A quien no entiendo es a él; gritando que me quiere, que no puede vivir sin mí, que me necesita.
A
los de abajo no les oigo, pero percibo como comentan la jugada señalándome;
incluso los imagino recreándose con lo morboso de la situación. A todos ellos
les puedo comprender, al igual que al bombero que asoma medio cuerpo por la
ventana del dormitorio intentando tranquilizarme y hacerme entrar en razón. Es
su trabajo.
Lo
que no concibo es la contradicción de mi pareja. Hace una hora escasa me
insultaba y golpeaba y ahora me declara su amor incondicional.
Amores que matan. Como dijo no sé quién: la maté porque era mía. Mentes perturbadas que ni siquiera respetan las órdenes de alejamiento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya te digo yo Josep, que de esos amores nos libre Dios. Obsesión pura de pertenencia, celos y control absoluto. Con esas pautas no puede salir adelante ninguna relación.
EliminarUn abrazo.
Se creen que quieren, pero a lo único que realmente quieren es a sí mismos. Quieren lo que de la otra persona les facilita la vida y cuando eso les falla todo son gritos y golpes. Como diría el poeta: Mala gente que camina y va apestando la tierra.
ResponderEliminarUn beso.
Lo que nunca he comprendido es como alguien puede llegar a relacionarse con tipos tan perturbadores como esos; hombres o mujeres. Se trata de psicópatas que solo miran por su ego. "Amor con amor se paga" nunca con golpes e insultos.
EliminarBesos
El maltratador se caracteriza precisamente por esto, por venir a decir a la persona maltratada que lo hace precisamente por su bien, porque la quiere un montón. Como dice Josep María, "mentes perturbadas" que vienen a creerse sus propias mentiras. Son mala gente, en efecto, muy mala gente.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo has resumido en dos palabras "Mala gente" aunque yo les calificaría con adjetivos de más grueso calibre. Los tratan muchas veces como enfermos mentales, pero son mucho más que eso.
EliminarTendrían que llevar un cartelito colgado al cuello con texto escueto que pusiera "Peligro".
Un abrazo, Juan Carlos.
Así son los maltratadores. Cuando ven que pierden a su víctima, todo es pedir perdón y arrepentirse.
ResponderEliminarEs un relato estremecedor. Muy bueno, y con un tema, desgraciadamente, muy de actualidad
Un abrazo
Se trata de un tema de actualidad, no por que antes no se maltratara ni matara a las mujeres sino porque es inconcebible que en una sociedad tan "Civilizada" tan libre de prejuicios y tolerante. Tan buenista y garantista de todos los derechos fundamentales del ser humano se sigan dando. ¿Será quizá porque el problema es de falta de educación en valores?
EliminarUn beso, Rita.
¡Hola, Francisco! Un micro que refleja perfectamente algo que pienso a menudo:¿qué predominará más en el infierno, el amor mal entendido o el odio y la ira más irracional? La contradicción de quien considera al amor en términos de posesión. Sin duda, del amor al odio y viceversa hay un paso muy pequeño. Estupendo micro. Un abrazo!
ResponderEliminarEl único infierno es el que sufren las víctimas de estos seres tan despreciables que son capaces de hacer daño al que supuestamente aman. El amor y el odio son sentimientos puros en esencia; lo malo es cuando se mezclan, resultando un cóctel de lo más explosivo.
EliminarLos niños son los que más tristeza me ocasionan cuando hay algún caso de este tipo. Ellos no pueden elegir lo que les tocó en la lotería parental. No tienen las herramienta, los medios ni la comprensión suficiente para poner remedio a tanto sufrimiento que desgraciadamente termina de forma trágica a causa de estos descerebrados hijos de mala madre.
Un abrazo, David.
El maltratador se creo de su posesión de la victima y la maltrata diciendo que la quiere mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarSiempre juegan a dos bandas para confundir a la víctima y hacerla vulnerable.
EliminarUn abrazo, Mamen.
La víctima dispuesta a suicidarse. Que desesperación se debe alcanzar para desear terminar con todo. Yo no acabo de entender cómo se llega a ese punto. ¿Cómo es posible que no salten las alarmas de la víctima antes, viendo según que actitudes? (posesivas, controladoras, agresivas...)
ResponderEliminarEsa es la misma pregunta que me formulo cuando salta a los noticiarios un nuevo caso. ¿Cómo se llega a esa relación tan tóxica y denigrante?
EliminarY lo triste es que no siempre, diría que casi nunca, se dan estos casos entre la capa de la sociedad más baqueteada económicamente. personalmente conocí personalmente a un ingeniero de telecomunicaciones que maltrataba psicologicamente a su esposa y ella, mientras, todos conocíamos la situación, elogiaba a su marido los logros y le defendía con uñas y dientes.
Ya te digo que me resulta del todo incomprensible.
Un abrazo, Jelechal