lunes, 7 de febrero de 2022

Hacer carrera

 


*Primer locutor

–Queridos oyentes. Esta mañana me gustaría empezar de una manera original la retransmisión de esta importante prueba automovilística, siempre con la complicidad de los colegas que me acompañan en la cabina.

A ver compañeros, en esta ocasión os propongo vaticinar un resultado final que consideréis acertado con respecto al formula pilotado por el que hasta ahora se mantiene como invicto y favorito en esta jornada de carreras en Pelmans; y exponer la razón lógica que os lleva a dicha conclusión. A ver quién es el que acierta en directo en esta emisora que trasmite en vivo tan emocionante evento ¡Aaaadelante compañeros!

Para romper el hielo si os parece comienzo dando mi opinión que es la siguiente: si Lorenzi Carroceri consigue mantener esa velocidad de forma continuada con la que ha equilibrado la potencia y estabilidad de su vehículo; esta, le propiciará un puesto seguro en el pódium. Pues si observáis con atención, la media resultante en cada vuelta es notable.

*Segundo locutor

– ¡Pues disiento, fijaos! a mi entender creo que no llegará a clasificarse entre los tres primeros puestos: Ha salido con cierto retraso de la parrilla y aunque observo fluidez en la manera de manejar, y aún sabiendo de antemano que se trata de un piloto bregado en otros circuitos; detecto cierta inseguridad en la toma de curvas y eso le hace perder en cada vuelta algo de ventaja con respecto al resto de competidores.

*Tercer locutor

–Pienso, muy al contrario que vosotros dos, y es que mi dictamen general sobre la carrera, me hace pronosticar que Lorenzi Carroceri  pasará por meta de los últimos. Este piloto experimentado parece estar tenso e inseguro. Se nota a la legua que no está familiarizado con el trazado del circuito en el que está compitiendo, parece dudar, pues está desaprovechando las oportunidades de adelantamiento y aunque no frena con frecuencia, parece no arriesgar demasiado.

*Primer locutor

–Ya ven queridos radio oyentes que en cabina mantenemos opiniones diferentes con respecto al mismo corredor. Quizás si preguntamos en los boxes de la escudería a la que pertenece nuestro polémico piloto Lorenzi; sobre el que se barajan tan diferentes resultados, podamos llegar a una conclusión definitiva sobre el puesto que ocupará en la tabla clasificatoria final.

Si os parece pasamos la comunicación a pie de pista donde se encuentra nuestro reportero Felipe stiño.

*Reportero

–Pues si compañeros, aquí nos encontramos en boxes; donde se controla y dirige todo. En directo y en caliente, donde la plantilla de estos reconocidos ingenieros hacen guardia, nerviosos; pendientes de cada detalle mecánico de estos formulas, ganadores en más de treinta ediciones.

Preguntamos si os parece, al ingeniero jefe, que es el que al parecer se mantiene más tranquilo, para que nos de su apreciación sobre el posible resultado final de la carrera del piloto insignia de la escudería Ferralla.

Buenas tardes ¿Podría augurar a bote pronto para radio deporte y en cuatro palabras, un resultado para Lorenzi?

*Ingeniero jefe

– ¡Se va a estrellar!

*Reportero

– Efectivamente es un dictamen de cuatro palabras

Pero ¿En que se basa para emitir sin ninguna duda este veredicto tan contundente como catastrófico?

*Ingeniero jefe

Por dos elementales razones: Una práctica equivocada y la velocidad.

Y es que a Lorenzi le hice unas sugerencias, durante una conversación privada que mantuvimos hace unos meses, sobre la conveniencia de no obstinarse a la hora de conducirse en lo personal. 

A pesar de ser avisado en múltiples ocasiones, persistió en no pisar el freno, ni tampoco renunció a sobrepasar las lineas rojas. 

Y ello, junto a la aceleración que está imponiendo a su vehículo va a provocar el accidente que terminará en siniestro.

*Reportero

– ¿Y qué relación hay entre lo uno y lo otro?

*Ingeniero jefe

–La práctica equivocada, es la de persistir en acostarse con mi mujer y eso ha sido la causa de que desbordara el límite de mi paciencia.

Por otro lado la aceleración que está imponiendo al vehículo para no quedarse atrás. Todavía ignora que le corté los manguitos de los frenos. Espero de esta forma, se tope de frente con la cruda realidad.

El reportero asombrado y asustado a partes iguales por las declaraciones que acaba de escuchar, devuelve la comunicación al locutor principal; como para quitarse de encima la responsabilidad de dicha sentencia. Y casi le da un vahído cuando a continuación escucha su veredicto categórico.

*Primer locutor

-Esto nos vuelve a demostrar queridos amigos, seguidores del programa. Que los vaticinios no son acertados en la mayoría de ocasiones y únicamente sirven como divertimento de las masas. Donde se apuesta y generalmente se pierde. Eso que conocemos como suerte, es una falacia.

Que la preparación, el conocimiento y la experiencia tampoco aseguran gran cosa ni a corto ni a largo plazo. Pues siempre habrá alguien que considere poco oportuno que consigamos los logros que nos proponemos metiéndonos palos en las ruedas o poniendo zancadillas para hacernos fracasar en el intento de llegar a nuestra meta.

Con lo cual queda evidenciado, que el que maneja toda la información obtiene los mejores resultados; pues se adelanta a los acontecimientos en cualquier circunstancia. Esto es. El que corta el bacalao, o como en este caso, los manguitos de los frenos, es el que generalmente acierta en los pronósticos.


Derechos de autor: Francisco Moroz

domingo, 30 de enero de 2022

Camuflaje

 

 


Igual que el gato negro que se hace el dormido en el sillón, es la abuela. Eso dice mi madre. Me figuro que será porque viste de luto, y siempre está vigilante; observándonos a todos con mucha atención. Tiene controlados nuestros movimientos, al igual que los horarios de entrada y salida de casa. Conoce nuestros gustos, necesidades y debilidades. Es arisca, refunfuñadora y lista como ella sola.

Lo curioso es, que donde está la abuela nunca se encuentra el gato, y viceversa. Nunca coinciden en el mismo lugar.

Y ahora, desde que mis padres empezaron a hablar de llevarla a una residencia, el gato está por todos los lados y a mi abuela apenas la vemos.


Derechos de autor: francisco Moroz

domingo, 23 de enero de 2022

¡Arrepentíos!

 

 



– ¡Llegará pronto el final! y no estaremos preparados para cuando llegue. Somos muy estúpidos como para darnos cuenta que nuestro tiempo se acaba. Hemos tenido margen de sobra para rectificar y no hemos querido poner remedio; quizás porque estábamos más interesados por lo que ocurría en los mundos virtuales de los teléfonos inteligentes y las pantallas de los ordenadores, que en el nuestro real.

Creíamos que todo era eterno; y muy al contrario, el planeta que habitamos está colapsando. Nos está mandando continuas señales de alarma para que revirtamos nuestro desenfrenado empeño destructivo. El ser humano, o sea ¡Nosotros! Hemos desoído sus advertencias y seguimos presos de nuestra locura desaforada.

El hombre subido encima de la mesa situada en un lado de la sala no necesitaba alzar la voz; pues todos a su alrededor permanecían atentos de su perorata acusatoria. Algunos incluso asentían con su cabeza o negaban, según oían sus reprobatorias palabras que estaban dirigidas a todos sin excepción. Otros proferían una especie de quejidos repetitivos que recordaban a un canon de meditación, si no fuera porque sonaban como quejidos. Incluso los había tan ensimismados, que de sus bocas abiertas caían hilos de saliva que manchaban sus camisolas.

El hombre de la mesa, sin previo aviso saltó al suelo y empezó a vociferar, señalando con su dedo al otro lado de la puerta.

– ¡Ya vienen! ¡Quieren acallar nuestras voces! Coartar nuestro derecho a expresarnos con libertad, a proclamar la verdad sobre los oscuros fines que nos esperan por culpa de los de siempre: Gobiernos prepotentes, políticos mentirosos, multinacionales de aviesos intereses, medios informativos manipuladores…

Se abrieron las puertas de la sala con estrépito, y como ventolera otoñal, entraron hombres rudos que con violencia controlada empezaron a disolver, separar, anular, agarrar e inhabilitar a todos los individuos reunidos en torno a esa especie de orador improvisado.

Los hubo que se defendieron con saña de los agresores atacándoles con furia desbordada. Llovían patadas, mordiscos, arañazos y puñadas. Otros sujetos prefirieron tirarse en el solado encogiéndose como fetos gimientes. Los menos utilizaron sus cabezas como martillos pilones contra las paredes.

Los celadores y enfermeros se las vieron y desearon para meter en vereda a la manada de locos que de nuevo se sublevaban contra el orden establecido en el centro psiquiátrico.

Uno de ellos comentó en voz alta a sus compañeros algo así como que: “Esos tipos lunáticos no parecieran tener los pies en la tierra.”


Derechos de autor: Francisco Moroz





LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...