Si yo pudiera enderezar mi proceder mi amor, te
complacería con sumo agrado. Pero mi corazón me somete a sus caprichos y la razón
se anula ante los recuerdos de tiempos pasados en los que ciertos hábitos no
estaban tan mal vistos.
– Mira Pepe, te pongas como te pongas no te lo voy a
consentir ni pienso discutir contigo.
–Pero mujer...
-¡Ni pero ni ná! ¡Que no te vas al bar con los amigos!
¡Y punto!
Derechos de autor: Francisco Moroz
Ja, ja, ja..., es la eterna problemática de la convivencia. Cuando vivimos en pareja siempre alguno de los dos es el que pone límites y el otro -muchas, muchas, veces, el varón- casi diría que sin decirlo suplica ese veto bien para quebrantarlo o, admitiéndolo, para justificarse ante la peña (jó, jó).
ResponderEliminarEl sentido del humor de tu relato me ha llenado por completo.
Un abrazo, Javier
Al final las discusiones son por cosas muy prosaicas, sin nada metafísico ni sublime. Ahí estamos todos.Un abrazo.
ResponderEliminarEs que lo de ir al bar a jugar la partida desde la sobremesa de la comida hasta el aperitivo de la cena, ambos incluidos, era de tener un morro espectacular. Si la mujer hubiera hecho lo mismo, a ver que habían cenado... Las tradiciones no son buenas por ser tradiciones, ya lo sabemos de sobra,
ResponderEliminarMuy divertido y contundente relato.
Un beso.
Vanas excusas para justificar su afición a la bebida y a pasarlo bien con los amigos, pero dudo que le sirvan ante una mujer de armas tomar, jajaja.
ResponderEliminarPara no tener que discutir más por ello, yo intentaría convencerla para que se uniera a la juerga. Me temo, sin embargo, que él es de la opinión de que eso es solo cosa de hombres, jeje.
Un abrazo.
Jeje, muy bueno.
ResponderEliminarQué dura¡¡¡
ResponderEliminarSAludos.
Hay algunos que todo lo justifican y esa práctica era de lo más habitual, desaparecer toda la tarde con cartas y vinito y ni siquiera se lo planteaban, afortunadamente esto sí parece haber cambiado.
ResponderEliminarBesos
Un profesor de Nutrición decía que era más fácil cambiar de religión que de hábitos alimentarios, si estos (junto a los de la bebida) se dan un bar... apaga y vámonos.
ResponderEliminarUn beso.