pandereta, resulta que el propietario es el que acaba teniendo problemas para volver a su casa, siempre que el propietario es un personajillo de a pie, si se tiene dinero ya se sabe que la justicia es distinta.
ResponderEliminarLa parte histórica muy interesante, me ha hecho pensar en cuantas situaciones reales se dan de esas cesiones temporales que algunos, los jetas, hacen permanentes.
Ahora no sé yo si se podría aplicar a unos cuantos (o bastantes) políticos que se apoltronan en sus asientos (que pagamos todos)sin recordar que es una "cesión" temporal que el pueblo que los vota les ha hecho.
Parece que todo se sigue repitiendo.
Un beso
En principio era la parte histórica que concernía a la frase hecha; pero veo con sorpresa que a causado más impacto la parte de la ocupación injustificada e las viviendas ajenas.
EliminarEfectivamente y con respecto a tu comentario, el tema puede aplicarse al estado actual de nuestra nación de pacotilla donde la clase política juega a los despropósitos a costa nuestras, mientras se ríen de las necesidades y la miseria que están ocasionando gracias a su entretenido debate sin fin, sobre cómo repartir el pastel entre todos ellos. Son perros de presa, voraces y sin escrúpulos.
Un beso enorme y mi agradecimiento por tu comentario tan completo como es habitual.
Un interesante artículo Francisco, me ha encantado, la parte histórica es genial y la desconocía por completo. El tema de los ocupas es peliagudo, ya que por lo visto hay hasta mafias que llegan a engañar a "futuros inquilinos". Es decir, ocupan la casa y la alquilan, por todo el morro. Luego llega el pobre inquilino y se come el marrón, a parte de que ha perdido el dinero. Cierto es que esto lo he visto en la caja tonta, y ya sabemos como de adulteradas pueden estar algunas noticias; pero cuanto menos, da que pensar. Quitando eso, la justicia no debería amparar el movimiento ocupa, desde luego, y en ninguna instancia pretendo defenderlo. Hace tiempo leí en un foro que si eso te sucede, has de llamar a la policía y en vez de decir que te han ocupado la casa, decirles que has llegado a tu morada y has descubierto que te han entrado a robar y el ladrón sigue dentro. No sé si funciona, pero es curioso. Lo que me escama es que el tema ahora se ha vuelto de rabiosa actualidad, y no podemos obviar que, por desgracia, muchos de los casos están perpetrados por gente desesperada. Ojo, lo vuelvo a decir, no lo defiendo en absoluto, y es algo que hasta me asusta. Pero nuestro sistema judicial y político tienen las manos bastante manchadas de $%&/& al respecto. Veo increíble que lleguen a echar a familias con criaturas a la calle, por no poder pagar la hipoteca, y en contadas ocasiones con los padres trabajando, pero con un sueldo tan bajo que ni llegan a fin de mes. O algo peor, que lleguen a poner de patitas en la calle a ancianos enfermos. Creo que el "ocupismo" forma parte, al menos al día de hoy, de una cadena, como un efecto dominó. Y por desgracia, tenéis toda la razón, nosotros somos las fichas. Aunque después de haber soltado este rollazo, jeje, me gustaría añadir que estoy de acuerdo con tu exposición. Nadie tiene derecho a arrebatarte algo que es tuyo, sobre todo cuando lo has logrado con tu esfuerzo o simplemente es tuyo, sin más. Y la justicia debería ampararnos, al pueblo llano, que somos los que realmente movemos los engranajes del país, o eso pienso ; )
ResponderEliminarQuerido amigo, después de tu exposición poco tengo y puedo añadir.
EliminarCreo que has utilizado este espacio para lo que está, como pequeño foro donde expresar nuestras opiniones y respetar las del resto de compañeros.
Estoy totalmente de acuerdo con lo escrito, y aunque realmente lo del tema de los "Okupas" era una simple introducción al artículo, veo que ha echado raíces propias creando, no polémica ni debate encendido que aquí somos muy educados, pero si un cruce de opiniones muy interesante y personales.
Te agradezco tu extenso comentario, da gusto tener seguidores que se sienten cómodos en esta casa.
Te mando un abrazo compañero, deseando que te pases a hacernos compañía con más frecuencia.
Muchas de nadas Francisco! Me encanta tu blog y hacía tiempo que no te visitaba, ya que me había ausentado un poco de google+. Y que decir que me entusiasma oír –bueno, en este caso leer– esas historias y anécdotas, que son geniales, porque te hacen aprender cosas nuevas de la historia. El comentario me brotó solo, jeje, y hasta dudé de publicarlo por si sonaba polémico o algo así. Queda decir que contigo, de polémicas nada jeje, me gusta lo que haces y tu manera de pensar. Me siento tranquilo de que lo hayas visto con buenos ojos, que era lo que deseaba. E intentaré visitarte más a menudo, sin lugar a dudas. Un abrazo! ; )
EliminarFrancisco, contigo siempre se aprende!!! Me ha encantado esa introducción tan propicia para explicar la famosa frase.
ResponderEliminarUn problema bastante complicado que debería solucionarse. Todo queda dicho en los otros comentarios, así que yo me limitaré a felicitarte y pedirte que subas más explicaciones de estas.
Siento pasarme poco por el blog, pero intentaré estar al día ajajajajja.
Un abrazo Moroz.
Querido amigo, si que te echo de menos y me hace ilusión cuando dejas tu comentario en alguna de las entradas.
EliminarAquí aprendemos todos y a la vez intentamos hacerlo de manera amena.
Te espero siempre, serás bienvenido.
Un abrazo.
Me gsta asomarme a esta ventana tuya por lo mucho que se aprende, ves ya se de donde viene esa frase que tanto me repetía mi abuelo materno cuando era pequeña y joven jeje, gracias infinitas por ello Francisco.
ResponderEliminarEn cuanto al tema de los okupas, es algo que no llegaré jamas a entender y como no se crean leyes que amparen al propietario frente a uno que pretenden por las buenas ocupar una vivienda que no es suya, y que posiblemente la haya comprado con todo el sacrificio y esfuerzo de su trabajo para uso y disfrute, de modo que debía la justicia y los políticos crear leyes para que los propietarios estén protegidos frente a los okupas que se meten en tu casa sin ningún tipo de derecho, en fin espero que algún día sociedad cambié y los propietarios de viviendas se vean protegidos frente a los okupas, que trabajen que estudien y que se compren su casa pero que no intenten por las buenas ocupar lo que a los demás les cuesta trabajo sacrificio y pago de impuestos. un abrazo. TERE.
Nos haremos sabios si seguimos intentándolo. Me satisface enormemente que disfrutes con esta sección Teresa, algo que empezó sin querer se está convirtiendo en adicción, y este tipo de drogas culturales están pero que muy bien y te ponen a tope de conocimientos al menos curiosos.
EliminarYa tengo preparada la próxima entrada de "Fuera de contexto" creo que también será de tu agrado.
Besos y agradecimiento.
Muy interesante entrada, a la vez que entretenida. Creo que han dicho todo ya en los comentarios, y estoy de acuerdo. A mi me queda por añadir que la próxima vez que vaya por tu ciudad me iré al congreso con un tubo de loctite y me sentaré en algún escaño de esos vacíos, de los que cobran y no van, a ver si me levantan, por que eso también es indecente que se lleven un sueldazo por quedarse durmiendo o haciendo lo que les da la gana a cuenta de los que nos dejamos la piel. Eso sí me quedo con la silla y el sueldo vitalicio, así que si ves que no comento ya sabes donde estoy jajaja.
ResponderEliminarDeseando leer la siguiente entrada.
Mientras tanto te hago llegar un abrazo desde casa.
Pues no es mala la idea, pues creo que estos señores sinvergüenzas que se sientan en los escaños cuando les apetece ir, teniendo en cuenta que se trata de la casa del pueblo están delinquiendo al ocupar una casa que no cuidan y por otro lado desbaratan. Deberíamos echarlos a todos o a casi todos al menos.
EliminarEse abrazo espero dártelo alguna vez en persona aunque no sea en el congreso de los diputados.
Besos amiga.