sábado, 27 de septiembre de 2014

Tiempo de escuchar




Gracias a los medios a nuestro alcance como prensa, televisión y radio, no nos falta información de primera mano sobre cualquier asunto político, financiero, social, deportivo, artístico o cultural. Nunca se trasmitieron los comunicados los noticiarios, debates y entrevistas con tanta rapidez a lo largo y ancho del planeta llegando a cualquier rincón del globo.

Internet revolucionó, como plataforma comunitaria de información instantánea, todos los sectores de la sociedad en este sentido.


De este modo somos seres privilegiados que disponemos de datos continuamente actualizados del entorno en el que pululamos, disponiendo de los puntos esenciales de información que necesitamos para poder comunicarnos y compartir, trabajar y estudiar.


Es realmente curioso comprobar como un suceso ocurrido en cualquier lugar del mundo, llega a nuestros móviles u ordenadores casi de manera instantánea en forma de noticia, chiste, vídeo o cotilleo por el Whatsapp. Así mismo las plataformas sociales sobradamente conocidas nos sirven como "Muro" donde colocar comentarios, impresiones, pensamientos, ideas, sueños, opiniones y reflexiones como es el caso en estos momentos en los que tú lector, muy generosamente estás leyendo esto.


La contra de todo esto es el tiempo, el tiempo y la capacidad de la que disponemos para asimilar toda la información que recibimos cual bombardeo de neutrones de forma continuada, el tiempo que podemos dedicar a cada una de las noticias que recibimos, de leerlas, comprenderlas y elaborarlas.


Esto es como un patio de vecinos en el que cada uno de nosotros es de su padre y su madre, tiene formas de vida particulares y conceptos personales de como desarrollar sus actividades cotidianas y cada uno de nosotros con diferentes necesidades de comunicación, pero somos seres sociales por definición con necesidad impepinable de interrelación. "Nadie es una isla" que dijo muy acertadamente John Donne y que más adelante Hemingway plasmó en su libro -Por quién doblan las campanas-


"Ningún hombre es una isla, completo en sí mismo. Cada hombre es un fragmento del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, tanto si fuera un promontorio, como si fuera la casa de uno de tus amigos o la tuya propia: la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy unido a toda la humanidad, por eso nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti." 


Como es de suponer a todos nos gusta charlar con amigos, comentar una noticia o las últimas tendencias de moda, compartir la experiencia de un viaje realizado o valorar los resultados del partido del Domingo o la acertada realización de una película en un foro internauta 


Sentimos ansiedad, pues muchas veces es eso. Ansiedad por hablar, escribir y comunicar al resto nuestras experiencias personales, meditadas suficientemente o no, pero necesitadas como explosión, de salir al exterior y extenderse de forma "Mitósica", la mayor de las veces de forma espontánea y pocas veces de forma reflexiva.


Y finalmente a lo que voy con mi cháchara que a lo mejor ya te aburre: ¿Hay  alguien ahí dispuesto a escuchar? ¿Oídos atentos que requieran de esas palabras? ¿Personas realmente interesadas en lo que escribes y trasmites?


Si tuviéramos que responder con total sinceridad a la pregunta de cuanto tiempo dedicamos a leer un libro, leer una carta (Se escriben pocas), leer un E-Mail (De estos muchos) intentar comprender la letra de una canción, y concentrarnos en lo que nos está contando la vecina, el amigo, familiar o el compañero de trabajo o el profesor de universidad . ¿Qué responderíamos?


Sobre las páginas Web, los Blogs y los muros de plataformas sociales no digo nada, pues es más de lo mismo.

Y es que estamos saturados de información, incapaces de desarrollar tanto poder receptivo como para atender todas las entradas y notificaciones recibidas diariamente.
Los filtros tienen que ser numerosos para que encima la propaganda y los Spam no nos acaben de saturar nuestras bandejas de entrada y nuestras neuronas.

En estas estamos pues: somos remitentes y destinatarios de información y depende solo de nosotros el hacer este ejercicio social más práctico y trascendente, utilizando el filtro de la racionalidad y la utilidad.

Y añadiría como claúsula el ser más receptivos a la escucha que a la verborrea, hay muchos prójimos necesitados de oídos atentos que les atiendan, muchas soledades interiores, personas incomprendidas y aisladas por la falta de nuestro interés a la hora de escucharles. Las prisas y el, siempre escaso tiempo pueden ser excusa o no, pero la paciencia es una virtud escasa que deberíamos potenciar a menudo con los demás. y ser receptivos seguro que no nos quitará el sueño.

No solo se trata de expandir nuestro mundo interior sino también de ser vasijas que recojan lo que los demás comparten.

Pero naturalmente no todo vale, como el Spam hay cotilleos y críticas que no nos aportan nada, y para ello debemos interponer los tres filtros que el sabio Sócrates propuso a su discípulo.

    Un discípulo  vino en busca de su maestro Sócrates para decirle:


¿Sabes lo que escuché acerca de uno de tus amigos?  Espera un minuto, replicó Sócrates. Antes de decirme nada, quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro. - Triple filtro ? , preguntó el otro.

- Correcto, continúo Sócrates. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el “Examen del triple filtro "
... El primer filtro es la VERDAD. ¿estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto ? _ No, dijo el hombre, realmente sólo escuche sobre eso y ...  Bien, dijo Sócrates, entonces realmente no sabes si es cierto o no.
Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la BONDAD. Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo ?  No, por el contrario …  Entonces, deseas decirme algo malo de él, pero no estás seguro que sea cierto
Pero aún podría querer escucharlo porque queda un filtro, el filtro de la UTILIDAD. Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo ?  No, la verdad que no.

Bien, concluyó Sócrates. Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no me es útil, ... para que querría yo saberlo ?




4 comentarios:

  1. Muy buena entrada. A ver si me aplico el triple filtro de Sócrates. Ja,ja,ja. Besos.

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  2. Ese filtro lo deberíamos aplicar todos y sin medida.
    Gracias amiga.

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  3. Verdad, bondad y utlidad, así de sencillo.

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    Respuestas
    1. Saludos M José.
      Sencillo y complicado a la par.
      Un beso

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