En el sueño que se repite
noche tras noche, corre hacia la luz como las mariposas nocturnas, despavorida,
pues unos seres diabólicos la persiguen para agarrarla y llevarla a la
oscuridad eterna.
Justo cuando están a punto
de alcanzarla y agarrarla con sus deformes garras, salta
al final del túnel de luz y escapa liberándose de la agonía.
Cuando abre los ojos se da cuenta que todo ha sido una pesadilla inocua.
al final del túnel de luz y escapa liberándose de la agonía.
Cuando abre los ojos se da cuenta que todo ha sido una pesadilla inocua.
Hoy, antes de acostarse y para facilitar el descanso, se traga tres pastillas junto con un sorbo de agua. Se duerme enseguida volviéndose a repetir por enésima vez el delirio recurrente: Todo está negro y en
silencio hasta que los oye venir y los presiente tras la puerta del piso.
Sale de la cama y busca frenéticamente el pasillo y allí, los ve: esos seres siniestros con apariencia de diablos de ojos inyectados en sangre vienen de nuevo en su busca.
Sale de la cama y busca frenéticamente el pasillo y allí, los ve: esos seres siniestros con apariencia de diablos de ojos inyectados en sangre vienen de nuevo en su busca.
Empieza a correr con torpeza pues sus piernas parecen de plomo, al final reconoce la luz del final del túnel y corre hacia ella para encontrar su salvación como en otras ocasiones.
Salta y se vuelve a librar por los pelos de esos seres del infierno una vez más.
Abre de nuevo los párpados encontrándose con la misma oscuridad y esta vez la pesadilla no termina, pues aunque vuelve a ver la luz al final
de un túnel hacía donde irremediablemente se dirige su cuerpo astral... esta vez su sexto sentido intuye, que será de forma definitiva.