Pero es su letra señor notario; de eso estoy segura al cien por cien. Aunque la firma parezca no corresponder con la suya. El pobre chocheaba por los muchos años que tenía, y le temblaba el pulso. No es de tener en cuenta ese ínfimo detalle.
Que
digo yo, que este papel descartará el testamento que dejó con anterioridad. En este,
me elige como heredera absoluta. De eso no hay duda ¿Verdad? Lo pone bien
clarito. Al menos eso me juraba mientras lo escribía y yo le apretaba el cuello
con mis manos. A lo mejor es por eso que la firma sea irreconocible.
De hecho ella solo le dio un "empujoncito" animándole a cambiar el beneficiario del testamento, eso si con un método poco ortodoxo. Yo, en el lugar del testador, me habría dejado estrangular ante de favorecer a esa arpía, total por el tiempo que le quedaba en el convento...
ResponderEliminarUn abrazo.
Habría que saber que grado de relación tiene esa arpía con la víctima; quizás y solo quizás es su mujer, que tras sufrirle como pareja un porrón de años se entera que no le deja ni un euro, donándole todo a la asociación de negacionistas de la vacuna contra el Covid. O algo parecido. Entonces cambiaría la sentencia hacia la ejecutora.
EliminarUn abrazo y feliz año, Josep
Sí, que te aprieten el cuello con las manos puede alterar un tanto tu firma... ja ja. Muy buen relato, Francisco. Pocas palabras, pero contundentes.
ResponderEliminarUn beso.
Los bancos no nos aprietan literalmente pero saben como coaccionar al cliente para que confié a ellos sus ahorros, para quedar como herederos en caso de despiste. Esos sí se lo montan bien, y no esa pobre señora desesperada por heredar.
EliminarUn beso y feliz año, Rosa.
Vamos una forma de coaccionar para cambiar el testamento que vamos no cabría ninguna duda que era su firma pero claro apretándole el cuello pues ya me dirás, normal.
ResponderEliminarUn beso
Medidas de coacción que se denomina a la acción de disuadir con métodos poco ortodoxos. No se yo si merecerá la pena, dado que si te descubren te espera el trullo de por vida. Y menudo futuro aunque tengas pasta gansa.
EliminarUn abrazo, Teresa y feliz año.
Ja, ja, ja... Si es que no hay como un buen apretón de cuello para asegurarnos de su última voluntad. Un abrazo de libro y Feliz Navidad!
ResponderEliminarDicen que Dios aprieta pero no ahoga, en este caso se aprieta para cambiar un testamento a favor de la ejecutora. Claro que conseguir los propósitos deseados es otro cantar.
EliminarGracias por pasarte por aquí David.
Ye deseo una buena salida y una buena inauguración de año... y que duren las bondades.
Un abrazo.