Relato presentado al concurso propuesto por el Círculo de escritores con la temática: "Piratas"
Desde que a primera hora del amanecer divisamos el galeón en lontananza, mantenemos una persecución constante a todo trapo, como lobos hambrientos de botín.
El barco con
el que visiblemente acortamos distancias es pesado y robusto, fuertemente
armado, con no menos de 40 cañones; pero eso mismo va en su detrimento, pues
nuestra fragata, menos pesada, surca las olas velozmente. Además, el dios Eolo
sopla de popa fuertemente, favoreciendo nuestra fortuna. Esta tarde habrá
tempestad para algunos.
Queremos dar
caza a quienes portan lo que es nuestro, la riqueza que nos fue arrebataba con
la impunidad de ladrón y la alevosía del malnacido.
Nosotros somos
hombres desligados de ataduras; libres de surcar los siete mares a nuestro
antojo, de gritar a los cuatro vientos y de hacer de jueces y verdugos. Nadie
está por encima de nosotros; todos iguales a la hora del reparto y dispuestos
por igual a morir, o a matar para evitarlo.
Mi
tripulación está formada por no menos de 50 hombres, y todos ellos son bravos
que están avezados en la lucha cotidiana por la supervivencia; no les arredran las tormentas ni los infortunios, y si
saben que el enfrentamiento es contra nuestro ancestral enemigo, se anudan los
pañuelos y afilan sus cuchillos.
El rival no
puede evitarnos y cuando al atardecer le damos alcance, nos muestra su flanco
de estribor orlado de portañolas donde asoman amenazantes las bocas de sus 20 cañones de línea. Guardamos distancias, la
suficiente para que las pesadas bolas de hierro no alcancen nuestra quilla; y
preparamos los falconetes de a bordo y los diez cañones en banda de babor.
Cuando
estamos a una distancia prudencial, alzo mi voz e insto al capitán del galeón a
rendirse; este se asoma al puente de mando y con desprecio a lo que representamos,
saca el sable y lo alza. En ese momento los grandes cañones de cureña empiezan a escupir fuego: La pesada artillería
no llega a alcanzarnos.
Maniobramos
con diligencia para situarnos en ángulo
muerto con respecto a los cañones del pecio enemigo y comenzamos a disparar los
nuestros sobre su cubierta, para
despejarla mientras preparamos el abordaje.
Cuando la
cercanía es plausible para poder lanzar los ganchos; aparecen tras los
parapetos de las bordas una línea de fusileros reales que abren fuego contras
nosotros, provocando muchas bajas a causa del factor sorpresa. Pero esto nos enardece
aún más y empezamos a disparar nuestras pistolas; mientras que nuestros cañones
son los que truenan y destrozan jarcias y aparejos.
Saltamos y
escalamos las bordas, empezamos la danza macabra con la muerte; la sangre se
confunde con el agua salada y nuestros pies se escurren en la tablazón del
castillo, el combés, el alcázar y la toldilla.
Es una lucha
desigual. Ellos, más numerosos, lo hacen por las riquezas que atesoran en el buque,
nosotros por venganza y porque fuimos engañados.
Al fin
derrotado el rival y aliviadas nuestras ansias de desquite, pongo orden en la barahúnda
de la tripulación e impongo silencio ante la cacofonía desmedida de gritos y
alaridos de dolor.
Se ha hecho justicia
de nuevo, y esta embarcación repleta de filibusteros será desarbolada y hundida
después de cambiar la carga que yace en sus bodegas, a las de nuestro
barco.
Antes, arriaremos su bandera negra como sus
conciencias y la quemaremos, después marcharemos en busca de otras aventuras, tras de aquellos que con patente de corso de sus reinos y gobiernos, saquean a esos
que llaman: “ingenuos ciudadanos”.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Código de registro: 1605057442002
Me he sentido uno más en la cacería, gritando como un energúmeno a la orden de abordaje, espada en mano y con el corazón bombeando adrenalina.
ResponderEliminarMuy buen relato, amigo Francisco. Y con una segunda lectura de los más actual. Pero, mucho me temo, que la fragata "Indignación" no va a dar abasto.
Un saludo y mucha suerte.
¡Hey! corsario, bienvenido a mis mares. Juntos partiremos a la batalla contra la injusticia. El predomino ha de ser solo nuestro, y al final aunque breguemos contra viento y marea terminaremos cosechando alguna que otra victoria que haga recordar a futuras generaciones, que hubo un grupo de hombres libres que luchó con dignidad por lo que en justicia les correspondía. Piratas son los que están al otro lado de la ley, como es tonto el que hace tonterías que decía nuestro entras
Eliminarentrañable personaje de Forrest gump.
Un abrazo de hermano corso
¡Qué ilusión en ser la primera que comente este relato para el nuevo concurso! Solo a modo de tipógrafa virtual, he apreciado una errata al escribir la palabra "arredra", pero que supongo que por algún tecleo mal dado, te aparece escrita como "adredan", fíjate en la segunda línea del tercer párrafo y la localizarás rápido.
ResponderEliminarDespués de esta tontería voy directa al grano, primero felicitarte por tu documentación al respecto de este mundo de los lobos de mar y la etimología de estos vocablos marineros, porque la redacción me ha encantado.
Segundo desearte la mejor de las suertes y por último que lo incluiré en la serie de relatos para este concurso de El Círculo de Escritores, en mi perfil.
¡Un abrazo!
Ante todo muchas gracias por corrección tan oportuna. ¿Fallo del teclado? No, fallo del escritor que confundió palabras y puso de las dos, la que no existe. Para eso están los amigos: para corregir entuertos.
EliminarPor otro lado también agradecer tu lectura y tu estimación para con lo escrito.
Lo de la inclusión del relato para el concurso no lo entendí bien.¿Lo incluirás donde?
Te mando un abrazo como agradecimiento por todo lo dicho.
Hola de nuevo Francisco, se trata de incluirlo ahora mismito en mi perfil, pues quiero colaborar del mejor modo posible y dentro de mis limitaciones a la divulgación de todos los relatos que se presentan hasta este momento a este concurso.
ResponderEliminarUn abrazo de vuelta y encantada de estar de nuevo por tu espacio.
Gracias querida Estrella por tu interés.
EliminarAbrazos
Me ha encantado tu relato. Aprovechando que tiene dos lecturas y espero que q estos piratas los cacen y devuelvan el botín al pueblo. Un abrazo
ResponderEliminarSería justicia que no venganza, el que estos piratas al estilo de el Robin de los bosques, al menos repartieran el botín con aquellos a los que les fue arrebato.
EliminarBesos
Una narración fluida y culta donde la haya. La terminología marinera a la antigua usanza y la hazaña de capturar al ladrón que pretende ocultar en tierras lejanas las riquezas robadas al pueblo me ha encantado.
ResponderEliminarMenuda tormenta la que se desencadenó en alta mar.
Un abrazo.
Ja,ja,ja Estos filibusteros embusteros que roban a manos llenas, son los que tendrían que esconderse de la justicia, y no navegar libremente pos esos mares de impunidad trasladando riquezas robadas. Hay que darles caza y aplicarles todas las de la ley.
EliminarUn abrazo Josep.
Nunca leí ninguna novela de piratas, pero creo haberlo hecho ahora, leyéndote a ti, con ese tecnicismo propio de la temática (llámame ignorante, pero muchas palabrejas las desconocía).
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, sobre todo por ese trasfondo reivindicativo que subyace, y hasta me ha hecho gracia lo de las 'bajas' a causa del factor sorpresa. Sorprendida yo, con tu aventurero relato.
¡Suerte, amigo, en el concurso! Que aceren sus cuchillos los contrincantes ;-)
Un beso
¡Vaya por Dios! te perdiste magníficas aventuras a bordo de rápidos veleros y en compañía de avezados marinos.
EliminarPero gracias a los cielos que cuajados de estrellas nos cubren por las noches y el arrullo del mar en calma que mece nuestro barco, te has añadido con este escueto relato, a los bravos inconformistas que surcan los mares de la vida.
Besos grumete.
Vaya relato de Piratas, y es que mientras lo leía lo imaginaba, de modo que esta muy bien pero que muy escrito. Te deseo la mejor de las suertes un abrazo. TERE. ah y gracias por agregarme en el face.
ResponderEliminarHe conseguido embarcarte, has vivido esa pequeña aventura de la caza al galeón repleto de piratas innobles.
EliminarMe alegro el haber gozado de tu compañía incondicional.
Besos Teresa.
Muy bueno el relato, con ese doble sentido que, admito, me ha costado atrapar. Realmente bueno! Mucha suerte!!
ResponderEliminarGracias. Lo importante es que tú has atrapado el sentido doble del relato, mientras los protagonistas atrapaban a los malotes.
EliminarAbrazos Artza
¡¡Cómo dominas el lenguaje corsario!! Muy bueno ese final. Como siempre avanzo por tu narración intentando vislumbrar con qué me vas a sorprender... pero siempre me sorprendes con otra cosa. Verdaderamente, nos gobiernan una panda de piratas de los malos; el mundo está en sus manos, ellos toman las decisiones de las que dependemos todos, fabrican las armas para las que inventan guerras, deciden las pautas económicas que empobrecen y desahucian... como siempre, quien tiene poder, domina. ¿para eso 190 000 años de evolución de la especie?
ResponderEliminarUn abrazo, voy a por mis antidepresivos y mis ansiolíticos (que no se entere Kirke)
Como me gusta reservar sorpresas inesperadas; es difícil hacerlo con los que ya me conocéis, pero es superior a mis fuerzas dejaros con esas expectativas sorpresivas que todos esperáis en mis relatos. Espero conseguirlo durante mucho tiempo.
EliminarComo siempre mi agradecimiento Rosa, y por supuesto mi cariño.
Ay, qué bien me lo he pasado con estos piratas de verdad, los de toda la vida. En esa lucha oía el entrechocar de los sables y el zumbido de los disparos. ¡Genial!
ResponderEliminarComo soy una fanática de los piratas y los filibusteros (los clásicos, no los de ahora) podrías hacer una continuación y contarnos cómo es la guarida de estos aventureros en una isla. Mejor que Panamá será Isla Tortuga o Jamaica.
Me lo he pasado pipa, Francisco.
¡Al abordaje, indignados!
Mientras escribía pensaba en ti, era consciente que te debía uno de piratas que tanto te gustan. Y esta oportunidad era única para escribirlo: mataba dos pájaros de un tiro.
Eliminar¡Ojalá! hubiera de verdad piratas de este tipo que hicieran justicia con los más desfavorecidos, pues tristemente es sangrante comprobar, como los ladrones corruptos se salen con la suya evadiendo la justicia.
Un beso
Disfruté la descripción de la lucha con un gran lenguaje marino y el final, gran toque!
ResponderEliminarSaludos!!
Me alegro que haya sido de tu gusto.Lo del lenguaje marino es simple documentación. no vivo al lado del mar ni tengo tantos conocimientos en mi haber, ya quisiera yo.
EliminarLo del toque, sí, eso es mi parte de la fórmula habitual.
Un abrazo compañera.
Creí que por una vez el relato sería tal cual, la historia que cuentan sus palabras. Pero no, apenas en las últimas líneas nos cambias el tercio y el argumento dando un trasfondo social y nuevo significado a todo lo leído. Como historia de piratas, muy buena; como metáfora, casi mejor. ¡Me ha gustado mucho! :))
ResponderEliminarUn beso y mucha suerte en el concurso :))
Parece mentira que no me conozcas como pretendes; sabes que me guardo siempre un as en la manga, soy un tramposo redomado, y me gusta jugar con los espejos.
EliminarMe alegra el haberlo conseguido de nuevo.
Besos.
Me ha gustado mucho tanto la narrativa que te mete de lleno en el mundo de los piratas, y luego el enfoque final que te lleva a una actualidad llena de corrupción que es mucho peor que una historia de corsarios. Fantástico por que has jugado perfectamente con ambos mundos creando algo excepcional.
ResponderEliminarMucha suerte. Besos.
La verdad es, que los unos no se diferencian mucho de los otros. Por lo menos a los piratas auténticos se les ve venir de cara y te quitan de en medio en un pis pas. Los actuales son falsos hasta en los andares, te roban con una mano mientras te distraen con promesas generosas. Viles y rastreros. ¿Habrá piratas honrados como los de Goitysolo?
EliminarBesos
Francisco.
ResponderEliminarExcelente recreación en tus palabras de ese mundo de piratas, me ha encantado el léxico que utilizas esta vez, que me ha hecho pensar si en otra vida no has participado en estas aventuras, eso o lo bien que te documentas para escribirlas, creo que eso es fundamental para hacer un relato creíble.
Y no podía ser menos, tu final nos lleva a esa penosa realidad con la que convivimos cada día, y por una vez me ha encantado que en tu historia, al menos, les roben su dinero a todos los que lo llevan a Panamá.
Al menos las letras sirven para poder expresar la frustración que se siente ante esta realidad que penosamente vemos cada día, donde los que más tienen son los primeros que dejan de pagar. Me gustan más tus piratas, son mucho más auténticos, al menos no dan lecciones de moralidad.
Un abrazo de domingo lluvioso
El único que tenemos los contribuyentes que escribimos es ese que nombras: el hacer justicia con las letras, la pena es que estas acciones no se hicieran realidad y aparecieran por arte de birlibirloque una asociación sin ánimo de lucro como la de Ronin Hood o la de los piratas del caribe o los de Sandokán de Malasia para luchar contra los ladrones de verdad; los que roban a los pobres de forma tan airosa y tan "legal".
EliminarSeguiremos fantaseando con nuestras historias, es lo que nos queda.
gracias por tus palabras escritas.
Un abrazo amiga.
Muy buen relato, Francisco. Te deseo mucha suerte. Abrazos.
ResponderEliminarGracias Marisa. La suerte para mi es la de que me leáis. Con eso me basta.
EliminarUn abrazo.
Qué te sean favorables los vientos en esta aventura¡¡ Ya nos dices que tal te ha favorecido la suerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
La suerte es algo tan relativo, que el tesón la diluye y el esfuerzo la vigoriza.
EliminarCon que os guste leerme me basta.
Besos
Un gran dominio del lenguaje pirata. Me ha encantado. Sobre todo ese final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si , creo que el final es lo que le da el toque inesperado que hace del relato algo no habitual en este tipo de historias. Gracias por valorarlo.
EliminarUn besos María.
¿Seguro que tú mismo no eres un pirata? ¡Porque vayas manera de narrar!
ResponderEliminarCreo que tu prota va a ser el único que no va a Panamá, ¡están todos allí! Jajajaja.
Un abrazote, Franciso.
Gracias Sue. Mi pirata es de los honrados, de los que fuerzan la justicia e imparten sentencia a los ladrones, saqueadores y esquilmadores de la riqueza común.
EliminarMuchos están en Panamá y algunos ni nos los imaginábamos.
Un beso.
Como siempre, un asombroso "relatillo" con un final inimaginable por el lector, siempre nos tienes en el punto de mira y sabes como vamos a actuar, por ello siempre buscas nuevas formas de sorprendernos. Me alegro de que sigas escribiendo estas pequeñas obritas que tanto gustan al lector. Un cordial saludo para el capitán de barco, te deseo una travesía llena de bonanza.
ResponderEliminarMuy agradable tu comentario, como la brisa que hace temblar los cabrestantes cuando la mar está calma y podemos reflexionar durante la travesía.
EliminarNo dudes grumete que seguiré escribiendo bitácoras mientras las fuerzas me acompañen y los vientos me sean favorables.
Un orgullo el de este viejo capitán pirata el tenerte entre su marinería.
Gratitud eterna.
Yo me sumo al buque "indignación"!! Cuenta la bravura de mi espada, Capitán!! Muy bueno y actual, Francisco. Un abrazo de libro
ResponderEliminarTú eres brava mujer. Leona de los mares. Claro que te sumo a los míos, juntos abordaremos bajeles cargados de riquezas y haremos pasar la tabla a todos aquellos que se sienten superiores a los que compartimos mares y aventuras.
EliminarUn saludo y un abrazo Ana