Un
corazón de lana y acero comenzó a latir rítmicamente. Plástico, vidrio y cartón, como componentes principales.
Se había convertido, en la primera joven inventora revelación del panorama científico del momento. Había sido capaz de crear vida inteligente a partir
de materiales reciclados.
Recibiría
el premio nobel, daría conferencias en las universidades de mayor prestigio, y
escribiría varios libros sobre su increíble descubrimiento.
Las
horas que había robado al descanso a causa de los estudios y la experimentación
habían dado sus frutos. Ahora, la felicitaban insistentemente unos desconocidos, dándole palmadas en la espalda que la despertaron, preocupados por su estado catatónico; apoyada como estaba en el contenedor de basura, con una bolsa amarilla fuertemente agarrada en la mano.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Cuando el campo de investigación es novedoso tiene sus inconvenientes. A la pobre investigadora lo mismo la encierran en un psiquiátrico porque creen que tiene el síndrome de Diógenes...
ResponderEliminarBuen relato y muy original.
Un besote.
Yo, lo interpreto distinto que Kirke. Yo creo que todo ha sido un sueño. Tanto hablar de la conveniencia de reciclar, la joven se ha quedado junto al cubo con su bolsa de materiales reciclables, pensando en lo que se podría hacer con ellos y ha entrado en un estado de catatonia.
ResponderEliminarComo ves, Francisco, ya has conseguido dos interpretaciones diferentes. Creo que eso es síntoma de que tu relato es bueno.
Un beso.
Hay que admirarle sus ambiciones ehh pienso que solo estaba imaginando su futuro, que no es lo mismo que fantasear.
ResponderEliminarA mi después de leerlo varias veces me ha venido esa frase que igual no viene a cuento "la fama cuesta ganarla" y es que el mundo de la investigación es poco agradecido y muy sacrificado, y por desgracia sale mucho más a cuenta pasarse al mundo del cotilleo y de oficio tertuliano.
ResponderEliminarBesos
Yo mira comparto mas la opinión de Rosa en este caso.
ResponderEliminarCorto pero muy bueno.
Un abrazo.
A mi me parece que como va el mundo del reciclaje, todo es posible, si nó tiempo al tiempo. Un abrazo.
ResponderEliminarPues yo diría que de ilusiones también se vive, y de la ilusión al sueño solo hay un paso.
ResponderEliminarDifícil debió resultar sacar un microrrelato a partir de una frase inicial tan "especial", jeje.
Un abrazo.
También yo pienso que la chica se ha quedado traspuesta e imagina lo que podría llegar a hacer. Pues, como dice Julio David, "Hija, basta de soñar y póngase a actuar". Y es que es verdad, se nos va la vida imaginando y no actuando.
ResponderEliminarFrancisco, tus micro son provocadores, despiertan múltiples interpretaciones, no dejan indiferente a nadie. Bravo por ti.
Un abrazo