lunes, 23 de enero de 2017

Encrucijada




No quiero volver a verte nunca más, pues desde que nuestros pasos se encontraron me obsesioné contigo y desesperé con mi mala fortuna.

Fue aquel, un acercamiento inesperado entre tú y yo en las calles de la ciudad que habito.
Tu pelo negro, tus ojos verdes mirándome con desafío a la cara. Tu paso felino y relajado que cortó por un instante mi respiración agitada al verte frente a mí.

Te convertiste en una visión fantasmal durante un efímero minuto que trastocó la jornada habitual.

Y es que siempre dijeron que los gatos negros, no aportan buena suerte al que se los cruza en el camino.



Derechos de autor: Francisco Moroz

23 comentarios:

  1. Jajaja, Felinos aparte, no deberíamos hacer caso de las habladurías pues, como bien dijo alguien, las apariencias engañan y a causa de los prejuicios podemos perdernos muy buenas experiencias.
    No soy supersticioso (pues dicen que serlo trae mala suerte) pero los gatos negros me dan un poco de repelús.
    Un abrazo.

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    1. En la edad media a los gatos negros se les relacionada con las brujas y el maligno. Nada que ver diría yo, todo un pasado oscuro de superchería y supersticiones basadas en la ignorancia.
      Cierto que esa mirada de gato muchas veces te hace estremecer.
      Ya somos dos que no somos supersticiosos.
      Un abrazo, amigo.

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  2. Francisco, un gato negro con ojos verdes, es algo tan precioso que jamás podría dar mala suerte. Tu micro, como casi siempre, me pilló por sorpresa. No me esperaba el final.
    Un beso.

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    1. Preciosos no, lo siguiente. los ojos de un gato guardan esos secretos insondables que nos son desconocidos. Más vale tener a los mininos como aliados y no como enemigos. Aunque hay gatos y gatos, también hay hombres y hombres.
      Raro que no adivinaras, no lo puse difícil.
      Besos

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  3. Los gatos negros tienen una mala fama totalmente inmerecido. Con lo monos que son.
    Me ha encantado tu relato, al principio me había imaginado una mujer exuberante y se ha convertid en un gato. ¿Será la magia de las letras?
    Un besillo.

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    1. La magia de las letras o la mirada inocente de la lectora. Da lo mismo, me quedo con que me leas, eso es mucho para mi.
      Gracias y Besos

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  4. Bueno parece que te voy pillando en cuanto leí felino sin duda supe que estabas hablando de un gato.
    Yo he convivido con algún que otro felino negro durante mi infancia y juventud durante muchos veranos y la verdad no he tenido ni una sola mala experiencia con ellos, y tambien es cierto que tampoco cuando lo he visto por la calle, ya que ne mi zona había una mujer que le sdejaba comida a los felinos y había de toda clase, de modo que no tengo mala experiencia ni mala suerte con los gatos negros, es cierto que lo de las supersticiones no va conmigo.
    Un abrazo y felicidades por este relato que como siempre me a gustado mucho. TERE.

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    1. Ja,ja,ja ya sois dos los que al leer esa palabra os habéis percatado de la trampa. Es lo malo de irnos conociendo, que cada vez cuesta más disfrazar las apariencias. Me meteré a escribir relatos románticos para cambiar de palo.
      Pobres gatitos, mala fama la que les hemos encasquetado a los pobres. ello no dejan de ser animales salvajes aunque los hayamos domesticados, y eso no quita para que su vena animal instintiva salte a la palestra de vez en cuando. Ni más ni menos que nos pasa a nosotros, y en muchos casos ya conocemos los resultados sangrientos.
      Besos

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  5. Una Cenicienta de cuero negro y ojos obsesionantes que se un convirtió en felino negro de mala fama.
    Un giro marca de la casa que busca los destellos que siempre produce la sorpresa. Felicitaciones Francisco, como siempre en plena forma.
    Un gran abrazo.

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    1. Esos destellos mi querido Miguel ya son suficiente pago por al relato. Se te nota tu vena cinéfila.
      Un abrazo compañero.

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  6. Francisco,
    Estoy con Julio David como ya te leo esperando la sorpresa, esos pasos me dieron la pista y acerté.
    Yo no sé si dan mala suerte pero por si acaso no puedo evitar cruzar los dedos al verlos.
    Eres un maestro de este género.
    Besos

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    1. ¡Una supersticiosa! No conocía esa debilidad tuya.
      Contigo tres los que habéis acertado.
      Gracias por lo de maestro, sinceramente un calificativo desmesurado conociendo como escriben otros. Maestro de la trampa literaria ¡Bueno, vale!
      Besos agradecidos.

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  7. Buena noche, Francisco. Al principio me parecio que se trataba de una dama. Gracias.

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    1. ¡Bien! eso pretendía, veo que tengo lectores inocentes y puros como niños.
      Un placer verte amigo.

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  8. Yo no sabía de qué hablabas, la verdad, pero no me gustan nada los gatos negros, y el otro día no es que se me cruzara uno, es que se me plantó delante y me miraba. Me dio un yuyu...
    Genial tu micro sobre el minino, ¡un beso, Francisco!

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    1. Osease. Como si el relato lo hubiera escrito pensando en ti y en ese encuentro inesperado.
      ¿Yuyu? Pobrecitos míos, más bien es el género humano es el que te tendría que dar ese escalofrío de miedo en ciertos casos.
      Besos guapa.

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  9. Una pista puesta adrede y veo que has andado fino a la hora de adivinar. La próxima no la pondré tan fácil.
    Un saludo Julio

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  10. Anónimo6:08 p. m.

    Pobrecitos...nadie se los quiere cruzar... Yo diría que la mala suerte la da únicamente el solo hecho de pensar y creer que traen mala suerte... no el gato, jaja

    Como siempre, me ha encantado leerte :)

    Beso grande!!!

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    1. Gracias Flora. Ninguna culpa tienen los mininos. La mala fama es lo que tiene y no creo que sea merecida.
      Besos

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  11. Me encantan los gatos... Hasta los negros y más si son descritos con tanta belleza.
    Genial poema donde el último verso descifra el enigma de ese encuentro.

    Mil besitos.

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    1. Tienes buen gusto. los felinos son elegantes a la par que enigmáticos. Parecieran esconder grandes secretos tras sus ojos.
      El final es con sorpresa.
      Gracias, amiga.

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  12. Precioso relato con final sorpresa de los tuyos y preciosos los gatos, si son negros con ojos verdes mucho más, yo tengo una gata así jajaja.
    Besos.

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    1. ¿No serás una bruja de esas que andan por ahí?
      Pues en otra época más oscura las mujeres que se acompañaban por gatos de ese color, eran quemadas en la hoguera inquisitorial, por eso y por menos. Je,je,je.
      Besos. Ya te guardo yo las espaldas.

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