A las ocho en el Novelty
De: Carlos Díaz Domínguez
Una de las grandes prerrogativas de estar dentro de la blogosfera literaria, es que juegas con ventaja cuando decides leer ciertos libros; y es que con la cantidad de reseñas y referencias a ellos es difícil errar, salvo que la opinión de muchos esté equivocada o tus gustos personales vayan por otros derroteros.
Este precisamente me atrajo por su edición y por los buenos comentarios y aceptación de muchos blogs amigos.
Con lo cual lo que yo pueda contaros sobre él, quedará reflejado como algo reiterativo después de leer otras referencias más completas y quizás mejor redactadas.
No por ello voy a dejar de hacerlo.
Se trata de una obra que en un principio puede parecernos de corte histórico. A simple vista ya visualizamos en la portada dos personajes que lo son plenamente: "Carlos IV" y "Fernando VII" (El deseado) e incluso ya desde las primeras páginas leemos el nombre del "Principe de la Paz", el valido "Manuel Godoy" que puede decirse que se convierte en el protagonista de trasfondo de toda la historia, que nos narra en formato thriller este autor, que por supuesto nos aportará una amplia documentación sobre el personaje, escondiendo ases en la manga en forma de enigmas, interrogantes, supuestos tesoros escondidos y giros inesperados que nos enlazarán con historias paralelas.
Se puede decir sin temor a equivocarse que el autor ha creado una novela de misterio, acción y suspense desarrollada en la actualidad, encima de un escenario con atrezzo histórico.
El título por otro lado también resulta de lo más curioso, pues nadie se espera que tras él se esconda un relato trepidante y que lo relacione con la historia contada, no diríamos que tiene algo que ver con la trama planteada, pero "Carlos. Díaz Domínguez" con su certera y sencilla prosa nos irá conduciendo de la mano hacia el "Novelty", un famoso café salmantino, lugar de citas inesperadas que harán rememorar antiguas relaciones que pueden salvarte la vida y ayudar a encontrar caminos para la redención personal...¡Ahí es nada!
Es reseñable el conocimiento que parece tener el autor sobre Salamanca. Sus rincones, plazas y calles, incluso el famoso café parece radiografiado por dentro, tal como es.
Así mismo nos pasearemos por localidades y pueblos que muchos de nosotros conocemos y eso, resulta agradable por sentir que pisamos territorio amigo, lo cual nos invita a seguir arropados por el relato que nos tendrá del todo imbuidos.
"Iba a iniciar un recorrido vital que la trasportaría a algún lugar de sus recuerdos, de unos años en los que la experiencias se ven de una manera muy distinta porque no hay elementos de comparación, porque todavía se disfrutan bajo el prisma de la más absoluta inocencia y la vida aún no ha enseñado las garras."
Ya de comienzo se nos introduce en una escena desarrollada en Marbella en la mansión de un acaudalado personaje que se descubrirá como un antiguo dirigente de la KGB llamado "Anatoli Boychenko" con una obsesión en la cabeza: pretende descubrir el tesoro que escondió "Godoy" antes de partir a su destierro del que jamás volvería. Esto le lleva a contratar los servicios de nuestra protagonista: "Leonor Cortés" una todavía joven anticuaria, propietaria de una tienda en San Juán de Luz, que a su entender es la única capaz de dar con el paradero de tan ansiado botín.
No es fácil engañar a esta inteligente mujer hecha a sí misma, que por otro lado pergeña su misión como imposible, por lo cual "Anatoli" tendrá que recurrir a lo que mejor sabe hacer con tal de conseguir resultados.
Veremos involucrados de igual manera al cuerpo diplomático español y los servicios secretos rusos, pero persiguiendo otras metas no menos ambiciosas. Incluso, alguien hará lo que hace solamente para consumar su venganza personal.
Unas historias dentro de otras como las famosas Matrioskas rusas.
Tenemos pues el aderezo y los ingredientes necesarios para una buena ración de acción, que aun siendo mesurada, nos atrapará en sus redes buscando resoluciones a enigmas insospechados como: ¿Puede ser que "Fernando VII" fuese realmente hijo ilegitimo de "Manuel de Godoy"?¿Realmente en el motín de Aranjuez se encontró la totalidad de la inmensa fortuna que acumuló el valido ?
La novela nos ofrece intriga y suspense, junto con personajes definidos y bien construidos con una historia personal y un pasado que dan sentido a sus sentimientos encontrados, sus actitudes ante los retos y ante situaciones que nos resultarían de otra forma un tanto absurdas.
Nos iremos introduciendo en la trama gradualmente, gracias a la información dosificada que nos irán aportando los mismos sujetos. Algunos de los cuales, como "Enrique Díez" o como un simpático profesor llamado "Servando Ortíz" dominan. Ellos nos enseñarán sobre la época de trasfondo, nos ilustrarán con detalles íntimos de la historia que aun siendo banales en muchos casos, despertarán una sana curiosidad que nos conducirá a recabar datos para saber más sobre el tema.
"Todos los pueblos han escrito la historia que han querido que trascendiera."
Querremos recorrer con detalle los rostros de los reyes citados para sacar comparaciones, y para ello recurriremos a "Goya", "Madrazo" o "Bayeu". Indagaremos sobre el asalto al palacio de Aranjuez, sabremos sobre esa curiosa y breve guerra denominada: - De las naranjas-. Descubriremos a esa fémina por la que "Godoy" bebía los vientos. La gaditana "Pepita Tudó" posiblemente retratada por "Francisco de Goya" en sus cuadros de las majas.
Pasiones, ambiciones, y miserias conformarán un escenario muy apetecible, que junto a las investigaciones llevadas a cabo por los implicados en la resolución del reto impuesto por el ambicioso ruso, nos llevarán sin aliento a lo largo de 46 capítulos muy bien desarrollados hasta un final impecable sin flecos ni desgarrones.
El autor ha sabido mezclar en su entramado tanto lo real como lo surgido de su imaginación desbordante, haciendo creíble lo increíble y viceversa. Con lo cual todo nos parecerá posible aun siendo pura invención. Esta es una de las ventajas de ser un buen contador de historias.
Con lo cual añado esta sinopsis y mi opinión a la de mis amigos blogueros, y reafirmo junto con ellos que la lectura de este libro es muy recomendable y adictiva, recordándoos a si mismo que el autor tiene en su haber otros títulos como: -Los ascensores dormidos de la Habana - Lágrimas sobre Gibraltar - Tres colores en Carinhall- así como relatos y novelas cortas.
Seguro que os merece la pena leer alguno de ellos.
De: Carlos Díaz Domínguez
Una de las grandes prerrogativas de estar dentro de la blogosfera literaria, es que juegas con ventaja cuando decides leer ciertos libros; y es que con la cantidad de reseñas y referencias a ellos es difícil errar, salvo que la opinión de muchos esté equivocada o tus gustos personales vayan por otros derroteros.
Este precisamente me atrajo por su edición y por los buenos comentarios y aceptación de muchos blogs amigos.
Con lo cual lo que yo pueda contaros sobre él, quedará reflejado como algo reiterativo después de leer otras referencias más completas y quizás mejor redactadas.
No por ello voy a dejar de hacerlo.
Se trata de una obra que en un principio puede parecernos de corte histórico. A simple vista ya visualizamos en la portada dos personajes que lo son plenamente: "Carlos IV" y "Fernando VII" (El deseado) e incluso ya desde las primeras páginas leemos el nombre del "Principe de la Paz", el valido "Manuel Godoy" que puede decirse que se convierte en el protagonista de trasfondo de toda la historia, que nos narra en formato thriller este autor, que por supuesto nos aportará una amplia documentación sobre el personaje, escondiendo ases en la manga en forma de enigmas, interrogantes, supuestos tesoros escondidos y giros inesperados que nos enlazarán con historias paralelas.
Manuel Godoy |
Se puede decir sin temor a equivocarse que el autor ha creado una novela de misterio, acción y suspense desarrollada en la actualidad, encima de un escenario con atrezzo histórico.
El título por otro lado también resulta de lo más curioso, pues nadie se espera que tras él se esconda un relato trepidante y que lo relacione con la historia contada, no diríamos que tiene algo que ver con la trama planteada, pero "Carlos. Díaz Domínguez" con su certera y sencilla prosa nos irá conduciendo de la mano hacia el "Novelty", un famoso café salmantino, lugar de citas inesperadas que harán rememorar antiguas relaciones que pueden salvarte la vida y ayudar a encontrar caminos para la redención personal...¡Ahí es nada!
Es reseñable el conocimiento que parece tener el autor sobre Salamanca. Sus rincones, plazas y calles, incluso el famoso café parece radiografiado por dentro, tal como es.
Así mismo nos pasearemos por localidades y pueblos que muchos de nosotros conocemos y eso, resulta agradable por sentir que pisamos territorio amigo, lo cual nos invita a seguir arropados por el relato que nos tendrá del todo imbuidos.
"Iba a iniciar un recorrido vital que la trasportaría a algún lugar de sus recuerdos, de unos años en los que la experiencias se ven de una manera muy distinta porque no hay elementos de comparación, porque todavía se disfrutan bajo el prisma de la más absoluta inocencia y la vida aún no ha enseñado las garras."
Ya de comienzo se nos introduce en una escena desarrollada en Marbella en la mansión de un acaudalado personaje que se descubrirá como un antiguo dirigente de la KGB llamado "Anatoli Boychenko" con una obsesión en la cabeza: pretende descubrir el tesoro que escondió "Godoy" antes de partir a su destierro del que jamás volvería. Esto le lleva a contratar los servicios de nuestra protagonista: "Leonor Cortés" una todavía joven anticuaria, propietaria de una tienda en San Juán de Luz, que a su entender es la única capaz de dar con el paradero de tan ansiado botín.
No es fácil engañar a esta inteligente mujer hecha a sí misma, que por otro lado pergeña su misión como imposible, por lo cual "Anatoli" tendrá que recurrir a lo que mejor sabe hacer con tal de conseguir resultados.
Veremos involucrados de igual manera al cuerpo diplomático español y los servicios secretos rusos, pero persiguiendo otras metas no menos ambiciosas. Incluso, alguien hará lo que hace solamente para consumar su venganza personal.
Unas historias dentro de otras como las famosas Matrioskas rusas.
Tenemos pues el aderezo y los ingredientes necesarios para una buena ración de acción, que aun siendo mesurada, nos atrapará en sus redes buscando resoluciones a enigmas insospechados como: ¿Puede ser que "Fernando VII" fuese realmente hijo ilegitimo de "Manuel de Godoy"?¿Realmente en el motín de Aranjuez se encontró la totalidad de la inmensa fortuna que acumuló el valido ?
La novela nos ofrece intriga y suspense, junto con personajes definidos y bien construidos con una historia personal y un pasado que dan sentido a sus sentimientos encontrados, sus actitudes ante los retos y ante situaciones que nos resultarían de otra forma un tanto absurdas.
Nos iremos introduciendo en la trama gradualmente, gracias a la información dosificada que nos irán aportando los mismos sujetos. Algunos de los cuales, como "Enrique Díez" o como un simpático profesor llamado "Servando Ortíz" dominan. Ellos nos enseñarán sobre la época de trasfondo, nos ilustrarán con detalles íntimos de la historia que aun siendo banales en muchos casos, despertarán una sana curiosidad que nos conducirá a recabar datos para saber más sobre el tema.
"Todos los pueblos han escrito la historia que han querido que trascendiera."
Querremos recorrer con detalle los rostros de los reyes citados para sacar comparaciones, y para ello recurriremos a "Goya", "Madrazo" o "Bayeu". Indagaremos sobre el asalto al palacio de Aranjuez, sabremos sobre esa curiosa y breve guerra denominada: - De las naranjas-. Descubriremos a esa fémina por la que "Godoy" bebía los vientos. La gaditana "Pepita Tudó" posiblemente retratada por "Francisco de Goya" en sus cuadros de las majas.
Maja vestida de Francisco de Goya |
Pasiones, ambiciones, y miserias conformarán un escenario muy apetecible, que junto a las investigaciones llevadas a cabo por los implicados en la resolución del reto impuesto por el ambicioso ruso, nos llevarán sin aliento a lo largo de 46 capítulos muy bien desarrollados hasta un final impecable sin flecos ni desgarrones.
El autor ha sabido mezclar en su entramado tanto lo real como lo surgido de su imaginación desbordante, haciendo creíble lo increíble y viceversa. Con lo cual todo nos parecerá posible aun siendo pura invención. Esta es una de las ventajas de ser un buen contador de historias.
Con lo cual añado esta sinopsis y mi opinión a la de mis amigos blogueros, y reafirmo junto con ellos que la lectura de este libro es muy recomendable y adictiva, recordándoos a si mismo que el autor tiene en su haber otros títulos como: -Los ascensores dormidos de la Habana - Lágrimas sobre Gibraltar - Tres colores en Carinhall- así como relatos y novelas cortas.
Seguro que os merece la pena leer alguno de ellos.