Hemos
sufrido hambre y frío a partes iguales y es hora de huir lejos para encontrar
un destino mejor, a alguien que nos proteja en nuestra indefensión.
Llamamos
a una puerta en la que pone: Hogar de acogida.
Nos
recibe una amable y anciana mujer que pregunta nuestro nombre.
–Hansel
y Gretel, –respondemos.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Pobres inocentes, no saben lo que les espera. Esto es salir del fuego para caer en las brasas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues van a pasar de pasar hambre a servir de alimento. Pobrecitos. razón tiene Josep Mª, salir de la sartén para caer en el fuego.
ResponderEliminarUn beso.
Salir de Guatemala para caer en Guatapeor. Que no les pase nada (ja, Ja...)
ResponderEliminarSaludos
Hola, Francisco.
ResponderEliminarLo que les espera es mucho peor, mucho, mucho. Qué lástima.
Siempre nos sorprendes, :)
Un beso.
No se si le espera algo mejor, pero sus propios padres ya crueles.No le dieron nada de amor. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola, Francisco! Jo, eso es como salir de Guatemala y caer en Guatapeor. Y es que hay personas que parecen que la desgracia la tienen pegada a la espalda y no hay forma de dejarla atrás. Divertida y a la vez cruda reinterpretación del clásico. Un abrazo!
ResponderEliminarPobrecillos, salieron de la sartén para caer en las brasas.
ResponderEliminarBuen micro, padrino.
Un beso.
Ay pobrecitos lo que les espera.
ResponderEliminarBesos
Todos habéis coincidido en el mismo aspecto; con lo cuál os contesto a todos de una vez para no redundar en el contenido.
ResponderEliminarCierto que todas las situaciones de la vida son complicadas, planteadas como retos continuos a los que nos vemos forzados a asumir para mejorar nuestra situación o al menos para mantener un cierto estatus. No siempre acertamos; y en este caso dado que la decisión es la tomada por dos criaturas inocentes sin la madurez suficiente, y con la urgencia de la necesaria huida del hogar, no han atinado en la decisión tomada. no se trata de un relato serio como comprenderéis, más bien ha sido un ejercicio de adaptación espontánea de un cuento clásico para demostrar que dichos cuentos no fueron escritos precisamente para niños y que la realidad es más dura y cruda que lo que nos imaginamos. De ahí el título.
Un abrazo para todos y cada uno de vosotros.
Que ingenio!!!! En tan breve relato está todo dicho. Me encantó, lo bueno si breve dos veces bueno
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