Cuantas veces no me habré preguntado sobre la utilidad de aquello que entretejen con tanto afán y laboriosidad nuestras neuronas, eso que llamamos coloquialmente hablando: la materia gris cerebral.
Grises somos en general como dicha materia, si es que en realidad lo es, y a su vez poquita cosa. No destacamos por nuestra talla ni dimensión, ni por nuestra estructura que es débil y quebradiza. Tampoco es que seamos estándares de belleza ni ejemplo de seres cívicos encuadrados con el resto de la creación por obra y gracia de nuestros comportamientos y actitudes desmesuradas y destructivas.
Así de crítico me he reconocido hoy, conmigo mismo y mi género "Sapiens", esos que junto a mi forman comunidad de seres bípedos y parlanchines que a veces dejamos tanto que desear para el resto de comunidades animales que, tristemente cada vez son menos gracias a la intervención de los mayores depredadores sobre este planeta, osease: nosotros.
Me asusta pensar a lo que hemos llegado con nuestros afanes de conquista y dominación, y los medios que hemos utilizado a lo largo de los siglos para obtener el status y la calificación de "Reyes de la creación". Lástima me dan las otras especies que quisieron oponerse o hacernos sombra.
Al final quedamos nosotros como competidores de nosotros mismos y eso si que es lastimoso, ver hermanos luchando por pedazos de tierra, por comida, el poder, por metales y por ideas y...
¡Ahí quería yo llegar! a las ideas con las que comencé, fruto de meditación o genialidad espontánea provocada por sueños e inspiración...
Esas chispas luminosas capaces de encender tanto las hogueras para sacrificios purificadores, como las que no solo no purifican sino que ensucian las manos de sangre. las que prenden luminarias de genialidad incendiaria que ayudan a crear herramientas con las que construir un futuro más cómodo y factible, como esas otras enloquecidas que convierten en ceniza tanto a libros como a personas.
Al levantarme por las mañanas lo oigo en los noticiarios:
Guerras abiertas en cualquier rincón del planeta, por las mismas razones por las que nos enfrentábamos hace siglos junto a los templos y las pirámides. Asesinos que se auto inmolan en sacrificios absurdos llenos de insensatez y que se llevan de paso las vidas de otros tantos seres que pasaban por allí, muertos estos, por "ideales" o soflamas desconocidas para ellos, y dadas en el otro extremo del mundo por intereses peregrinos.
Violencia.
Líderes locos que intentan dominar a la inmensa mayoría sometida al miedo y la represalia de las fuerzas del orden...¿De qué orden? del impuesto por ellos mismos naturalmente, para gobernar un mundo desquiciado, sin rumbo y sin principios éticos.
Simples imbéciles, que son más peligrosos que los violentos y que hacen más daño.
Poder.
Se malvive por el vil metal y el sobado papel moneda que ya el autor " Giovanni Papinni" denominó :
"el estiércol del demonio", calificación algo escatológica, pero fiel reflejo del mal que origina a nuestro alrededor. Nuestro dios idolatrado y adorado, todo por él, nada sin su influjo poderoso y corruptor, que produce miseria, dolor y escasez a su alrededor.
Dinero.
Veo a los seres llamados civilizados y racionales, seres nacidos de la tierra y puestos en ella."humano" no significa superior, ni de más importancia ni por asomo, más sensible o justo. "Humano" significa solo eso: proveniente del humus que a su vez y en latín se refiere a la tierra.
Por tanto solo esa adjetivación no nos hace ni mejores ni estar por encima de nadie.
Lo que nos hace diferentes, esa es la palabra exacta: "Diferentes", no es el tamaño, la belleza, la gallardía, la fuerza, ni nuestro, a veces excesivo catálogo gestual ni la egolatría desmesurada. ¡No!
La diferencia la marcan las ideas descabelladas, geniales, entusiastas, inusitadas, inconcebibles, utópicas, desmesuradas.
Como esas bombillas que se representan en los tebeos y que veíamos encenderse encima de las cabezas de los protagonistas, o en los dibujos animados.
Recuerdo a ese niño con trenzas pelirrojas llamado "Vickye el vikingo" frotándose la nariz y teniendo una de esas, que solucionaban el brete puntual en el que les había metido su padre generalmente.
Tristemente, las ideas también enfrentan a la especie en cruentas guerras de hermanos contra hermanos. Que contradicción ¿No? cuando en realidad el dicho concepto es innato a la autoreflexión, al razonamiento a la habilidad y la creatividad, que son aplicaciones todas ellas de la inteligencia que se nos presupone a todos; pero claro, los hay que se quedaron a mitad de la evolución con el garrote al hombro, esos que utilizan la fuerza bruta de sus músculos y la velocidad de las balas para razonar con el oponente, más conceptualmente ideológico o pacífico.
Los hay quienes razonan a gritos en base a arengas encendidas y ajenas a ellos mismos, que pertenecen a esos líderes carismáticos que nombré más arriba, revestidos de halos de sabiduría religiosa o poder de mayoría absoluta concedida por el pueblo, o en países menos laicos por deidades desconocidas a nuestra cultura simplona y materialista; los mismos que mueven masas abigarradas contra algo o alguien y que arrasan cual marabunta al opositor honesto y razonador.
En definitiva lectores, que no es que haya madrugado ni desayunado flojo, ni estoy de resacón trasnochado, ni ayer tuve un mal día, ni estoy siquiera cabreado aun teniendo razones para estarlo.
¡No! lo que ocurre es todo lo contrario. Según me puse ante el ordenador para ocuparme de los correos y blogs, me di de bruces con un vídeo de youtube colgado por alguien a quien sigo con regularidad y al que le valoro su gusto musical.
Una bellísima melodía que me dejó prendado de inmediato, que reconoceréis versionada con letra por un grupo que suena en la actualidad, pero que en principio corresponde al versátil y grandioso compositor clásico "Beethoven".
Y eso es lo que me hizo reflexionar sobre el tema del hombre y sus brillantes ideas, esas ideas que merecen la pena ser recordadas como notas del genio que estuvo detrás de ellas, el que las plasmó en una partitura, en piedra o en lienzo y las donó al resto de mortales para que recordáramos que las buenas ideas aportan luz, esperanza, regocijo y placer. Algo que nos ayuda a soportar "la insoportable levedad del ser".
Por tanto me quedo con las que crearon la música, la arquitectura, la escritura, la pintura y la poesía, las bellas artes en general. Al contrario me siguen causando desazón las ideas alienantes, irreflexivas, condenatorias, vejatorias, opresoras y preconcebidas para someter al prójimo, y las egoístamente maquinadas para engañarlo.
Me quedo con las que hacen dar pasos adelante a la civilización y las que proporcionan sensaciones placenteras y oníricas, las que te hacen pensar que la raza no está del todo perdida y que todos podemos construir con ideas, respeto y manos unidas, un mundo donde dejar de malvivir.
Desde la realidad y la debilidad del Ser: humanos, crear una auténtica comunidad de "Homos Sapiens" comprometidos no solo con el entorno y la naturaleza sino también, con los congéneres que quieren formar parte de lo que todos ansiamos: ser en lo posible lo más felices en nuestro caminar por este valle de lágrimas.
Recordando esta famosa frase lapidaria que habría que grabarles a fuego a más de un insensato:
"Las personas son todas dignas de respeto, sus ideas a veces no."
Aquí os dejo la música que inspiro toda esta charla reflexiva. Pido disculpas si me alargué demasiado. Que al menos sirva como compensación.
La Chica que llevaba una pistola en el tanga
De. Nacho Cabana
Se trata de la novela que ganó el premio L´H Confidencial del 2014 promovido por el ayuntamiento de L´ Hospitalet de Llobegrat que ha creado a su vez una biblioteca cuyos fondos están basados solo con novela de este género.
Ya de comienzo el título que nos presenta el autor es elaborado, y hasta visualizar su propuesta nos lleva a una especie de morbo sensual, y algo catártico en su pretensión. Puede parecer a simple vista, de esa que los lectores muchas veces pretendemos tener, un título bisoño e intrascendental, algo así como reclamo para los imprudentes, y cuyo contenido deja mucho que desear para las expectativas que ponemos en el argumento.
Tengo que confesar con humildad, que nada más alejado de la realidad. En este caso la enjundia de la historia supera con creces toda idea sobre superficialidad literaria.
Y es que el argumento aún siendo ficticio, se basa en la cruda verdad de una sociedad corrompida hasta sus cimientos y que pasa de largo y por encima de las noticias escabrosas que de vez en cuando nos son trasmitidas como muy "quedito" por los noticiarios y la prensa.
Y es que me estoy refiriendo a la trata de blancas y la prostitución, la explotación sexual de mujeres y niños-as, la mafia que anda detrás de todo ello y los millones de divisas que mueve este mundo oscuro solo equiparado al de tráfico y venta de armamento y droga.
El autor ya de por si tiene imagen de tipo duro, y de la misma manera ha querido reflejarlo en su premiado libro; con dureza y seriedad relatada sin adornos ni sentimentalismos, sin palabra de prosa suave; más bien como a martillazos, sin omitir alguna descripción escabrosas que venga a cuento, para que el lector se imbuya de esa praxis testimonial del que es espectador en directo de los sucesos, aunque sin rayar en el mal gusto ni el exceso de sangre y vísceras.
Quizá basa más su dureza en lo psicológico, el choque entre lo irracional y lo racional. La búsqueda de ese límite donde se pasa del placer a la mera brutalidad a causa de ese "gen" violento y primitivo que todos llevamos como un "chip" dentro de nuestra piel.
La desazón y la desmesura que nos trasmiten los acontecimientos narrados, juegan un papel de importancia.
La historia comienza con una carrera desaforada por la Gran vía de Madrid, de un coche policial conducido por "Violeta" a la que acompaña"Carlos". Una pareja de agentes de la comisaria de Leganitos cuyo desconocimiento respectivo, parece condicionar su relación. Ambos acuden a los bajos de Plaza de España donde se está produciendo un ataque racista a una familia de ciudadanos rumanos con consecuencias fatales, y la detención de una pareja de supuestos radicales xenófobos.
La acción es trepidante a partir de aquí. Nada de pararnos a analizar la situación y valorar los resultados de las investigaciones y las pruebas. ¡No! a partir de aquí se nos inoculará una dosis de adrenalina para que vayamos metiéndonos en una trama escabrosa que nos conducirá a otro extremo del mundo. Para ser concreto a México D.F, donde un español de nombre "Pedro" afincado allá, brega por mantener a su pobre familia y sacarla adelante con su cortito sueldo de taxista.
Todo le es válido para recaudar un poquito más, aún tratándose de las comisiones que reciba por acercar a clientes hasta las puertas de los clubes de alterne; pero todo tiene su precio, todo sus consecuencias y "Pedro" tendrá que tomar decisiones que pueden costarle la vida y lo que es más, las de su mujer "Itzel" y su hija "Olga".
Ir para adelante es meterse en un mundo donde las conciencias son interrogadas, ir para atrás supone la condena segura a muerte.
" Cuando alguien decide perder algo, lo hace porque juzga lo que gana como más importante."
En España. "Violeta" con 40 años, que además de policía, es mujer de armas tomar, seguirá las pistas, que la llevan desde un poblado chabolista donde habitaban los rumanos agredidos, hasta Murcia, donde lleva el rastro de los agresores detenidos. Un burdel de mala muerte donde lo que encuentran eriza la piel de los dos agentes y pone sobre la pista de algo mucho más peligroso que las armas cargadas... Un tal "Vergasanta" está detrás de todo el tinglado.
" Violeta clava la mirada en los ojos autosuficientes de.... antes de pegarle al primero una patada en la cabeza."
" Violeta habla con Ferrero, su inspector jefe y la persona que le enseñó a desaprender todo lo que le habían inculcado en la academia "
"Violeta siempre ha preferido pedir perdón que pedir permiso"
Los personajes son descritos de forma casi minuciosa, incluso nos colaremos en alguna faceta íntima de alguno de ellos, pero quedarán eclipsados por el ritmo del relato con acción desbocada.
Tiros y cadáveres orlarán el recorrido de nuestra lectura, donde no encontraremos rincón donde escondernos para asimilar los escenarios tan bien descritos o los ambientes que incluso respiraremos con ahogo. Ambientes oscuros, siniestros y escatológicos, donde perderemos la fe en la bondad de ser humano y abundaremos en abusos, violencia y maltrato.
El lenguaje utilizado por "Nacho Cabana" es versátil y actual. Rico en términos y giros lingüísticos propios del país que nos describe, con profusión de usos y costumbres. Los protagonistas parecen reales más que ficticios, creíbles dentro de sus vivencias cotidianas y sus diálogos naturales sin rastro de artificio literario.
El autor por otro lado ha realizado una buena labor documentativa sobre los escenarios en los que trascurren las dos historias que por otro lado, concurren de forma lógica en una sola con fluidez, los acontecimientos van solapándose poco a poco originando un final donde todas las piezas encajan.
La historia cumple todos los requisitos que exigimos al género negro- policíaco y nos deja al concluir, un cierre inesperado junto con una sabor de boca agridulce que nos hace desear más de este escritor que parece haber entrado con paso de gigante en el mundo literario.
Es hora que conozcamos a estos escritores españoles que nos están sorprendiendo con novelas de tal rango, que no desmerecen ante la de nórdicos y americanos que parecen abastecer el mercado ellos solos.
El nivel que están poniendo es un listón muy alto, con títulos merecedores de mención en nuestros blogs y el mundillo de la crítica literaria. Hay editoriales, de hecho, que tienen sus miras en autores de este tipo y están triunfando con sus elecciones.
Por lo tanto, y si sirve de algo mi opinión: mis parabienes al autor y mi recomendación para que todo aquel que busque, una historia creíble, impactante y muy pero que muy negra y espeluznante, se acerque a esta novela que tiene un buen merecido premio en su haber y tiene argumento y cimiento suficientes para ser llevada a la gran pantalla. ¡ Eso sí ! con una buena producción que no la desluzca.
En una palabra: ¡Chapó!
Viajo sola
De: Samuel Bjork
Esta lectura concurre dentro de las hechas en este mes dedicado a la novela negra y policial, propuesta por Laky en su blog:
- Libros que hay que leer -
Y con ella concluyo.
"El 28 de Agosto de 2006 nació una niña en la maternidad de Honefoss. La madre de la niña, una profesora de guardería de 25 años falleció durante el parto... Cuando la abuela reclama a su nieta, esta ha desaparecido."
Es curioso comprobar como la literatura nórdica está adquiriendo relevancia en estos últimos años, haciéndose un hueco en un mercado muy competitivo y encuadrado en un género, que siempre se les ha adjudicado a americanos e ingleses sobre todo.
Desde que tuve el sumo placer de encontrarme con la trilogía del autor "Stieg Larsson" me he dado cuenta que los escritores daneses y noruegos escalan posiciones, si no de entre los libros más vendidos, si de entre los más leídos.
A nivel personal siempre me ha sorprendido la imagen que nos han vendido de estos países del norte de Europa tan civilizados, desarrollados y punteros y a la vez tan seguros. ¡Claro! es cuando te hablan, de crímenes atroces y asesinos en serie existentes por esos países tan fríos en los que la sangre se cuaja enseguida; cuando te planteas la pregunta: ¿Novela negra Danesa, Noruega, Sueca? Y mira tu por donde, cae en tus manos una de dicho género como -Viajo sola- y te das cuenta que el ser humano es el mismo en cualquier latitud y meridiano y los más horrendos crímenes pueden ser cometidos allá donde la imaginación del autor quiera llevarnos.
"Samuel Bjork" ha conseguido convencerme de que todo es posible en el mundo de la literatura.
Esta obra suya, con unos personajes adecuados, eso si, con nombres enrevesados y difíciles de pronunciar y un argumento con trama inquietante como es el caso. Trazada de forma correcta y elegante y con todos los ingredientes para hacer la lectura muy adictiva, tiene el patrón adecuados para convencer y rendir a cualquier lector que se precie.
Todo empieza en la ciudad de Oslo, cuando se nos describe un acto rutinario de un ciudadano normal que saca a pasear a su perro y este, en uno de sus escarceos de inspección olfativa descubre un cuadro dantesco a su dueño: una niña de no más de seis años cuelga de un árbol con una mochila a sus espaldas llena de libros de texto. Vestida con ropas de muñeca. Bien peinada y pulcra en su presentación a un espectador demudado por el horror, que puede leer en una cartela que pende del cadáver una frase corta y lapidaria: Viajo sola.
Se trata de "Pauline Olsen" la primera de las víctimas de algún depravado, empeñado en representar un ritual cuyo fin, tendrán que dilucidar los protagonistas en una carrera contra reloj para impedir que otros frutos macabros pendan de otros árboles.
Cambiamos de escenario y se nos presenta a una mujer policía llamada "Mia Krugüer"
"Dura, inteligente "Rayo de luna" la india de ojos centelleantes, una de las mejores investigadoras de homicidios del país."
que no se encuentra en los mejores momentos de su existencia, es más, se encuentra en los últimos días de su vida, pues ella misma automedicada en exceso, deprimida y casi alcoholizada, se haya al borde de un precipicio emocional; se aisló hace unos meses en una cabaña en Hitra, una de las islas de Trondelag. Alejada de toda civilización y todos sus contactos, contando los días que le quedan para reunirse con su hermana " Sigrid", muerta de sobredosis con la ayuda de su también drogadicto novio que... morirá de forma violenta por la mano de "Mia" en una de sus actuaciones policiales.
El dúo lo completará "Holger Munch" un inspector de homicidios, gordo y aficionado a la comida, al tabaco y a las matemáticas. Ostenta el gusto por los crucigramas, la música clásica y el ajedrez. Todo un friqui policial según parece.
"Sin fumar no podía pensar y, si había algo que le gustaba era precisamente pensar. Usar el cerebro."
Divorciado, y con una hija de nombre "Miriam" y una nieta a la que intenta maleducar con todas sus fuerzas, dándole cualquier capricho a su alcance, a la que ama con locura de abuelo.
Según vayamos pasando páginas nos iremos adentrando en un mundo hostil, como el bosque que parece atrapar en su misterio los agónicos pasos que siguen el equipo de "Holger" formado por: "Kim", "Curry", "Anette" y un hacker contratado para el caso, y que es uno de los mejores en su especie: "Gabriel Mork".
Conoceremos a "Tobias" un chaval maltratado junto con su hermanillo, descuidados por sus padres y abandonados de la mano de Dios y sin embargo adornado con un gran corazón, sensatez y sensibilidad.
A "Raquel", una de las chicas cristianas perteneciente a una comunidad donde la fe, la esperanza y la caridad son las virtudes menos practicadas.
Por nuestro lado y como viene siendo habitual en estos casos, pretenderemos hacer de investigadores aficionados e intentar resolver el caso y sospechar de todo bicho viviente, pero el autor, nos irá poniendo trampas y laberintos con espejos en lo que todo lo real parece imaginario, como en el país de "Alicia" de "Lewis Caroll"
"Tenemos Internet en el móvil y mandamos naves a Marte pero mental y emocionalmente vivimos todavía en la edad media."
"Samuel Bjork" irá desenredando los nudos de la trama creada por el mismo de forma, podríamos definir como magistral; no dejando piezas desencajadas en el puzzle. La historia se cuenta desde varios puntos de vista, y por distintos personajes a lo largo de diferentes escenarios, confluyendo en el mismo río en el que terminan todas las buenas novelas: un suspiro final de plena satisfacción por lo leído y un lamento por haberlo terminado.
Es de agradecer la elegancia del autor en sus descripciones que nos evitan desagradables visualizaciones innecesarias. Sus diálogos comedidos al igual que sus retrospecciones aclaratorias sobre hechos pasados en la vida de sus personajes.
Prosa fácil y asequible que convertirá la experiencia lectora en todo un placer.
Creo modestamente que este libro es paradigma a seguir en este tipo de novelas, poniendo alto el nivel de estos nuevos autores que entran en el panorama editorial pisando con fuerza, junto con los españoles de los que tenemos ya claros ejemplos.
Naturalmente os recomiendo su lectura, deseando que este autor publique de nuevo algo de la misma calidad con la que ha resuelto este título de una novela tan negra como el fondo de su cubierta.