El último post del blog de este año, que marcha con todos los lastres heredados de otros anteriores, y me refiero a crisis, sucesos y conflictos bélicos...
Me gustaría dedicarlo, como no podía ser de otra forma, a todos los que me habéis acompañado con vuestra presencia virtual en este espacio dedicado a los libros, durante el 2014.
Muchas son las peripecias y el trabajo dedicado a lo largo de los 365 días a subir entradas que os puedan interesar, y cuando un comentario vuestro ha orlado la entrada. Esa muestra de interés, y esa pequeña molestia de teclear para opinar, ha hecho merecer la pena todo esfuerzo.
También y de la misma forma, cuando alguno de los que me siguen, me ha comunicado que la reseña le animó a leer tal o cual libro, haciéndolo suyo, disfrutándolo y beneficiándose de todo lo que una buena lectura puede proporcionar; ello ha representado un acicate para buscar nuevas lecturas que merezcan la pena y os pueda presentar en el futuro para vuestro deleite.
Un recuerdo para todos aquellos que os habéis hecho seguidores y estáis junto a mí, aumentando el número de mis amigos. A los que por Google o Facebook habéis clickeado en el + ,
recomendado y compartido las entradas. A los que me mencionaron, con esos premios que son como guinda en pastel.
A todos vosotros, ese abrazo personal, vuestra presencia me hará seguir un año más sin pretensiones de ser maestro ni referencia de nadie, solo un lector que presenta a otros lectores libros, de la forma más amena que a uno le viene a la mente, poniendo todo el interés en la creatividad de la presentación y la manera de hacerlo asequible e interesante.
Por ello y con ello, os comunico todos mis mejores y tópicos deseos que nos dedicamos todos cuando llegan estas fechas.
Pero de igual forma me gustaría que el año que entra esté conformado por 365 días de oportunidades para ser felices. Y si puede ser con un buen libro en las manos... pues miel sobre hojuelas.
Nos volveremos a leer el año que viene.
Hasta entonces: ¡Sed felices!
Te dejo es jódete al revés
De: Purificación García
En esto de la lectura como en muchas facetas de la vida la alternancia y la variedad es muy gratificante.
Personalmente voy leyendo diferentes géneros con preponderancia de mis favoritos, pero de vez en vez, intercalo lecturas ligeras de humor que desengrasan y me ponen a tono recargando las baterías. Este es uno de los títulos a los que le tenía echado el ojo y se encontraba en lista de espera.
La autora se ha hecho un huequito en el panorama editorial de la mano de una de las grandes: -Espasa- que la descubrió en su blog:- señorita puri acuda a caja 7- en la que la autora cuenta sus experiencias cotidianas como cajera de un supermercado.
Se reunieron las historias y se imprimieron en papel, y en el 2012 salió a la luz para alegría del lector que se quiera echar unas buenas y continuadas risas.
La protagonista es la propia autora que en primera persona con un desparpajo sin igual y una prosa sencilla, clara y directa nos relata sus peripecias cotidianas desde un punto de vista positivo; aunque ciertas coyunturas personales no lo sean tanto.
Ya desde el principio nos cuenta una situación peliaguda cuando descubre a su marido, a su compañero del alma, a su "soldado de amor", con una rubia y en plan cariñoso, y eso por ir al gimnasio a darle una sorpresa... ¡Menuda sorpresa! la que se lleva ella.
"Ocho años, nueve meses y seis días. A mis treinta y un años, una cuarta parte de mi vida.
No fue mi primer amor, pero si el más intenso, el del pan y la cebolla..."
Este es el punto de partida de los sucesivos capítulos que vienen después, muchos de ellos con encabezamiento de títulos de canciones, libros y películas: -Mi familia y otros animales- Las cenizas de Puri (Angela)- Cien gaviotas- Esta será mi casa cuando te diga adiós- la joya del Nilo- Historia de una escalera- Monday, monday-Magnolias de acero...
Y de esta forma nos irá contando sus estados de ánimo y su reconstrucción como mujer traicionada. La vida sigue y "Puri" también, y entre las dos opciones: la de llorar y deprimirse y la de pasar página y empezar con ganas de nuevo. Elige la segunda.
Y nos contará de forma desenfadada como sus dos amigas la sacan de clausura para despendolarse en un karaoke, como la llevan a lugares de alterne para evitarle la depre y la desolación.
"Simona" y "Yolanda" una la sal y la otra el aceite como las define ella misma.
La primera una camarera sin estudios y madre soltera con una escuela de vida inigualable, no sabe cocinar y dice las cosas con tal claridad que el que no se entera es porque no quiere hacerlo.
La segunda es una escritora de libros de viajes, lectora asidua con una cultura notable, amiga de lo políticamente correcto y un poco "pija de la muerte".
Las tres, como los mosqueteros de "Dumas" son uña y carne, aun con padrastros sangrantes. Se ayudarán, se aconsejarán y se enfrentarán juntas a las circunstancias adversas.
Uno de los fragmentos más divertidos es, en el que descubrimos porqué "Simona" tiene ese nombre cuando en realidad su nombre es "Cecilia".
"Puri" nos cuenta su cotidianidad con una gracia que nos hace presentir, que nuestra rutina puede ser muy divertida siendo un poco desenfadados y otro poco observadores.
Nos describe su entorno laboral: A su encargado "Juan", que se parece al ojo de gran hermano, a sus compañeros de trabajo: cajeras, pescaderos, charcuteros, fruteros, reponedores. Y naturalmente nos describirá a los diferentes tipos de clientes que se acercan por su caja calificándolos a cada uno según encuadren en las diferentes especies de perfiles. Por ejemplo:
Los moneditas, los del móvil, los raros, el gilipollas, los del segundín y los maravillosos. En este último encuadra a Doña "Ursula"; una viejita que se acerca al super para charlar con el personal y entretener algo del tiempo que parece sobrarle. La tal "Ursula" está muy pendiente de sus niñas, como ella llama a las cajeras, y de "Puri" muy especialmente. Le da consejos del tipo:
"Eres muy joven y muy bonita, y aquí no se ha muerto nadie todavía. Llora lo que tengas que llorar, pero recuerda: nunca dejes que las lágrimas te tapen el sol."
Y así, poquito a poco la protagonista narrará como busca nuevas relaciones por los foros de Internet al igual que una nueva casa donde vivir, y ¿Porqué no un nuevo amor?
Y lo dejo ahí, pues aunque no destripe nada, tampoco quiero descubrir la linea argumental por donde irán los tiros. Aunque no os engañéis, lo que nos contará será lo normal, lo cotidiano, lo rutinario, el caos que reina en cualquiera de nuestras jornadas laborales y familiares...¡En fin! lo que nos toca a cada uno. ¡Pero claro! la diferencia la pondrá "Puri", con su forma de
contárnoslo.
De ejemplo un botón:
"Sales escopetada a tender la colada en la cuerda. Se te acaba el hueco, la cuelgas en la bañera, en los grifos, en la alcachofa de la ducha, sobre la mampara, vas al salón y la pones encima de la tele, sacas perchas y las vas enganchando por todos los muebles improvisando tendederos en las esquinas de las puertas. La ropa chorreante ha convertido tu suelo en Venecia y la casa apesta tanto a suavizante que Mimosín podría morir asfixiado."
Bueno, pues ya veis, el perfil de este libro de 232 páginas no exentas de humor, de ironía y de un poquito de mala leche. De esa que no falte, como dice la propia escritora, que de la misma manera deja expresado, su sentimiento de gratitud por todo lo pasado, padecido, disfrutado y vivido:
"Me siento bendecida por el poderoso y a la vez cruel don, de ser consciente de lo valioso de cada segundo de este tiempo de azúcar y sal que se escurre entre mis dedos." Pura poesía.
Su lectura no os dejará una huella indeleble en la memoria, pero si una sonrisa de oreja a oreja y un cosquilleo en el corazón.
Para vuestra información deciros que la autora ya ha publicado una segunda parte que lleva por título:
- La familia alojamiento con tensión completa-
Que lo disfrutéis como yo lo he hecho.
La Navidad es real mientras haya quien espere. Los que lo tienen todo carecen de ilusión.
La esperanza es de la gente sencilla dispuesta a superar la contrariedad, la adversidad diaria, sin importarle el esfuerzo o el sacrificio; y todo para hacer su entorno más amable y la sociedad más justa ... Como los pastores.
La Navidad existirá siempre y cuando brillemos con luz propia y reflejemos la de los demás en cielos anochecidos de miseria humana y violencia consentida. Cuando guiemos a los que caminan en la oscuridad, enseñando el valor del camino que recorren... Como la estrella
La Navidad tiene sentido cuando hay personas capaces de anunciar una buena noticia, dando el ánimo necesario al abatido, y a los entristecidos consuelo. Acompañando la soledad de los olvidados, demostrando con sus actos, serenidad a los que se agitan en la duda... Como los ángeles.
Navidad será, mientras con humildad, sepamos escuchar al amigo, aliviando su carga. Escuchar al prójimo sin juzgar, secando las lágrimas del que sufre sin pedir recompensa. Estar al lado del que necesita calor y comprensión... Como la mula y el buey.
Habrá Navidad mientras madres buenas respeten la vida como regalo gratuito, como tesoro valioso; dispuestas a dar lo mejor de ellas mismas por los hijos sin compensación alguna.
Ellas portan el amor altruista en esta tierra de egoísmo, ellas son la acogida y el refugio en nuestro abandono... Como María.
Habrá Navidad siempre y cuando haya padres que eduquen con valores a sus hijos, les hablen de tolerancia y respeto, solidaridad, generosidad y entrega. Cuando les dediquen su tiempo compartiendo juegos y conversaciones y les ayuden a construirse como personas íntegras, sin considerarse por ello infalibles y viéndose así mismo como niños... Como S. José.
Será Navidad siempre y cuando queden hombres y mujeres sabios que sepan encontrarse a ellos mismos, respetar a los demás en sus creencias, culturas y razas; encontrando la grandeza en lo pequeño, la gratuidad en el dar, la riqueza del compartir y vida en la renuncia.
Personas que sepan recorrer el largo camino de la existencia con dignidad, trasmitiendo el conocimiento adquirido como buenos maestros.
Descubrir al final que todo se basa en el AMOR... Como los Reyes Magos.
Y mientras ese AMOR sea sincero y nazca de continuo en cada uno de nosotros de manera espontánea, en forma de sonrisas acogedoras, en el brillo de una mirada limpia, en la ternura de una caricia necesaria o en la aceptación de una mano tendida; en el sacrificio del trabajo cotidiano, en nuestra pacifica presencia, en la palabra sincera de aliento...
Haremos entonces de cada minuto de nuestra existencia una Navidad.
Lo demás será simple tradición, sentimientos mojigatos e intereses comerciales dirigidos al consumo.
No veas estos días como parte de una religión. Dale un sentido real dentro de ti y encontrarás de nuevo en estas fiestas un sentido más profundo que te servirá para el resto de tus días.
Por lo tanto mi deseo más sincero de que tengas una:
¡Muy Feliz Navidad!