Ayer empezó a dibujarle en el brazo una flor a su nuevo amante; una margarita para ser más exactos.
Tendría que esmerarse para que este nuevo compañero de cama le durara más. Recuerda, como el último empezó a quejarse en cuanto le arrancó el primer pétalo mientras le hacía la pertinente pregunta: ¿Me quieres? Él se negó a seguir adelante, alegando que le resultaba muy sangrante ese tipo de relación.
Es cuando ella, con lágrimas en los ojos y
podadera en mano tuvo que cortar por lo sano. ¡De raíz!
Después, más calmada, abonó el jardín con los restos de su amor frustrado.
Muy metafórico y poético. Se intuía que esta relación no podía durar mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarPresiento que esta muchacha lo va a tener difícil mantener una relación duradera, si es que sigue con esta práctica truculenta.
EliminarAbrazos.
Es que hay amores que matan, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y otros que hieren, amigo. Pero ambos muy dolorosos.
EliminarAbrazo para ti también.
Caray ¡qué bestia! Se tomó demasiado en serio lo de deshojar la margarita. Y eso que no llegó al "no me quieres"...
ResponderEliminarMuy bueno y escrito de forma muy poética.
Un beso.
Al menos esta chica, tendría que tener la delicadeza de preguntar a su pareja, si quiere ser tatuado con una margarita o una rosa... aunque las rosas con sus espinas también sean sospechosas de infringir dolor.
EliminarUn beso, amiga.
Madre mía, menuda tiparraca. Mejor no jugar con ella al me quiere / no me quiere. Buff.
ResponderEliminarUn saludo mañanero
Sadomasoquista es el adjetivo que más le cuadra a esta tipa enamorada del dolor ajeno (claro)
EliminarAbrazo de viernes.
Vaya no llego al final, muy drástico.
ResponderEliminarHay amores cuya consecución es imposible. Son de trayecto corto e imprevisibles en su final. Como en este caso.
EliminarMejor no comenzar este tipo de relaciones.
Abrazo.
¡Que bruta! Habiendo margaritas en las floristerías ¡Pobre amante!. Muy bueno Francisco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo, Conchi, no soy de regalar flores, por las consecuencias que pueden acarrear. Quien las quiera o les gusten que las plante o vaya a verlas al campo. No me arriesgo a que me deshojen una margarita en vivo y en directo ;)
EliminarOtro abrazo para vos.
Madre mía, algunas no saben ponerse límites.
ResponderEliminarFantástico micro.
Un beso.
En mi opinión los celos son igual de dañinos en cuestión de amores.
EliminarOtro beso para ti.
Hola, Javier.
ResponderEliminar¿Cómo estás? Espero que muy bien, me alegra leerte de nuevo.
No me extraña que le duren tan poquito, qué sanguinaria la muchacha.
Muy bueno.
Un beso.
Buenos días Irene. bienvenida de nuevo por estos lares de escritura.
EliminarEspero que dures más esta vez, sin marcharte de nuevo; si no tendremos que empezar a deshojar margaritas y recitar lo de: Me quiere, no me quiere...
Besos, como siempre.
Llegaron a mis oídos, historias más truculentas de la vida real y cotidiana. Algunos seres no tienen control sobre sus actos, y una mente muy perturbada.
ResponderEliminarOtro abrazo, julio.
Parece un tipo de tatuaje un tanto doloroso...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Queda bonito, siempre que no lo utilicen para deshojarla. Con el amor se sufre, pero no hay que exagerar.
EliminarUn saludo, José