Lo
observo sobre la mesa, frío, inerte, envuelto en sí mismo, indefenso.
Agarro
un cuchillo y con gestos de sacerdotisa, inicio el ritual con el que consumaré uno de los pocos placeres que me son concedidos de disfrutar en la vida, sin temor a padecer efectos secundarios.
Realizo dos cortes perfectos sobre él, en sus extremos, con precisión de cirujana y a
continuación otro que lo raja de parte a parte.
cojo con mis dedos un pedazo de carne jugosa y blanquecina y lo degusto voraz, con
ansia animal.
Lo único que me desagrada del melón son las pepitas.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Jajaja, Francisco, muy bueno, me he reído mucho ; )
ResponderEliminarEsas risas me llenan de satisfacción.
EliminarUn abrazo compañero.
En principio creí que se trataría de un pollo o un pavo, pero me has engañado, amigo; nunca pensé en el melón.
ResponderEliminarLas pipas podría tostarlas. Yo de chico lo hice alguna vez.
Un saludo.
Ja,ja,ja. ¿Un pollo?¿ Un pavo?
EliminarEl caso es que a buen hambre no hay pan duro. Hubieran podido ser también. ¿Porqué no?
Un abrazo Bruno.
Es muy bueno: ¡tu especialidad es la de sorprendernos! Me has hecho reír con los efectos secundarios: acá en la Argentina corre la leyenda negra, o roja, qué se yo, de que si tomas vino con melón o con sandía, al rato, te mueres. No se quién la inventó, ni tiene explicación científica conocida, pero casi todo el mundo se la ha creído en perjuicio del pobre melón.
ResponderEliminarUn beso y muy buen finde, amigo ;)!
Fer
¡Ah! querida Fer. leyendas de esas que llamamos por aquí: Urbanas, hay a patadas.
EliminarSobre el melón dicen que si lo tomas por la noche puedes ponerte malo o algo peor. Dice el dicho: El melón por la mañana es oro por la tarde plata y por la noche mata.
Con eso queda dicho todo al respecto. Yo lo he comido para cenar y nada de nada de efectos secundarios.
Gracias por tu aporte.
Besos muchos.
Un micro muy jugoso, que da a que se estaba cortando otro alimento. Un abrazo
ResponderEliminar¡Ea! Podría haber estado cortando hasta el cuerpo de algún desgraciado ofrecido en sacrificio a los dioses.
EliminarMenos mal que se trataba de un pobre melón.
Besos Mamen.
Jajaja, no volveré a cortar el melón sin acordarme de tu micro. ¡Crack, Francisco!
ResponderEliminarEso está bien compañero. Eso de que recuerden un pequeño micro tuyo cada vez que comas melón, es todo un honor. Ja,ja,ja.
EliminarUn abrazo grande.
Ja, ja, ja. Me estaba imaginado un suculento entrecot o un chorizo de esos de mi tierra que son divinos. Aunque uno de esos que dices, si es bueno, está casi igual de divino (exagerando, que donde esté un buen chorizo picante...)
ResponderEliminarMuy bueno, Francisco.
Bueno rosa, Un chorizo de esos que comentas tampoco estaría nada mal.
Eliminar¡Tremendo tu comentario! siempre pensando en comida de la buena.
Besos
Francisco me has hecho reír. Un micro relato estupendo, me imaginaba un buen trozo de carne jugosa, pero mira por donde era un melón(que por cierto están buenísimos).
ResponderEliminarUn abrazo grande Francisco.
Bien, bien, ya vas entrando a saco con los comentarios.
Eliminartus risas me congratulan. Lo he dicho muchas veces: si un texto te hace reír o llorar o te motiva; significa la mejor recompensa para el lo escribe.
Gratitud Joselium y un abrazo amigo.
Me encanta Francisco, humor inteligente , con sorpresa final y además con título cinematográfico.
ResponderEliminarUn abrazo amigo!!!
Eso del título cinematográfico es lo que más te ha gustado ¿Eh? ¡Confiesa! Je,je
EliminarY es que a un cinéfilo como tú le sale la vena cuando lee cosas que huelan a cine.
Te quedo agradecido como siempre por tu comentario.
Un abrazo compañero.
Francisco tienes una gran habilidad en buscar finales que no se esperan, aunque ahora ya voy sabiendo que nada es lo que parece, pero de nuevo en este caso al melón no lo esperaba jajaja.
ResponderEliminarEs rico el melón, ahora me va a dar pena partirlo y comerlo.
Feliz finde
La verdad es, que invierto horas para poder seguir sorprendiéndoos, hasta sueño con posibles finales para los relatos...Ja,ja miento como un bellaco. Te confieso que van saliendo solos mientras escribo la historia. Muchos de ellos ni me los espero yo mismo. La verdad es que son las musas o musos los que me dan la sorpresa del final.
EliminarBesos Conxita.
Se agradece enormemente que me hayas hecho reír, eres increíble. un abrazo. TERE.
ResponderEliminarY yo te agradezco sinceramente que me lo digas. Pues para mi es lo mejor que me pueden decir. de verdad, el disfrute es lo que nos hace muchas veces más humanos.
EliminarBesos Teresa.
Me siento plenamente identificada con la protagonista porque yo tengo unos instintos muy parecidos a los de ella, pero en lugar de melón yo siento predilección por el jamón ibérico; cojo un cuchillo y no me controlo.
ResponderEliminarGenial, Francisco. Me parto con tus salidas.
Un beso.
Te imagino como protagonista del relato, le pongo tu cara de hambre y de ansia viva, pero te imagino persiguiendo al pobre cerdito por un jardín para arrancarle su tierna patita de sabroso jamón ibérico.
EliminarNo se yo si podrías esperar a que te lo curaran y ahumaran como Dios manda o te lo comerías crudo.
Te presiento muy voraz como al lobo de Caperucita.
Besos voraces.
Indefenso seguro que estaba jajaja. Un instinto muy frutal y apetitoso, Francisco.
ResponderEliminarCreo que nunca dejarás de sorprenderme con los escritos. Un genio del arte de las letras.
¡Un abrazo!!
Has jugado con la palabra "Brutal""Frutal" ingeniosamente; y apetitoso es tu comentario, que sacia mi ego y mis sentidos de escritor aficionado.Je,je.
EliminarNo sabes que hambre me has quitado con tu opinión.
Gracias y gracias... bueno y besos.
Una delicia tu micro! jajaja
ResponderEliminarMe alegro, una satisfacción que lo sea y lo expreses.
EliminarGracias
Me ha encantado tu micro. Nunca habría esperado que fuera un melón, pero claro, no serías tú si no hubiera sorpresa final.
ResponderEliminarUn besillo.
¡Ea! finales Francisco ya me lo dicen. esto va a ser como los cantautores: Cada uno con su estilo especial.
Eliminar¡¡¡Me pido Sabina!!!
Besos María.
La primera vez que me llaman alma pura. Eres de los mejores compañero, ya te aprecio un poco más. Ja,ja,ja
ResponderEliminarel caso es, que los finales truculentos me cuestan un poco. Eliminar a mis personajes me cuesta un poco. Prefiero poner atrezzo insensible al dolor.
Un saludo Julio David
Hola!! También soy de la iniciativa seamos seguidores y te sigo desde http://eltiempoliterario.blogpospot.com.es
ResponderEliminarNos leemos :)
Me paso por tu blog y le echo un vistazo.
EliminarNos leemos.
Jajaja, muy bueno. Un corte limpio sin sangre, sin gritos...
ResponderEliminarPor cierto las pepitas de melón con sal están ricas jajaja, te lo digo por si a la próxima no quieres dejar pruebas del delito.
Un beso.
Un crimen incruento que proporciona placer a partes iguales, a no ser que nos salte un vegetariano o vegano diciendo que los melones también tienen sentimientos y sufren sobremanera en una sucesión de catarsis cognitiva en grado sumo.Que de todo hay en la viña del señor. Las pepitas son otra historia.
EliminarBesos, relatora.
Qué bueno, muy, muy bueno Francisco! jajaja
ResponderEliminarMe he reído un montón, :)
A mí con las pepitas me pasa lo mismo.
Besos, amigo.
Cada uno tiene sus manías ¿No crees?
EliminarBesos