Condado de Essex - Inglaterra
Willfred livestock suda copiosamente después de cargar su segunda carreta
de estiércol en la granja donde trabaja. Se pasa un paño sucio por la frente.
Reflexiona sobre la vida que lleva.
Es de Chelmsfor y pertenece a la servidumbre del señor del condado que es
famoso por su lana.
Desde pequeño ya le enseñaron a esquilar y cuidar del ganado; conoce como
nadie los mejores pastos al igual que los regatos de agua donde abrevar a las
ovejas.
Vive en una casa humilde con techo de paja y barro; nada del otro mundo.
Posee un pequeño huertecillo aledaño, en el que el amo le permite sembrar
alguna hortaliza.
Los inviernos son duros, aunque las manos encallecidas y los sabañones no
son lo peor.
La sensación más desagradable con diferencia es el hambre, nunca se siente
saciado, pues nunca la comida es suficiente. Unas gachas de almortas, un pedazo
de cecina dura como la piedra de moler el trigo. Para las fiestas, un trozo de
carne de cerdo o un huevo, algo de leche de las ovejas que cuida, con la que
elabora un queso agrio.
Por las noches, el escaso fuego que se puede permitir encender con la leña
que recoge en el monte comunal y las burdas mantas, son insuficientes para
mitigar el frío que tiene metido en los huesos.
Sabe que con este tipo de vida no durará muchos años: Quizás cuarenta, a lo
sumo tres más.
En general lleva una vida miserable.
Pero sus sueños son gloriosos: Ve dragones voladores que escupen fuego por
sus alas, y monstruos recubiertos de armaduras que son capaces de flotar en el
agua. Magia negra y destructiva de hechiceros que hacen desaparecer ciudades
más grandes que Hertfordshire, Sulfolk o la mismísima Londres, entre
resplandores cegadores de sol.
Es testigo de enfrentamientos violentos entre dioses arcanos, guerreros
acorazados, como los de las leyendas que narran los viejos alrededor de la
hoguera los días de asamblea.
Es todo tan real que hasta el destino de todo ello parece estar en sus
manos.
No sabe a ciencia cierta que significan sus delirios, pues él no es hombre
ilustrado como los de la abadía; que saben interpretar los símbolos extraños
escritos en los libros antiguos. Pero presiente que algo no está bien dentro de
su cabeza. Algo que contraviene el equilibro y el orden divino. Por las noches
ve todo ello a través de ventanas que se abren solo para él, donde vislumbra
construcciones imposibles y nunca vistas por los hombres, difíciles de levantar solo con piedras. Seres misteriosos con ropajes estrafalarios, que ni los nobles
ostentarían en los grandes acontecimientos. Les oye hablar idiomas que no sabe
descifrar...
...Tiene visiones que no se atreve a confesar a nadie por miedo a ser
tachado de pagano, brujo, hereje o loco. La iglesia es tajante con estas cosas:
“El diablo es capaz de envenenar los sueños de los hombres justos, para
hacerles caer en tentaciones que conducen a la perdición de sus almas”.
Willfred seguirá ocultando sus visiones, será el secreto que se llevará a
la sepultura.
Condado de Essex - Estado de New Yersey (E.E.U.U)
Willfred Player sufre de insomnio, después de contar miles de ovejas para
conciliar el sueño se levanta con jaqueca; con la sensación de haber vivido en
otro cuerpo. Siempre agotado, sudoroso, con hambre y frío. Está empezando a
sospechar que tantas horas invertidas frente al ordenador con los vídeo
juegos le están pasando factura a sus neuronas...
Derechos de autor: Francisco Moroz
Magnífico relato, Francisco. Tus letras destilan arte y tu imaginación y productividad no tienen límites.
ResponderEliminarVisiones y premoniciones dan un salto en el tiempo para experimentar una reencarnación que ninguno de los dos Willfred, el del pasado ni el del presente, jamás descubrirán ni sabrán interpretar.
Un abrazo.
¡Hala! Cuanto halago. No me voy a poner rojo porque los hombres somos seres rudos y no debemos.
EliminarEn cuanto a mi productividad es tan limitada como la de cualquiera, pero cuando no duermo bien me desvelo con mil y una historia como las que contaba Scheherezade a el sultán. Y de esas perduran algunas que son las que os presento.
No tiene más mérito, y el día que se me acaben tendré que cerrar el blog o hablar de fauna y flora por ejemplo. Je,je.
Agradezco tu lectura Josep
Un abrazo.
Genial, Francisco. De lo mejor que te he leído. Te superas a ti mismo. Este relato, mezcla de dos mundos en el que no está muy claro cuál es el real y cuál el imaginario, es de lo más sugerente. Pobres Wilfred condenados a vivir juntos sin saber la influencia que cada uno tiene en el otro. Muy bueno, de veras.
ResponderEliminarUn beso.
Pues me alegro Rosa que algo de lo que lees merezca la pena, es un honor para mi qwue personas como vosotros lo hagáis y lo valoréis justamente.
Eliminar¿Reencarnación?¿Mundos paralelos?¿Interconexión neuronal en el tiempo? ciencia ficción o no, Julio Verne o Leonardo algo tuvieron que conocer del futuro, o eso o tenían una capacidad visionaria indiscutible.
Besos Rosa.
Muy original propuesta. Juegas con el espacio y el tiempo, como las partículas cuánticas que se encuentran entrelazadas y, aunque se encuentren separadas por un universo, se mueven al unísono. Brillante micro.
ResponderEliminarMuy buen comentario que denota tu posible conocimiento sobre física.
EliminarEinstein sabía mucho sobre ello y seguro que sospechaba algo al respecto.
Gracias David.
¡Qué intrigante! Me ha encantado. Esa doble vida que vive sin querer.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un besillo.
Cuando escribo estas pequeñas historias me gustaría saber toda la verdad, indagar hasta el final y encontrar explicaciones. Pero como no soy ningún entendido ni estoy ducho en materias de estas características tengo que acortar el relato y dejar que vuele vuestras fértil imaginación.
EliminarBesos María.
Es curioso lo reales que llegan a ser los sueños, igual es que el hombre sí que se teletransporta en sus sueños.
ResponderEliminarDe hecho con frecuencia vivimos situaciones tan extrañas en los sueños, cuando se libera nuestro inconsciente, todo está permitido y nos deja volar a mundos que, quién sabe, igual sí existen. Aunque pobre, ese olor a estiercol igual le acaba dando problemas.
Un saludo
Eso que comentas es otra posibilidad. El mundo onírico es una materia digna de estudios más profundos y menos esotéricos. seguro que no todo lo que soñamos es desperdicio mental que dicen los entendidos. Algún viaje astral realizamos, seguro, lo que pasa es que no sabemos aprovecharlos convenientemente y cuando despertamos lo olvidamos todo. somo así de limitados.
EliminarSi aprovecháramos al 100% nuestra materia gris descubriríamos cosas increíbles.
Besos Conxita.
Magnífica la idea del paralelismo entre ambos condados y ambos Wilfred que acabas uniéndolos por el mundo de los sueños. Un relato que me invita a reflexionar sobre la fuerza de los sueños, su comprensión e incluso sobre el contraste en el tipo de vida en el pasado de algunas personas y la actual con los video juegos de por medio.
ResponderEliminarUn gran saludo y felicidades por tu capacidad creativa.
Alguna de las películas que seguro has visionado, apuntan por esos derroteros que propones en tu comentario.
EliminarLa verdad es que, cuando me da por pensar en esas comunicaciones entre personajes del pasado y del futuro de forma llamemosla, espiritual, neuronal, espacial, cuántica estelar...me entra una especie de curiosidad peligrosa por saber más.
Un abrazo amigo Miguel.
Tal vez un Wilfred sea la reencarnación de otro. Lo que más me ha gustado es ver cómo el más "primitivo" Wilfred reflexiona acerca de su forma de vida, de cuánto le queda: el Wilfred informatizado siente casi las mismas cosas que el otro, pero no se detiene a pensar, y eso nos da que pensar a sus coetáneos. Muy buen trabajo, compañero: hasta con los nombres te luces ;)!
ResponderEliminarUn beso de domingo ;)!
Fer
Ya estamos a lunes y tu mensaje es del domingo por lo tanto estamos interconectados en el tiempo. Pues tu mensaje es del pasado y yo te contesto desde el futuro. no es tan loca mi historia por tanto.
EliminarTe agradezco como siempre tu comentario y compañía Fer.
Besos de lunes
El primer Wilfred tiene un problema de imaginación desbordante, con tintes de visionario. Algo que, dada la época que le ha tocado vivir, es mejor que no se sepa pues le puede acarrear muchos problemas.
ResponderEliminarEl segundo Wilfred, dada su afición desmesurada por los videojuegos creo que tiene un problema de higiene, debería pasar más por la ducha y estar menos delante del ordenador.
Esta sería la explicación que daría un psiquiatra, sin ninguna duda. Aunque la de la suplantación de otra identidad durante el sueño mola mucho más.
Besos.
Ja,ja,ja. Siempre sacando conclusiones originales que te convierten en una comentarista peculiar.
EliminarCoincidimos ambos en que la segunda de las dos propuestas mola más y huele menos.
Besos mujer del futuro.
Los videos juegos pueden ser tan influenciables que hace A "Wilfred" vivir en dos mundos paralelos, quizás sea la imaginación, o bien que reviva una vida pasada tan intensa que no puede darse cuenta de que también es real, de ahí su olor a estiércol, que bien podría ser señal para él de algo que deba recordar. Todo es posible.
ResponderEliminarMe atrapaste en una historia del pasado para colocarme en una presente con gran pericia. Te felicito Francisco.
¡Un abrazo!
Son señales que se envían y que hay que saber interpretar de forma correcta. Es difícil de concebir y más de comprender, pero el tiempo y la tecnología nos irán descubriendo cosas hasta hoy inexplicables.
EliminarGracias por tu interpretación acertada de mis letras.
Besos amiga Mila.
Estupendo relato en el que para mí el primer Wilfred es una especie de Julio Verne, visionario, condicionado por una serie de circunstancias que lo hacen callar para salvar la vida y en la que el segundo, sin duda el mismo reencarnado cientos de años después, en un mundo lleno de comodidades, repite a su manera (seguramente sin saber que existiera ese modo de vida donde apenas llegas a los 40)la misma vida que le tocó vivir a su otro yo.
ResponderEliminarMuy bien relatado, intrigante y comos nos tienes acostumbrados con un final impactante.
Besos.
Ambos personajes tienen que ver entre ellos naturalmente; están conectados sensorialmente a través del tiempo.
EliminarBueno, he descrito una situación que como bien dices podrían haber vivido Julio Verne o Leonardo Da Vinci. Eran hombres adelantados a su tiempo y visionarios.
Gracias por tus amables palabras que como siempre, dedicas a mis relatos.
Besos, relatora.
Tú sí que me has dejado desconcertada con ese final...A ver, yo creo que Willfred sueña mucho (como uno que yo me sé), pero ¿y ese olor a estiércol en su piel? esto no consigo pillarlo, Francisco.
ResponderEliminarMuy pero que muy bien contado, ¡un besazo!
Los dos personajes están conectados de alguna manera en el tiempo (Reencarnación). Al primero se le abren esas ventanas (Pantalla del ordenador) donde puede ver esas visiones gloriosas. Al segundo personaje le puede el cansancio, el hambre y el frío del primero. Y naturalmente el olor de estiércol, pues tanto cargar carretas del mismo...
EliminarEspero que lo entiendas mejor ahora.
Besos Chelo.
Un relato ingenioso y original, Francisco. Dos vidas paralelas en el tiempo de un mismo hombre que se entrecruzan en algunos puntos sin llegar a fluir al unísono nunca. Es una idea de lo más estimulante a nivel intelectual y da mucho que pensar. Lo has plasmado como una historia que no deja lugar a otro calificativo más que genial :))
ResponderEliminar¡Un beso de martes!
¡Madre mía! con esas palabras me has metido en un berenjenal. pues lo tendré difícil a la hora de superarlo.Ja,ja.
EliminarTe agradezco de corazón tu amabilidad Julia.
Que tengas un bonito martes.
Besos