Y se ríe a pesar de mi resolución para callarlo a base de
manotazos. Su insistente risa me crispa los nervios de una manera insoportable.
Aprieto a rabiar su cuerpecito de bebé, lo golpeo una
y otra vez, pero continúa como si nada le afectase.
Me desespero, y en un arranque de maldad resolutoria, lo agarro con rabia y lo estrello contra la
pared.
Es entonces cuando cambia su risa por un llanto cansino igual de
agobiante.
Derechos de autor: Francisco Moroz
¡Qué susto! me diste, Francisco, menos mal que no era un niño, sino un muñeco.
ResponderEliminarUn microrrelato que creo recordar es para un concurso, pues ayer también me fijé en esa frase inicial: "Y se ríe" que es imprescindible para participar. De manera que te deseo mucha suerte, compañero.
Un abrazo fuerte.
Bien, en este caso la sorpresa fue en forma de susto.
EliminarEfectivamente estos microrrelatos son para un concurso de radio en el que participamos María Campra y Mamen Piriz entre los blogueros que conozco. Se trata como ya sabes de escribir una pequeña historia con algún sentido, empezando por la frase que nos dejan todas las semanas, y que corresponde con el final del relato ganador de la semana anterior.
Es difícil incluso quedar entre los dos finalistas. No lo hemos conseguido aún, pero el ejercicio mental y de ingenio que nos exige, es un entrenamiento continuo.
Un abrazo, compañera.
Un buen relato Francisco, menos mal que era un muñeco Ando desfasada por este concurso , los n
ResponderEliminarlunes por H o por B, no soy capaz de oír el programa. Así que llevo desde que comenzó el programa sin escribir un sólo relato con las frases de inicio. Un abrazo Francisco
No podía ser de otra manera. una persona en sus cabales no sería capaz de cometer semejante barbaridad con un bebé. tristemente los hay. Solamente hace falta leer ciertas noticias de refugiados y conflictos armados.
EliminarLo del concurso me lo he tomado como ejercicio periódico, y por ello intento seguirlo a rajatabla como entrenamiento.
Un abrazo, amiga
No tengo yo tan claro que fuera un muñeco. Los muñecos no lloran ni ríen con tan inquietante lógica.
ResponderEliminarAy, Francisco, que cada vez te tiñes más de negro...
Me ha encantado.
Un beso.
En todo caso un muñeco diabólico como el personaje Chuky. Ja,ja.
EliminarLo de teñirme no será por la tinta con la que escribo, que es pura letra virtual plasmada en pantalla.Pero es verdad que hay temporadas en las que solo salen historias lúgubres y macabras.
Pero no te quejes que hay escritores que se pasan el día asesinando a personajes, yo intento que no sea así con los míos.
Besos querida Rosa.
Necesitaba pensar que tendría un final así... de lo contrario no hubiera podido continuar con la lectura. Giros inesperados.
ResponderEliminarMil besitos, amigo mío.
¡claro que no! ¿en que me habría convertido yo? no quiero ni pensar lo impensable.
EliminarPero los monstruos de nuestra misma especie existen y están no muy lejos de nosotros tristemente.
Más besos para ti.
Madre mía, Francisco, qué susto tenía según avanzaba en la ley.
ResponderEliminarUn abrazo
... en la lectura
EliminarConmigo no llega nunca la sangre al río, o eso al menos pretendo en lo que escribo. aunque en ciertas ocasiones el argumento exija alguna muerte justificable por el guión.
EliminarGracias por pasarte amigo, te debo visitas ni se sabe, espero sepas disculparme.
Un abrazo Juan Carlos.
Ya decía yo que no podía haber tanta maldad ante una criatura angelical, jajaja
ResponderEliminarY sí, a veces, a uno le crispa los nervios cuando el muñequito no deja de llorar o reír.
Un abrazo.
También ciertos niños enrabietados crispan los nervios pero hasta tal punto de estrellarlos contra una pared no. Pero un cachete para que lloren con razón , si les daría a más de uno. Y no me refiero a los bebés ¡Claro! cuyo llanto es señal de que les duele o tienen alguna necesidad.
EliminarUn abrazo Josep.
Si quieres darle ese toque, libre eres de imaginarte al muñeco diabólico con risa siniestra je,je. esa es la libertad y prerrogativa que tenéis-mos los lectores.
ResponderEliminarUn saludo julio
Me has hecho recordar con este magnifico micro relato un episodio con mi hijo cuando tenia pocos meses lloraba y no tenía consuelo el pobre, y mi ex me discutía que yo exageraba y qeu no era para tanto, y al final después de mucho discutir, conseguí que fuéramos al ambulatorio el niño, el pobre tenia una otitis de campeonato por eso lloraba de forma que no era la habitual y es que las madres tenemos un instinto que nos dice cuando los niños lloran y de que forma.
ResponderEliminarGracias por ese giro que estado muy muy bien. un abrazo. TERE.
De esos llantos continuos hemos tenido que soportar unos cuantos todos aquellos que tenemos hijos. Cuantas noches en vela por un cólico, una otitis o cualquier malestar del pequeño bebé.Después crecen y los problemas y las preocupaciones son otras; pero lo que no cambia nunca es la satisfacción de verles felices cuando pasa todo.
EliminarLas madres tenéis esa conexión especial con vuestros hijos que os hace seres especiales para ellos.
Un abrazo Teresa y feliz viernes.
Esta vez no me pillaste jajaja, ya veía venir un desenlace diferente al esperado primeramente.
ResponderEliminarTe quedó genial, Francisco.
Un abrazo.
No te he pillado porque me conoces, y sabes que no sería capaz de finales tan macabros y violentos con seres indefensos.
EliminarGracias por tus letras Mila.
Un abrazo de viernes para ti.
Menos mal que hablabas de un muñeco, porque ya estaba dispuesta a odiarte por toda la eternidad jajajjaa. Lo cierto es que el llanto continuado e insistinte, siendo de niño o de muñeco, puede hacerte concebir terribles ideas...
ResponderEliminar¡Buen micro, Francisco! Terminé de leerte con la sonrisa en los labios :)
Besos de jueves.
Sabía yo que no debía acabar de otra manera el micro, pues de otra forma me hubiera ganado ese odio eterno del que no podría redimirme en lo que me quedara de vida. No iba a arriesgarme a causa de tan pocas letras.
EliminarTu sonrisa final me alivia de mis temores.
Siempre un gusto que estés de mi lado Julia.
Besos.
Francisco, últimamente me dejas en shock y pensado lo peor.
ResponderEliminarMenos mal, menos mal. ¡Qué susto!
Muy logrado el micro.
Un beso.
No será para tanto Irene, yo pensaba que estabais acostumbradas a mis salidas de tono...
Eliminar"Haber elegido muerte", como dicen los niños.
Gracias por leerme y estar cerquita ahora que empieza el frío.
Besos.