jueves, 4 de diciembre de 2014

La Habitación 352

La Habitación 352

De: Juan José Díaz

"Jaime" es un paparazzi dedicado a lo que se dedican todos ellos: sacar fotos exclusivas a los famosos para venderlas a las revistas.

En ello se encuentra, parapetado en un portal, en frente de un hotel de Málaga cuando por el objetivo de su Nikon ve la aparición gloriosa de una bella mujer con un niño de la mano. Tan hermosa dama merece una ráfaga concatenada de disparos de su cámara, pues algo le dice a "Jaime" que esa mujer es importante para él, su corazón ha sido robado por la que desde ahora llamará "Gloria".

La estrategia para tomar contacto con "Gloria" pasa por investigar dentro del hotel donde supuestamente se aloja la muchacha y el niño, y para ello empleará a un cómplice habitual: "Raulito" el ascensorista del inmueble, que por una módica compensación monetaria pasa información sobre las salidas y entradas de los clientes de relumbre.


"Jaime"piensa que en esta ocasión incluso le merece la pena implicarse directamente, ya que la causa le concierne personalmente, y es que el amor le ha tocado de lleno. Para ello se hará cliente del hotel e indagará sobre la mujer y en que habitación se encuentra... Pero a partir de aquí todo se vuelve una pesadilla. Por un lado nadie parece saber nada sobre "Gloria" aun habiendo hablado con ella , como es el caso del recepcionista "Julio" y por otro, las fotos realizadas por "Jaime" han desaparecido de la memoria de la cámara fotográfica con lo cual no tiene ninguna prueba de la existencia de la muchacha.

Y una habitación inexistente y una gitana misteriosa abonarán la dosis de intriga.

El paparazzi acostumbrado a meterse en situaciones escabrosas tendrá que lidiar con un misterio que le desbordará.


Este relato o novela corta, pues es de lo que se trata con sus escasas 80 páginas que en este caso no lo son, pues si quieres leerlo tendrá que ser en formato E-Book, es una muestra más de lo que en el imaginario popular son capaces de sugerirnos las casas encantadas, los hoteles y los moteles de carretera, no tenéis más que echar mano de la cartelera de entonces y de ahora : -Psicosis-El resplandor-La guarida-Habitación 333- y otras muchas más que ahora no recuerdo.


El autor va directo al grano sin rodeos ni circunloquios innecesarios, pretende contarnos una historia de impacto y lo hace sin demasiadas complicaciones, es lo que tienen estos relatos cortos: que comprimen un argumento al máximo sin restar interés a la trama; es más, el lector animado por lo poco extenso de la lectura, se predispone en cierta manera a comprobar si el escritor será capaz de condensar en tan poco espacio, una historia interesante.


Necesariamente los acontecimientos se van sucediendo sin respiro ni pausas de reflexión, los diálogos no son trascendentales ni dan pistas sobre los sucesos, veremos pasar la historia de un tirón de principio a fin, con lo cual o nos sorprenderemos o nos quedaremos decepcionados, es el Yin Yang de los micro-relatos. Y yo no voy a dar más detalles, pues es difícil hasta una sinopsis de un libro tan etéreo como la presencia de "Gloria".

El género de este libro está enmarcado en el de terror, pero no diría que el autor lo consigue al 100 X 100. ¡Eso sí! la intriga y el suspense están asegurados.

Entretiene mientras dura.







lunes, 1 de diciembre de 2014

Cuatro esquinitas tiene mi cama

Cuatro esquinitas tiene mi cama.

De: Fernando Méndez

"La vida tiene dos territorios definidos: realidad y fantasía.

Pero existe un tercer lugar que muchos desconocen, a pesar de ser el mejor de todos: la "fantástica realidad".


Un libro de humor y de amor. Unas 400 páginas con letra grande que se leen en un santiamén y de forma muy agradable.
el argumento es delirante y un tanto psicodélico y estrafalario pues mezcla a los ángeles con las reencarnaciones y todo ello con viajes en el tiempo. pasando por túneles de niebla y aletear de brazos, que no de alas.

Empecemos el mes de Diciembre con alegría.


"Deja que la vida fluya, no la detengas. Sólo así avanzarás y la meta estará cada vez más cerca".


La absoluta protagonista de esta historia se llama "Lourdes" y se trata de una florista gallega que trabaja en el cementerio de su localidad. Divorciada y viuda de su marido "Carlos" en ese orden, con una hija adolescente que se llama "Candela" a punto de entrar en la mayoría de edad. "Lourdes" pasa de los 40 y está un poquito fondona, y con la autoestima en peligro de extinción.


Tiene dos amigas "Queca" y "Marga" que son la única válvula de escape semanal, y esto es tomando un café y poniéndose al día con cotilleos y comentarios intrascendentes y de paso dándose consejitos de amor, sobre relaciones sentimentales. 


"Lourdes" es una persona práctica y directa, dice las cosas a bote pronto, no tiene pelos en la lengua y eso lo notaremos en cuanto haga la presentación de su historia, pues se trata de su propia experiencia contada en primera persona tal como ella la vive.


Quedará claro que no cree en espíritus ni en esas gaitas esotéricas, pero mira por donde aparece "Armand" un elegante individuo que se la presenta como un ángel novato con su primera misión entre manos, y en este cometido entra ella en juego.




¡Así!¡De sopetón! le explica que hace unos cuantos siglos ella fue "Cleopatra" y la responsable de sembrar mucho mal a su alrededor. Sobre todo a un esclavo, un brujo, una sirvienta y un general romano, y resulta que los espíritus de esos cuatro personajes habitan ahora en los cuerpos de su ex-jefe, su hija, su hermana y su padre; las 4 esquinitas. 

"Armand" le indica que es el momento de resarcirlos de ese mal que recibieron de su mano y para ello, tendrá que completar una serie de pruebas que le propondrá  el supuesto ángel.

Imaginaos la cara de la protagonista nada crédula, que piensa que el tío está como una regadera y segundo, que está empleando un método un tanto extraño para ligar con ella...


" En el amor siempre hay algo de locura y en la locura hay siempre algo de razón". ( Nietzsche )


Desde el principio de la lectura empezaremos a reír, a sonreír e incluso en algún pasaje a echar una carcajada, es tal la informalidad con la que está escrito, que será difícil apartarlo para hacer otras cosas más productivas. Pero esa es la razón de la lectura: pasar unas horas de gratificante entretenimiento. Y doy fe que el autor consigue su propósito de manera sobrada.


"Lourdes" enamora por su franqueza, por su frescura y sus dicharacheros diálogos con los otros personajes y sus monólogos con ella misma. No es nada sofisticada en sus formas y cuando nos narra acontecimientos muy personales e incluso muy íntimos, no deja de crear más que situaciones catárticas e hilarantes.


Naturalmente no esperemos documentación  de los lugares históricos por los que paseará su cuerpo serrano y reencarnado ni su espíritu inquieto. Pompeya, New York, Colonia y Egipto la verán pasar con energía, elegancia y un toque glamouroso que no le va ni pegado con loctite. 


"Si los seres humanos pudiesen comprender cuanto se complican la vida inútilmente, se darían cuenta de que la belleza está en lo sencillo".


Tendrá  que ir improvisando sobre la marcha como perfumista, historiadora, concubina, bufón, esclavo palanquinero, aguadora... todo, para salir de apuradas situaciones; y para salvar la relación deteriorada que tiene con su hija "Candela", relación que si fracasa en sus respectivas misiones, puede perder para siempre, al igual que ella su vida.


Un libro que me ha convencido por el planteamiento argumental, con una estructura aparentemente intrascendental y un fondo muy humano detrás de bambalinas.


Un cuento con moraleja y final inesperado del todo. Tampoco le falta emotividad y mucho corazón en ciertas escenas.

En definitiva os puedo garantizar que "Lourdes" hasta con su pijama de ositos, no os dejará indiferentes.

Y como está escrito en la portada : Lee este libro y se feliz.


"Amor e ilusión, energía y felicidad. Los cuatro elementos esenciales del universo".


"Que poco necesita el cariño para anidar en el corazón de las personas".




sábado, 29 de noviembre de 2014

Ser o no ser



Que seremos cuando no podamos ser:
los dioses todo poderosos, magnánimos, justos y protectores. Omnipresentes en todo momento de necesidad.
Los héroes valientes y aguerridos, victoriosos en cada batalla emprendida contra vuestro sufrimiento.

Que seremos cuando no alcancemos a ser:
los maestros eficientes, educadores, sabios de toda materia divina y humana, los que ponen fin a vuestras dudas y preguntas interminables repletas de porqués.
Los eruditos que os descubren los misterios de la vida inabarcable.

Que seremos cuando no sepamos ser :
Reyes magos que hacen aparecer regalos cumpliendo vuestros anhelados deseos, payasos de caras pintadas que os hacen reír, aventureros de película, capitanes intrépidos de fragatas piratas que  siempre encuentran el tesoro, los amigos insustituibles.
Médicos y enfermeros que curan heridas y mitigan vuestro dolor. Cuenta cuentos de mil y una noche de insomnio. Guardianes de vuestros miedos e incertidumbres.
Los que están siempre, llegan a tiempo y lo pueden todo.

Que seremos pues.
Cuando crezcáis  y sepáis de nuestras debilidades, injusticias y violencias. De nuestras limitaciones y ausencias injustificadas, de nuestros silencios cabizbajos y hoscos. De nuestros enfados,discusiones, gritos y regaños. 

Cuando abráis los ojos a la vida y esta os enseñe de la cobardía, de la derrota y las huidas cotidianas a la desesperación.
Os hable de la muerte y de la perdida inevitable de lo humano.
Os cuente de la cantidad de ídolos con pies de barro a los que adoramos y del tirano dinero que nos gobierna y esclaviza . Cuando perdáis la inocencia, os golpee el destino y os haga sangrar la injusticia. 

Cuando maduréis como jóvenes y entendáis de nuestra cortedad e ignorancia en muchas materias, de lo mucho que nos falta por aprender y lo poco que podemos enseñaros ya. Y sepáis de las   asignaturas que tenemos pendientes en nuestro curso vital. 

¿ Cuántos suspensos nos pondréis entonces ?

Descubriréis nuestros trucos baratos y estratagemas sin imaginación.
Los engaños para salirnos con la nuestra y por la tangente para escapar de la obligación que nos subyuga.
Cuando os deis cuenta de lo aburridos y rutinarios que podemos llegar a ser,  de nuestras evasiones por puertas falsas. 

¡ Que poca admiración os causaremos !

 Sabréis de las excusas para no enfrentarnos a la realidad... y aprenderéis que nuestra historia es una más de las que se oyen y no ciertamente la más original ni la más interesante; y que ahora amigos tenéis muchos de vuestra edad, bastante más divertidos que nosotros, que permanentemente arrastramos preocupaciones adornadas con ojeras y cansancio rancio.

Entonces quedaremos ante vuestros ojos como lo que somos.
Sin parapetos donde ocultarnos, ni ropajes historiados con los que vestirnos.  Desnudos, con nuestras verdades y mentiras, con todas las miserias o virtudes al descubierto.
Seremos lo autentico y lo falso. Lo cierto y cotidiano. Lo que es y  
lo que hay.
Veracidad cruda y dura

A partir de ese momento únicamente prevalecerá lo que hicimos con responsabilidad, dijimos en conciencia y os enseñamos con dedicación y entrega.

Quedarán: los juegos compartidos, los cuentos de duermevela, el sacrificio altruista y las lágrimas vertidas.
Desvelos infinitos, a veces desgarrados.
Ante todo quedarán ese montón de besos, abrazos y sonrisas sin medida; la sinceridad de los sentimientos y también la gratuidad del amor infinito recibido por vosotros.
 
Por tanto al final, solo tal vez, nos reste hacernos pequeños como niños, como los que fuisteis, y dejarnos hacer. 
Complacernos en lo que venga  y no esperar agradecimiento ni compensación, pues bastante satisfacción tuvimos mientras os vimos crecer, y ser, lo que queríais que fuésemos. Nos hicisteis grandes, enormes ante vuestros ojos infantiles.
Ahora nuestro sueño se basa en seguir estando para cuando nos necesitéis.

Pues ser padres es lo que tiene. Se aprende con los años y  lo aprendido no se olvida jamás. 
Una vocación a jornada completa con dedicación plena; sin limitación de tiempo, sin periodo de caducidad, que va añadiendo valor y sentido a lo vivido, duplicando lo compartido y restando al dolor su protagonismo infame.

Es ser todo gracias a los hijos.
Y no ser nada, cuando te faltan.

" Solamente dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: Uno las raíces el otro, las alas."
                                                                           (Hodding Carter)


 


  

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