Cuando se ausentaba de casa, el hombre solía
dejar la puerta abierta, pues tenía entendido que la fortuna llegaba de la
manera más inesperada y no quería ser él quien le pusiera obstáculos para hacerlo…
Un buen día, después de un tiempo sin visitarle, regresó, pero se encontró
la puerta cerrada y como no tenía llaves tuvo que entrar por la ventana.
Se encontró con el hombre, que la
esperaba con un abrazo que la arropó de ternura.
–Pensé que ya nunca regresarías amor, y
cerré la puerta; aunque tú siempre encontraste la manera de llegar a mí.
Me considero un hombre afortunado con solo tenerte cerca. Pero: ¿Por qué me abandonaste la última vez?
Me considero un hombre afortunado con solo tenerte cerca. Pero: ¿Por qué me abandonaste la última vez?
Derechos de autor: Francisco Moroz
Me he liado un poco al leerlo. Él, ella... ¿Quién se queda encerrado? ¿Cuando decide cerrar la puerta? Y la gran duda. ¿Porqué te fuiste? A pesar de todo él espera y sigue amando. Ejemplo de perseverancia. Un abrazo.
ResponderEliminarYo también como Zarzamora me lío un poco. ¿Es él quien deja la puerta abierta y ella, la que encuentra la puerta cerrada, la fortuna que espera?. ¿Se cansó de tanto esperarla y decidió cerrar la puerta? ¿O está la puerta cerrada porque él está en casa y solo la deja abierta cuando se va? No obstante, creo que no queda muy claro.
ResponderEliminarUn beso.
La pregunta del millón, me da que es mejor que no sepa la respuesta.
ResponderEliminarSAludos.
Al menos regresó, a veces mejor no hacer las preguntas si no tenemos claras las respuestas.
ResponderEliminarBesos
Observo que a él le jugó una mala pasada su desconfianza, ya que ella (la fortuna) jamás le olvidó.
ResponderEliminarTambién estoy de acuerdo con Conxita, es preferible no hacer preguntas si no tenemos claras las respuestas.
Un beso.