viernes, 9 de marzo de 2018

Para ti





Para ti mujer
tan original como los ocasos
y los amaneceres.
Capaz de abrazar como las olas del mar
pero renuente como las mareas.
Acogedora como árbol frondoso con su sombra.
Atractiva, personal y seductora.

Eres esa puerta abierta y necesaria
 que da refugio al que peregrina a tu presencia.
Como vendaval y terremoto vibras
te conmueves como la misma tierra.
 Sufres como madre por sus hijos en la guerra,
Y en las treguas cotidianas te desvelas.

Te esponjas con la caricia sentida del que te ama,
como cuerda de guitarra pulsada suavemente
desbordas armonía.
Con voz de canción y nana que arropa y calma,
y mitiga soledades.
 Entregando hasta el alma si fuese perentorio.

Pero eres a la vez vigorosa como roca.
Paciente y tenaz, brava guerrera.
que no se amilana en la lucha ni se agosta en llanto.
Que ante la injusta inclemencia de las cosas
 abandera siempre adelante la primera.

 Tu olor el de la hierba mojada tras la lluvia
el mismo del hogar al que regreso.
Donde me espera un corazón
de limón de especia y hierba buena.
ese aroma de manjar que me alimenta.
Siendo feraz artista creativa,
que hace de lo trivial y somero su mejor obra.

Para ti, mujer.
Que eres ternura y calidez sabrosa,
 al igual que pan recién hecho y horneado.
Ventana trasparente de ojos y alma,
que da sentido al hombre
que pronuncia un ¡Te quiero! y te respeta.

Tu mirada, el cielo,
tu libertad gaviota
Tu abrazo mi lugar sobre la tierra,
manantial cuando ríes.
suavidad de nube cuando besas.
Posees la apasionada voracidad del fuego.
Educas las conciencias, trazando caminos con tus pasos
con discreto ejemplo.

Seré capaz
 de robar el color a la primavera
poner sus alas a los ángeles caídos
y quitarle a Dios su misterio si fuese necesario.
Solo para ti, si tú lo quieres
Cómo y cuándo gustes,
si tú lo mandas.

 Estaré a tu lado mientras pueda,
 siempre que acompañarte me permitas.
Intentando encajar las circunstancias,
y sin medias tintas ni medias naranjas;
como compañero de vida de igual a igual.
Respirando la esencia
que te imprime el carisma.
que me hace admirarte tanto,
 por ser mujer.



Derechos de autor: Francisco Moroz


sábado, 3 de marzo de 2018

Tiempos de cambio





Se quedaban discutiendo donde pondrían el sofá, pues aunque les sobrara espacio para colocarlo junto a la vitrina, la mesa del comedor, las doce sillas, el aparador y el mueble de la televisión, lo que les faltaba eran ganas y motivación para redecorar en ese momento el que sería su nuevo hogar.

Tenían un sólido techo de puente sobre sus cabezas y unas vistas maravillosas a la ciudad. Lo que no tenían eran las cuatro paredes que limitaran la propiedad.

El desahucio les había cambiado la vida.

Derechos de autor: Francisco Moroz



jueves, 8 de febrero de 2018

A modo de despedida



Si pudieras leer mi mente sabrías del vacío que has dejado con tu ausencia.
Mis horas estaban llenas de tu presencia y ahora, me sobra tiempo para compartir. Excesivos silencios y lágrimas.

Si pudieras leer mi mente conocerías todo lo que guardaba en mi interior para decirte y ofrecerte, como un regalo dedicado exclusivamente a tu persona.
Ahora las emociones se han quedado encerradas sin poder expresarlas de viva voz y eso, me erosiona el alma.

Si pudieras leer mi mente, comprenderías mi impotencia al no haber sabido traspasar del todo la niebla de tu olvido, enfocar tu mirada perdida, aclarar tu confusión y aliviar el dolor que te asediaba.

Hoy las palabras se marchitan en mi boca, los besos se me mueren en los labios. Pues cuantos “Te quiero” quedaron por decir ¡Ojalá lo supieras! Para que de esa forma no me sintiera tan indefenso ante la falta de respuestas.

Si pudieras leer mi mente descubrirías mi dolor agazapado arañando mis entrañas cada vez que soy consciente de tu pérdida irremediable.
El camino se hará más largo a partir de ahora sin tu compañía, sin tus consejos y sin esa sonrisa inocente que me iluminaba los desánimos.

Si pudieras leer mi mente, tendrías la certeza de que nunca te olvidaré, que te llevaré como referencia allá a donde vaya hasta que mi ocaso se perfile por el horizonte o mi memoria como la tuya, se borre irreversiblemente.

Se lo orgulloso que te sentías de los tuyos, lo que los amabas. Yo que estuve a tu lado lo comprobé, aunque solo lo pudieras manifestar a través de una mirada absorta o alguna palabra balbuceante.

Si pudieras leer mi mente conocerías todo el amor que reservaba para ti, pero no hubo ocasiones suficientes, nos tuvimos que despedir inesperadamente entre ilusionados ¡Hasta pronto! ilusionados con volvernos a ver.
Pero tras la muerte, solo nos queda la esperanza del reencuentro en esa otra tierra prometida.
Al menos me dejaste como herencia los recuerdos de los momentos compartidos, los disfrutados y los sufridos, y eso me alienta la confianza y ha de consolar la espera.
Hoy por lo pronto, solo la tristeza y la angustia me acompañan junto con una melodía que me moja los ojos cada vez que la escucho. 


Si pudieras leer mi mente, te darías cuenta que es mi corazón el que de continuo, te echa de menos.

Derechos de autor: Francisco Moroz







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