Relato dedicado a mi querida amiga Rosa, gran reseñadora y amante del género negro.
¡Que los dioses te sean favorables en todo lo tuyo!
Domingo de madrugada.
¡Que los dioses te sean favorables en todo lo tuyo!
Domingo de madrugada.
Sergio
sale del bar de copas donde ha pasado prácticamente toda la tarde-noche con
sus antiguos amigos. Era el último cliente que quedaba. No tiene prisa, hoy ha sido un
día de reencuentro y celebración con grandes expectativas de futuro. Va pensando
precisamente en ellos, en las únicas personas que le hicieron sentirse de nuevo vivo, con las que todavía tiene cierto
vínculo emocional y de las que no sabía nada desde hacía diez años. Él es una persona callada, introvertida y a la que le cuesta relacionarse. A partir de esa noche todo cambiaría, iba a mantener la amistad con estas personas con las que nunca tenía que haber perdido el contacto.
Se
conocieron todos en su tiempo de universitarios. Lo habían pasado bien, y entre tanto brindis se colaron recuerdos de correrías pasadas y aventuras de juventud que sonsacaron risas a
todos los del grupo.
Estaban
muy unidos de eso no tenía ninguna duda, a pesar de todo el tiempo trascurrido. Una vez roto el primer hielo, parecía como si la relación no hubiera sufrido
ese amplio lapsus temporal.
El “fiti”,
el “Greñas”,“Single”, Grand Father” y la única fémina de todo el cotarro a la
que todos conocíamos como” Kim Basinger“aunque en realidad se llamara Ana
Sampere” una belleza rubia que había ganado interés con los años, como lo hace el buen
vino de crianza.
Caminaba
despacio, como contando los pasos dados. A esas horas, y a pesar de la
iluminación, no se sentía muy seguro de no tropezar con alguna farola, árbol o
papelera; o caer en algún alcorque.
Había sido mucho el alcohol ingerido, y aunque no borracho, si notaba el cosquilleo en las venas y el temblor de sus extremidades inferiores.Trastabilló en alguna ocasión teniendo que pararse para sosegar su ritmo cardíaco y recuperar el equilibrio, agarrándose al quicio de algún portal.
Había sido mucho el alcohol ingerido, y aunque no borracho, si notaba el cosquilleo en las venas y el temblor de sus extremidades inferiores.Trastabilló en alguna ocasión teniendo que pararse para sosegar su ritmo cardíaco y recuperar el equilibrio, agarrándose al quicio de algún portal.
A su
paso por el barrio de Malasaña unos ojos le observan como lo hacen los de un cazador
cuando evalúa a su posible presa.
El
cielo nublado auguraba una lluvia que no se hace esperar. Cuando la escucha
caer, se levanta del sillón y deja el libro, se acerca a la ventana para mirar
hacia la calle.
Siempre le atrajo este fenómeno meteorológico que la vuelve nostálgica, y si la noche acompaña a la lluvia mejor que mejor, porque entonces recuerda esas lecturas que de niña le hacían temblar bajo el cobertor de su cama y que hablaban de asesinos agazapados en las esquinas, de monstruos capaces de matar por el puro placer de hacerlo.
Viene a su memoria Jack el destripador y Drácula o el mismísimo profesor Moriarty y Frankestein.
Siempre le atrajo este fenómeno meteorológico que la vuelve nostálgica, y si la noche acompaña a la lluvia mejor que mejor, porque entonces recuerda esas lecturas que de niña le hacían temblar bajo el cobertor de su cama y que hablaban de asesinos agazapados en las esquinas, de monstruos capaces de matar por el puro placer de hacerlo.
Viene a su memoria Jack el destripador y Drácula o el mismísimo profesor Moriarty y Frankestein.
También
le vienen a la mente nombres de malvados inscritos en otras historias leídas
como adulta: Heachcliff de Cumbres borrascosas. Fumero, de La sombra del viento.
Olivia Foxworht de Flores en el ático o la mismísima muerte narradora en la Ladrona
de libros. Aunque en este, los demonios miserables fueran con uniformes nacis.
Con una
sonrisa de placer y no sabe por qué, aparece en su listado mental el nombre de Augusto
Ledesma de la trilogía de Pérez Gellida.
Cierra
las cortinas se retrepa en el sillón y sigue con la adictiva novela que se trae
entre manos. Ese vaso de leche caliente que se encuentra en la mesita, hace un
buen rato que se quedó frío.
Empieza
a llover. Sergio se sube el cuello del gabán como para protegerse algo más del
agua que sabe le va a terminar empapando a pesar de todo. Acelera un poco más
su ritmo, no se siente del todo seguro aunque el frío le haya despejado un poco
del abotargamiento inicial.
“El
Fity” delgaducho y desgarbado, con una gorra que casi no se
quitaba nunca, pues le daba rubor mostrar su incipiente calvicie que le
acomplejaba. Cuando el cantante de los Fitipaldis se puso de moda le pusimos el
mote operándose el milagro. Fue cuando su calva y su gorra fueron
lucidos de continuo con orgullo por su propietario. Ahora trabaja en una gestora
inmobiliaria.
Si hubiera
visto al “Greñas” antes de hoy por la calle, no le hubiera reconocido. Había
engordado como unos 30 kilos, y de la famosa melena que le llegaba hasta los
hombros, le quedaban solo los pelos de la parte posterior de la cabeza recogidos en un
pequeño moño que más bien parecía un globo desinflado. Era muy Heavy entonces, quién
lo diría viéndole ahora convertido en un responsable financiero de un banco de reconocido nombre.
La
historia se encuentra en su momento álgido. No es capaz de despegar sus ojos de
las hojas, donde las letras parecen atraerla como esas lucecitas parpadeantes
de los clubes de alterne. El argumento es absorbente, no cabe duda de que el
escritor ha sabido plasmar una trama atractiva y electrizante donde se prevé un
final siniestro para el protagonista.
Y es
que ella, no lleva una vida muy interesante: Un trabajo de oficina de lo más normal,
familia la justa y con la que no mantiene una relación periódica ni muy fluida.
A las sesiones en el gimnasio de los martes y los jueves le añadimos las compras semanales y las tareas de casa, alguna escapada al cine y al teatro y poco más. Unas actividades de lo más predecibles y aburridas.
A las sesiones en el gimnasio de los martes y los jueves le añadimos las compras semanales y las tareas de casa, alguna escapada al cine y al teatro y poco más. Unas actividades de lo más predecibles y aburridas.
De
relaciones amorosas mejor ni hablar, y aunque pretendientes no le faltaron en su momento,
nunca se decantó por ninguno; bueno, recuerda a ese chaval que le parecía tan
flipante y que sabía cantar como los ángeles en su época gloriosa de estudiante en la que ella y sus antiguos compañeros se comían el mundo
¡Qué tiempos!
¡Qué tiempos!
Sergio
gira la cabeza pues le pareció oír unos pasos detrás de él, y a estas horas de
momento no se ha cruzado con nadie salvo con un gato negro que ha pasado mirándole
con indiferencia y desafío felino. Mira hacia lo alto. No tiene pinta de
escampar y ya se encuentra calado hasta los huesos ¡Que daría por estar en casa
con una taza de café humeante entre las manos!
Sigue caminando concentrado e ilusionado, con esos pensamientos positivos de amistad y buen rollo entre personas adultas cuyos caminos se han cruzado de nuevo. Cada cual con su vida hecha, pero con ese rumbo que entre todos han conseguido de nuevo retomar.
Sigue caminando concentrado e ilusionado, con esos pensamientos positivos de amistad y buen rollo entre personas adultas cuyos caminos se han cruzado de nuevo. Cada cual con su vida hecha, pero con ese rumbo que entre todos han conseguido de nuevo retomar.
Visiona
a “Single”. Está claro que el apodo se lo pusieron de forma irónica a este supuesto
ligón de discoteca; siempre se convertía en el rey del cotarro, animaba cualquier reunión o fiesta, incluida
la de hoy en la que ha desplegado todas sus plumas de pavo real para hacer caer entre sus redes amorosas a la espectacular Ana.
A este Don Juan le conocimos más de 12 novias a las que engatusaba, invitaba y manoseaba a placer solo por complacer su ego. Después las abandonaba descorazonadas. Nunca se comprometió en serio con ninguna. De ahí lo de Single.
Y es curioso que sea el único de todos nosotros que se dedica a lo que en aquellos tiempos estudiábamos todos.
¡Abogado! ¡No podía ser otra cosa!
A este Don Juan le conocimos más de 12 novias a las que engatusaba, invitaba y manoseaba a placer solo por complacer su ego. Después las abandonaba descorazonadas. Nunca se comprometió en serio con ninguna. De ahí lo de Single.
Y es curioso que sea el único de todos nosotros que se dedica a lo que en aquellos tiempos estudiábamos todos.
¡Abogado! ¡No podía ser otra cosa!
Continuará.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Antes de decirte que me has tenido sin pestañear ¿me dejas que felicite a nuestra Rosa por haberle dedicado el post? ¡felicitaciones, Rosa, y muchos ánimos!
ResponderEliminarMe ha gustado la historia de amistad que subyace, pero más aún ese propósito que todos hacemos cuando tenemos reencuentros, de no volver a "descuidar" a esas personas que tanto bien nos hacen cuando las vemos, y con las que pronto "te pones al día".
Pero no sé yo...tratándose de género negro y el suspense que hasta ahora has desplegado...estoy poniéndome en lo peor respecto a alguno de ellos.
Bueno, Francisco, se te da genial la ficción. Esperaré las sucesivas entregas.
Un beso para ti y otro para Rosa.
Cierto que los reencuentros con viejos amigos pueden deparar muchas alegrías pero cuidado, también alguna sorpresa.
Eliminarlo de dedicar a rosa la entrada a sido instintivo, pues ya sabes como le gusta a nuestra chica este tipo de género oscuro.
sólo espero que le agrade su lectura como a ti.
Besos Chelo.
Una descripción de los personajes y del ambiente impecable. Has sabido atrapar al lector (a mí) desde un buen comienzo. El relato, ameno, fluido y manteniendo la atención, es inmejorable. Conociéndote, esto promete y mucho. Mi enhorabuena. Veremos que nos depara ese nuevo encuentro entre antiguos colegas. Estaré expectante.
ResponderEliminarUn abrazo, Francisco.
No haré más que dos partes, no se me da bien por falta e entrenamiento el relato largo ¡Ya quisiera yo poder hacerlo con fluidez! Como lo haces tú en tus historias.
EliminarAl menos espero no defraudar a los lectores con este.
Y gracias por tus palabras, como es habitual eres muy amable.
Abrazo.
Encuentro qu eme da a mi no se porque, que algo entre medias va a pasar con alguno de ellos. Me has enganchado de principio a fin y eso me gusta.ah y por supuesto felicitaciones a Rosa todo el ánimo del mundo.Un abrazo. TERE.
ResponderEliminarMas que encuentro, es reencuentro, se me fue la palabra adecuada, ains.
ResponderEliminarAlgo pasará, no te quepa duda, al ser un género tan negro, las malas vibraciones flotan en un ambiente oscuro y enrarecido a pesar de que empezó con un encuentro amistoso muy deseado. Ya veremos lo que nos depara el segundo y último capítulo, no quiero alargarme y no sabría como.
EliminarBesos amiga Teresa.
Que continúe...
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Lo hará! No te dejaré colgada amiga Suni.
EliminarUn abrazo para ti también
relatos a si son los que captan la atención del lector para no poder dejar de leer, me quedo con tu permiso siguiéndote y yo también tengo un blog por lo que te invito a el, besotes.
ResponderEliminarhttp://estoyentrepaginas.blogspot.com.es/
Pues me alegro que te hayas pasado, me hayas leído y te hayas quedado por aquí. Espero que no sea tu última visita ni el único comentario.
EliminarUn beso.
Ya soy seguidor de tu blog desde hace bastante tiempo.
He andado con retraso con esta entrada. Vi que era larga y la dejé para un ratito tranquilo y cuando la empiezo (es todo lo que he hecho, empezarla) me encuentro con que me está dedicada. Y me he quedado sin palabras. Muchísimas gracias, Francisco. Eres adorable. Con amigos como tú, los contratiempos son mucho más llevaderos.
ResponderEliminarVoy a leer y a disfrutar tu "Novela negra" 1ª parte.
Un beso seguido de otros mil. Gracias, amigo.
Pues aquí, a las siete de la mañana de este domingo, he leído tu comienzo de novela negra con el mismo interés que tu personaje lector, solo que no llueve (ni se cree por aquí que vuelva a llover nunca más) y la leche ya fría la novela ¡¡hasta que tú no la continúes!! ¡¡Ay, qué intriga!!
ResponderEliminarNo podías haberme dedicado mejor historia. GRACIAS otra vez.
Un beso.
Desde luego a horarios raros no te gana nadie amiga. dadas las circunstancias estás disculpada de todo y sin circunstancias raras también ¡Faltaría más! No puedo echarte en cara nada siendo como eres asidua lectora incondicional.
EliminarSolo deseo que te guste este relato en dos actos.
Y no tienes nada que agradecer. Te lo mereces...¡Y lo sabes!
Besos
Leyendo tu respuesta, releo mi comentario y veo que, en el segundo, me falta algo. Entre "la leche ya fría" y "la novela" había algo, pero este ordenador hace cosas raras y, ante algunos movimientos de ratón, borra trozos enteros de texto. Normalmente, me doy cuenta, pero esta vez se ve que no me enteré. Y es una pena porque creo que ponía algo ingenioso que, lógicamente, he olvidado.
EliminarUn beso y me despido antes de que se borre algo más.
Interesante el comienzo de esta novela de intriga, magnifica descripción de los personajes y ya has creado un intrigante ambiente alrededor de todos ellos y sabiendo quien la escribe estoy segura que esto se va a poner muy muy bien en nada de tiempo, así que ya estoy deseando leer la continuación.
ResponderEliminarMis felicitaciones a Rosa por esta dedicatoria, sé la ilusión que hace, y desde luego mi enhorabuena a ti y a tu buen saber hacer.
Besos y no demores en la intriga, digo entrega jajaja.
Te quedo muy agradecido por tus palabras Mariola.
EliminarCada vez me tengo que esforzar más en ofreceros algo que os interese, tú que escribes sabes de hecho lo difícil que es aveces encontrar el tema sobre el que escribir sin resultar tedioso o aburrido.
Por ello me animas a seguir intentando sacar esa sonrisa, ese temblor o esas sensaciones variadas.
Besos y atenta a la segunda parte.
Interesante principio de esta novela negra y preciosa esa dedicatoria para nuestra querida Rosa.
ResponderEliminarHas empezado generando un buen ambiente y una intriga que va in crescendo.
Aquí seguiré leyendo las nuevas entregas.
Un beso
¡Mira tú por donde hay un relato que escribí hace tiempo titulado precisamente: "In Crescendo" Estate atenta para cuando salga, pues ese será el tuyo.
EliminarGracias por seguirme y dejarme tu comentario siempre.
Un beso, mi amiga.
Ummm que interesante comienzo. Me ha gustado mucho, deseando saber más de lo que puede pasar entre las sombras y con esa ávida lectora en el salón de su casa.
ResponderEliminarUn besillo.
¡Bien! Ya era hora de verte por aquí y por tu blog, ya había ganas y te echaba de menos.
EliminarEspero sorprenderte con la segunda parte que subiré a no mucho tardar durante la semana.
Besos y mi bienvenida María.
Qué bien que te hayas decidido a escribir una novela (o un relato más largo, llámalo como quieras) y qué bien que se la dediques a nuestra amiga Rosa, es todo un detalle para alguien que tanto ama la novela negra.
ResponderEliminarNo sé, pero me da en la nariz que Sergio no va a acabar bien, y que la lectora se va a encontrar con una historia de las de verdad mucho más interesante que las que encuentra entre los libros. Como me has dejado 'in albis' me monto yo solita el argumento. A ver cuándo nos publicas la siguiente entrega y compruebo si acierto o no...
Un besote, escritor.
No te voy a adelantar acontecimientos pero ya te digo que algo pasará con algún personaje. dos partes no dan para mucho argumento, que de por si es básico. he cuidado el ambiente, los personajes aunque los describo en el recuerdo de Sergio no serán muy importantes...¡O si!¡Ya veremos!
EliminarBesos Paloma. Y gracias por pasar a pesar de tu absorbente ocupación que es toda una "tesitura"
Que de tiempo hacía que no te leía, a veces los proyectos personales acaparan el poco tiempo libre de uno. Pero bueno, por aquí ando, y he leído esta curiosa mezcolanza que narras en clave de género negro, pero con esa realidad dual mezclando pasajes de un libro, y destellos de su lectora. La última vez que fui a Madrid me hospedé en Malasaña, así que he podido recrearlo visualmente a la perfección jeje. ¡Un abrazo!
ResponderEliminar¡Cómo me alegro de verte de nuevo! es cierto que andas perdido por ahí por una buena causas: la de tus proyectos que seguro son interesantes si pertenecen al género literario.
EliminarGracias por tu lectura y tu comentario.
un abrazo compañero de letras.