Da
placer ver a esos pajarillos que juegan en el jardín, moviendo sus alas nerviosamente y mirando con desconfianza a los lados, adelantando sus cuerpecitos para volver
atrás de nuevo en continuos brincos mientras buscan el alimento, se rebozan en
la arena o se cortejan.
¡Ojala!
Pudiera acercarme y jugar con ellos, implicarme en sus frágiles vidas y
participar de su inocencia.
¡Ojala!
Se confiaran a mi presencia y tener la oportunidad de regalarme con un tierno
bocado de vez en cuando.
¡Qué
le voy a hacer! Un gato tiene más hambre que principios.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Me ha gustado sobre todo lo de que el gato tiene mas hambre que principios, en fin, un gato siempre esta al acecho de cualquier animalito que pueda saciar su hambre y puede mas que cualquier principio y y yo creo que esta situación del felino se asemeja mucho a muchas situaciones que en los humanos muchas veces por sobrevivir o llegar lejos con ansias de poder y dinero, dejan atrás los principios y hacen lo que sea. un abrazo. TERE.
ResponderEliminarLos animales proceden en sus actos solo por el instinto. No creo que tengan conciencia del bien y del mal.
EliminarEl hambre es su consejera. Los principios son cosa nuestra, o deberían de serlo, pero ya ves que muchos hombres actúan en contra de los mismos, aún sabiendo el perjuicio que ocasionan a su alrededor.
Besos Teresa.
Minino, bonito. Qué cuento más lindo y qué a cuento viene. Mi gato caza pájaros. Si los pillo a tiempo, los salvo, pero a veces llego tarde. Lo peor es cuando los pillo moribundos y no sé si dejar que los remate o rematarlos yo y evitarles el suplicio, pero ¡¡cuanto cuesta retorcer el cuello a un pajarito, a mí que he pasado una parte muy importante de mi vida rodeada de ornitólogos.
ResponderEliminarUn beso.
Vaya situación peliaguda la tuya con tu gatito. Eso de tener que ser brazo ejecutor de sus víctimas no debe de ser nada agradable.Mejor no enterarse de sus correrías ni verse involucrado en ellas.
EliminarBesos Rosa.
Muy bueno Francisco, estoy escribiendo con una sonrisa muy gatuna.
ResponderEliminarNo me imaginaba yo que el narrador era este gato que no hace otra cosa que dar rienda a su instinto felino.
Yo también tuve un gato con gustos por la ornitología, pero una vez se llevó un buen picotazo de una mamá urraca.
Un abrazo y gracias por tu relato.
Una de cal y otra de arena. Un picotazo puede poner en entre dicho la infabilidad cazadora del felino. Una madre sea del género que sea puede resultar peligrosa a más no poder.
EliminarLos gatos son los mejores estudiosos de pájaros que existen. Observan hasta la saciedad sus hábitos y costumbres, analizan sus movimientos y después se los regalan con exigente paladar de gourmets.
Un abrazo Miguel.
jajaja. Esos lindos gatitos se las traen, solo piensan en tragarse a esos dulces y tiernos pajaritos que a nosotros, los humanos, tanta ternura nos despiertan.
ResponderEliminarQué distintas se ven las cosas según quien las contempla!
Una vez más me has pillado.
Un abrazo.
Esa frase del Piolín: "Me pareció ver un lindo gatito" no tienen la suerte e pronunciarla, muchas de sus víctimas que no los ven ni acercarse.
EliminarTe agradezco como siempre las palabras. En tu último relato el que me pillaste fuiste tú Josep.
Un abrazo enorme.
Ay, a mi también me recordó a Silvestre y Piolín, jijiji
ResponderEliminarComo siempre, me sorprendes con los finales ;)
Besos!!!
Ja,ja,ja es que esa frase se quedó grabada en las mentes de muchos de nosotros y no precisamente porque nos cayera bien ese canario repiponcio.
EliminarBesos Flora
Si señor, te tengo que dar la razón que para nosotros los principios se convierten en algo secundario cuando se trata de medrar por encima de la competencia.
ResponderEliminarUn saludo Julio David.
Cuando el hambre aprieta, la poesía y los buenos sentimientos quedan relegados a un segundo plano.
ResponderEliminarLa supervivencia es lo primero.
Genial, Francisco.
Un beso.
Los animales son seres irracionales ¡sí! pero muy prácticos en sus resoluciones.
EliminarGracias por lo de ¡Genial! es un chute de ánimo.
Besos
¡Por favor, que venga ese gato a Madrid, que nos están invadiendo cotorras verdes y ruidosas! Sinceramente, no me importa que mueran. Ja, ja, ja. Un abrazo.
ResponderEliminarA mi me lo vas a contar Zarzamora. Tengo dos parques cerca y los tenemos repletitos de ellas. muchos gatos irreflexivos como este necesitaríamos para acabar con ellas.
EliminarUn abrazo.
Muy bien descrito ese querer jugar pero no poder resistirse, supongo que es algo instintivo que no les permite controlarlo, necesitan cazar como alimento, como entrenamiento, como lo que sea, lo llevan en los genes. Aunque al menos no creo que tengan muchos remordimientos.
ResponderEliminarUn beso
Hay sentimientos que no creo que posean los animales por encima del instinto. Nosotros nos regimos por ciertos valores éticos y morales que regulan nuestras conductas, aunque muchas veces nuestro comportamiento, si hay intereses espúreos por medio, puede llegar a ser lo que se denomina, bestiales.En ese caso los animales están por encima de nosotros en la escala de la sensatez, pues actúan sin maldad.
EliminarUn beso Conxita.
Me gustó tu escrito y me gustó tu gatito, desea jugar con esos pajarillos pero es consciente que no será capaz de resistir la tentación que suponen. Ojala los humanos nos pareciéramos a veces un poco a los animales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un gato con conciencia, más que lo que se puede encontrar en humanos racionales.
EliminarMe gustan esos animales que razonan aunque después les pueda su instinto.Al menos lo intentan los bichillos.
Besazos amiga.
Qué bueno Francisco, :)
ResponderEliminarMe has arrancado una sonrisa al leer: un gato tiene más hambre que principios.
No somos tan diferentes, jeje
Besos.
Tristemente los principios los reservamos para las grandes ocasiones en las que poder lucirnos y quedar como lo que en realidad no somos.
EliminarBesos.